Capitulo 1

Jacob pov

Me encontraba en mi despacho, eran las seis, pronto llegaría mi nueva agente personal, según su currículo era la mejor de la mejor, decidí tomarme un café, llevaba horas y horas trabajando allí, era lo único que me hacia desconectar, lo único que me hacia dejar de sentirme tan mal, pobre Leah, tuve que dejarla, lo nuestro no podía seguir, yo no la amaba, y no porque yo no quisiera, pero es que yo era incapaz de amar, a mis 26 años, nunca había conocido a una chica que me llenara, es más, nunca había conocido una chica con la que quisiera pasar tiempo con ella sin tener sexo.

Realmente no podía quejarme de mi vida, en ella no faltaban lujos, fiestas y chicas guapas, era lo que tenía tener dinero, todas las trepadoras se acercaban. Tampoco podía quejarme de mi físico, a las chicas les encantaba y a mí me gustaba machacarme en el gimnasio, horas y horas…

Retornando a lo de Leah, me sentía muy mal, ella no me merecía, le había sido infiel una y otra vez, tenia que dejarla antes de que lo pasara peor, para mí era una más de la aldea, una más de mi gran grupo de amigos de la Push, la aldea donde me criaron mis queridos padres.

Sinceramente, tenía mala fama con las mujeres, no porque ellas me odiaran, no, bueno al menos no al principio, pero una vez que me las llevaba a la cama, ya no quería saber nada más de ellas.

La única diferencia que tenía Leah de las demás era que antes de acostarme con ella era mi amiga, de mi reserva, además con ella tenía que ser sincero, puesto que vivíamos muy cerca.

Yo se lo advertí, le advertí que no podría darle todo lo que se merece, pero a ella le dio igual, tan fría como siempre. Con Leah, sí, estaba buena, pero nada más.

Ness pov

Estaba nerviosa, maldita sea llegaba tarde, ¡no! ¡no podía ser! ¡No podía darle esa impresión a mi posible nuevo jefe! no con todo lo que había luchado por llegar ahí, a una de las mayores empresas del mundo, ocupando un puesto de administración y gestión económica personal del mismísimo director y propietario de una de las mayores cadenas de hoteles del mundo!

Es que el día fue muy duro, estaba de mudanza en mi nuevo chalet de noventa metros cuadrados, con toda la casa llena de cajas, tuve que ponerme a buscar como loca mi camisa blanca con mis bermudas de pinza negra y mis tacones, que no aparecían por ningún lado.

Mama me llamó para recordarme en caja había metido la ropa y se lo agradecí enormemente.

Por fin pude llegar, aparque en el garaje del edificio y subí a la tercera planta. Me fui directa a la recepcionista:

- Hola, vengo a la reunión del puesto vacante con el señor Black.

- Oh, es usted la señorita Reneesme Carlie Cullen, ¿no?- Dijo la secretaria.

- La misma.

- Su reunión era a las seis, son y veinte, puede que el señor este reunido, un momento.

Dios, si pierdo esta oportunidad me muero.

Jacob pov

Menuda mi supuesta agente personal, no estaba ni trabajando para mí, y ya llegaba tarde.

- ¿Señor Black?- Dijeron por el contestador.

-¿sí?

- La señorita Reneesme acaba de llegar.

- Ok, dile que pase.

Ness pov

¡Genial! Algo de suerte al fin, acomodé mis bucles y remetí mi camisa un poco, cogí aire y abrí la puerta.

Me quedé helada, mi nuevo jefe estaba como un queso, dios no podía creer que con lo joven que era estuviera al cargo de todo eso.

Hola señor Black, siento mi tardanza pero es que…

Jacob pov

Me quedé de piedra, nunca había visto una mujer tan hermosa como ella, no tenia palabras para describirla, simplemente perfecta.

Volví a la tierra para poder contestar algo coherente.

- No se preocupe…Reneesme, ¿no era?

- Si señor.

- Encantado- Dije extendiendo mi mano, cuando noté su piel un escalofrío recorrió desde mi brazo al corazón, ¿pero qué diablos me pasaba?- Siéntese por favor.

Se sentó y en la vida pude apreciar un cruce tan sexy como el de ella.

-¿Traes tu curriculum?- Me hice el nuevo, ya que me lo sabía de memoria.

- Claro, aquí tiene, me lo extendió.

Ojee los papeles como aquel que miraba algo mientras trataba de relajar mi corazón acelerado.

Excelente curriculum, es impecable.

Se sonrojó y noté que mi corazón se volvía loco, se que era una autentica desconocida pero solo podía pensar en esos dulces y carnosos labios, por no decir de sus ojos verdes…

Llevaba su largo pelo recogido en una cola alta que dejaba ver las perfectas y finas facciones de su rostro, se la veía tan femenina, tan delicada, tenía que ser mía, mi corazón lo pedía a gritos.

El intercambio de miradas me estaba poniendo muy nervioso, quería comérmela allí mismo, a esta desconocida que acababa de entrar en mi despacho y estaba volviéndome loco y vulnerable, desconocía esta faceta de mi.

Reconozco que nunca había visto ese tipo de belleza tan poco vulgar, blanca como la nieve, labios rojos y carnosos y esos ojos verdes que me hacían perderme en ellos, se la veía tan delicada…

Esta extraña y hermosa desconocida me estaba haciendo sentir lo que nadie y me estaba dando miedo de cómo podía hacerme sentir su presencia.

Gracias señor.

Ness pov

Me dedicó una sonrisa torcida que hizo que mis piernas temblaran como un flan, dios era delito ser tan guapo.

- Bueno señorita Reneesme ¿O debo llamarla señora?

- Señorita, señorita, no hay nadie que ocupe mi corazón.- Solté como una bomba, dios que vergüenza, porque había dicho eso.

- Lo…lo siento, sé que no era de su incumbencia, perdón por mi estupidez, pero es que estoy un poco nerviosa.

Se le escapó una sonrisa.

Tranquila mujer, no pasa nada, no creas que soy tan ogro como me pintan, además es bueno saber de ti, al fin y al cabo si te contrato, tendremos que pasar muchas horas juntos ¿no?

Dios, ¿qué quería decir con eso? Pues nada boba, la verdad, iba a ser su agente personal y él solo quería ser amable conmigo.

Asentí.

- Bueno señorita Reneesme, dime, porque te gustaría trabajar para mí.

- Bueno, creo que este puesto es fantástico, tengo mucha vista empresarial y creo que trabajar en una empresa de tan nivel como esta, completaría totalmente mi vida y mi vocación laboral.

Jacob pov

Dios era muy inteligente, se le veía tan segura de sí misma, oírla hablar así, solo me hacia querer saber mas y mas de ella, ¡era una locura!

Cogí aire, mientras jugueteaba con un bolígrafo en mi mano.

- Ajá… ¿Y que piensas de la cadena hotelera Black?

- Sé que es una cadena internacionalmente conocida y me parece sorprendente si me permite decirlo que un hombre tan joven como usted haya conseguido todo esto, no es por peloteo señor Black pero es realmente impresionante.

- Vaya gracias, mi trabajo me costó Renesmee.

- Bueno, ¿Entonces estarías dispuesta a hacerte cargo de mis responsabilidades, agenda personal y todo lo que ello conlleva?

- Por supuesto.

- Perfecto, enhorabuena, señorita Reneesme, el puesto es suyo.

-¿En..en serio?

- Claro- Dije sonriéndole.

- Dios, es genial…le prometo que no se arrepentirá, soy muy perfeccionista en lo que hago y me considero un persona eficaz y constante.

- Es por eso que el puesto es suyo, nadie se lo merece tanto como usted.

Me sonrió y yo sentí desfallecer.

Sonó su teléfono, pero ella fue a apagarlo.

Tranquila, cógelo.

Me miró dudosa, me hizo caso y salió fuera a coger la llamada.

No pude evitar escuchar la conversación que tenía desde la ventana, ¿Quién la llamaría?

¡Sí! me aceptaron, claro, eh…no creo que pueda quedar Claire, tengo la casa patas arriba de cajas y tengo que ordenar las cosas, si..chao, luego hablamos, te quiero amiga.

Uff, creí que era un chico, dios..no la conocía de nada y ya me hacía sentirme celoso.

Entró de nuevo en mi despacho y yo corrí a sentarme en la mesa, no quería que pensara que era un entrometido, no podía tener esa imagen de mí.

- Disculpe.

- Pase señorita.

- Tenemos que ponernos al día, le apetece si la invito a un café?

- Claro.-dijo tímidamente.

Estuvimos dos cortísimas horas poniéndonos al día, yo no quería ser abusivo, pero no quería separarme de ella ni un segundo, es que era mirarla y me perdía en esos hermosos ojos verdes, pero miré la hora, ella tenía muchas cosas que hacer y yo no era nadie para entretenerla.

- Bueno, creo que eso es todo por hoy, mañana a las nueve nos veremos.

- De acuerdo, y de nuevo, muchísimas gracias, le prometo que no le fallaré.

Cogió su bolso, me dedicó la más hermosa de las sonrisas y se fue.

Era realmente una diosa, me encantaba su aire inocente y desinteresado.

Me quedé ensimismado recordando su hermoso rostro y su dulce voz, decidí irme a casa, cenar, ducharme, y acostarme pronto para que llegara mañana y poder volver a verla.

Dios mío que me pasaba, me preguntaba en mi cabeza, dios Jake estas obsesionado con esta chica, nunca te había pasado eso.

Bajé al garaje y escuché un ruido de un coche que no lograba arrancar, no podía ser, era ella, me acerqué.

- Señorita Renesmee, ¿usted todavía aquí?

- es que…no arranca, tendré que coger un taxi.

Me acerqué y abrí el capó.

- Señor Black por dios se va a manchar.

- No te preocupes solo voy a echar un vistazo para ver si la cosa es grave.

Me quité la chaqueta y remangué mi camisa.

Tranquila Renesmee no es gran cosa, solo que no lo voy a poder arrancar por que no tengo las herramientas necesarias.

Noté una hermosa risa en sus labios.

-¿Qué es tan gracioso? Pregunté divertido.

- Nada, es solo que… nunca lo hubiera imaginado con dotes de mecánica.

Ness pov

Dios estaba tremendo y no le importaba mancharse su Armani por una buena causa, era un cielo.

- No me subestimes, me encantan los coches, antes tenía un taller con un amigo y me dedicaba a eso en mis ratos libres cuando iba a la escuela.

- Por favor señor Black, estoy sufriendo de que se manche ese costoso traje, no importa, llamaré a un taxi.

- Ni hablar, faltaría más, si me permite, yo con gusto la llevo a su casa.

- ¿Cómo? no por dios, no se preocupe.

- Por favor, déjeme acompañarla, y no se preocupe, hago una llamada a mi secretaria y que se encargue de llamar a una grúa que lo lleve al taller más cercano.

- No se moleste señor Black.

- No es molestia en serio.

Ness pov

Dios que caballeroso, podía ser más perfecto…

Se ocupó de todo y nos montamos en su coche, por supuesto, como todo caballero me abrió la puerta.

Gracias-le dije tímidamente.

El coche era bastante lujoso, tapizado en cuero beig y con todo lujo de detalles y extras, la verdad que el tío tenia para eso y para lo que le diera la gana, dios ¿Qué habría pensado de mi cafetera? Porque a lo mío no se le podía llamar coche, pero bueno me llevaba a todos lados, hasta hoy, dios, no sé si sobrevira. Estar tan próxima a él me ponía tan nerviosa, tendría que acostumbrarme, aunque lo veía difícil.

En el coche me preguntó si llevaba mucho aquí, si estaba sola en la ciudad…yo solo me dedique a responderle sinceramente, y aunque me moría por preguntarle cosas, tuve que contenerme.

Estaba un poco preocupada por el maldito coche.

Tranquilícese, seguro se podrá arreglar, Paul es un estupendo mecánico, confía en mí.

Le dediqué una sonrisa.- De nuevo gracias señor Black.

- No tiene ninguna importancia, cualquier hombre que la viese en apuros correría a socorrerla.

- Renesmee ¿puedo tutearle?

-Claro.

-Renesmee, no tiene que hablarme siempre de usted, deje eso para las situaciones oficiales, puedes llamarme Jacob.

-No por dios, no se me ocurriría señor Black.

¿bueno que os parece? Dejen sus comentarios, me gustaría saber si gusta la trama para seguir con ella, besos a todos! :D