FLASHBACK

Era una noche oscura y solo la luz de las llamas iluminaba el lugar, una pequeña niña corría derramando lagrimas de sus ojos, intentando contener sus ganas de volver -!Ángela, vive!- gritó su padre justo antes de ser cortado por el filo de la espada del pirata. Ella corrió y corrió, los recuerdos de su corta vida pasaban por su mente empeorando sus sollozos -¿porque?- se preguntaba mirando al cielo -ayuda- dijo cayendo sobre el cuerpo muerto de una persona; la pequeña al notar el cuerpo frió comenzó a gritar.

-Calla- le dijo la voz de un hombre mientras le tapaba la boca, la pequeña aterrada golpeo al la persona logrando que la soltara y cayera al hombre la miro y le sonrió amable -no vengo a hacerte daño-.

FIN FLASHBACK

-Mama, papa- murmuro Ángela entre sueños.

-Oi Ángela, despierta- le dijo un chico de cabello güero y con un sombrero de copa con unas grandes gafas azules en el, ella con algo de pereza abrió los ojos.

-Sabo-ni, buenos días- contesto somnolienta y con una dulce sonrisa, el rió y salió del pequeño escondite. Sabo había conocido a Ángela unos meses atrás mientras buscaba cosas en la terminal gris, la pequeña lo ataco pesando que era alguien malo, despumes de calmarla y de explicarle Ángela le tomo cariño y lo seguía a todas partes como un pequeño patito; al principio esto le molestaba al chico pero después de un tiempo le tomo cariño y la cuidaba como si fuera su hermana menor.

-Vamos Ángela que Ace esta esperando- digo un tanto impaciente, tomo una bolsa que tenia a lado y se la cargo al hombro, si se lo preguntan Ace es otro chico con el que se lleva Sabo, son de la misma edad ambos de 10 mientras Ángela es de 8.

-¿Porque tenemos que ir con el pecoso enojon?- pregunto Ángela desanimada y haciendo pucheros.

-Tengo unas cosas que hacer con el, pero si quieres puedes esperar y después regresare a pasar un rato contigo- sugirió Sabo, Ángela un poco enojada siguió a su hermano hasta el bosque.

Después de caminar mucho llegaron a un árbol muy grande -espérame aquí- le dijo a Ángela mientras el subía al árbol, entonces llego el tan aclamado Ace y miro algo molesto a Ángela.

-Renacuajo- le saludo el.

-Manchitas- le respondió ella con una sonrisa astuta.

-¿Porque la trajiste contigo, que tal que nos delata?- dijo enojado el chico de cabello negro, ojos cafés y con pecas, a Sabo.

-No me gusta dejarla sola en la terminal- explico Sabo mientras se asomaba por una de las ramas del árbol- ademas, sabes que ella es de confianza- le contesto tranquilo, Ángela enojada le enseño la lengua a Ace.

-¿Para que querría yo el tesoro de unos tontos piratas?- le reclamo ella enojada por su comentario. Ace solo trono la boca y comenzó a subir el árbol; una vez arriba ambos mostraron el dinero que habían conseguido durante la mañana, lo contaron y guardaron en el escondite que había dentro del árbol.

-Después de 5 años de reunir dinero para nuestro barco cada vez estamos más cerca-dijo Ace a Sabo mientras miraban al horizonte.

-¿Como cuanto cuesta un barco pirata?- pregunto Sabo-.

-¿Un barco pirata? ¿Ustedes también quieren ser piratas?- pregunto un niño con sombrero de paga que acababa de llegar, ambos Sabo y Ace lo miraron con espanto -yo también quiero ser pirata- dijo sonriendo.

-¿quien eres?- pregunto Ángela parándose de su lugar y poniéndose en guardia, normalmente actua así cuando conoce gente nueva.

-Me llamo Luffy - le contesto el chico con una gran sonrisa.

-Yo soy Ángela- le dijo igual con una sonrisa y relajando sus músculos, al parecer ambos se llevarían bastante bien. Al instante aparecieron Sabo y Ace frente a Luffy y lo amarraron al árbol.

-A pesar de que me vine por caminos incruzables- dijo Ace enojado y pensativo.

-Por eso te dije que mejor te vinieras a vivir conmigo, pero insististe en tomar el camino de la montaña para entrenar- le regañó Sabo mirado al chico en el arbol.

-Pero mira que eres cabeza hueca- dijo Ángela mientras se sentaba en una roca que estaba cerca.

-¿Quien es el cabeza hueca?- dijo molesto Ace mientras le daba un coscorrón a la pequeña.

-!Tu!- le contesto ella sobando su cabeza -si le hicieras caso a Sabo-ni, no tendrían este problema- le dijo ella aguantando las ganas de llorar por el golpe.

Ace ya no dijo nada, entonces miro al chico -tendremos que matarlo para que no nos delate- dijo Ace serio y con un aura siniestra a su alrededor.

-Si estoy de acuerdo- contesto Sabo con la misma aura.

Al instante tanto Ángela como Luffy, abrieron muy grandes los ojos y comenzaron a llorar -¡No quiero morir! ¡Ayuda!- gritó Luffy desesperado intentando desamarrarse -¡no me tiren al rió!-.

-Mira que eres idiota, diciéndonos como matarte- dijo Ace soltando un suspiro- bien Sabo, hazlo tu- dijo el chico nervioso.

-¡No lo maten! ¡Sabo-ni no lo hagas!-gritó Angela tomando a su hermano por el brazo.

-¿Pero porque? si yo nunca he matado a nadie- Sabo igual nervioso se negaba a hacerlo -hazlo tu fue tu idea- le dijo molesto.

Entonces escucharon unos pasos y Sabo corrió a taparle la boca a Luffy y Ace tomó a Ángela e igual le tapó la boca -cállense de una vez- susurraron al mismo tiempo, y aunque habían dejado de gritar, las lagrimas y mocos se escurrían por sus rostros; al notar que los pasos se escuchaban mas cercanos y que aparte se oían voces, inmediatamente tanto Ace como Sabo tomaron a los otros dos y se escondieron detrás de un arbusto.

-¿Seguro que fue Ace el que te robo?- dijo uno de los hombres que venían.

-No sabia que ellos eran hombres de Bluejam- dijo Ace preocupado al reconocer al grupo de personas que acaba de entrar al bosque.

-Ese es Porchemy, dicen que es un hombre muy despiadado- menciono Sabo preocupado.

-Lo mejor será quedarnos aquí y esperar a que se vallan- dijo Ace mirando a Ángela, se notaba que estaba asustada y temblaba agarrándose con fuerza de la playera de Ace, esto causo de Ace se sonrojara un poco y sintiera un pequeño deseo de protegerla. Intentando ignorara ese sentimiento miro al otro lado en busca de Luffy, pero este ya no estaba.

-¿Quien es este mocoso?- pregunto el tipo alto con katana en mano Porchemy.

-Lo atraparon- digo aterrada Ángela y comenzando a temblar aun mas de lo normal, preocupando a Sabo y Ace.

-¡Suéltame! ¡Ayúdame Ace!- grito Luffy moviéndose bruscamente en su intento de escapar del pirata.

-¿Conoces a Ace?- pregunto Porchemy.

-Si y es mi amigo- le dijo orgulloso Luffy.

-Pues tu amigo nos quitó algo que nos pertenece, ¿tu sabes donde lo escondió?- preguntó él lo más amable que pudo.

Un silencio incomodo se formo mientras esperaban la respuesta de Luffy, entonces le pequeño comenzó a sudar y volteo la mirada hacia otro lado evitando hacer contacto con el pirata, y con una boca de pescado le respondió -no...no lo se- dijo nervioso. Porchemy viendo claramente a través de la mentira decidió llevarse al chico con el, dejando el bosque de nuevo en silencio.

-Tenemos que ayudarlo- les dijo Ángela lo mas valiente que pudo, tenía miedo, los piratas le daban miedo y los odiaba, pero no quería que Luffy sufriera por culpa de los piratas.

-Tenemos que mover el tesoro antes de que Luffy habrá la boca- dijo Ace ignorando lo que acaba de decir la pequeña; ambos niños volvieron a subir y comenzaron a vaciar sus tesoros en cajas.

-¿Porque dices eso?- les gritaba Ángela molesta desde abajo.

-Porque se ve que es un llorón y abrirá la boca en cualquier momento- le contestaba Sabo concentrado en mover su tesoro.

-¿Porque no confían en el?- les pregunto Ángela comenzando de llorar -¡si lo fuera a decir, lo abría dicho aquí!- les gritó pero aun así ninguno de los dos le hizo caso y siguieron vaciando su tesoro -bien pues, si... si ustedes no lo ayudan- comenzó a decir mientras le temblaba la voz -!iré yo sola!- les grito enojada y hecho a correr.

-¡Ángela, espera!- la llamo Sabo pero ella ya estaba lejos.

-Déjala, regresara, no es tan tonta- le dijo Ace cargando una de las cajas sobre su hombro -hay que buscar otro escondite rápido- le dijo mientras bajaba una de las cajas.

Ya estaba a punto de anochecer y Ace salió del nuevo escondite del tesoro, estaba satisfecho con su trabajo, pero algo le molestaba, de alguna manera estaba preocupado por aquellos dos.

-!Ace!- le llamo Sabo -No hay nadie buscando el antiguo escondite- le dijo el chico sorprendido y preocupado.

-Lo que significa que ese tonto no dijo nada- dijo Ace dándose cuenta de lo que estaba sucediendo, y de que lo que Ángela les había dicho era verdad-tsk, la mocosa tenía razón- murmuro preocupado.

-¡Sabo! ¡Ace! ¡Luffy... Luffy esta...! ¡Esta en peligro!- les grito a ambos desesperada y en lagrimas -¡estaba sangrando mucho y no paraban de pegarle!- lloraba ella sin poder controlarse, Sabo se acerco a ella y la abrazo fuertemente.

-¿Donde los viste?- pregunto Sabo serio aunque sonriéndole un poco para calmarla.

-En una choza de madera abandonada, cerca de la costa- le dijo ella un poco más calmada y limpiando algunas lagrimas de su cara.

-Quédate aquí renacuajo, nosotros iremos por el- le dijo Ace mientras despeinándola un poco y corriendo junto a Sabo al rescate del chico del sombrero de paja.