Sentí las puntas de sus dedos pasar suavemente por mi piel. Sus manos exploraban mi cuerpo desde mis caderas hasta mi cabello pelirrojo, que por la ocasión, estaba sueltos en lugar de dos trenzas que suelo usar normalmente. Sus cálidos labios rozaban mi cuello, bajando hasta mi clavícula plantando delicados besos a su paso. Me siento en el cielo, en el paraíso, esto es...
-señorita summers!- escuche una voz llamándome, levanté rápidamente mi cabeza de mi escritorio, viendo al dueño de la voz...mi profesor de historia, -entiendo que la historia sobre la guerra de la independencia no es el tópico más entretenido, pero apreciaría que al menos intentara mantenerse despierta en mi clase- ojo en un tono algo molesto y se escucharon algunas risas en el fondo, desvíe mi mirada hacia abajo en vergüenza mientras me sonrojaba fuertemente -lo siento profesor wiseltown- murmure apenada.
Después de 20 minutos más de leer una y otra vez el mismo párrafo, la campaña sonó, indicando que la case había terminado, me levanté de mi silla guardando mis cosas en mi bolso, para luego colocarlo en mi hombro, me estire un poco antes de empezar a caminar saliendo de mi salón, tomando rumbo por el pasillo para salir de la escuela.
-hey! Pecosa!- llamaba alguien detrás de mi, a lo cual voltee y vi a rapunzel, mi prima, sonriéndome mientras se acercaba en mi dirección -oí que caíste en coma en la clase de historia, suerte al pasar los exámenes finales- voltee mis ojos en fastidio algo jugueteando -estaba jodida en esa clase desde un principio- ella sonrió de lado arqueando sus cejas -hablando estar jodida, como va todo el asunto de ti y Hans?- refiriéndose a mi actual novio. Considerando que es una relación de 8 meses y todavía no he perdido mi virginidad, todo el mundo está pendiente de nosotros.
-no lo se punz, no creo que sea el chico indicado para mi- dije mientras levantaba mis hombros con un poco de indiferencia.
Rapunzel exhalo fuerte algo exagerada mientras negaba con su cabeza cruzada de brazos -dime que es una broma Anna! Hans Southern es el chico indicado para cualquiera!- dijo algo molesta
Tal vez ella tiene razón, pero ...que tal si lo que quiero no es un chico?
Llegue a mi cómoda casa en la playa y un olor inundo mi nariz -es posible?- entraba al lugar distinguiendo que el olor pertenecía a una tarta de manzana recién horneada -por favor dime que es lo que creo que es- dije en voz alta aunque no había nadie a la vista, unos pasos se escucharon de alguien saliendo de la cocina -si esperas que sea mi famosa tarta de manzana casera, si es lo que crees que es- se oyó de una voz conocida, fije mi vista en la mujer.
-mama!- solté mi bolso dejándolo caer en el piso mientras corría hacia a ella -de verdad estas aquí!- arroje mis manos envolviéndola en un fuerte abrazo -no sabes cuanto de extrañe- murmure soltando un suspiro de alivio y salieron unas lágrimas de felicidad de mis ojos -Anna, sólo estuve fuera 6 días, no es para tanto- soltó una pequeña risa mientras me devolvía el abrazo suavemente.
Mi madre tiene un importante trabajo como diseñadora, lo cual muchas veces la hacer estar lejos de casa por algún tiempo, y considerando que ya tengo 17 años, me ha dejado a cargo de la casa y de mi hermano menor, olaf, mientras no está.
-ese no es el punto!- exclame dramáticamente -sabes lo fastidiosos que estuvo el enano mientras no estabas!?- mi mama se separó del abrazo y secaba mis lágrimas con las puntas de sus dedos -primero que nada, no es lindo de tu parte que le digas enano, es tu hermanito- yo bufe cruzada de brazos mordiendo en interior de mi mejilla con expresión algo exasperada -vamos Anna, no seas así- se acercó a mi, dándome un beso en mi frente, lo cual inevitablemente me hizo sonreír y relajar mi pose -además, te traje algo para compensarte- dijo mientras sacaba una bolsa de papel bastante lujosa con el nombre de "Chanel" escrito sobre ella, mire al objeto, y luego a mi madre algo incrédula -es enserio!?- sonreía más ampliamente mientras tomaba la bolsa emocionaba y revisaba su interior rápidamente sin tomar mucho detalle ya que sabía perfectamente que era, me abalance a mi madre una vez más -como supiste que este era el que quería!? Muchas gracias mama!- solté muy emocionada mientras mi madre reía por la emoción que ese objeto me había causado, saque el bolso nuevo acariciando su superficie con cuidado, la volví a mirar con agradecimiento, dos buenas noticias en un mismo día? Esto no puede ser mejor!
-y ni sueñes que eso es lo único- me sonreía y arqueaba sus cejas mientras caminaba de nuevo a la cocina y volvía con una bolsa alargada y grande sosteniéndola por un gancho de colgar
-eso es...?- me lo ofreció y lo tomé levantando un poco el plástico que lo cubría y descubriendo un hermoso vestido verde con detalles en negro -sabía que necesitabas algo para la fiesta de mañana, y no podía dejar que la hija de una diseñadora fuera mal vestida, o si?- colocaba una mano en mi hombro sonriendo con ternura -gracias mama! Que haría sin ti? De verdad- dije alegre y en tono afectivo mientras me acercaba a darle otro abrazo -déjame poner estas cosas de una vez en mi cuarto, lo menos que quiero es que les pase algo, sabes lo desastrosa que puedo ser- reí suave -muy bien Anna, yo iré a hacer unas llamadas- acomodó un poco mi flequillo y le agradecí con una última sonrisa antes de irme.
Subía las escaleras, llegando a mi cuarto, colgué el vestido en mi closet y guarde el bolso, me senté en mi cama un momento y sentí mi teléfono vibrar en mi bolsillo, lo saque y me quede congelada un momento a ver su nombre en mi pantalla, desbloquee mi teléfono abriendo el mensaje para encontrarme con las palabras que nunca quieres escuchar "tenemos que hablar"
