Gracias a anidug, invitado, Ellerim y luna plateada14 por sus revisiones. Leerlas me anima a continuar.

Más que un niño: ¡Demonios, al instituto de nuevo no!

Sam estaba investigando, como siempre. Aparte de vigilar si por si aparecen nuevos casos que solucionar, seguía buscando cómo volver a Dean a su edad real y la manera de eliminar la marca de Cain cuando esto sucediera. De momento estaba en punto muerto, pero él no cejaba en su empeño. Se sentía un poco egoísta acerca de ello, porque Dean parecía cada vez más a gusto en sus 14 años. Pero él realmente echaba de menos a su hermano mayor, su protector y compañero fiable. La responsabilidad de cuidar de un Dean apenas adolescente pesaba demasiado sobre sus hombros, aunque sabía que Dean había cuidado de él toda su vida. Siendo su hermano sólo un niño lo había, literalmente, criado. Y él realmente quería corresponder a su hermano, pero tenía demasiado miedo de no hacerlo bien, de que le ocurriera algo,... Nunca se lo perdonaría.

Charlie y Dean estaban jugando a la consola. De hecho sus voces eran cada vez más altas y parecían estar realmente disfrutando, Sam sonrió, aunque sus gritos le estaban provocando un dolor de cabeza, era agradable oír a Dean tan féliz. Su amiga genio de la informática había sido realmente útil para conseguir arreglar los papeles de Dean. Ahora Sam tenía su custodia, como su hermano mayor. Sólo habían tenido que alterar algunas partidas de nacimiento, papeles escolares, archivos policiales,... Vamos, nada que Charlie no fuese capaz de solucionar con un solo dedo.

Ella y Cas les habían hecho compañía en los últimos días, que habían sido realmente relajados y agradables. Pero la tranquilidad no podía durar nunca para los Winchester. Cas había tenido que regresar apresurádamente al cielo de donde llegaron terribles noticias: Metratón había conseguido huir de su prisión.

De pronto una noticia llamó su atención. Al parecer una ola de mala suerte golpea al Instituto Aguileña en Wendystone, en el que había fallecido cinco estudiantes en extraños accidentes, de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años todos habían muerto en el último mes. El último, Dylan Preston de 16 años, había fallecido en una explosión en el laboratorio de química del instituto.

-¡Charlie, Dean! ¿Podeis venir un momento?

-¡Joder Sammy! Para una vez que iba ganando…

-¿Ganando? -rió Charlie- Te tenía acorralado pequeña perra.

-Eso te crees tú, tenía un plan…

-Si, por supuesto… Perder.

Dean sacó la lengua a Charlie y ambos se dirigieron a donde estaba Sam mirando su ordenador portátil

-¿Qué pasa Sam? ¿Quieres que te ayudemos con la investigación?-preguntó Charlie

-Es tarde. ¿Podemos comer primero? Tengo un agujero en el estómago

-Tú siempre tienes un agujero en el estómago- se lamentó Sam

-Estoy creciendo ¡Perra!

-¡Idiota!- contestó Sam- Creo que tenemos un caso. Mirad a ver que os parece.

Charlie se acercó el ordenador:

-Una chica muerta en el escenario del teatro al caerle encima un contrapeso de la tramoya, un ahogado en la piscina del instituto parece ser que quedó atrapado por la manguera de limpieza automática, otra niña falleció al ir al baile de primavera, parece que el tacón de sus zapatos se rompió y cayó por las escaleras fracturándose el cuello. Lo más extraño el chico muerto asfixiado por una avalancha de libros en la biblioteca ¿A quién le ocurre eso? Y el último muerto por la explosión,... Si suena extraño,... como poco.- Razono Charlie-

-He perdido el apetito- dijo Dean con la cara un poco pálida- Parece sobrenatural. Debemos ir y mirarlo.

- Eso pensé yo- dijo Sam- Y como tú me has pedido seguir participando en los casos. ¿Qué te parecería volver al instituto?

-¿Qué? ¡Sam sabes que odio el instituto!- Protesto Dean- Ni siquiera lo termine.

- No seas niño Dean. Es la mejor forma de investigar, hablando con los alumnos como uno más de ellos.

-No soy niño…,o si. Pero tiene que haber otra forma. Sabes que en el instituto siempre me metía en problemas.-lloriqueo

-Bueno, si no quieres ayudar en el caso….

-Si que quiero Sammy. Sólo es que la idea de volver al instituto me revuelve las tripas.

-Vamos Dean- le animó Charlie- No puede ser tan malo. Ya lo hiciste una vez y sobreviviste.

-A duras penas- gruño Dean- Pero vaaale,... vosotros ganais. Volveré al instituto,... pero sólo por el tiempo imprescindible para solucionar el caso. Sam es capaz de dejarme matriculado. Siempre quiso que lo terminase. ¡Anda que no me dió la plasta con eso de pequeño!

-¡Oye! es una idea- sonrió maliciosamente Sam

-¡Ni lo pienses perra!

-¡Idiota!

-Nosotros podemos intentar entrar como personal del centro- Dijo Charlie.

-¿Nosotros? ...Charlie, puede ser peligroso- intentó disuadirle Sam.

-¡Ah, no! No me vais a dejar fuera con la excusa de que es peligroso para mi, cuando el pequeñín va a participar.

Dean la miró indignado:

-¿A quién llamas pequeñin?

- Perdona Dean. quería decir poco crecido.

-Sabes que seré más alto que tú en un par de años

- Bueno, dentro de un par de años retiro lo dicho- bromeó Charlie.

-¡Chicos, concentración!- pidió Sam- Si vamos a hacer esto cuanto antes mejor, no corramos el riesgo de que ocurra una nueva muerte. Ir a empacar y saldremos de inmediato. Terminamos de elaborar el plan por el camino y mañana podemos tener a Dean matriculado y empezar a investigar.

- ¡Me pido delante con Sam en el coche!- gritó Dean

-¡Eh! Yo soy mayor y los mayores viajan delante- protestó Charlie.

Sam intervino:

-El que tenga hecho el equipaje y esté listo antes gana y va delante conmigo.

Dean y charlie echaron a correr hacia sus habitaciones.

Sam suspiró " Qué paciencia hay que tener. Cas si me oyes que sepas que me estoy ganando el cielo" Y, resignado, fue a preparar su propio equipaje.

Continuará….