Hola de nuevo.

Muchos me han estado preguntando cuando regresaba a FF. Bueno, es hoy.

No he tenido mucho tiempo entre escuela y otras cosas chicos, aun así, procuro buscar un tiempo para escribir porque como ya lo saben es una especie de auto-terapia para mí.

Vamos a comenzar con esto, los capítulos, por diversas razones no van a ser tan tan largos como los de mis historias pasadas, por varias razones que no creo necesario explicar aquí.

Así que vamos a ver quien sigue por aquí apoyándome.

Capitulo uno.

Freddie tuvo que arrastrarse fuera de su tranquilo sueño. Su teléfono sonaba con insistencia, sabía que no era aun la hora de levantarse porque el reloj de su buró marcaba las 2:45 am.

Tomó su teléfono justo cuando dejaba de sonar. Era Sam. Miró el registro, tenía más de diez llamadas perdidas desde la 1:30 am así que debía ser algo importante. Iba a marcarle de vuelta cuando el teléfono comenzó a sonar de nuevo y contestó enseguida.

-¿Hola? Sam…

-Oh por dios, oh cielos, Freddie, contestaste, por fin… oh por dios –Sollozaba la chica del otro lado de la línea. Pero Freddie reconoció otra voz, no era la de Sam.

-¿Cat? ¿Qué pasa? –Cat intentó decir algo pero los fuertes sollozos no la dejaban hablar.

-Sam… Freddie… es Sam… -Logró decir por fin.

-Cat, por favor respira, tranquilízate. Dime que pasa

-Freddie… Sam fue arrollada por un auto…

-Cat, por favor ya no juegues con eso, la ultima vez dijiste lo mismo y solo fue un juego tuyo y de Sam…

-¡Freddie! –Le gritó Cat. -¿No me escuchas? Por favor créeme Freddie –Freddie frotó sus ojos para alejar el sueño por completo. Se obligó a pensar: si esto no fuera en serio, Cat no estaría en ese estado, apenas y podía hablar. –Sam venía camino a casa, ya tarde, casi a media noche. Fue a dejar al último niño del día a su casa porque su mamá no podía pasar por él y nos pagaría extra. De regreso pasó por la cena. Freddie… un auto se pasó una luz roja en el semáforo, en una intersección… Sam salió volando, es lo que dicen, el casco la protegió pero aun así Freddie… está muy mal… no despierta, perdió tanta sangre… oh cielos Freddie… había tanta sangre… ella estaba a unas cuantas cuadras de casa… estaba tan cerca… Freddie… por favor créeme… tienes que venir, no se a quien más llamar, no tengo el numero de su mamá o de Melanie…

-Cat –La interrumpió Freddie cuando logró recobrar el habla. –Tranquila Cat, ya mismo salgo para allá ¿Me escuchas? Sam va a estar bien, tiene que estar bien, ella es fuerte, puede lograrlo…

Y lo siguió repitiendo para darse consuelo a sí mismo.

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No intentó no hacer ruido, sabía que tenía que despertar a su mamá para avisarle, pero no sabía cómo, ni tampoco de la reacción de ella. Pero una cosa si sabía. Estaría en los Ángeles antes del amanecer para tomar la mano de Sam cuando despertara.

-¡Freddie! ¿Qué pasa hijo? ¿Por qué estás levantado tan temprano? –Cuando Marisa quitó la mano que frotaba sus ojos se quedó mirando la maleta fijamente. –Fredward Karl Benson ¿Qué significa esto? ¿Acaso te estás fugando de casa?

-No mamá, voy a california

-Pero Freddie… eso es una locura, faltan un par de meses para…

-Sam tuvo un accidente –Le interrumpió. –Un auto se pasó un alto en un crucero y la embistió en la moto.

-¡Oh por Dios! ¿Estás seguro Freddie?

-Si mamá. Así que no hay nada que puedas hacer para impedir que me vaya ahora. –Marisa pensó en insistirle a su hijo, inclusive decirle que era su madre y debía obedecerla, pero sabía mejor que eso, que Sam era todo para Freddie, porque aunque estuvieran lejos, eso no aminoraba el gran amor que aun sentía Freddie por Samantha, y esto sin duda era algo importante.

-Iré por las llaves del auto –Dijo en su lugar y salió de la habitación de Freddie. Él chico suspiró, gracias al cielo su mamá estaba siendo racional en este momento.

Freddie mordía sus uñas, sentía sus ojos llenos de lagrimas. No sabía nada del estado exacto de Sam, si las heridas eran muy graves o no, si de verdad estaría bien. Quería morirse si algo estaba gravemente dañado en el cuerpo de su Sam.

Conduce con cuidado.

Fueron las últimas palabras que le había dirigido cuando se despidieron la última vez. Él tenía que regresar a Seattle después de recuperarse mayormente por sus heridas, ella lo llevó al aeropuerto en su moto, y después de darle un largo beso de despedida le dijo eso.

Conduce con cuidado.

Y tal vez lo había hecho, pero el tipo que se pasó el alto no. Cerró los puños fuertemente. Si tenía la oportunidad de verlo cara a cara lo iba a matar. Juraba por la tumba de su padre que lo iba a matar.

-Freddie calma –Dijo Marisa poniendo una mano sobre la pierna que Freddie no dejaba de mover rápidamente de arriba abajo en un gesto nervioso. –Esperemos en Dios que Samantha esté estable y se recupere. –Freddie asintió, sabía que si intentaba decir algo su voz se quebraría.

Marisa estacionó el auto rápidamente y luego acompañó a su hijo hasta la sección de boletos de emergencia. Tenía una tarjeta especial por parte del hospital para ocasiones como estas así que compró el boleto de Freddie y se lo entregó.

-Es el andén cuatro, ve con cuidado Freddie, me llamas cuando tengas noticias de Samantha ¿si? –Freddie asintió.

-Gracias mamá

-Por nada hijo –Lo abrazó fuertemente. –Ahora ve, tu vuelo sale en veinte minutos.

Besó a su mamá en la mejilla y se encaminó al avión. No era un vuelo largo, pero le parecería eterno llegar hasta Sam.

Por favor Dios, que esté bien, que se ponga bien… no dejes que nada le pase…

-Y… y… Kevin llegó corriendo al apartamento –Sollozaba Cat sobre el hombro de Robbie quien había llegado con su amigo Beck al hospital para acompañar a Cat. –Kevin gritó "¡Rápido, un auto golpeó a Sam en la moto!" y fuimos corriendo, había tanta sangre… tanta sangre. Luego llegó la ambulancia y los paramédicos… gritaban cosas, corrían para todos lados… tanta sangre…

-Creo que necesita algo para calmarse –Dijo Beck con una mano sobre la espalda de Cat. –Iré a traerle un té

-Gracias amigo –Contesto Robbie que sostenía una de las manos de Cat. -¿A qué hora fue eso?

-Casi a media noche. Llegamos aquí al hospital una hora después, le llamé a Freddie y dijo que venía tan rápido como podía

-Bueno, no debe tardar, ya casi amanece. Si no es que ya está amaneciendo, ya son las seis

-Entonces… ¿Por qué no salen los doctores Robbie? ¿Por qué no nos dicen nada de Sam?

-Tranquila, ya vendrán. Sam va a estar bien, es la chica más fuerte que conozco

-¿Más que Jade? –Preguntó aun sollozando Cat.

-Mucho más que Jade. –Beck regresó minutos más tarde con el té de Cat y ella le dio pequeños sorbitos para luego dejarlo a un lado en una mesita de centro.

Eran las seis cuarentaisiete cuando la puerta de la sala de emergencias se abrió y entró corriendo un muy pálido Freddie Benson arrastrando una maleta de llantitas detrás de él, la cual dejó caer cuando llegó hasta donde estaba Cat y ella se levantó para abrazarlo.

-Oh Freddie, que bueno que llegaste

-¿Cómo está Sam? Cat, ahora sí, explícamelo todo. TODO

-Sí, claro –Cat suspiró. –Sam y yo estábamos cuidando a Gael, y su mamá nos llamó para decir que no podía ir al apartamento por él, pero que si lo llevábamos a su casa nos daría un bono extra. Entonces Sam gritó ¡Si, bono extra! Y dijo que ella lo llevaría en la moto y de regreso pasaría por la cena. Entonces se fue, y yo estaba viendo televisión cuando Kevin, uno de nuestros vecinos tocó a la puerta, yo me asusté porque tocó muy fuerte y fui corriendo a abrir, pensé que era Sam, pero él solo gritó "¡Rápido, un auto golpeó a Sam en la moto!" y fuimos corriendo hasta donde había pasado, a un par de cuadras de casa… Freddie… -Su voz se cortó como siempre que recordaba la horrible escena. El cuerpo de su amiga en el pavimento, gente alrededor tratando de ayudarla y… -La sangre Freddie… había tanta sangre… Sam estaba tirada y había tanta sangre… -Freddie la abrazó fuertemente, cerrando los ojos para intentar, en vano, contener las lagrimas. –En seguida llegó la ambulancia que las personas ya habían pedido y… y… los paramédicos gritaban cosas, y corrían… Kevin me ayudó a subir a la ambulancia porque alguien debía venir con ella, y luego te llamé porque no sabía a quién llamar… también llamé a Robbie y trajo a Beck… pero no se a quien llamar Freddie…

-Gracias por llamarme Cat. Tengo que llamar a Spencer para avisarle, y él puede llamarle a Carly, también Spencer puede buscar a Pam Puckett y yo le llamaré a Melanie. –Cat asintió, esas eran las personas que podrían considerarse la familia de Sam. Ellos, y nadie más. –Cielos… ¿no han dicho nada los doctores?

-No, nadie ha salido a decir nada –Contestó Beck –Estaba pensando en ir a preguntar… tal vez no sea una mala idea

-Sí, yo iré –Dijo Freddie soltando a Cat quien se refugió en el abrazo de Robbie, pero en ese momento, escucharon su nombre.

-Samantha Puckett –Dijo un doctor saliendo de una puerta lateral y los cuatro corrieron hacia él. –Son sus…

-Ella vive conmigo, su mamá está en Seattle –Dijo Cat.

-Yo soy su novio –Dijo Freddie sin intentar siquiera ocultar su ansiedad. -¿Cómo está doctor? ¿Va a estar bien?

-Bueno, primero, lamento haberlos tenido tanto tiempo sin noticias pero en el quirófano hicimos todo lo posible por estabilizarla cuanto antes, sin embargo Samantha está en una situación delicada muchachos. Samantha llegó con varias hemorragias internas provocadas por varias fracturas de huesos, sobretodo de costillas. Las hemorragias están controladas, pero también presenta un traumatismo craneoencefálico severo... –Freddie sintió el mundo derrumbarse bajo sus pies. De pronto el oxigeno no era suficiente. Robbie frunció el seño y preguntó:

-¿Eso… eso que significa doctor? –Freddie sabía lo que significaba.

-Significa que el golpe que se dio en la cabeza fue demasiado fuerte. – respondió el doctor, amablemente. – Está en coma.

-Y ella… ¿Va a despertar? –Preguntó esta vez Beck. Freddie también sabía la respuesta a eso.

- Es probable, aunque no del todo seguro, que no vuelva a despertar. – respondió el doctor, quedamente. – Lo siento. –Cat rompió en llanto de nuevo, hundiendo su rostro en el pecho de Robbie. Freddie frotó sus ojos y su frente para intentar forzarse a despertar de esta horrible pesadilla. Pero no era un sueño, miró al doctor.

-¿Podemos verla?

-La doctora Hammer le está haciendo unas pruebas ahora mismo, pero en cuanto terminen pueden pasar aunque… debo advertirles que verle en el estado en el que está requerirá mucha fuerza de ustedes. –Freddie asintió, sus ojos desbordando silenciosas lágrimas de dolor. El doctor puso una mano en su hombro. –La doctora Hammer es una de las mejores neurólogas del país, si hay algo que hacer por Sam, ella lo hará

-Gracias –Susurró Freddie, apenas audiblemente. El doctor se marchó, dejándolos con sus propios pensamientos. Freddie se quedó en una esquina de la sala de espera, llorando en silencio, intentando calmarse antes de comenzar con las llamadas telefónicas.

Bueno aquí está.

Ahora mismo estoy en la Facultad entre horas libres. Mi horario quedó medio feo y tengo muchas horas libres entre clases así que mejor opté por traer la computadora a la escuela para escribir y estudiar.

Bueno me voy chicos, tengo que estudiar para mi examen de parasitología y el de biología celular, hacer la tarea de embriología que es a las 4 y asdfghjklñ ¿Ahora entienden por qué estuve desaparecida? Hahahaha XD

Ustedes lo saben ya pero: siendo una historia nueva ya lleva un buen avance así que vamos, dejen reviews para ver si ya quieren el siguiente capítulo. ¿Vale?

Nos estamos leyendo. Gracias por quedarse y por su paciencia y todo. ¡Adiós!

'Lo que pasa en Italia' no está cancelada.