Era un tedioso, aburrido y lento verano en el numero 4 de Privet Drive… o eso pensaba Rose, por las innumerables historias que le habían contado su padre y su tío Harry, pero para ella, en numero 4 de Privet Drive, era de todo, menos aburrido, gracias a los estrambóticos, Señores Dursley.
Casi un año después de que su casa fuese destruida por los criminales y los seguidores de Donovan Thor, su familia se encontraba sin hogar, y dado el nuevo cargo de su madre, necesitaban un emplazamiento, el lugar mas seguro de todos los que cabía imaginar, y su tío no tuvo dudas de que ese lugar, era Privet Drive, Rose no se lo podía negar, era el barrio mas maniático y pulcro del mundo, sus vecinos no parecían personas, sino pequeñas maquinas bien engrasadas… aunque no tan bien engrasadas como el Señor Dursley…
Nunca le había visto hasta ese verano, pero Albus y sus primos siempre bromeaban de las dimensiones de este hombre, Rose siempre se rió y no les tomo en serio, pero el primer día que le vio, la idea que le transmitieron sus primos, quedaba muy lejos con la masa corporal real de ese Señor, sufría una calvicie atroz, pero tenia curiosamente un pobladísimo bigote que hacia si cabe mas cómico su aspecto, pero el Señor no parecía nada cómico, tenia un carácter agrio y muy mal genio, lo cierto es que nunca se molesto en disimular su desagrado por las presencia de Rose y de su familia, por lo único que cedía ese hombre era por su Señora esposa.
La Señora Petunia Dursley era una de las personas mas curiosas y raras de todas las que Rose conocería en toda su vida, era una mujer muy menuda y huesuda, a Rose no le parecía guapa, pero pensaba que su corte de pelo y su flaqueza la afeaba mucho, pero esa Señora era la hermana de la abuela de Albus y era complicado sacarles parecido a ambas, era una cosa así como en vez de buscar las cinco diferencias, buscar las cinco similitudes, y Rose ni Hugo habían encontrado por ahora ninguna, pero lo que si sabia, es que esa Señora no era nada partidaria de la magia, mas bien, todo lo contrario, pero su idea empezó a cambiar gracias a su hijo, Dudley y a su tío Harry que por lo que Rose supo, logro llegar a su corazón con cosas que había descubierto, pero Rose no supo que eran esas cosas…
A quien Rose seguía sin conocer era al hijo de ambos, ya que en su exilio, durante el cual El Innombrable estuvo en auge se fueron a vivir a Dinamarca y allí el encontró a su mujer y nunca regreso a Inglaterra, ahora vive allí con su familia y el es policía muggle.
Rose aun recordaba el día que los Dursley vieron a su padre por primera vez…
-¡TU!-rugió el Señor Dursley en la entrada a su padre-¡Conducías ese coche del demonio! ¡Destrozaste mi salón! ¡A Dudley le crecía la lengua ni quiero acordarme cuanto…!
-Un placer volver a verle-le dijo contento su padre al Señor Dursley bajo la mirada compungida de su madre por el recibimiento- yo también le he echado de menos…-le contesto su padre ante la cara roja e hinchada del hombre.
Rose se rió al recordarlo, mientras miraba al cielo, Sius su lechuza había salido con dos cartas, de una esperaba la contestación pronto, pero la otra llevaba mucho tiempo esperando una respuesta sin conseguirlo, ya empezaba a perder las esperanzas y la paciencia, pero no podía mentirse, si la contestación de esa carta llegaba, se convertiría de pronto en el verano mas feliz de su vida.
-Rose-le grito la Señora Dursley desde la cocina-entra, tu hermano y Vernon se están tomando un tentempié-le informo a través de la ventana.
Rose se levanto como un rayo, los Señores Dursley era muy particulares, demasiado para algunas cosas, pero había que reconocer que la Señora Dursley si sabia cocinar.
-Gracias-dijo Rose mientras se sentaba y se acomodaba al lado de su hermano, Rose no lo noto, pero su padre y su madre alucinaron con el estirón de Hugo, lo cierto que Rose empezó a darse cuenta de el, cuando le superaba por una cabeza de alto, de todos los chicos ahora estaba segura que era el mas alto, siendo el de menor edad, su padre también lo era mucho, pero Hugo ya casi le ganaba a el, lo único que Hugo heredo de su padre fue su altura.
-Mi trozo es mas pequeño-gruño sin sorpresa el Señor Dursley desde el otro lado de la mesa que el solo ocupaba, en el cabecero estaba la Señora Dursley y Hugo y Rose enfrente del hombre y era cierto, su porción era considerablemente mas pequeña que la del resto.
-Vernon, tenemos invitados-le dijo por lo bajito la Señora Dursley ofreciendo una sonrisa convincente a los chicos, Hugo se afanaba en saborear de forma lenta y minuciosa su trozo ante la cara de pocos amigos del Señor Dursley.
-Llevan todo el verano aquí… no son invitados, sino ocupas…-gruño una vez mas el Señor Dursley.
Rose y Hugo se atragantaron al reírse, a pesar de sentirse acostumbrada le seguía resultando muy divertido ver a los Dursley con cara de tan pocos amigos, pero a Rose dejo de saborear el pastel cuando una bonita ave en tono rosado entró en la cocina y se poso sobre la pulcra encimera, provocando a los Señores Dursley como siempre…
-¡Chica, te he dicho que no me gustan esos pajarracos en mi casa!-le grito el Señor Dursley enfadado, con hambre se volvía cada vez mas irascible.
-¡Querida…!-le apremio la Señora Dursley que miraba con desosiego a la lechuza, Rose sabia porque, tenía miedo que lo manchara todo como la pequeña Pigwidgeon, que había dejado el salón como un lodazal por un día de tormenta.
Pero Rose ignoro a ambos, su corazón latía con prisa al observar una carta atada en su pata, se acerco inmediatamente, pero su emoción se evaporo casi de inmediato al ver de quien se trataba la carta, al reconocer o mejor dicho al no reconocer la letra de aquel que esperaba.
-¿Cuál de tus rubios es?-le pregunto Hugo con una sonrisa burlona.
-¡No son míos…!-le contesto por enésima vez Rose poniéndose un poco roja.
-Tampoco no se para que pregunto, si fuera de Scorpius ya estarías dando piruetas por toda la casa…-le contesto royéndose Hugo mientras que en un despiste le robo el trozo de tarta a Dursley y este le miraba con una furia desmedida.
-¡PETUNIA…!-grito el hombre. Pero su mujer le hizo callar de un golpecito en el brazo mirando a Rose con curiosidad.
-¿Tienes novio quería?-le pregunto la Señora Dursley, otra cosa que Rose noto era que esa mujer era una entrometida y cuando mas intimo e incomodo es el asunto, mas interés le provocaba.
-No…-grito Rose aun mas roja, en ese momento no le importaría que Pigwidgeon le salvase de ese momento incomodo.
-Algo mas o menos-le contesto de inmediato Hugo a la mujer, esta se quedo mirándole fijamente ansiosa de mas información mientras Rose se unía al Señor Dursley y fulminaba con la mirada a Hugo-pero no pueden estar juntos, nuestros padres les matarían…-la Señora Dursley le miro con una inocente sonrisa desconcertada-es que veras el padre de Scorpius fue seguidor de El-que-no-debe-ser-nombrado…
-¡¿Lory Voldecorse?!-pregunto alterado el Señor Dursley, dando un pequeño salto asustado como su esposa, Hugo se atraganto otra vez por la risa y asintió-pero se había extinguido, el chico le gano…
-Si, le derrotaron y murió-le contesto Hugo-pero no se extinguió, no era un dinosaurio, aunque seria de lo poco que no era…-le contesto Hugo de forma pensativa.
-Pues creo que tu padre tiene razón, bonita…-dijo la Señora Dursley con una mirada asustada y una poca temblorosa-esa gente no es de fiar, hay muchos chicos buenos por ahí… y en tu mundo también, supongo…-añadió encogiéndose de hombros…
-Ya…-dijo sin mas Rose mientras su lechuza se posaba en su cabeza-voy a llevar a Sius a mi habitación…-les dijo sin mas y desapareció antes de que Hugo pudiera detenerla de algún modo…
Subió los escalones de dos en dos de la casa hasta llegar a su pequeña habitación, era la que ocupaba su tío Harry en la infancia y Rose se quedo con ella, Sius abandono su atareada cabeza y fue a posarse a su jaula cerca de la ventana a descansar, y Rose se desplomo en la cama con un pequeño vació en el estomago…
A pesar de que la Señora Dursley podía considerase una ignorante en el mundo de la magia había tocado una pequeña fibra sensible en Rose "tu padre tiene razón, bonita, esa gente no es de fiar…" estaba harta de esa tesitura, su padre por una lado, la historia negra de los Malfoy por otro lado y Scorpius en medio de todo, ella misma se sentía anonadada, ¿Es que nadie entendía que Scorpius era alguien especial para ella? ¿Que solo eran amigos?
Algunas veces se preguntaba de qué manera podía hacer entender a todos que Scorpius y ella solo serian amigos y que nunca serian nada más, y como si fuese una burda casualidad la respuesta había llegado volando.
Abrió la carta que su lechuza había traído como tantas otras veces en todo el verano.
Querida Rose:
Yo y mi familia seguimos en Bruselas, mi hermano Anthony esta muy emocionado, porque esta especialmente interesando en la política (soy el único mago en mi familia, un bicho raro) y como seguro sabrás (eres la chica mas lista e inteligente que conozco y seguro del mundo) esta cuidad es el centro político del continente.
La verdad este viaje me esta resultando muy pesado, suerte que tu lechuza es muy lista y espera que acabe de escribir, sino no sabría como hacerte saber lo mucho que me cuesta seguir separado de alguien tan increíble como lo eres tu…
Se que en todas las cartas que te he mandado y en todas tus respuestas sigues evadiendo mi pregunta, pero quisiera… no necesito que la contestes, aunque sea para mal, lo cierto es que aun no me hayas rechazado me anima mas pensando que tenemos una oportunidad, te juro que si me la das, se que no te arrepentirás.
Espero con ansias tu respuesta.
Atte:
Kurt Soller Lance
Rose aun seguía mirando la carta de Kurt, lo cierto es que había estado todo el verano en contacto con el, al principio como Lance vivía cerca del Caldero Chorreante, le hacia llegar sus cartas a través de Alice Longbottom, pero con su viaje, Rose decidió emplear a Sius, le resultaba agradable y tranquilizador hablar con alguien que parecía contento y despreocupado, sin estar en tensión constante por el por venir.
Rose inmediatamente recordó a Albus y a Eleine… le entristecía, sabia que había pasado algo pero no sabia el que, lo único que supo es que el resultado de aquello propicio que Eleine viajara de nuevo a Hogwarts, porque no quiso quedarse ni un minuto mas con Albus, eso es lo que le escucho a Lily, nadie sabia lo que les había pasado, pero Rose se preocupo mucho, tanto Albus como Eleine era la pareja mas estable de todos las que cabía imaginar, eran perfectos el uno para el otro, pero eso era antes del cambio de Eleine.
Con la muerte de Matt, el carácter de Eleine cambio y era algo lógico, pero por lo que James y Lily vieron, cambio de una forma completamente inesperada, algo que podía asustar a cualquiera, cosas como si Eleine se concentraba lo suficiente era capaz de mover objetos sin necesidad de su varita y era capaz de controlar el fuego en la palma de la mano, se volvió alguien reservada y un tanto distante, Rose se moría de ganas de ver a su amiga, pero temía encontrarse con algo que no reconocería, además… la Señora Prince, no se conocía su paradero, nadie la había visto ni sabían de ella, nadie sabia siquiera si permanecía con vida o había muerto.
En el mundo de la magia se había desatado el caos, los duendes se revolucionaron ante el débil Ministerio del que su madre se hacia cargo, había ataques casi a diario en barrios de muggles, a pesar de que esa guerra no tenia como estandartes el valor de la sangre, si abría viejas heridas y muchos simpatizaban con los antiguos ideales de los mortifagos, además una de las cosas que había echo mucho daño en el Ministerio es que por moción popular pidieron la dimisión de su tío Harry Potter, con la fuga y destrucción de Azkaban, con el golpe de estado perpetuado en el ministerio y tener al traidor entre sus filas, su nombre e historia cayeron en desgracia, nadie miraba ahora a Harry Potter como su salvador como lo fue durante años, sus padres tuvieron que aceptar presionados la dimisión de su tío Harry, ahora ya no formaba parte del Gobierno ni del Ministerio, provocando el forzado ascenso de su padre, que ahora se había convertido en el jefe titular del escaso y desbordado escuadrón de aurores.
El que un día fue el "niño que sobrevivió" se convirtió en la gran cabeza de turco de lo que había pasado, incluso algunos pidieron su arresto por incompetencia, pero ni el gobierno ni siquiera el Wizegamot, encabezado por su madrina Minerva McGonagall acepto semejante proposición, pero Rose sabia que en el fondo, lo único que quería su tío Harry era volver a los brazos de su mujer y sabia que desatada la guerra iba volver a luchar y levantaría una vez mas su nombre.
Sin su tío Harry ahora todos miraban al matrimonio de sus padres como la nueva esperanza contra todo eso que se avecinaba, algo que los tenia sobrepasado de fuerzas, su madre era la titular del gobierno mas escaso y débil desde los tiempos del Innombrable, sin la presencia de la Señora Prince ni Hogwarts parecía un lugar seguro, todos la criticaron y atacaron su desaparición como cobardía, dijeron que abandono a su suerte a aquellos que lucharon a su lado y Rose no podía negar que ella también lo había visto así, si Matt siguiera vivo no dejaría que se fuese, pero sin el, la Señora Prince ya no tenia nada de lo que preocuparse, ya que Eleine nunca la ato de ninguno forma, Eleine le había contado a Rose que nunca en su infancia había estado presente, casi nunca la recordaba en su infancia.
De repente Rose se incorporó de su cama al escuchar un poco de jaleo en la parte de debajo de la casa y sin esperar ni un minuto mas salio de la puerta y bajo los escalones de tres en tres hasta que se encontró con los que habían producido ese pequeño alboroto, eran su padre y su madre.
-¿Que tal todo?-pregunto emocionada, después de un año casi sin saber de ellos, verles bien, le animaba mas que cualquier carta, aunque si al fin llegaba la de Scorpius estaba segura que su estado anímico estaría empatado en eses momentos.
-Hola Princesita…-le dijo su padre contento cuando corrió a saludarle- mas o menos, ha habido mas ataques a muggles, los hombres lobo están movilizándose…-los Dursley miraban a sus padres con caras asustadas-pero hoy nada es tan importante como lo que llegara…
-¿Que llegara?-pregunto asustado y amenazado el Señor Dursley.
-Las notas de Hogwarts, la profesora McGonagall nos informo de que hoy salen los resultados…-les informo con cuidado su madre a todos.
El corazón de Rose dio un pequeño respingo, no se había parado a pensar en sus notas, y estaba preocupada, de esa nota dependía si su futuro como Sanadora iba a ser un futuro o se iba quedar en un ridículo sueño.
-¿Estas nerviosa?-le pregunto burlonamente su padre-tu madre pensaba que iba a suspender y saco matricula en todo…-se rió su padre.
-En todo no, Ronald-le contesto su madre un poco indignada-en Defensa…
-Es verdad… un examen de un nueve era tu boggart-se burlo su padre.
-¡Eso es…!-pero su madre no acabo de pronunciar la frase porque de repente los Dursley gritaron al unísono, porque una lechuza clara surco la estancia dejando una carta sobre la mesa y desapareció tan rápido como llego.
Rose se quedo paralizada un momento mirando esa carta, ahora volvía a su cabeza todas las preguntas que dudo en contestar y se preguntaba si lo que había puesto en el examen estaba bien o mal, todos la miraban expectante, incluso los Dursley miraban el sobre como si fuese a explotar de un momento a otro.
-Rosie, ¿a que esperas?-le pregunto emocionada su madre.
-Es que…-dijo Rose dudando, no quería decepcionar a sus padres, si abría esa carta y se encontraba malas notas su padre se llevaría una decepción tremenda y defraudaría a su madre, ya que consideraba los resultados muy importantes en la vida.
-Rosie…-dijo su madre con condescendencia-no te preocupes, el año pasado fue un duro año, no importa las notas que tengas…-añadió para darle ánimos y Rose asintió.
Tomo aire y empezó a abrir el sobre con cuidado, le temblaba las manos y no ayudaba que todos, incluidos los Dursley hicieran un coro para verla atentamente, saco el pergamino y observo al fin
CUALIFICACIONES DEL TITULO INDISPENSABLE DE MAGIA ORDINARIA
Extraordinario (E)
Supera las expectativas (S)
Aceptable (A)
Insatisfactorio (I)
Desastroso (D)
Troll (T)
RESULTADOS DEL TITULO INDISPENSABLE DE MAGIA ORDINARIA
Rose Hermione Weasley:
Astronomía: E
Aritmancia: E
Cuidados de Criaturas Mágicas: E
Defensa contra las Artes Oscuras: S
Encantamientos: E
Herbología: E
Historia de la Magia: E
Pociones: E
Runas Antiguas: E
Transformaciones: E
-¡HE CONSIGUIDO EL EXTRAORDINARIO EN POCIONES!-chillo Rose emocionada mientras abrazaba a su madre emocionada-¡PUEDO SER MEDIMAGA!
-Rosie cariño, enhorabuena-le dijo su madre mientras le daba un fuerte abrazo.
-¡Sabia que eras tan lista como tu madre!-dijo su padre contento-¡Hermione, mira! ¡Ha calcado tus notas!
-Lo peor que nos podía pasar… no pienso ir a San Mungo jamás…-dijo de forma sarcástica Hugo, pero Rose le dio igual y le abrazo lo mismo.
-Supongo que son buenas noticias…-añadió la Señora Dursley dudosa ante semejante estruendo a pesar que no entendía nada-así que habrá que celebrarlo con una buena cena…
-¡Por supuesto!-dijo inmediatamente su padre mientras acompañaba a la Señora Dursley a la cocina para ayudarla con la cena, seguidos de Hugo y de su madre, que dejaba escapar lágrimas nerviosas.
-¡Eh! ¡Romina!-le llamo el Señor Dursley que la miraba desconcertada.
-Es Rose…-le corrigió con una sonrisa, siempre se equivocaba, en todo el verano no dijo bien su nombre ni una vez.
-Si lo que sea…-dijo sin darle ni la mas mínima importancia el Señor Dursley-¿que es un "meditarmargo"?-le pregunto con curiosidad y como si fuera algo peligroso.
-Lo seré yo-le contesto feliz Rose, feliz realmente, sus sueños se hacían realidad… en el numero 4 de Privet Drive.
¡He vuelto!
Ya tengo este año preparado, se que el capitulo ha sido lento, pero era necesario que había dejado muchos cabos sueltos y me hizo especial ilusión volver a los Dursley, siempre quise integrarlos, pero no pude hasta aquí…
Espero que os guste como siempre, y si no os gusta, comentarlo, que quiero mejorar como escritora, ser cada vez mejor.
Un saludo y gracias por estar esperando a Albus, Rose, Scorpius, Eleine y a todos los demás…
SSS
