Hi!! aquí otra vez! espero que les guste este one-shot!

quizás lo continúe... aunque eso depende de las lectoras que lo lean y de lo que ellas quieran... tengo varias ideas, pero para este one-shot me parecieron muchas e innecesarias.

Espero que les guste!! y cualquier duda me preguntan!!

kisses

enjoy the story


Howl

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Desolada y triste, por sobre todo triste, los miraba pelear. No quería aceptar lo que sus ojos veían, trataba de mentirse a sí misma pero sabía que no tenía sentido alguno… y que era injusto. Injusto para Naruto, injusto para su sensei, injusto para él.

E injusto para todos aquellos que una vez conocieron.

Pero… le lastimaba, le asesinaba, pensar que nada pudo hacer para evitar el final. Estaba harta de su asquerosa debilidad y se odiaba. Se odiaba de una manera inimaginable.

"Basta!! Por favor!! Basta!!" gritó en su interior pero ningún sonido escapó de sus labios resecos. Su cuerpo estaba paralizado, el dolor abrumaba su alma, y sus ojos no perdían detalle alguno de la contienda a muerte que se libraba ante ella.

Las palabras pronunciadas por su hermano se amontonaban en su cabeza con cada mortífero golpe.

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"Sasuke.. recuerdas lo que me dijiste en el Valle del Fin? Un ninja de primera clase puede leer el corazón de su oponente con sólo intercambiar golpes una vez.

Ahora puedo entender, eso significa que somos ninjas de primera clase, no??"

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Sus ojos verdes se abrieron asustados.

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"Sasuke, ¿Leíste lo que estaba en mi corazón? ¿Lo hiciste? Y lo viste, no?"

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Una lágrima solitaria, rebelde y brillante, se escapó de sus ojos y murió en su boca. "No!!! Por favor, no!!" imploró pero no la escuchaban. A decir verdad nunca lo hicieron.

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"En el momento en el que tú y yo peleemos… Los dos moriremos."

En su mente se dibujó el rostro sorprendido del oscuro Uchiha cuando Naruto pronunció esa frase cargada de sentimientos, de honestidad… ese "porque somos amigos" y se sintió el ser más despreciable de todos.

¿Acaso había hecho algo alguna vez por ellos? "No..". le costaba admitirlo, pero así era.

"No, no, no, no!!!" pronunciaba como loca, ida. Ellos no podían morir, ellos tenían que vivir, tenían que ser felices, ellos tenían que existir. Debían conocer el amor, la calidez de ser abrazados, las sonrisas, sentirse queridos. Tenían que vivir, descubrir las maravillas de la vida, del mundo, que ella alguna vez pudo apreciar.

Con el alma cansada, un susurro lleno de esperanza se escapó de la jaula de sus labios.

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"Howl!"

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Se sintió más liviana. Ya no sentía el dolor sofocándola, el vacío en su pecho, la opresión en su corazón. Por primera vez en mucho tiempo pudo respirar tranquila y dejó que sus sentidos se embriagaran del perfume de las flores, de la paz del lugar.

"Ellos tienen que sentir esto" se dijo a sí misma. Sin embargo, en tanta paz había algo de lo que debía cuidarse. Después de todo se trataba de un lugar encantado y no tenía que dejarse llevar por su hermosura, de lo contrario se perdería a sí misma. Ni tampoco debía dejarse llevar por la codicia o perdería su corazón.

Una brisa envolvió su cuerpo y sonrió. Sólo él podía presentarse así. Hacía mucho tiempo que no lo veía, pero el perfume que inundaba sus sentidos era inconfundible. Sólo podía pertenecerle a él.

"Howl" pronunció con los ojos cerrados. "Hola" le respondió él y Sakura no pudo evitar sentirse feliz; su voz seguí siendo la misma que de pequeña la había acompañado en las largas y oscuras noches de tormenta. Ese ser que tiempo atrás la había salvado seguía siendo el mismo, no había cambiado. El paso de los años no había hecho mella en su perfecto rostro, en su agradable figura.

Lentamente fue abriendo sus ojos, y el verde de su mirar chocó contra un azul my especial, parecido al mar.

"Tanto tiempo.." susurró, "jamás creí que iba a volver a verte". Howl la miró sin expresión alguna en el rostro. Era verdad lo que la bella mujer le decía. La última vez que se vieron los ojos jade sólo reflejaban inocencia y la ternura típica y cálida de una niña de cuatro años. Detalladamente observó su figura. No había rastro alguno del infantil cuerpo y la criatura parada frente a él era hechizante, no sólo por los cambios favorables que el paso de los años había hecho en ella sino por los enigmas y las emociones que los ojos verdes ocultaban bajo una aparente seguridad. Sonrió orgulloso, el pequeño botón había florecido y estaba hermoso.

Se conocían, entre ellos las mentiras no existían y un lazo especial los unía pero aún así dudaban. Sus miradas reflejaban amor pero a la vez algo de temor. Sus ojos buscaban intensamente las similitudes y diferencias; se reconocían y se veían, a la vez, por primera vez.

Sakura lo recordaba igual de mágico pero no tan enigmático. Algo en su interior le decía que confiar plenamente en él no era lo más inteligente que podía hacer. Había algo distinto en él, su cuerpo parecía más…¿pesado? Divertido notó como la incertidumbre se apoderaba de la pelirosada, todo él podía sentir los cambios de ánimo de la joven mujer. "Sakura" la llamó y ella sintió como se le erizaba la piel. Escucharlo hablar era algo completamente diferente a escuchar su nombre de sus labios.

"Necesito pedirte un favor" dijo con urgencia en la voz, el tiempo transcurría de forma distinta al normal y sentía que se estaba olvidando del verdadero motivo de su llamado. Atento la animó a continuar. "Howl… quiero cambiar el pasado".

Su petición no lo sorprendió, él sabía que algo como eso ocurriría tarde o temprano pero, ¿acaso era ella consciente de la magnitud de su pedido? ¿de lo peligroso que era?

Como buen hechicero sabía muy bien que había cosas con las que no se podía jugar y el tiempo era una de ellas. La observó largamente, su determinación era palpable.

"Muy bien, sólo con una condición"

Sakura notó como la esperanza abrigaba a su corazón, no le importaba las condiciones, sólo quería que ellos vivieran, que descubrieran el milagro de la vida y que lucharan por ella… no contra ella.

Lentamente fue acercándose a la mujer, con cuidado acarició su rostro y luego la abrasó. Una luz blanca y enceguecedora brotó de sus cuerpos y, en ese instante de conexión, Sakura notó qué era lo que había cambiado. Pero no se asustó.

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Abrió los ojos y la luz del astro rey la recibió. Estiró su cuerpo sobre la mullida cama y deseó poder dormir un poco más…"¡¡¿un poco más?!!" pensó hasta que lo recordó.

-Howl…-

Observó su habitación como si fuera la primera vez y un poco desorientada se dirigió a su armario. Dentro de él sólo había ropa de civil, ni una sola arma, ni un mísero pergamino. Una voz que provenía del comedor la despertó de su ensimismamiento.

-Sakura!! Hija!! El desayuno está listo!!

Sus ojos se abrieron asustados y se cristalizaron. "Mamá?" No podía ser ella, no, ella había muerto tiempo atrás.

-Sakura!!- volvió a escuchar su voz llamándola, rápidamente borró con sus manos todo rastro de tristeza.

-Ya voy!!- respondió lo mejor que pudo.

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Su madre lucía tan bella y alegre como ella la recordaba y su corazón se sentía contento con tanta ternura, la había extrañado muchísimo. Escuchaba con atención cada una de las palabras pronunciadas por ella.

-Hija, no pensás ir hoy con la señora Kaede a trabajar?- ese dato la tomó desprevenida, "Kaede?" pensó algo contrariada. La señora Haruno sonrió con ternura al ver la confusión de su hija- Saku, la librería!!

-Oh!! Cierto!!! Jeje, debo de estar un poco dormida aún- dijo nerviosa- bue, será mejor que me vaya yendo!! – y rápidamente se despidió de la mujer.

El camino hacia la librería le resultó extraño, sentía las miradas de los hombres al pasar –tanto de civiles como de ninjas- y no estaba acostumbrada a vestir vestidos ni a sentirse "ignorada" por quienes antes habían sido colegas suyos. La miraban pero no la reconocían ni la saludaban. "Esto es raro" se dijo a sí misma. Su cuerpo se dirigió inconscientemente al campo de entrenamiento del antiguo equipo 7 y lo que vio la sorprendió. Kakashi leía tranquilo su tomo del Icha-icha, mientras una joven de cabellos oscuros, piel blanca y ojos violetas reía efusivamente a la vez que se abrasaba a un alegre pelinegro. Naruto a su lado mascullaba algunos insultos pero sin perder la sonrisa.

-Nadeshiko y Sasuke dejen a Naruto tranquilo- ordenó algo aburrido el sensei y al girar su rostro su ojo se enfocó en la quieta mujer.

-Oh!! Sakura-san! Que linda que se encuentra hoy- exclamó el hombre de cabellos plateados. Sakura sintió que algo en su interior se rompía al comprender la condición que Howl le había impuesto a cambio de su deseo. Tres pares de ojos la observaron con curiosidad y sólo pudo esbozar una frágil sonrisa. Sólo eso podía hacer.

-Kakashi-san gracias, lamento molestarlo… ya me estoy yendo.- dijo triste en un susurro.

-Nunca molestas pequeña, que te trae por aquí?- y la ojijade sonrió al escuchar esa palabra que tantas veces él le había dedicado en otro mundo…?

-Kakashi sensei!!!- escuchó la voz de quien había sido su hermano gritando- no nos va a presentar??!!- las cascaditas que salían de sus ojos celestes le causó ternura y ella no pudo evitar sonreír.- Soy Naruto Uzumaki!! El próximo Hokage de la aldea!!.

Sakura saboreó internamente esa frase con ansias, había cosas que no habían cambiado. Naruto fue el encargado de hacer las presentaciones restantes..- Este teme de acá es Sasuke Uchiha y ella la pesada de Nadeshiko Renge!!- y recibió de los susodichos unas miradas mortíferas.

-No le hagas caso- dijo la mujer- este Baka es un idiota, gusto en conocerte…?-

-Sakura, Sakura Haruno- le respondió al darse cuenta de que ella no se había presentado.

- Y de dónde se conocen?- le preguntó la pelinegra a su sensei. Kakashi le respondió sonriendo- De la librería, por supuesto!

-Sakura-chaann!!! Vienes con nosotros a comer ramen??!!- le preguntó el rubio con cara de cordero.

-Dobe no la molestes- dijo Sasuke un tanto incómodo. Sakura se deleitó con su voz varonil a pesar de haber descubierto que su presencia le resultaba molesta al joven.

Sonrió una vez más, se sentía morir al verlos tan unidos, pero eso era lo que ella había deseado: que ellos fueran felices.

- Lo siento Naruto-kun, no quiero importunar, a parte la señora Kaede debe de estar esperándome. Fue un gusto volver a verlo Kakashi-san. Adiós- y sin más se alejó.

Cuando sintió que ellos no podían verla más lloró, dejó que su corazón descargara toda la tristeza acumulada, y sola, en el medio del bosque, golpeó con fuerza un árbol. Notó anonadada como este se rompía bajo su puño.

-No puede ser!!- gritó a la vez que reía a carcajadas- ellos, nadie me recuerda pero tengo mi fuerza!!- y una vez más lloró. Howl podía llegar a ser un poco cruel pero el trato estaba hecho y daría todo por ver al pelinegro sonreír, como lo había visto con su nuevo equipo.

Tras unos minutos logró serenarse, estaba sola, sabía que a quienes había considerado como amigos no lo eran más por el simple hecho que no la recordaban. Pero tenía, al menos, a su madre.

Se dirigió a la librería y trató de actuar lo más normal que podía. Ocultó su sorpresa al verlo a Itachi caminar abrasado de una jovial Shizune. Esta vez pudo decirse a sí misma que el hechicero había realizado un gran trabajo.

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-Che!! Teme!!- le gritó Naruto a un joven de cabellos negros y con un abanico bordado en la espalda de su vestimenta. El joven sólo lo miró- No era muy linda la chica de hace un rato??- dijo el rubio con corazones en los ojos.

La única mujer del equipo lo observó cansada, estaba empezando a pensar que el depravado de su sensei lo había contagiado al Uzumaki- Idiota!! Le voy a decir a Hinata-chan que andás mirando chicas!!!-

Kakashi sonrió al verlos discutir, lo que en su equipo no era ninguna novedad y observó con diversión como el pelinegro se había quedado perdido en sus pensamientos. Él sabía muy bien que la joven Haruno era una chica muy bella, más de una vez se había descubierto a sí mismo pensando en ella, pero algo dentro de él le impedía verla como una posible conquista. Sasuke, sin embargo, no podía quitar de su mente la hermosa sonrisa ni los vivaces ojos de un extraño pero llamativo color jade. A decir verdad ella era un poco extraña… pero extremadamente bella. "¿Dónde dijo que trabajaba?" pensó.

-En la librería de la señora Kaede- le respondió pícaramente su sensei. Sasuke algo ruborizado lo miró sin entender; Kakashi agrandó aún más su sonrisa- Sí, pensar en voz alta puede ser algo complicado…- y el sonrojo del menor de los Uchiha se intensificó, aunque no demasiado a comparación de otro pero sí mucho para un Uchiha.

El peliplateado se rió al notar como su alumno había desaparecido y luego volvió a dirigir su atención a los dos que peleaban delante de él.

-Chicos…- y ahí iban otra vez.

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La observó a través de la ventana de la librería, ella sonreía algo triste pero no dejaba de hacerlo. Y el deseó ser el dueño de esa sonrisa. Cuando, inesperadamente, los ojos verdes chocaron contra su mirada sintió que todo a su alrededor se detenía.

Podía pasar una eternidad viendo esos pozos y la intensidad de las emociones que experimentó al sólo cruzar miradas lo descolocó. Nunca antes había vivido algo igual; y tan rápido como apareció se fue.

Corriendo hacia su hogar, en los territorios de su clan, pensó en lo hermosa que ella era y decidió que a partir de mañana empezaría a investigarla. Mañana, porque esa noche sólo quería soñar… soñar con ella.

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Sakura notó la presencia del pelinegro segundos antes de que este desapareciera de su vista. Asombrada observó fijamente el lugar vacío que él había dejado al marcharse. Un leve y tenuo rayo de esperanza se albergó en su corazón, quizás él la recordaba... mas la realidad no tardó en llegar, Howl no hacía nada a medias. Suspiró sentada detrás del mostrador y dejó que su mirada se perdiese entre los libros de las estanterías, sin notar como una pequeña y débil sonrisa melancólica se dibujaba en su rostro.

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Howl podría haberse quedado con los resuerdos de todos aquellos que alguna vez la conocieron, pero al menos ella sí se acordaba de ellos. Y por el momento eso era suficiente.

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The end…¿?

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bue! llegó el fin del cap.. o del fic! ustedes deciden si tiene ganas de una conti!

kisses

thanks.