Hola este es mi nuevo invento, espero que les guste? Tal vez no sea muuuy original, ya que se me ocurrió hace un rato y decidí subirlo (espero no arrepentirme) jajajaj *risita nerviosa*, pero se hace lo que se puede, se aceptan sugerencias con mucho gusto, *las necesito* jajajaj y déjenme sus opiniones
Capítulo 1: "La cena Especial"
En la mansión Sakamaki:
Estaba cierto rubio muy atractivo, Shu para ser exactos, recostado en un sofá del salón, aparentemente dormido, escuchando música, hasta que su enorme paz termina: cuando empieza a sonar un maldito teléfono, estaba más o menos, a tres metros de donde él estaba. Pasan unos segundos y el aparato ese seguía sonando, nadie atendía, así que frustrado se para y va hacia el teléfono, refunfuñando:
.-.-.-.-.*Pov Shu*.-.-.-.-.
Le diré a ese sujeto, que les dé menos sueldo a esas idiotas, que hay por empleadas, al fin y al cabo, solo sirven para ir a la habitación de Raito, y escuchar TODO lo que pasa, y no poder dormir, malditas putas, gat*s en c…
-Diga… habla Shu Sakamaki –dice este cortantemente, no estaba para nada de humor.
-Prepárate tú y tus hermanos, tenemos una cena dentro de una hora –dijo Tougo.
-¿¡Qué!? Olvídalo! Tengo mejores cosas que hacer –contestó Shu ignorando su curiosidad.
-A sí? Como qué? Digo si se puede saber –dijo su padre dispuesto a molestarlo- ya que tu pues, solo comes y duermes, ni que fueras chancho paralítico –agregó soltando carcajadas.
-Que te jodan! Así soy feliz–contraatacó Shu demasiado perezoso para agregar más.
-Pero qué amable mi hermoso hijo mayor –dijo Tougo con sarcasmo- Bien cabron me saliste, pero lo olvidaré ya que no dormiste tus veintiséis horas diarias de sueño, jajaja yo sabía que Raito iba a aprovechar a las chicas.
Maldito viejo verde –pensó Shu
-Bueno era eso, alístense y no me desobedezcan, sean puntuales mis retoños o los quemaré a todos–y dicho esto Tougo cortó la llamada.
Shu volviendo a recostarse en el sofá susurra en voz baja:
-Vengan todos, AHORA
En cuestión de segundos, todos estuvieron en el mismo salón que Shu.
-¿Qué paso? –pregunta Reiji
-El sujeto ese llamó –contesta Shu pero no logra terminar ya que lo interrumpe Subaru.
-Y ahora? Que mierda quiere? –dice Subaru dando un golpe certero en un cuadro carísimo, rasgándolo entero.
-Subaru! Me arreglas el cuadro o te cortare los pies –Dijo Reiji acomodándose los lentes –además de todo, hablas como un delincuente de baja categoría.
- Tch además como lo arreglo? –dijo ya calmado Subaru
-No lo sé con tu lengua, con los dedos o con mierda tal vez –contestó suspirando Reiji- para mañana lo quiero listo.
-Nfu Nfu cerdo malhablado –Burlándose Raito- quien es ahora el delincuente de baja categoría? Reiji –agregó imitándolo- creo que anoche alguien no pudo dormir.
-Que te jodan! –Gritaron todos.
-Chicos eso hice toda la noche –dijo Raito con el afán de molestarlos y viendo como en ese momento todos se venían contra él, gritó- Shu hermano, ayúdame!
-Raito, llámame así de nuevo, y te arrepentirás de haber tratado de follar con mi madre. –Dijo Shu viendo como Raito palidecía y los demás lo miraban con burla- Ya basta, mierda tenemos que prepararnos y estar dentro de una hora para su cena, ahora váyanse ahora y ni una palabra.
-Y con qué nos castiga si desobedecemos? –pregunta inocentemente Kanato.
-Creo que sufres sordera Kanato, dijo que nos quemaría, no lo sé, pero por lo menos no amenazo con castrarnos –fue la fría contestación de Shu
-Ah, pues sí –contestaron todos- No vemos en una hora –dicho esto todos desaparecieron, menos Shu. Claro él iba a prepararse al último momento, como siempre.
-.-.-.-*Pov Kahtleen Shiels*-.-.-.-
Y ahí estaba, alistándose con sus largos cabellos rubios hasta la cintura sueltos con un moño color blanco, un vestido ajustado del mismo color hasta la cintura y suelto hasta la mitad del muslo, sencillo pero cute y unas sandalias con un poco de tacón de color blanco y negro; su cara linda sin maquillaje, salvo un poco de brillo en los labios. Todo esto para la cena especial, en la cual conocería al prometido de su madre, esta ni siquiera le había dicho el nombre del susodicho, solo sabía que tenía algunos hijos, el pobre dato que le dio su madre, no se imaginaba quien podía ser. La noticia para ella había sido una bomba de tiempo y más porque, no le había contado nada, ella misma ayer había escuchado a su madre hablar por teléfono, con su "futuro padrastro".
¿Cuándo iba a contárselo?–No es que le molestara, ya que sus padres se habían divorciado ocho años atrás, ya lo tenía superado-Tal vez… ¡Estando parada en el altar! -Frustrada y dolida- Pero, todo esto es tan típico de ti mamá, siempre yo en segundo lugar, aunque tú no lo recuerdes, se suponía que hoy iríamos de vacaciones a Las Vegas…-Pensaba triste Kahtleen, de nuevo, su madre se olvidaba de ella, ahora que lo pensaba no la había visto en dos meses – Qué más da. Sino es tu trabajo, es un evento, un viaje, tus amigos; todo eso está primero. Todo menos yo. Me hubiera gustado que te tomaras una hora de tu tiempo, para contarme lo que pasaba, solo una hora. ¡Mierda! Seré masoquista!
-Niña, tu mamá te está esperando, ya está en el coche –Gritó su nena desde abajo de las escaleras en el salón, de la gran mansión – ¡Ándale! Corre.
Su nana Kokoro era muy importante para ella, prácticamente era su madre, Kokoro conocía a Kahtleen, prácticamente desde su nacimiento, y la quería muchísimo.
-Ya voy! Mamá Kokoro –respondió Kahtleen amorosamente bajando las escaleras – Nana, dime por favor que no vamos en el maldito Mercedes de mamá –haciendo un puchero.
-Sí, niña y que son esas palabrotas? –dijo Kokoro haciéndose la enojada.
-Perdón, mamá linda, se me escapó –contestó algo arrepentida- Pero sabes que detesto ese coche, llama mucho la atención, la última vez tuve que esperar, dos horas a que mamá terminara de firmar autógrafos, sin contar la cola de paparazzi que había.
-Sí lo sé, y te bajaste del coche y te fuste, es el precio de tener padres famosos –dijo su nana conciliadora.
Sep, Kahtleen era hija de la famosa actriz de cine japonesa: Mitsuki Sasaki y además del cantante británico, más buscado en Europa desde hace dos décadas: Elliot Shiels, había tenido experiencias muy desagradables, ya que algunas personas trataban de llegar hacia sus padres, por medio de ella.
Tal vez tenga fallas técnicas, ya que no lo revisé, pero si hay pues… no se jajajaj
