Capítulo 1: Así actúa Sindycate
01 Agosto 2025. Tokio
Es una fría e intranquila noche propia de una metrópolis del tamaño de Tokio. Nos encontramos en un gran y lujoso edificio de apartamentos en la zona más adinerada de la ciudad, todos los pisos de este complejo pertenece a un solo hombre un famoso y reconocido político. Por extraño que pudiera parecer las luces del edificio estaban apagadas pero no era algo que se hubiera hecho de forma premeditada.
En uno de los tantos pasillos de las últimas plantas un hombre corría a toda velocidad y con gran desesperación, como quien huye de un peligro. Este hombre que escapaba no era un simple humano era un héroe pues estaba ataviado con un disfraz de combate. Aunque no se veía en buen estado sobre su cuerpo tenía heridas y golpes.
–¡Necesito refuerzos! –gritaba por todos los lados en los que pasaba. Solo podía encontrar cuerpo muertos y mutilados a su paso–. Maldición ¡maldición!
Siguió su recorrido con vehemencia hasta que presintió algo y se detuvo para poder usar su quirk el cual le permitió crear un escudo de energía. Lo que había presentido era el ataque de su perseguidor. Una enorme hacha fue arrojada con la intención de darle pero fue fácilmente repelida por el escudo.
–Cielos, fallé otra vez –dijo el atacante quien era mujer con una voz extrañamente muy suave y apacible, incluso parecía reír un poco en esta situación–. Tendré que volver a intentarlo o Boss se enojará conmigo si pierdo tiempo.
El héroe aprovechó para volver a correr buscando alejarse de ella y perderla. Cruzó pasillos y habitaciones hasta divisar un par enorme de puertas en la distancia allí debía estar su objetivo, se apresuró y entró rápidamente cerrando las puertas tras de sí.
–¡Señor, debemos escapar ahora, los villanos han tomado todos los pisos y acabaron con los miembros de seguridad! –informó jadeando agotado.
Había entrado a una muy lujosa y espaciosa oficina, con grandes libreros a los lados y ventanales enormes que daban mucha elegancia al lugar. Cabe mencionar que la única luz que iluminaba todo era la de la luna, pues no había electricidad.
–Me temo que no hay por donde escapar, Shield –respondió de forma seria un viejo hombre. De apariencia mayor y vestido con un fino traje, miraba todo desde su escritorio, notándose cierta resignación en su mirada–. Se encargaron de encerrarnos aquí, destruyeron el helicóptero y bloquearon todas las salidas de escape. Además desactivaron los sistemas de seguridad, los refuerzos no vendrán.
Aquel viejo hombre se puso de pie y buscó algo en los cajones de su escritorio, lo que fue una pistola.
–Señor, no puede decir eso, mi misión es protegerlo, lo que importa ahora es sacarlo con vida –alegó acercándose a su jefe.
–Shield, yo sé perfectamente quienes han venido por mí –comenzó a cargar el arma sin demostrar temor, aunque más bien lo ocultaba.
–¿Quiénes? –cuestionó sorprendido por la tranquilidad de su jefe.
–Son asesino de Sindycate. Era obvio que vendrían por mi después de las declaraciones que hice en su contra la semana pasada. Creo que no calculé el nivel de inconformidad que causaría en esos criminales cuando aseguré que detendría sus operaciones y los llevaría a la cárcel.
–Usted solo hace su trabajo, señor. Es el ministro de seguridad –insistió Shield.
–Lo sé, y no me arrepiento de lo que hice. Al menos no seré catalogado como otro político corrupto que se vendió a los criminales y villanos. Intenté hacer la diferencia –sonrió lleno de orgullo y se preparó colocándose frente a la puerta con el arma apuntando–. eres libre de irte si logras encontrar una vía de escape. Tu servicio conmigo ha terminado.
El héroe creador de escudos miró sorprendido a su jefe, era un humano normal sin habilidad alguna, pero mostraba un valor y un temple que muchos héroes envidiarían. Suspiró profundamente llenándose de valor y se colocó a lado del viejo.
–Morir de frente es una buena forma de morir. No quiero que me cataloguen como un cobarde –aseguro sonriendo y preparándose.
Una poderosa hacha fue arrojada y atravesó las puertas destrozándolas, habría dado al viejo ministro de no ser por el escudo que creo Shield, deteniendo el arma otra vez.
–Lo vez, te dije que allí estaban –se escuchó una muy gruesa voz desde fuera.
–Lo siento, cariño. Creí que se habían ocultado en otra habitación –eso lo dijo la voz de aquella mujer.
Un enorme hombre aparecería por la puerta. Con una estatura de dos metros y medio, piel gris, una gran musculatura, una larga cabellera negra completamente despeinada, ceja pobladas y muy gruesas, ojos oscuros, finalmente una enorme boca con solo colmillos como dientes, afilados y muy peligroso. Viste unas botas negras y pantalón militar, camiseta sin mangas negra y usa guantes.
–Ya llegué, insectos –dijo sonriendo mientras se acercaba a ellos.
Shield bajó su escudo y al instante el ministro comenzó a disparar una y otra vez hacia la cara de ese enorme sujeto. Los impactos lo hicieron retroceder y gruñir llevándose las manos al rostro.
–¿Funcionó, como es que sigue en pie? –cuestionó el héroe al verlo de pie a pesar de los cinco disparos recibidos.
–Odio las balas –se escuchó hablar al gigante y quitar las manos de su cara–. Siempre se atoran en mis dientes –abrió las fauces para mostrar como los cinco proyectiles quedaron entre sus colmillos, los cuales estaban intactos.
Los retiró con su lengua y comenzó a escupirlos hacia ellos, con tal fuerza que parecían ser disparados otra vez, Shield se puso al frente creando otro escudo de energía para repeler las balas. Cuando dejó de escupirlas comenzó a correr hacia el gigante. Creó dos escudos más y los arrojó hacia él a manera de discos, el primero logró esquivarlo, pero el segundo logró golpearlo en el abdomen con la fuerza para hacerlo arrodillarse. Shield se acercó para comenzar una seria de poderosos golpes, puñetazo de izquierda, puñetazo de derecha, golpe ascendente con la izquierda y arroja una patada feroz. Todos lograron impactar en la cara del gigante y la fuerza sería suficiente para hacerlo caer.
–Ahora probaras la fuerza de un héroe de rango A –salta sobre el enemigo cayendo de pie sobre su estómago, al instante da un fuerte pisotón en la cara del gigante.
–Maldito –gruñe el gigante escupiendo sangre, arroja un puñetazo, pero Shield lo evita saltando hacia atrás.
El gigante se incorpora y se lanza contra el héroe arrojando poderosos golpes. Los cuales son detenidos fácilmente por los escudos generados a cada momento.
–Te conozco bien, eres Iron Bite, un criminal de rango A. Lamentablemente tu quirk no servirá conmigo –sonríe seguro. Atrapa los puños de su enemigo en escudos esféricos, los cuales puede controlar a voluntad.
Iron Bite. Criminal de rango A. Quirk "Mordedura de hierro" Le permite masticar y comer cualquier cosa, siendo capaz de digerir cualquier material por más duro que este sea.
Con los puños de su enemigo encerrados en sus escudos esféricos puede controlarlos obligándolo a golpearse así mismo una y otra vez con toda su propia fuerza, Iron Bite trataba de morder los escudos pero al ser de energía su quirk no servía, estaba a merced de Shield.
–¡Shield cuidado! –alertó el ministro tan rápido como pudo.
Una sombra se había movido a gran velocidad hacia el joven héroe, sin embargo, no tuvo la suficiente velocidad de reacción para evitar el ataque. Una feroz hacha se movió a toda velocidad cercenando sin problemas el brazo izquierdo del héroe. No pudo soportar tal dolor cayó gritando desesperado mientras su sangre emanaba cual fuente. Frente a él estaba la autora de esa mutilación.
–Elder Sister –dijo sorprendido el ministro al reconocer a esa mujer.
Elder Sister. Criminal de rango S. Su quirk "Service" Le permite moverse a gran velocidad en distancias cortas, además, la provee de reflejos y fuerza sobrehumana.
Ella seria por mucho una villana enigmática. A simple vista, una mujer de 30 años, ligeramente alta con una estatura de 1.75, de complexión delgada y muy femenina, destacado sus curvas y sus grandes pechos. Su piel es muy blanca, su cabellera es platinada y larga, perfectamente peinada en una larga trenza, su rostro posee una belleza encantadora, con cejas perfectamente delineadas, ojos plateados y ligeramente brillantes, unas largas y finas pestañas, labios delicados y adornados con un labial rosa. Esa era su belleza física, la cual era envuelta en un uniforme de maid negro con blanco, de manga larga y con una falda tan larga que llegaba hasta sus pies, los cuales extrañamente calzaban unas botas negras. Si, una villana muy extraña.
–Lo siento, no puedo dejar que lastimes así a uno de mis compañeros –fue lo único que dijo tras amputar el brazo de Shield, mientras sonreía de forma grácil y reía un poco.
–No, no necesitaba tu ayuda, Elder Sister –gruñó Iron Bite mientras se levantaba y escupía sangre por los golpes que él mismo se dio.
–Siempre dices eso, no valoras mis atenciones –bufó fingiendo estar ofendida.
Shield intentó alejarse arrastrándose, pero la villana dejó caer su hacha en su pierna, clavándole una punta afilada en el muslo, imposibilitándole el moverse y sacándole más alaridos.
–Son unos monstruos –dijo el ministro mientras preparaba su arma una vez más para disparar, esta vez a ella.
La mujer usó su habilidad para moverse a una gran velocidad, quedando aun lado de él para patear el arma y quitársela de las manos, luego dio un puñetazo que derribo al hombre.
–Yo no la trataría así si fuera usted –una nueva voz se hizo presente desde la entrada.
Otro hombre más hacia su aparición. Este era alto, con una estatura de 1.90, una complexión delgada pero atlética, vistiendo un muy elegante traje negro con corbata roja carmesí, zapatos negros y guantes de cuero del mismo color. Su cabello es oscuro con puntas rojas, largo y perfectamente peinado hacia atrás, así como un par de ojos rojos brillantes. Caminando con una soberbia y perversa sonrisa se acercó al ministro.
–Es una hermosa noche, ministro Miyoshi –sonrió mirándolo en el suelo–. Es dueño de un hermoso bloque de apartamentos, muy elegante y de muy buen gusto, debió costarle una fortuna.
–Entonces eras tú, siempre has sido tu –alegó el ministros mirando sorprendido al hombre que estaba frente a él pues lo conocía.
–Sí. Todos los que lo descubren siempre se sorprenden. Es difícil pensar que el apuesto, millonario y famoso ministro de investigación y desarrollo, Makoto Tanegashima, sea miembro de Sindycate, ¿verdad? –sonrió de forma burlona mirando al viejo ministro.
–Sabia que no eras una persona normal, siempre supe que ocultabas algo. Anquen pensé que solo eras un político corrupto como otros, ¿pero esto? Miembro de un grupo criminal. ¿Acaso las personas como ustedes no tiene nada de honor o vergüenza? –le miró molesto y terriblemente indignado.
–Por favor, deme algo de mérito. Llegar a ser un ministro antes de los 30 años debe ser un logro, ¿no? –se cruzó de brazos sonriendo lleno de soberbia–. No era mi intención entrar en la política, solo necesitaba un puesto para vigilar todo lo que me interesaba. Además, sin mi tecnología y la inversión que mi empresa hizo en el desarrollo de tecnología este país estaría diez años atrasado. ¿Dónde está el desfile en mi honor? –rió por esa última tontería que dijo, al igual que Elder Sister y Iron Bite.
–Solo eres un criminal –se puso de pie ayudado de su escritorio–. Escondido detrás de tu dinero y de una falsa imagen de científico amable y bondadoso. Eres miembro de una maldita organización de criminales que solo buscan causar caos y adueñarse de todo.
Makoto chasqueo los dedos para que Elder Sister le sirviera una copa del vino que había en el escritorio del ministro, mientras miraba y escuchaba lo que el viejo hombre decía, fingiendo poner atención.
–Diablos, que puedo decir, todo es verdad –recibió la copa y da un trago–. Solo te equivocaste en un pequeño detalle. Yo no soy solo un miembro de Sindycate… Yo soy el líder y fundador de Sindycate –ante esa revelación el viejo se paralizó y se sorprendió aun más–. Tú juraste que atraparías al líder de Sindycate y lo llevarías a la justica –sonrió y comenzó a aplaudir–. Pero creo que fui yo quien te atrapó, que cruel ironía, señor ministro de seguridad.
–¿Entonces tú has sido el autor intelectual de todos los atentados, secuestros y homicidios de la última década? Tendrías solo 18 años cuando Sindycate apareció –miraba incrédulo a ese sujeto, que para él era un muchacho.
Makoto se acercó hasta estar cara a cara con él, mirándolo de forma muy seria y fría, con sus brillantes ojos rojos.
–¿Dónde está mi merito anciano? Soy el criminal más joven y despiadado de este puto país –colocó su mano en el pecho del anciano–. Nadie puede detener a Sindycate…Nadie puede detenerme –al instante prendió en fuego al viejo. Era solo una pequeña llamarada en su ropa.
El ministro trató de apagarlo desesperado al sentir el ardor, sin embargo no era un fuego normal, este era de color rojo puro y se propagaba rápidamente hasta cubrirlo por completo y calcinarlo a gran velocidad.
–El fuego rojo de Boss es hermoso –sonrió y suspiro maravillada Elder Sister al ver al hombre ser consumido por el fuego.
Boss un villano de rango S+, toda la información sobre sus características físicas o psicológicas son desconocidas para las autoridades, nunca ha sido identificado ni fotografiado, solo se sabe de él mediante rumores. Su habilidad Red Fire le permite crear llamas de color rojo, estas son más calientes y voraces que el fuego común, además de ser capaces de incendiar cualquier objeto también puede quemar un solo objeto sin dañar los que estén cerca.
–Es hora de irnos muchachos, la policía debe estar por llegar junto a otros héroes –ordenó Boss con dirección a la salida. Sin embargo se detuvo junto a Iron Bite–. Que sea la última vez que te derrotan frente a mí, la próxima dejaré que te maten –miró de forma seria y con sus temibles ojos al gigante, quien a pesar de la diferencia de altura o de fuerza tembló ante esa mirada.
–N-no volverá a ocurrir, señor. Lo prometo –respondió tartamudeando y temblando.
–Perfecto, esa es la actitud –volvió a sonreír dándole un golpe en el hombro. Luego miró a Shield, quien seguía vivo, pero paralizado mientras veía a su jefe calcinarse–. Encárgate de él. Nos vemos en la salida –ordenó Boss a Iron Bite, para luego irse.
Mientras bajaban por las escaleras Elder Sister recibió una llamada, era una pregunta para su jefe.
–Señor, disculpe. El chofer quiere saber dónde pasará la noche ¿En su mansión o en el penthouse? –preguntó de forma amable.
–Cielos, no lo había pensado –miró su reloj de lujo y con detalles en oro–. Ya es tarde para salir de la ciudad, tendrá que ser en el penthouse, mañana por la mañana debo asistir a un evento importante.
–¿Un evento? No está anotado en su agenda, jefe. ¿De qué se trata? –cuestionó curiosa.
–Cierto, olvidé decírtelo. Veras, todos los años me invitan al examen de admisión de la UA, normalmente no me interesa convivir con héroes, es terriblemente aburrido. Sin embargo, con el proyecto QBR está en su fase inicial ya, debo encontrar sujetos con quirks interesantes, y ese examen es el mejor lugar para encontrarlos. Empezando por la hija del imbécil de Endeavor, he escuchado que esa chica tiene un quirk muy peculiar será mi objetivo principal a analizar.
–Entiendo, señor. Me encargaré de preparar todo para su asistencia al evento –adornó sus palabras con una amble sonrisa.
Y es así como la temida organización criminal Sindycate hace las cosas. Eliminando a quien se ponga en su camino, ahora miran hacia los jóvenes aspirantes a héroes de la UA, nada bueno puede salir de eso. Luego del crimen cometido en aquel edificio la policía llegó demasiado tarde solo para encontrar cadáveres y comenzar una investigación que no llegará a nada.
02 de Agosto 2025. Un pueblo a las afuera de Tokio.
Son las 7:00 am. Nos encontramos en la oscura habitación de un joven de cabellos verdes quien duerme plácidamente casi como si hubiera olvidado el gran compromiso que tiene ese mismo día en unas pocas horas, su sueño duraría mas de no ser por su madre quien abrió las cortinas dejando entrar toda la luz sobre él.
–Cinco minutos más, mamá –murmuró el chico tratando de taparse la cara con las mantas para evitar la luz.
–Izuku, ya es tarde, son las siete de la mañana, si no te levantas llegaras tarde al examen de admisión de la academia –insistió ella moviéndolo para que despertara.
–Lo sé, solo cinco… ¡Las siete de la mañana! –exclamó saltando de su cama–. Ya es tarde, el examen es en dos horas, tengo que vestirme, comer algo, tomar el metro. ¡Cielos, no voy a llegar! –decía alterado mientras buscaba la ropa que usaría.
–Dúchate rápido, hijo –sonrió ella al verlo tan acelerado saliendo de la habitación para dejarlo asearse.
–Al parecer esa costumbre nunca se le quitará, ¿verdad? –comentó un joven que estaba en la sala junto a otro más, ambos tomaban una taza de té mientras miraban las noticias.
–Mi niño es tan parecido a su padre, siempre es difícil despertarlos y suelen llegar tarde a todos lados –sonrió Inko, la madre de Izuku. Fue a la sala para sentarse con esos chicos.
–Muchas gracias por el té, señora Inko, estuvo muy bueno –dijo el chico levantándose para llevar la taza al fregadero.
–No es nada Seiji, siempre me agrada que vengan ustedes de no ser por sus amigos Izuku llegaría tarde siempre –sonrió ella con amabilidad.
Seiji Hatano. De 18 años de edad, estatura de 1.70 metros, complexión delgada, ligeramente atlético. Su cabello es rojo oscuro peinado hacia atrás, ojos rojos sobre los cuales usa anteojos, su piel es blanca, quizás un poco pálida. Viste un suéter rojo y un pantalón negro con unos tenis blancos.
–¿Y tú, Kay? Estas muy callado, normalmente no dejas de hablar sobre algo –Inko se dirigió al otro chico, quien estaba muy atento mirando la televisión.
–Disculpe, es que estaba distraído con el noticiero, lo que ocurrió anoche con el ministro de seguridad, fue horrible –respondió mirándola y saliendo de sus distracción.
–Sí, lo escuché también, fue espantoso lo que le hicieron a ese pobre hombre, espero puedan encontrar a los culpables –comentó ella, notándose un poco asustada por lo ocurrido.
–Debieron ser villanos, tenía un gran número de escoltas, además de dos héroes, uno de rango A y el otro de rango B cuidándolo.
Kay Himura. Un chico de 18 años, bastante alto con 1.85 metros de estatura y una musculatura desarrollada. Su cabello es negro bastante largo llegando hasta sus hombros incluso dejando caer sobre su rostro tres mechones de lado derecho, su piel es ligeramente bronceada, sus ojos son de color amarillo brillante. Kay viste una camiseta de baloncesto amarilla con negro, unos pantalones unas botas.
Minutos después Izuku estaba ya listo vestido con un chándal azul algo holgado y tenis rojos, llegó a la sala apresurado para desayunar hasta que vió a sus amigos allí en la sala esperándole.
–¿Kay, Seiji? ¿Qué hacen aquí? –cuestionó agitado mientras tomaba una rebanada de pan con mantequilla para no irse en ayunas.
–Pues, según la hora, llegando tarde a nuestro examen –respondió Seiji tranquilamente. Pues solo lo estaba molestando.
–Lo sé, es hora de irnos, con el metro podemos perder hasta una hora…– Pero fue interrumpido.
–Izuku, relájate amigo. No tomaremos el metro mi padre me prestó su auto llegaremos en pocos minutos a la academia. Come algo que aún hay tiempo
–Que bien, por un minuto pensé que llegaríamos tarde –sonrió aliviado–. Gracias chicos, puedo desayunar bien entonces.
Un desayuno nutritivo después.
–Ya me voy, nos vemos en un rato, mamá –dijo Izuku despidiéndose de su progenitora con un fuerte abrazo y luego se fue con sus amigos, quienes también se despidieron cortésmente de la señora Midoriya.
–Buena suerte chicos, y den lo mejor de ustedes en ese examen –respondió ella al verlos irse.
Los tres chicos subieron al auto, que era una camioneta, y pusieron rumbo hacia la ciudad de Tokio, donde estaba la academia UA.
–No conduzcas como idiota, Kay. Quiero llegar vivo a la academia –dijo Seiji abrochándose el cinturón de seguridad.
–Que aguafiestas eres, cuatro ojos –rió el pelinegro.
Continuara…
Fersaw: ¿Como están gente? Espero que bien. Bueno, decidí publicar este pequeño proyecto que me traigo entre manos para ver que opinan. A decir verdad, y como aviso, tendrá bastantes diferencias con lo que ocurre en la historia original, empezando por los villanos que, como podrán ver, son credos por mi, así como otros cuantos personajes. Otro detalle es que alteraré las edades de los personajes principales, sobre todo los de la clase A, por que me gusta mas la idea de que todos tengan 18 años. Finalmente, y como mayor detalle, se que ya lo había puesto antes, pero igual lo vuelvo a advertir. Bakugou y Todokori son mujeres en este fic Y como dato extra, tarde o temprano habrá lemon en esta historia :3
Eso es todo por ahora, me gustaría escuchar sus opiniones, esto solo es un pequeño proyecto aun no lo tengo muy claro, pero puede que me motive a invertirle mas tiempo.
Gracias por leer.
