El gorro

Era un lindo día de invierno…bueno no, no lo era, las chicas de la secundaria Nanamori habían tenido que enfundarse en suéteres, chamarras, botas, guantes, medias y todo tipo de prendas para esa época del año, sin faltar claro los típicos gorritos, todos diferentes, grandes, chicos, coloridos, de un solo color, oscuros, chillones etc., todos perfectamente colocados en el perchero, justo a la entrada del salón; era uno de los días más fríos que hayan tenido desde que empezaron a cursar en esa escuela. Las medias no parecían suficientes, los guantes no les quitaban esa frialdad de las manos y a cada ventisca sentían como su piel se resquebrajaba o se cortaba por la frialdad del aire.

El salón de nuestras chicas se encontraba casi vacío, de las 30 chicas que asistían a clases con normalidad, solo 15 habían llegado ese día, de las cuales, muchas solo esperaban el toque de receso para correr a casa y no hay que tacharlas de irresponsables, la escuela no tenía calefacción pero había insistido en no cancelar las clases por, diría el director, "una pequeña nevada", bueno, dicha nevada tenía facha de convertirse en tormenta en cualquier momento, el ambiente se veía azulado, casi azul marino y las estudiantes tiritaban tanto que no podían entender los garabatos movidos de sus profesores.

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—Al fin el timbre, no aguanto por regresar a casa.

—No regresaras a casa, las clases aun no terminan—Yui y Kyoko se habían quedado con las demás dentro de la escuela, no asistirían al club pues, tardarían más en tiritar-caminar hasta allá que en lo que el timbre las llamaba a clases.

—Buu~ pero si este día era para no venir a perder dedos intentando estudiar. Debería estar debajo de una muy mullida frazada viendo el capítulo perdido de Mirakurun. Adelantándonos a las vacaciones de fin de año.

— ¡Toshino Kyoko! No digas ese tipo de cosas, el consejo estudiantil trabajó muy duro para que el director accediera a no cancelar las clases para que podamos volver a tomar estas lecciones para nuestros exámenes de admisión a la preparatoria—Ayano Sugiura, año pasado vicepresidenta del concejo estudiantil, ahora portando la banda roja con letras blancas que leían "PRESIDENTA DEL C.E." y la Tsundere más tímida de toda la escuela.

— ¡¿Has sido tú?!— la rubia la señala con un dedo acusador asiendo que la aludida diera un paso atrás con miedo—Yo te tenía como una persona razonable, Ayano—Yui le golpea la cabeza al ver el miedo que le causa a la chica de cabello purpura, esta es una persona muy madura en cuanto a su papel de líder, no daba su brazo a torcer ni paso atrás ante nadie que tratase de intimidarla, pero bastaba una mala broma de la otaku para que se convierta en una gatita nerviosa.

—No le hagas caso Ayano, te agradecemos que nos ayudaras en la solicitud de estas clases. ¿Eh? Kyoko ¿Qué haces?

La chica miraba a la presidenta con mucha atención, quizás demasiada.

—Ayano… ¿por qué aun llevas puesto tu gorro? Tú misma me has dicho "El estatuto de alumnos obliga estrictamente a descubrirse la cabeza cuando un sensei este impartiendo las clases o dicho alumno se encuentre dentro de las instalaciones" y no eh visto que te lo sacaras en todo el día—alarga la mano a la cabeza de esta pero antes que pueda tocar si quiera la tela de ese gorrito tejido color morado, esta se aparta de su alcance con un grito asustadizo y asegurando más su cabeza.

—Pedí un permiso especial en la dirección, tengo permitido usarlo durante la clase.

—Me parece algo raro ¿y por qué escondes tu cabello debajo del gorro?

—Kyoko, ese no es tu asunto, deja a Ayano tranquila.

—Mu~ Yui siempre tan aguafiestas—por ese momento Kyoko dejo a la presidenta, pero la curiosidad estuvo presente, siempre presente al ver cómo evitaba que alguien tocase ese famoso gorrito morado.

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—Ne ne Ayano-chan, ahora que lo menciona Toshino-san, yo tampoco eh visto sin el gorro en todo el día desde que salimos de tu casa.

—Yo…bueno…veras…esto…

— ¿Qué? ¿Tienes algún problema con tu cabello?

—Bueno…es que como te dije la semana pasada, vinieron unas primas a pasar unos días en casa y…

—No me digas, ellas le hicieron algo a tu cabello y te avergüenza mostrárselo a Toshino-san

— ¡Te equivocas! Es solo que…

—Que temes que a Toshino-san no le guste, pero mira Ayano-chan, si no te muestras como eres nunca podrá haber una cosecha productiva, es más deberías mostrarte tan completa como puedas~~~—se quita los anteojos y comienza su fantasía.

Kyoko… ¿en verdad no te molesta que este así mi cabello?la chica esta con el cabello suelto el cual tapa sus pechos y la sabana sus piernas y vientre.

Ayano…me gusta tu cabello pero igual todo el resto de tu cuerpo…

¡Pass!

—Oh Ayano-chan, siempre tan dura—una marca roja de mano en el rostro de la chica de lentes mientras su compañera se alejaba por el pasillo, pero ninguna noto que una cabellera rubia se escondía tras una silla mientras ellas hablaban.

—Jum…algo a su cabello…no se lo muestra ni a Chitose…unas primas…debo llegar al fondo de esto—con lo último dicho sale de sus escondite para tratar de hablar a solas con la chica de cabello purpura.

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—Kyoko-sempa-pa-pa-pai, ¿p-p-p-por qué nos pediste venir aquí? Nos estamos co-co-congelando?

—Chi-chinatsu-chan, como miembro de este club, diste tu palabra de que en cualquier si-situación que se presente para este club, tú estarías a-a-allí.

—Yo nunca…

—A demás, esta es una misión para todas, donde el fallo y éxito podrían significar una superexpulsio1.

— ¿No es A-ayano-sempai la que hace los juegos de palabras?

—Justo a ella quería llegar, gracias Akari.

—Wui Akari al fin es reconocida.

—Por supuesto, todos tienen un papel importante.

— ¿Papel importante?—todas dentro del club estaban muy pegados, Yui estaba flaqueada por las chicas tapándose con una frazada mientras, la que podría llamarse presidenta, hablaba sin parar enfrente de ellas explicándoles la misión: gorro morado.

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—Mo, hacer el papeleo yo sola es agotador.

—Ayano, Ayano, ayuda por favor—que voz tan falta de emoción, bien pareciera que es actuación, pero nuestra chica del gorro morado, como presidenta del consejo estudiantil, no puede dejar pasar un grito de auxilio.

— ¿Qué pasa que sucede?—al salir ve a la pequeña Chinatsu postrada en el suelo, con una sospechosa Yui a lado de ella.

— ¿Qué fue lo que ocurrió?—paso 1: alejar al objetivo de su terreno, cumplido.

—Se desmayó, dijo algo sobre el frio en sus orejas y cayó al suelo—paso 2: señuelo y distracción, casi completados, Yui será destituida de su cargo luego del termino de esta misión por el poco empeño en su actuación.

— ¿Frio en las orejas?—la chica en el suelo no traía gorro— ¿Dónde está su gorro?

—Se lo dejo en su casa. Deberías darle el tuyo, yo tampoco traje gorro—la chica empieza a mejorar sus actuación, eso está mucho mejor. Paso 3: el objetivo es liberado, a punto de cumplirse.

—No servirá de nada, la chica necesita que le calienten ya las orejas—se quita los guantes y pone sus manos en las orejas de la rosada. Paso 3: objetivo liberado, fallido; procedan al plan B.

Ayano continuaba tratando de darle calor a las orejas de la chica pero estas aún estaban frías, nada fuera de lo común en ese pasillo, salvo por la rosa desmayada cuyas mejillas están calentándose por la posición en la que está, la presidenta del consejo estudiantil sobándole las orejitas, nya~, pero todo sea por descubrir que es lo que encubría bajo ese gorro.

Plan B: Agente especial Akarin hace su entrada sin presencia y libera el objetivo, a 10cm de ser cumplida.

5cm.

1cm.

¡Las manos del objetivo sujetaron las de nuestro agente especial!

¡Sorprendente! Ayano Sugiura logro percibir la presencia de Akari! ¡Nuestro agente fue lanzado lejos del objetivo! ¡Plan C de emergencia extrema, fuerzas externas Yui quitadle el gorro! El señuelo va en busca de nuestro agente especial y el objetivo se enzarza en una pequeña muestra de poder con nuestro agente de fuerzas externas Yui.

—Capitán SSCK, cancele la misión, repito cancele la misión.

Ayano trataba de quitarse las manos de Yui de en sima, ambas se sujetaban las manos, Yui hacia intentos por soltarse y capturar el gorro pero Sugiura era la presidenta por más de una razón.

— ¡Misión cancelada! ¡Misión cancelada!—Kyoko sale de un casillero alzando los brazos y corriendo donde las chicas se empujaban mutuamente, se metió entre ellas para separarlas punta de fuerza.

— ¡Toshino Kyoko! Debí saber que eras tú la que estaba detrás de esto, pero no esperaba lo mismo de ustedes tres—las más jóvenes agachan la cabeza, excepto por la de cabellera negra, esta la veía entre sorprendida y con mirada cauta, la chica había superado la poca presencia de Akari y pudo sostenerle las manos, haciendo que sintiese calor por el esfuerzo de mantener las suyas arriba y que no le aplicara algún tipo de llave.

—Deja que se vayan Ayano, la culpa fue toda mía.

—No Kyoko, yo te…

—Yui—le interrumpió—vete con las demás, esperen por favor afuera, no tardare nada—le sonreía y eso fue tuvo que bastarle a las demás para que se fueran.

—Bueno, espero la explicación de qué significo todo esto.

—Fue idea mía, quería que te quitaran el gorro que tienes. Quería saber lo que ocultas, aun si por verlo dejaba que ellas también lo viesen—abre la nevera y saca un pudín de dentro.

— ¿Mi gorro? ¿Por qué? ¿Y qué significa eso último? ¡No trates de hacerte la lista conmigo, Toshino Kyoko!

—Muy simple—abre el pudin—porque sería como el ron con pasas o el pudin.

— ¿De qué locura estás hablando?

— ¿Por qué crees que los empaques son tan pequeños? Para que sean exclusivos de la persona que los come, los botes grandes son para muchas personas pero los pequeños son exclusivos para una sola persona.

— ¿Eso que tiene que ver con mi gorro?—la cosa estaba extraña, pero al menos podía estar un rato sola con la chica sin nadie de por medio, ni Chitose que la ponía nerviosa por los actos de ambas, ni tampoco de Yui, que tenía siempre una mirada que parecía juzgar cada paso que daba hacia su mejor amiga de la infancia.

—Tu casi siempre eres como los botes grandes, disponible para todos los estudiantes que requieran la ayuda de la presidenta Sugiura, para los problemas de cualquier tipo de Himawari y Sakurako, siempre disponible para Chitose, para mí y las demás y eso está bien…pero…ahora hay algo que no está disponible para todos, ni siquiera para Chitose y…yo quería ser quien tenga ese bote de pudin individual y exclusivo…—su plan original era solo coquetear hasta que le permitiera en un descuido quitarle ese gorro, pero las palabras simplemente salieron en un torrente de verdades guardadas, cuya existencia no tenía presente hasta que se dio cuenta de cuanto anhelaba ver a la chica sin gorro cuando escucho que ni Chitose la había visto así.

—Toshino Kyoko…—se muerde el labio y se acerca a la chica con el pudin individual a medio abrir, todo esto costándole horrores, sucara seguro era un tomate en ese instante; toma una de sus manos y la deja en el gorro mientras cierra los ojos y siente como su cabello queda suelto.

—…A-ayano…

—Di lo que pienses, sé que luzco horrible, no temas herirme—esperaba una carcajada o algo parecido.

—Ie…se te ve muy linda…—acaricia con la punta de los dedos el lacio cabello suave de la chica, ya no traía la cola alta de siempre sino que lo mantenía suelto dejando sus mechones a los lados de su cara, su hermoso cabello largo había sido cortado hasta debajo de los hombros. La textura era muy suave, tal y como se siente cuando uno sale del salón luego de cortar su cabello—pero… ¿por qué no querías mostrarlo?

—Pensaba esconderlo hasta salir de vacaciones…así al regresar no se notaría tanto…me da…vergüenza, no quiero que nadie más me vea así.

—Estoy de acuerdo.

— ¿eh?

—Escóndelo hasta que volvamos de vacaciones, no quisiera compartir este pudin, jeje—le sonríe mientras acaricia los mechones de pelo purpura, la chica se sonroja pero asiente de manera casi imperceptible.

Sí, Toshino Kyoko querrá ser a partir de entonces, la chica que disfrutara de la exclusividad de ese pudin y a Ayano no le molestaría ser ese pudin exclusivo para la chica que fundo el club de entretenimiento.