Hola :D, pues aquí les vengo de nuevo con un drabble, espero y les guste; así que, ¡a leer! (?.

Disclaimer:

1. InuYasha y compañía no me pertenecen a mí sino a Rumiko Takahashi.

2. Historia hecha sin fines de lucro.


"El deber a seguir".

Por Mlle. Janusa.


"Porqué ella también tuvo una historia, tal vez no digna de inmortalizar… pero la tuvo".


Drabble.

Ella era la hermana pequeña de Kikyō, la gran sacerdotisa que murió por un amor prohibido.

Era su sucesora y aquella que debía proteger la aldea, no era una opción sino su deber.

Sus padres murieron a una edad muy temprana teniendo así, Kikyō que encargarse de las dos y gracias a sus grandes poderes se ganó el respeto y cariño de todos, mas sin embargo, su hermana también murió y se quedó sola. Como no podía vivir simplemente de la caridad de las personas le fue necesario buscar una especie de trabajo y tuvo suerte; consiguió que unos monjes la acogieran y educaran en su templo a cambio de ayudar con los quehaceres.

Cuando cumplió los diecisiete, se encontraba ya lista para cumplir con su papel de sacerdotisa. Volvió a la aldea y a la cabaña en la que antes vivían ella y su familia, ahora sólo le traían vagos recuerdos.

Su vida nunca fue nada excepcional o interesante, sólo cumplía con su deber de mantener segura la aldea y ayudar a las personas; le hacía feliz. Nunca aspiró o deseo nada más que eso… hasta que lo conoció.

Fue una tarde de verano, probablemente ella rondaba los veinte. Necesitaba un par de hierbas medicinales y el lugar más cercano para conseguirlas era un campo de cultivo, cuando llegó allí el primero en salir fue un muchacho; Kaoru, un joven campesino de piel tostada a causa de las largas jornadas de trabajo bajo el sol. Hubo algo; una especie de atracción entre ellos.

A partir de ese día ella iba constantemente al campo por más plantas o él iba a la aldea a entregárselas. Era incorrecto, lo sabía pero aun así los encuentros clandestinos continuaron.

Siempre a escondidas de los demás… pero esta era la vida real y ambos sabían que eso no podría ser para siempre.

"Necesito a una mujer no a una santa".

Le dijo Kaoru, la noche en que todo terminó e intuyó que esas palabras le habían dolido más a él. Lo amaba, sí, pero su deber estaba antes que su propia felicidad.

Un par de años más tarde su amor se casó con una muchacha muy linda y amable, hacían una estupenda pareja, cosa que no ayudaba absolutamente en nada.

Sí tan sólo ella se hubiera olvidado de todo y todos, para largarse a otra aldea y formar una vida juntos, como él se lo propuso en más de una ocasión. Él hubiera no existe todos lo sabemos bien.

— Así que, cuéntenos anciana Kaede — pidió la joven del futuro, nuevamente —, ¿se ha enamorado alguna vez?

— Pero que tonterías dices niña, las mikos no podemos amar — dijo, de esta manera dando por concluido el tema y los demás lo dejaron pasar, para continuar con su conversación.

Porqué ella también tuvo una historia, tal vez no digna de inmortalizar… pero la tuvo.

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Seh, no sé se me ocurrió de repente y es que, ¿qué sabemos de Kaede? casi nada, salvo lo que se muestra en el OVA o los flash backs; así que quise darle un poquito a ella.

¡Gracias por leer!

Au revoir :)