¡Hola a todos! Pues sí, les había prometido una re edición de mi fabuloso fic luego de terminarlo, pero bueno, como ya saben he tenido un pequeño bloqueo que lleva varios meses y como ya tenía el primer capítulo "arreglado" decidí subirlo de una vez para dar señales de vida jajaja. Es bastante corto y sentí bastante nostalgia al releerlo así que espero eso me devuelva un poco la inspiración para saber cómo terminar la temporada.
De paso aprovecho para hacer algo que debí hacer hace mucho tiempo:
Ni Gakuen Alice ni sus personajes me pertenecen, son de la increíble mangaka Tachibana Higuchi y yo lo uso con fines de mero entretenimiento. Algunos personajes son de mi autoría
Si es la primera vez que lees este fic te recomiendo que tengas paciencia pues el resto de los capítulos no están editados y están escritos (según yo) de manera muy distinta a pesar de que el contenido sea básicamente el mismo.
En fin, espero lo disfruten y refresquen un poquito su memoria.
...
Capítulo 1. Después del fin, la historia comienza—Ya, ya Mikan, deja de llorar—le dijo un chico a la protagonista de cabello castaño quien soltaba el llanto escandalosamente sin reprimirlo ni un poco. Él tenía el cabello grisáceo y unos ojos azules hermosos, no era un azul común, era un azul verdoso que se tornaba azul oscuro en algunas partes y con un poco de verde al centro. Debía tener alrededor de 9 años. Estaban en lo que parecía ser un bosque, sentados en un tronco cerca de un río. Él la rodeaba con su brazo intentando consolarla y ella escondía su cara entre sus manos
— pero… ¿¡cómo quieres que deje de llorar si te vas a ir!?— dijo entre gritando, reclamando y llorando. El chico tomó sus manos y las separó de su cara para verla a los ojos
—tranquila Mikan, cálmate, no será para siempre, nos volveremos a ver, te lo prometo, además te escribiré todos los días de todos los lugares a los que vaya, y… te quedaras con Hotaru—consoló nuevamente utilizando a su último recurso… Hotaru
— ¿de verdad? — preguntó Mikan viendo directamente hacia su amiga parada frente a ellos y limpiándose las lágrimas de la cara. El chico miró a Hotaru implorando su ayuda.
— A mí no me metas Haru—respondió evitando su mirada —yo no pienso cuidarla — Era una niña linda, sin embargo, no mostraba ninguna expresión y era bastante fría en cuanto a emociones respecta.
Los ojos de Mikan comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente y Haru mostró una expresión de preocupación sabiendo que el llanto amenazaba con llegar de nuevo de manera mucho más intensa— ¿¡por qué tienes qué viajar tanto!?— Reclamó gritando la castaña con muchas lágrimas en los ojos —no es justo—
— ¿cuándo vas a dejar de llorar? Me aturdes—Hotaru no era la persona más comprensiva del mundo, mucho menos cuando se trataba del llanto de Mikan.
—Hotaru — la regaño Haru —por favor, no me ayudes— Hotaru hizo caso omiso al comentario y se limitó a girar la cara nuevamente.
Haru se puso de pie levantando a Mikan con la mano, limpió las lágrimas de la chica con su mano — me alegra mucho haberlas conocido, son mis mejores amigas y las quiero como jamás he querido a nadie— soltó sus manos y acaricio suavemente la cara de Mikan, se acercó y le besó la frente, ambas chicas se sorprendieron un poco pero en cuanto la soltó Mikan se lanzó hacia Haru, le dio un fuerte abrazo y le susurró al oído —yo también te quiero muchísimo Haru — él solo sonrió y correspondió el abrazo.
— ¿Qué hacen?— Hotaru se había limitado a observar la escena. El chico se separó de Mikan y se dio la vuelta a ver a Hotaru quien inmediatamente volteó la cara al piso. El joven se acercó a ella, le tomó la cara con una de sus manos y tiernamente le besó la mejilla. Hotaru se sonrojó levemente — supongo que te extrañare un poco— Haru sonrió descaradamente y la abrazó, Mikan se unió al abrazo y en la cara de Hotaru se formó una leve sonrisa casi invisible.
Después de conversar un rato los tres Mikan terminó por quedarse dormida y Haru y Hotaru siguieron hablando de un tema aparentemente muy importante.
Esa fue su despedida.
Era una hermosa mañana, principios de otoño y todo alrededor estaba lleno de hojas secas recién caídas de los árboles, el viento era frio y abundante y todo estaba clamado. Sakura Mikan se encontraba dormida en su habitación decorada un poco infantil, tenía una ventana que dejaba pasar los rayos de sol justo detrás de la cama en la que estaba Mikan, bueno, la mitad de su cuerpo estaba sobre la cama y su cara estaba pegada al piso, poco a poco la chica fue resbalándose hasta caer completamente de la cama.
La chica del hermoso y largo cabello castaño soltó un grito por el dolor del golpe y puso su mano sobre su cabeza intentando sobarla.
—otra vez este sueño— se quejó la niña con una pequeña lagrima en sus grandes ojos cafés. Ese maldito sueño la había visitado cada noche desde que su mejor amiga, Imai Hotaru, fue enviada a la academia alice.
Se levantó del piso y limpió el pijama de ositos que traía puesta sacudiéndola con sus manos. Caminó hacia su armario, dentro de él se encontraba un gran baúl, la chica lo abrió y sacó de él un muy grande álbum de fotografías y un enorme paquete de cartas que tenían estampillas de diferentes lugares con etiquetas que decían "de: Haru" Mikan limpió el baúl y empezó a ver con detenimiento el álbum que contenía las pruebas de las grandes aventuras que vivió junto con sus amigos mientras estaban con ella, y sin poder contenerse se soltó a llorar.
Hacía ya cuatro meses que su amiga dejó su pueblo para entrar a la famosa Academia alice, una escuela de niños prodigio en Tokio. Mikan sabía que Hotaru era brillante, sin duda su amiga era sorprendente, era capaz de inventar cualquier tipo de cosas con lo que tuviera al alcance.
A pesar de todas las promesas que le hizo al irse no se había dignado a enviar ni una sola carta desde que se fue, así es, la chica que había sido su mejor amiga durante 4 años no había enviado ni una postal saludándola y preguntándole cómo estaba. Sin embargo, Mikan nunca se rindió y envió cartas cada día contándole sus experiencias y repitiéndole lo mucho que la extrañaba.
Mikan sintió la nostalgia llenándola poco a poco. Antes de conocer a Hotaru todo era distinto, ella nunca había sido poco sociable, al contrario, Mikan se caracterizaba por hacer amigos con facilidad, a pesar de esto ella pasaba todo su tiempo con su mejor amigo, Satsuki Haru, un chico amable que conoce desde que tiene memoria y que ha sido su compañero en cada momento de su vida. Al contrario de Hotaru, él se fue hace alrededor de dos años a un viaje por el mundo, aunque era cierto que Mikan lo extrañaba no se podía quejar demasiado pues tenía infinidad de cartas y regalos enviados de diferentes lugares del mundo. Se escriben casi diario y se cuentan absolutamente todo.
— ¿¡Cómo pudieron dejarme sola después de todo lo que pasamos juntos!? — gritó y se golpeó la cara con la almohada una y otra vez en un mal intento por deshacerse de esos pensamientos. Su intento de suicidio con golpes de almohada fue detenido por un par de golpes en la puerta.
—Mikan, llegó el cartero— le gritó una voz anciana a través de la puerta—tienes un paquete y dos cartas— los ojos de la chica se iluminaron al darse cuenta de lo que significaba. Esta vez no solo le había llegado la carta de Haru, había una más ¡y un paquete! Ese sería su día de suerte.
Salió corriendo tan rápido como pudo hasta el buzón, tomó lo que le correspondía y volvió a tirarse bocabajo en su cama y abrir su primera carta
Mikan:
Esta es la primera carta que te escribo después de 4 meses de estadía en la academia gakuen Alice, te escribo para decir que estoy bien. Gakuen Alice es muy lujosa así que tengo todo lo que quiero, perdón por no visitarte en vacaciones. Adiós.
Atentamente:
Hotaru
—¡Hotaru! ¡Eres una tonta!— los ojos de la castaña ardían en furia, de un salto se levantó de la cama y la pateó para descargar su enojo, evidentemente esa no fue una muy buena idea pues solo logró lastimarse. Gritó y se quejó por el golpe agarrando su pie y dando pequeños saltos. Al menos el dolor la distrajo un poco de lo molesta que estaba, no podía creerlo, después de meses de espera y solo recibe un "estoy bien" ¿qué clase de amiga era esa?
Un buen rato después ya más tranquila se decidió a abrir la otra carta, de su amigo Haru, probablemente la haría sentir mejor así que se sentó en el piso y la abrió
Querida Mikan:
Hace casi tres días que no te escribía y es que he estado un poco ocupado, ahora estoy en Londres y me quedare aquí algún tiempo, o eso espero porque es un lugar muy bonito y todos me tratan bien, algún día cuando regrese por ti seguro que te traeré a que lo conozcas aunque hace un poco de frio
¿Qué tal está el clima allá? Recibí tus cartas anteriores y me da gusto que te diviertas en la escuela, me gustaría que me saludaras a todos nuestros compañeros y por supuesto al profesor, yo también te extraño mucho a ti y a Hotaru, apenas he hablado con ella unas pocas veces desde que se fue a la academia Alice pero por lo poco que me ha dicho parece que está bien así que no te preocupes por ella, trata de hacer muchos amigos y no te sientas sola solo porque no estamos nosotros porque sabes que en realidad nunca nos separaremos. Todos en el pueblo son muy divertidos así que trata de salir a divertirte con ellos y con tu abuelo, no sé si te dieras cuenta pero fue hoy hace 2 años que me fui de ahí y de verdad lo siento pero aun así me he divertido mucho, he vivido muchas cosas y hecho muchos amigos pero claro ninguno como ustedes dos. Con el dinero que tengo les compré algo a ti a Hotaru para comunicarnos más fácilmente, ya debió haber llegado un paquete a tu casa ya que lo mande antes así que ábrelo.
Bueno espero que te guste…. La carta de hoy es corta pero no importa porque el paquete lo compensará, bueno, por ahora me despido espero que hablemos pronto.
Te quiere:
Haru.
Quedó algo confundida por el contenido de la carta. Se apresuró a abrir el paquete que probablemente sería de Londres pues Haru dijo que estaba allá. De él sacó dos cajas: una pequeña que contenía un collar con una hermosa y brillante piedra azul que cambiaba de color a verde, Mikan se puso enseguida el collar, la otra caja que era más grande tenía adentro un celular, lo encendió y enseguida le llegó un mensaje .
Mikan: espero que esto nos ayude a comunicarnos mejor… tiene mi número y el de Hotaru (a ella también le compré uno) úsalo como quieras… en cuanto lo recibas llámame.
—Entonces le tengo que llamar—Sintió un cosquilleo recorriéndola desde el estómago, la verdad estaba nerviosa, había pasado tanto tiempo y ahora por fin escucharía su voz. En cuanto bajó la mirada se percató de que el fondo de pantalla que tenía el teléfono, era una foto de ellos tres juntos y una enorme sonrisa se le formó en el rostro, apretó con fuerza el collar que tenía puesto y armándose de valor llamó.
"llamando" leyó en la pantalla, la simple palabra hizo que su corazón se acelerara y cada timbre lo empeoraba aún más
— ¿Hola?— contestó por fin una voz que definitivamente no se parecía a la que ella conocía. Tardó en reaccionar, ridículo, tenía el número equivocado. — ¿hola? Mikan ¿eres tú?— la voz del teléfono habló de nuevo, sabía su nombre. Mikan bastante sorprendida se apresuró a contestar.
— ¿Este es el número de Satsuki Haru?— contestó insegura y titubeando en las palabras. Temía que no fuera él y temía al mismo tiempo que fuera él.
— ¿ya no me reconoces? ¡Soy yo! Espera…. ¿Estás llorando?— preguntó su amigo preocupado al escuchar sollozos por el auricular, era cierto, Mikan había empezado a llorar desde el momento en que confirmó que era él
—¡es que te he extrañado mucho!— Haru soltó una risa, era igual a como la recordaba.
—cálmate Mikan, no tienes por qué llorar, ahora podemos hablarnos cada vez que queramos—
— Sí, es cierto— contestó Mikan mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de su pijama. Él hablaba tal cual lo recordaba, amable, cariñoso, siempre consolándola y haciéndola sentir mejor, y es que la verdad nadie la conocía tan bien como él, ni siquiera Hotaru, no por nada llevaban toda una vida de conocerse. Se hizo un pequeño momento de silencio que se terminó cuando su amigo habló de nuevo
— ¿qué tal va todo por allá? Quiero oírlo de tu voz— La plática continuó amena, nostálgica y emotiva. A pesar de haber pasado tanto tiempo separados aún podían mantener ese tipo de conversaciones.
Mientras tanto en la sala de profesores dentro de gakuen alice una mujer de un largo cabello castaño que veía con atención a Mikan por una esfera de cristal hablaba con uno de sus compañeros de trabajo rubio y bastante peculiar. Mantenían una conversación privada, encerrados en dicha sala sentados uno frente al otro con la esfera frente a ellos.
— Sabes que no podrás mantenerla a salvo por mucho tiempo si ella está fuera de la escuela— le dijo la mujer— ella quiere estar con su amiga ahora, si vas por ella en este momento seguro accederá a venir, todos empiezan a sospechar, sobre todo desde que Imai accedió a venir con la condición de que dejáramos a Sakura vivir con su abuelo, aceptémoslo, fue un trato bastante extraño y los rumores se han estado difundiendo—
— ¿Crees que sea mejor traer a Mikan a la escuela?— preguntó el hombre de aspecto afeminado y cabello rubio con una extraña expresión de seriedad que no era muy común en él.
— ¡por supuesto! Se eliminaran varias sospechas y aquí podremos cuidarla más de cerca — intentaba convencerlo pero a juzgar por la expresión del hombre no hacía un muy buen trabajo.
— tal vez tienes razón pero ¿cómo esconderemos su Alice? Además lo más probable es que si la traemos Satsuki regrese por ella y eso definitivamente no nos conviene— refutó dudoso y provocó que su compañera soltara una risa sarcástica y algo burlona
— él no está en condiciones de venir por ella… no le conviene por lo menos no si quiere cumplir su misión, ¿de verdad crees que el vendría solo por ella? , vamos Narumi sabes que esto es lo mejor— insistió como si lo que dijera fuera la verdad más obvia del mundo. Él soltó un suspiro.
—ok, entiendo, iré por ella hoy mismo por favor encárgate de mi clase ¿de acuerdo? — le dijo saliendo apresurado de la habitación y riendo por lo que acababa de hacer.
— ¿¡Qué!? Oye, espera Narumi, yo no tengo tiempo para… —no fue capaz de terminar su frase pues Narumi ya se había ido dejándola sola y con una clase extra que preparar—sí que eres idiota— resopló molesta centrando su atención nuevamente en la esfera que tenía enfrente.
Simultáneamente, Mikan se había dedicado a hablar con su amigo de temas superficiales, ella ni siquiera notó lo callado que estaba pues se la había pasado hablando sobre su vida y él se había limitado a contestar unas cuantas preguntas y a hacer comentarios a lo que le decía la castaña
—y ¿no te costó mucho dinero comprarnos a Hotaru y a mí un celular?— la pregunta le provocó una risa ligeramente nerviosa como respuesta
— bueno, sí, algo así, en realidad no es un celular, es el nuevo invento de Hotaru, me lo mostró en una carta y creí que sería una buena idea utilizarlo nosotros para comunicarnos más fácil ¿qué te parece? Pero claro, ya sabes cómo es Hotaru, me los cobró muy caros los tres, incluido el de ella— Mikan rio de forma no muy sincera, la explicación de su amigo significaba de alguna forma que él había estado más en contacto con Hotaru que ella y eso no le gustaba mucho, era cierto que ellos dos también eran amigos, de hecho, mejores amigos pero mientras Hotaru todavía vivía con ella nunca se preocupó por contactar a Haru, se limitaba a añadir notas a las cartas que Mikan enviaba y ahora no solo no se comunicaba con ella sino que se la pasaba hablando con él ¿qué habría cambiado? ¿Sería que ellos se llevan mejor? O ¿será que Hotaru ya no la quiere? El simple pensamiento la entristeció.
Los minutos en que Mikan se detuvo a pensar en eso la conversación quedó en blanco informándole al ojiazul que Mikan había estado analizando su frase anterior "maldita sea, dije algo imprudente" se regañó a sí mismo— ¿Mikan? ¿Estás bien?— fingió no saber lo que la castaña pensaba y preguntó intentando recobrar el curso de la conversación
— ¿Eh? Sí, por supuesto — contestó Mikan agitando la cabeza para despejarse de lo que pensaba
— ¿Por qué estás tan distraída?—preguntó Haru sabiendo de antemano la respuesta y lo que ella respondería, si alguien era predecible esa era ella, en especial para él
— pues…— antes de acabar de hablar unos golpes en su puerta llamaron la atención de ella y de su compañero de conversación
—Mikan— dijo la anciana voz de su abuelo quien estaba entrando a su habitación junto con un alto, guapo, rubio y afeminado adulto — llevas cuatro horas hablando por teléfono— las palabras del abuelo provocaron que Haru se avergonzara un poco y riera en el teléfono
— ¿¡Qué!? ¿Cuatro horas? ¡Y yo que aún no me quito la pijama!— gritó alterada fijándose en sus ropas
—Mikan —escuchó a Haru en el teléfono que se notaba algo sorprendido— ahora en Japón deben ser como las 4:00 pm y tú ¿aún no te quitas la pijama?— remarcó el chico riéndose y causando vergüenza en Mikan
—Bueno, me acosté un poco tarde y…—
— te despertaste cuando te llegó el paquete ¿verdad? — acusó aún más divertido
—Sí— respondió riendo nerviosa y rascando su cabeza
—De verdad no has cambiado nada— suspiró y rio de nuevo al mismo tiempo que la chica.
Mikan se percató de la presencia de la otra persona en su habitación —Abuelo… ¿quién es él?— le preguntó sin colgar el teléfono permitiendo que Haru se enterara de todo lo que pasaba del otro lado de la línea. El hombre que acompañaba a su abuelo, se adelantó un poco entrando en la habitación por completo y sonriendo amable tratando de ganarse su confianza.
—hola, buenas tardes soy en profesor Narumi de la academia gakuen alice—le dijo el profesor presentándose y mirando la expresión confundida de la chica
Pronunciadas estas palabras los ojos de Haru se abrieron y su pulso se aceleró — Mikan pase lo que pase ahora no cuelgues el teléfono— le dijo más serio de lo que nunca en su vida le había hablado a la chica — él es una mala persona no importa que pase no vayas con él, viene del lugar al que se llevaron a Hotaru ¿me entiendes? ¡Mikan! ¿¡Me estás escuchando!?— Haru comenzó a gritarle desesperadamente por el teléfono, sin embargo, Mikan no le estaba prestando atención, estaba realmente sorprendida, por fin tenía una pista de Hotaru y solo podía pensar en eso.
—Mikan ¿por qué no cuelgas el teléfono y hablamos un poco sobre tu amiga Hotaru?— dijo Narumi con un tono convincente provocando el incremento del enojo de Haru
— ¡Ni se te ocurra colgar el teléfono!— amenazó maldiciendo mentalmente a Narumi por usar estrategia tan sucia al mencionar a Hotaru directamente — ¿me entiendes? Mikan ¡oye!— Haru le hablaba insistente y desesperadamente sin obtener respuesta, en ese momento se dio cuenta, la había perdido, le dijera lo que le dijera ella no lo escucharía
— lo siento Haru pero es de mala educación hablar con alguien si tengo el teléfono encendido, te llamaré después, lo prometo—
—No Mikan por favor no me cuel…. — hizo un último intento por mantener la comunicación pero fue en vano, Mikan colgó antes de que terminara su frase y se centró en el hombre parado frente a ella.
Narumi le sonreía a Mikan tiernamente, el nombre de Satsuki Haru resonaba en sus oídos. Estaba hablando con él. La sola idea le erizó la piel, quién sabe qué le haría ese chico si lo encontraba. —Ven Mikan vamos a sentarnos— le dijo Narumi bajando las escaleras hacia la sala seguido por el abuelo de Mikan, ella también lo siguió hasta un sillón en donde se sentaron ella y su abuelo frente a su futuro sensei. —Mikan yo ya he hablado sobre esto con tu abuelo—el abuelo asintió con la cabeza dándole a la chica algo de seguridad de lo que escuchaba —pero necesitamos que tu tomes una decisión— le dijo seriamente tomando sus manos y viéndola a los ojos. A Mikan la recorrió un escalofrío ¿le habría pasado algo a Hotaru?
— ¿Qué decisión?— preguntó Mikan curiosa y con un toque de nervios en la voz
—mira, como dije antes yo vengo de la academia Alice donde está ahora tu amiga, y yo además de ser profesor me encargo de reclutar nuevos alumnos que tengan un alice, por eso es que he venido hoy a verte ya que en el colegio estamos casi seguros de que tu podrías tener uno— el hombre trató de ser claro y convincente
— ¡¿yo?! ¿¡Un alice!? ¿¡En serio!?— su boca se abrió por la sorpresa provocando una expresión bastante graciosa en ella. Era increíble, ella era pésima en la escuela, era imposible que pudiera ser un prodigio en algo como su amiga, simplemente imposible.
— Sí, así es, por lo tanto nos gustaría que me acompañaras a la academia para que seas una alumna y así aprendas a desarrollar tu poder— contestó aguantando la risa que le provocó Mikan para mantener la seriedad
— ¿poder? ¿A qué se refiere con eso?—
—pues los alumnos de Gakuen alice se caracterizan por tener habilidades especiales, no solo por ser inteligentes o buenos en la escuela. Son habilidades que podrían llamarse sobrenaturales—
—yo sería una alumna de la academia alice, podría ver a Hotaru todos los días ¡y además resulta que tengo un súper poder!— enumeró con los dedos. Narumi no pudo contenerse más y soltó una risa— ¡sí! Narumi sensei yo definitivamente sí quiero ser una alumna— dijo Mikan muy emocionada levantándose de su asiento y escuchando los elogios de su abuelo
—muy bien entonces ya que la decisión fue tomada solo queda arreglar las cosas para que te vayas…. Ve y has tu maleta—La apresuró el profesor temiendo que se retractara o que Satsuki llegara a impedirlo y de paso le diera una buena pelea.
La chica salió corriendo de la habitación y subió las escaleras, tomó el celular y escribió un mensaje de texto "Haru ya me he decidido me iré con Hotaru a la academia alice deséame suerte… te llamaré después, bye" releyó el mensaje un par de veces hasta que decidió enviarlo.
Después tomó una maleta y comenzó a meter toda su ropa y sus cosas de valor, se quitó el pijama y también la guardó, se cambió de ropa, se puso una falda rosa tablada y corta y una blusa sin manga. Bajó con la maleta, el baúl que por supuesto no podía faltar y un celular en mano
—ya ¡estoy lista!— dijo Mikan y después de una larga despedida con su abuelo y un poco de llanto y promesas como "voy a escribirte diario abuelo" "no te preocupes voy a estar bien" o "te enviare dinero y sandias a ti y a Hotaru y trataré de ir a visitarte" Mikan y Narumi salieron de la casa hacia el aeropuerto. El viaje no fue demasiado pesado para ninguno, no todos los días viajas en una limosina
Mientras tanto Haru no se la estaba pasando tan bien como ella. Estaba en una habitación no muy lujosa, sentado frente a una mesa redonda mirando el celular que acababa de colgar.
— Esa niña— suspiró frustrado— seguro se irá con él, sobre todo si es por Hotaru ¿qué voy a hacer?— Haru tenía una actitud muy preocupada, se sentó en una silla y recargo su cabeza en sus manos para poder pensar.
— ahora no puedes hacer nada de todos modos, a nosotros también nos buscan, no podemos arriesgarnos a ser descubiertos— comentó una hermosa chica de cabello negro y unos profundos ojos cafés con destellos dorados, ella estaba sentada en la orilla de una cama con la mirada puesta en un libro y pasaba delicadamente la hoja mientras hablaba.
—Ella tiene razón por qué no mejor te relajas, seguro Narumi tiene sus razones para hacer esto— dijo otro chico con un cabello negro alborotado, ojos grises muy peculiares y una actitud bastante relajada que estaba recostado en la misma cama en la que la chica se sentaba y se entretenía lanzando hacia el techo un yoyo y atrapándolo de nuevo en sus manos
—Supongo que tienen razón pero…— el timbre de su celular lo distrajo, se apresuró a verlo "debe ser Mikan" pensó. Se decepcionó un poco al darse cuenta de que no era una llamada sino un mensaje, bueno, era mejor que nada. Haru leyó el mensaje, suspiro profundo y se levantó de un golpe —Me voy a dormir— dijo a sus amigos de una manera muy seria
— pero ¿no crees que deberías llamar a Imai para que se entere? Además son solo las 9:30 pm— dijo su amigo aparentemente sin darle mucha importancia
— Ella sabrá cómo manejarlo y me llamará — contestó Haru mientras se metía entre las cobijas.
— ven Jun, dejémoslo solo un rato… parece que está algo estresado— dijo la chica mientras salía de la habitación jalando del brazo a Jun
Haru suspiró profundamente y después de un rato se quedó dormido
...
¿Qué tal? ¿mejor que el anterior?
No olviden que siempre se puede reeditar un capítulo, así que me vendrían bien sus nuevas críticas, en especial sobre signos de puntuación y redacción en general. También si ya van en el capítulo 21 espero que me ayuden un poco con las ideas que les vengan a la mente sobre la continuación.
Los quiero! espero leer sus reviews ;)
