¡Hola! Aqui estoy yo con una nueva obra en la que me deje llevar (de nuevo). Si, como lo pueden observar esta vez no es nuestra querida derpy quien acompaña al doctor, sino Twilight Sparkle. "¿Que rayos?" Se preguntaran. Simple, el ship no tiene mucho apoyo o al menos no tanto como el DrxDerpy, y por tal motivo me di en la tarea y gusto de realizar este pequeño fanfic.

Esta historia esta basada en la homónima serie de radionovelas "Doctor Whooves Adventures" producida por "Pony in a box Productions" todos los derechos reservados. Si quieren escucharla búsquenla en youtube, esta en ingles pero vale la pena hacer el esfuerzo por entenderla. Hasta ahora están en existenci capítulos, esta historia comenzara con el primero de ellos, que seria como una traducción de la historia original. Posterior a la primera aventura (que constara de unos 3-4 capítulos de esta historia), me daré a la tarea de crear mis propios capítulos, osea, las propias aventuras para esta historia. Y si se preguntan, si, si habrá romance, claro es firma de todos mis fics, pero sera lento, después de todo habrá mas aventura.

Bien, si mas que agregar, les dejo para que lean esta historia que tanto gusto me dio al escribir.

Disclaimer 1. My Little Pony Friendship is Magic no me pertenece, sino a Hasbro y a la gran Lauren Faust; yo solo hago uso de sus personajes para mi propio entretenimiento y el de algún que otro lector.

Disclaimer 2. Dr Whooves Adventures es una radionovela que pertenece a "Pony in a Box Productions". Yo solo hago uso de los personajes (que de por si son de MLP:FiM) para mis disfrute y el de algún que otro lector.

Summary: Twilight Sparkle, quien ahora se encuentra rodeada de responsabilidades desea mas que nunca una aventura. Y un día como caído del cielo, literalmente, un misterioso pony que se hace llamar a si mismo "El Doctor" aparece frente a ella, ofreciéndole no solo la aventura que deseaba, sino el mayor viaje que en su vida ha emprendido.


Las aventuras del Doctor Whooves

by

Aspros

Capítulo 1: La llegada del Doctor

Ese fue un día de lo más cotidiano en la pacifica Ponyville, desde la salida del sol hasta ahora que se estaba ocultando en el ocaso. Todos los días habían sido pacíficos y tranquilos desde la derrota del maléfico centauro Tirek. Y ahora que se encontraba en su castillo el ahora castillo no podía sino sentirse más sola que nunca.

Claro, era la princesa de la amistad, pero como tal entendía a la perfección a sus amigas. Cada una de ellas, por muy diferente y casi rara que fuera, tenía una vida; responsabilidades y deberes que solo ellas podían realizar en sus distintas áreas. Rainbow Dash como pegaso del clima y cadete en la academia de los Wonderbolts, Rarity como ahora una consumada diseñadora de modas famosa en Manehattan, Pinkie Pie en la pastelería de los Cake que abrió una sucursal en Canterlot, Fluttershy con su veterinaria a las afueras de Ponyville y Applejack supervisando la cosecha de manzanas no solo de Sweet Apple Acres, sino también en Appleloosa.

¿Y ella? Bueno, ella era ahora una de las princesas alicornio; la princesa de la amistad, la guardiana de Ponyville. Tenía muchas responsabilidades, muchos deberes que cumplir para con los ciudadanos, pero eso no evitaba en absoluto que en días como estos se preguntara ¿dónde habían quedado las aventuras con sus amigas? ¿dónde quedaron las reuniones y los días de campo o simplemente las charlas amenas entre amigas?

Existían momentos donde lamentaba los sucesos que la habían conducido a este momento. Aunque después se recriminara tal manera de pensar, sentía que a veces, un vistazo al pasado y algo de nostalgia era necesario.

Volvió a centrar su atención por cuarta ocasión en el oficio que se encontraba leyendo. Una solicitud acerca de aumentar el apoyo económico a los sectores productivos de la población. Giró su cabeza hacia la izquierda donde casi con temor observó una pila de pergaminos acomodados estratégicamente para no derrumbarse y sepultarla entre varios metros de papel inservible.

Suspiró por octava ocasión. Ponyville era una villa en crecimiento, apenas un pueblo en comparación con Manehattan o Trotingam, apenas y era mayor que Appleloosa. Pero desde la aparición de su castillo su crecimiento se volvió exponencial, ya no era la tranquila aldea donde todos los negocios rodeaban la plaza central o donde cada mañana todos se saludaban con buenos ánimos. No, ahora había muchas más casa y negocios, puestos de compra y venta; poco a poco, la pacifica Ponyville se extinguía y eso no le gustaba del todo.

Ya no se escuchaban los "Hola" a través del mercado o los efusivos y alegres "Buenos días". Todo iba tomando un camino que la hacía sentir dudosa de su trabajo como co-gobernante de la urbe en potencia. Y el aburrimiento y casi desesperación que le embargaban al leer las tediosas solicitudes de los habitantes pidiendo más y mas no hacían sino acrecentar sus desespero.

"Dulce Celestia, si vuelvo a leer otro pedido sobre aumentar la producción de arroz, juro que yo misma traeré a Discord"

Se encontraba en un nuevo intento por continuar con la lectura cuando un estruendo resonó en el castillo a través de las paredes y haciéndola soltar un grito de sorpresa.

¿Qué había sido eso?

Fue como si algo se estrellara en algún lado del castillo. ¡Oh cielos, Spike!

—¡Spike! —gritó ella mientras salía de su habitación corriendo hacia donde había provenido el ruido. —¡Spike!

Bajó las escaleras saltando los escalones de dos en dos, apresurándose hacia la sala del trono. Por un momento temió lo peor, Spike herido o algo peor. Galopó más rápido aun, más de lo que sus piernas le permitían y pese al dolor no se detuvo sino hasta abrir la puerta que daba al lugar donde se encontraba la mesa redonda y los sitiales de las heroínas.

Su casco alcanzó la perilla de la puerta pero no la abrió como esperaba. Estaba paralizada y tenía miedo, ¿qué tal si era verdad aquello que imagino? ¿qué tal si encontraba a un Spike moribundo por alguna clase de accidente o ataque enemigo?

—Bueno —se dijo a sí misma. —No lo descubrirás si no abres.

Giró la perilla y empujó la puerta para ser recibida por una cortina de polvo que la cegó por varios momentos.

De un momento a otro, se adentró en la habitación gritando el nombre de su asistente y más fiel amigo. Nadie más respondía y nada más se escuchaba. Con su casco tallando frenéticamente sobre sus ojos avanzó algunos metros continuando con el llamado del pequeño dragón que no hacía más que acrecentar sus miedos ante la falta de respuestas.

—¡Spike! ¡Spike!

Poco a poco fue recuperando su visión, logrando percibir únicamente el color gris del polvo flotando en el aire. No era capaz de ver nada más, pero aun así continuó en la búsqueda de su amigo.

—¡Spike!

—¡Twilight!

Ella escuchó el llamado. No se escuchaba ahí, no cerca al menos. Volteó una vez más la mirada y pudo a ver a su pequeño amigo bajo el marco de la puerta. Sin pensarlo mucho se lanzó hacia él y lo atrapó con fuerte abrazo contra sí.

—¿Twilight? —preguntó el dragón confundido por el abrazo repentino.

—Oh Spike. Estaba tan preocupada.

—¿Qué fue lo que paso? —dijo reprimiendo un bostezo.

Twilight le dio una rápida revisada para corroborar que estuviese sano y salvo. Para ese momento ya gran parte del polvo se había disipado y podía ver mejor. Spike no tenía ninguna herida aparente; ni siquiera tenía un pequeño corte o hematoma.

—¿Dónde estabas? —cuestionó ella.

—Estaba tomando una siesta cuando escuche tus gritos y vine corriendo—contestó el sin ponerle mucha atención. —Pero, ¿por qué me estas abrazando? ¿qué fue lo que sucedió?

—Espera. —Y así como lo abrazó, lo empujó molesta. —Estabas, ¿dormido? ¿A las seis de la tarde? ¿Y ni siquiera el sonido de una explosión pudo levantarte? ¡¿Qué clase de guardián eres?! ¡Pensé que habías muerto! ¡Tú, gran y tonto reptil!

—¡Oww! —gimió el pequeño dragón sobando la mejilla enrojecida por el golpe. —Ya, ya, lo lamento, en serio. Prometo despertarme más temprano la próxima vez.

Twilight lo observó de manera suspicaz. Sabía que eso era una total mentira, las siestas para el pequeño dragón eran sagradas y no importase que fuese Celestia quien lo ordenara, él no las dejaría por nada del mundo.

—Bien, disculpas aceptadas. Entonces, ¿no viste que fue lo que paso?

—No, estaba durmiendo cuando te escuche gritar así que vine.

—Bueno, parece que algo cayó del cielo y choco contra el castillo, estrellándose en la sala del trono. Iré a ver qué fue lo que paso.

Avanzó de nuevo hasta la entrada cuando sintió las pequeñas garras del dragón en sus patas traseras.

—Twilight, espera. —pidió Spike. —No sabes que hay allá.

—Lo averiguare, de alguna u otra manera.

—Bien, pero al menos, ve despacio ¿quieres?

De nueva cuenta se adentró en la habitación y esta vez, ya sin las preocupaciones sobre su reptileano asistente pudo darse cuenta de la magnitud de la destrucción en la sala del trono.

"Oh, mi pobre castillo"

Muchos de los estantes estaban destruidos, con los incontables libros y manuscritos desperdigados por el suelo; algunos simplemente revueltos, otros por completo arruinados y sin tener la posibilidad de arreglarlos. Los vitrales que rodeaban el salón completamente destrozados por la onda del impacto, el suelo resquebrajado, las sillas y la mesa hechas de cristal, ahora todo vuelto añicos.

—Va tomar mucha magia y tiempo poder regresar todo a como era antes.

Un acceso de tos invadió su garganta al notar que aun parte del polvo no se había disipado por completo. El ardor en sus ojos haciéndola lagrimear le volvió a nublar la vista. Detuvo sus pasos cuando un objeto azul de gran tamaño se situó frente a ella. Aun sus ojos escocían por lo que todavía no podía verlo bien. Talló sus ojos con los cascos, intentando deshacerse del exceso de polvo que le impedía observar y fue ahí cuando pudo observarlo con claridad.

—¿Qué es eso? —preguntó Spike detrás de ella.

—No tengo idea.

Un cubículo de al menos dos metros de altura y uno de ancho, de color azul oscuro y con lo que parecían ser pequeños tragaluces en la parte superior; un foco de color blanco coronaba la extraña estructura y una frase resaltaba más allá que cualquier otra cosa:

—"Police Public Call Box" —leyó. —¿Una caseta de policía?

Jamás en su vida había visto una real; recordaba imágenes en los libros sobre los años 60´s y 70´s donde estas abundaban en cada esquina de las grandes urbes, pero nunca de los nunca logró ver una en persona, menos aún poder tocarla.

Y lo más extraño es que parecía haberse materializado de la nada. No había un hueco de entrada en el techo, no veía rastros del cristal de los vitrales, lo cual indicaba que ni uno solo fue destruido por la entrada de… lo que fuera aquella cosa. Y viendo derredor, se lamentó por todo aquello que pudo observar. La sala del trono prácticamente fue arrasada por esa cosa antes se encontraba la mesa de cristal que compartía con sus demás amigas, se encontraba el artificie de tal destrucción.

—¿Qué eres? —preguntó al aire.

Se acercó un poco más y tocó con su casco la superficie de madera. No había nada extraño, parecía simple madera de roble o de pino, pero nada extraño. ¿Cómo fue que se apareció allí y se estrelló contra el suelo causando tal destrucción? No parecía posible que esa caja aguantara tal impacto.

—¿Hola? —dijo una voz desde dentro.

Twilight saltó hacia atrás en acto reflejo, con el cuerno brillando en un haz de luz morada lista para atacar o defenderse de lo que pudiera salir.

—¿Hay alguien ahí?

Una vez más se volvió a escuchar y sin embargo nada salía. ¿Acaso alguien se encontraba atrapado? ¿necesitaría ayuda? ¿y si era un trampa para que ella se acercara?

Se acercó a paso lento, dispuesta a ayudar si era necesario o a defenderse si tuviera que hacerlo. Estiró su casco y justo cuando estaba a centímetros de la puerta esta se abrió con un chirrido de madera vieja y falta de aceite. Las puertas de la caja azul se abrieron tan rápido que ella solo pudo retroceder unos pasos ante la sorpresa, solo para poder ver como un pony de tierra de pelaje café y crin del mismo color salía dando tumbos de la caja.

—¡Hola! —dijo el extraño pony. —Oh, aquí estoy, con cuatro patas; esto es nuevo.

Twilight lo miro de hito a hito sin saber que esperar. ¿Quién o qué era aquel pony terrestre? Parecía que ni siquiera se hubiera dado cuenta del destrozo que causara en el castillo y, mientras esté continuaba su monologo, ella no pudo evitar notar como las piernas de él se tambaleaban, como si le faltara fuerza y estuviera a punto de caer.

—Bueno, pudo haber sido peor, supongo —continuó. —¡Oh, una cola! Eso sí es nuevo, parece que tengo una forma equina ahora, si, definitivamente algo equino al parecer. Jejeje, eso me haría un señor caballo del tiempo o un caballo señor del tiempo o incluso un señor caballero del tiempo, aun no estoy seguro.

Ambos, Twilight y Spike habían pasado de una posición de cuidado a una totalmente extrañez. ¿De qué rayos hablaba ese pony? ¿y por qué parecía que todo lo que veía en sí mismo era nuevo?

—¡Oh! Mira eso, ¡un reloj de arena! Oh, yo nunca había tenido un tatuaje antes, amo este tatuaje.

—Aa…Uhm —intentó hablar Twilight.

—Oh, sí. ¿Dónde están mis modales? —contestó el, dándose cuenta por fin de que no se encontraba solo. —Espera, ¿puedes hablar? No estoy muy seguro de las reglas en este lugar. Ayer comí unos pescados que pudieron estar en mal estado y no si esto solo es un sueño.

—Ahmm… aa.

—Hmm, parece que no puedes. ¿Sabes? Probablemente si fueron los pescados, juro que no volveré a comer pescados de un rio, lo cual es una pena porque son realmente deliciosos cuando están en su punto.

—Y…Yo..yo

—¿Yo yo?¿Es lo único que pueden decir aquí? Es un lenguaje muy raro si me lo preguntas. Bien, veamos de nuevo.

Sin avisar, él se acercó a ella a pocos centímetros de distancia, invadiendo su espacio personal y sorprendiéndola en demasía.

—Ahora que lo veo, no pareces del todo un caballo. Tu cráneo es demasiado largo en comparación con tu corta boca. Eso es algo raro si me lo preguntas a mí. Sin mencionar que tu cabello es notablemente humano para un caballo.

—Yo… ¡yo no soy un caballo!

¿Qué rayos estaba pasando en este loco día? Primero una cosa azul en forma de caseta aparece en el salón del castillo y hace un boquete del tamaño de un árbol en el suelo y después un pony que parece tener cierta inestabilidad mental sale de allí y ¡la confunde con un caballo!

—Oh, esto es fascinante. Parece que es capaz de hablar.

—¿Es capaz de hablar? —dijo molesta. —No importa eso, ¿tu eres quien se estrelló en mi casa y ahora me esta molestando?

—¿Cómo esperas que te llame?

—¿Eh?

—Si no eres un "eso" entonces eres un "quien". ¿Cómo esperas que te llame? —preguntó el como si fuera la cosa más importante del mundo. —Juzgando por el tono de tu voz que es claramente femenino, ¿Cómo quieres ser llamada? ¡Oh, Oh! ¿Qué te parece si te llamo Georgia?

—No, no, no, no, ¡No!

Esto era el colmo. ¡Ahora le estaba diciendo que era una cosa! Era un Pony! Por los redondos flancos de Celestia, un Pony, que actualmente era una alicornio pero eso no importaba, a fin de cuentas era un pony. Y lo peor, ¿Georgia? ¿Qué clase de nombre era ese? ¿Siquiera existía o solo era burla hacia ella?

—Mi nombre es Twilight Sparkle y solo quiero saber co…

—¿Twilight Sparkle? —repitió para después susurrar. —Pienso que Georgia quedaba mejor.

—Yo solo quiero saber que paso aquí y tengo un nombre perfectamente bueno, por si lo preguntas.

—Y claro que lo es, pero es un nombre un poquito diferente de los que estoy acostumbrado y por tal, me costara un poco de trabajo aprenderlo.

—Aghh —gimió ella, exasperada.

—Sí, "aggh".

—Tú chocaste tu caja en mi casa

—Oh, eso, si, bueno… Pero déjame presentarme: Yo soy el Doctor, es un gusto conocerte Mignight Twinkle.

—Es Twilight Sparkle.

—¿Eh?

—Es Twilight Sparkle —volvió a decir. —Mire Doctor, destruyó mi casa, mi sala, mis libros y ya me hizo perder una hora con su caja y sus desvaríos. ¿Me dirá que es lo que está sucediendo?

—¿Sucediendo? ¿Qué es lo que quieres decir?

De nuevo y sin otro aviso se acercó rápidamente a ella tomándola por sorpresa. Acercó su boca a su oído logrando ponerla nerviosa y como si fuera confidente susurró:

—¿Hay un reptil detrás de ti? —dijo, avanzando hacia el pequeño dragón y dejándola con la boca abierta y un ligero sonrojo en las mejillas. —No te alarmes, parece que solo es un bebe. Tiene un parecido increíble a los dragones, ¿no es así? Esto es realmente curioso.

Con cuidado y sin reparo examinó de cerca al dragón morado. El Doctor volteó la mirada y le sonrió con absoluta fascinación.

—No te alarmes cariño, pero creo que de verdad ¡es un dragón!

—¿Qué creías que era, una salamandra? —contestó Spike.

—Oh cielos, esto si es fascinante. ¡Él está hablando también! ¿Estás viendo esto, Moonlight Sparkle?

—¡Por última vez! —gritó ella, haciendo un vano intento de disminuir su sonrojo por la forma en la que el extraño pony se refirió a ella. —¡Es Twilight Sparkle! Y él es Spike, el siempre habla; todo el tiempo. Ahora, dime la verdad. ¿Quién eres tú?

—Ya te lo dije, yo… —paró al comenzar a tambalearse. —Disculpa, lo siento… al parecer no estoy listo… pero como te dije Morning Gloria, Yo soy… el Doctor.

Y su cuerpo se desplomó sobre el suelo ante la mirada sorprendida de la princesa y su asistente.

~Continuara~

¿Y bien? Para ser la introducción, ¿que les pareció? Como dije en un comienzo, les recomiendo escuchen la radionovela, no se arrepentiran.

Espero poder leer sus opiniones. Nos leeremos pronto, ¿vale? Cuidence mucho.

Atte. Aspros