CARTA DE UNA MADRE DE UN HIJO SUICIDA
DISCLAIMER: los personajes que aquí aparecen son propiedad de Masashi Kishimoto y son usados en esta historia para sacar todo lo que ronda por esta loca cabeza, sin más les dejo disfrutar de la lectura.
….
Shikadai...
Tal vez, tal vez si hubiera insistido más, esto no habría pasado; tal vez pude involucrarme más en tus asuntos, pero quería darte tu espacio, o al menos esa es la excusa que siempre me dije simplemente para no tener que lidiar con eso, para no tener que lidiar contigo; tal vez pude interesarme más en tus sentimientos y preocuparme por tu cambio de actitud, pero preferí atribuírselo a la edad de la rebeldía y ahora, ahora me estoy enfrentando a este sentimiento de culpabilidad y desolación que no hacen más que atormentarme.
¿Por qué lo hiciste? O más bien ¿Qué te orillo hacerlo? Que tanta era tu soledad que tu única salida fue la de matarte, eras tan joven y con toda una vida por delante, que aun no comprendo el porqué de esa decisión.
La vida ya no será la misma ahora que ya no estas, voy a pasar por todas las criticas juiciosas de la gente y no vas a estar aquí para sobrellevarlas conmigo; preferiste dejarme sola. Ahora tengo que soportar que tu padre me culpe por lo que sucedió, pero, él tampoco estuvo ahí para cuidarte ¿dime tu, de quien fue la culpa? ¿Mía? Yo, yo que tenía que dejarte solo para poder trabajar y que saliéramos adelante… no era por gusto ¡era por ti!...era para que tuvieras tu futuro asegurado.
¿Sabes qué? Tal vez si fue mi culpa, tal vez debí haberte escuchado cuando quisiste contarme tus problemas, tal vez debí dedicarte cinco minutos para ahorrarnos este tormento; no sé cuántas veces te puse de excusa, cuantas veces dije que eras lo más importante para mí, como le hago para decir que no fui lo suficiente para cuidarte, debí haberte escuchado esa noche que note tus ojos llorosos, pero entiende hijo, los adolescentes hacen drama por todo y no tenía tiempo para tonterías.
¡Ah dulce ironía de la vida!, ahora tengo todo el maldito tiempo y no hago más que escribir esta carta…esta estúpida carta que nunca vas a leer…y que aun así…sigo escribiendo.
Aún recuerdo tu carita tan serena mientras yacías en ese ataúd, aun puedo ver esa paz que por fin sentías mientras yo te lloraba y te suplicaba que abrieras tus ojitos una vez más; te fuiste buscando tranquilidad, mas sin embargo, me dejas en un mar de desconsuelo y con un vacío inmensurable.
Perdóname, perdóname por no estar ahí para ti, perdóname por no darte el tiempo ni la atención que tu necesitabas; perdóname hijo, por arrojarte a una profunda tristeza que te llevo a quitarte la vida… yo sé que es imposible y que un perdóname no va a cambiar las cosas…pero entonces ¿dime porque? ¿Me estas castigando acaso? Y si es así, dime ¿Cuándo va acabar el castigo? Es un verdadero suplicio el llegar a casa y no verte, el entrar en tu habitación y solo sentir los últimos rastros de tu aroma.
Hijo…
Siempre te dije que iba a estar ahí para ti, siempre que me necesitaras y te falle terriblemente… lamento mucho todo por lo que tuviste que pasar para tomar esta decisión, lamento haber sido yo quien te orillara a esto, lamento mucho haber sido una mala madre…
Hijo mío… espero que algún día puedas perdonarme; porque yo no nunca me perdonare el haberte perdido; algún día nos volveremos a ver y podre decirte lo mucho que te amo, y lo importante que fuiste para mí.
Temari Nara
N/A. Últimamente se ha escuchado mucho sobre niños que se suicidan y a mi parecer es un tema que se puede prevenir con la atención adecuada a los hijos; espero que haya sido de su agrado.
nos leemos
