Dolía. No quería negarlo. Quizás por la única y sencilla razón que provocaba hacerla sentir integrante de ése mundo, sólo por unos segundos más. Todo, a un paso lento, observó a su alrededor, intentando de comprender la situación.
Mientras más subía, el panorama se aclaraba. Como sus camaradas, aquellos que durante tantos años compartió las más difíciles exploraciones, como crecieron en sus habilidades y en personalidad, se iban convirtiendo en comida de titanes, uno a uno, mientras otros dejaban sus caballos correr, intentando de salvar a sus compañeros más cercanos a ellos. Sin importar en arriesgar sus vidas una vez más, sólo para cumplir el objetivo encomendado por el Comandante.
El dolor punzante en su cabeza no ayudaba a mantenerla consciente, su propia sangre empapaba su frente y parte de su rostro, el equipo de maniobras tridimensionales se encontraba en el suelo, luego de sufrir una caída intentando de esquivar el brazo de un titán, logró desprenderse, quedando en el momento desarmada, sin mencionar la gran mano que atrapó parte de su cuerpo, dejando sus brazos libres pero ¿con qué función? Sin las cuchillas, no podría causar daño alguno a ése gigante, quizás de clase entre los 10 a 13 metros, dando a entender por qué estaba tomando una gran altura a cada segundo.
Pensó en muchas cosas que aún tenía planeadas por hacer y que, en lo más profundo de su corazón, quería cumplir. En un momento, un recuerdo llegó a su mente en toda esa situación crítica.
"¿Volverás pronto? – recordó unos pequeños ojos azules, observándola, suplicando que se quedara unos segundos más. Asintió con una sonrisa dulce y retomó su camino, con la seguridad de que volvería muy pronto".
Lágrimas se acumularon en sus ojos, nublando así su vista ¿por qué? Se preguntaba, ¿por qué recordó ese último momento? No quería recordarlo de esa manera, quería ver su sonrisa una vez más.
"-¿El tío Gael volverá? – la observó desde el otro lado de la mesa, esperando una respuesta positiva. –Me pidió que te avisara que llegaría…- escuchó unos golpes en la puerta – ahora mismo – sonrío para calmarlo. Más aún cuando corrió con una sonrisa y repitiendo el nombre de su hermano, una y otra vez".
Sonreír. Eso provocó esa simple imagen en su mente, llenando así ese vacío en su pecho. Su padre decía que estar en los últimos momentos de la vida, a punto de irse del lado de sus seres amados, provocaba pensar en todos los momentos compartidos a lo largo de los años vividos. Quizás estaba en esa etapa, en la que sus emociones subían y bajaban tan rápido, saltar del dolor al amor por un par de recuerdos.
Su mirada recorrió nuevamente el lugar, buscando algo, a alguien, desde su posición no fue difícil encontrarlo a unos metros de distancia, cabalgando, dando una vista a su espalda, con las conocidas Alas de la Libertad, una libertad que esperó por tantos años y que, con el simple agarre de un titán, todo se esfumaba como las cenizas.
"-¿Estás segura de continuar con esta relación? – preguntaba una tarde su amigo de ojos grises, cortando las papas que iban a ser utilizadas en la cena de esa noche. – Sólo el tiempo me dirá si hice lo correcto – escuchó su característico chasquido ente los dientes, sonrío para él, era su forma de expresar que estaba de acuerdo, sólo por ahora".
¿En dónde estarían esos dos en medio de ése caos? ¿Ayudando a otros? ¿Intentando de escapar de las manos de un titán como ella? ¿Preguntarán en dónde estaba? Nunca lo sabría, ni ahora ni en otra oportunidad.
"-Saben chicos, me he preguntado por un tiempo – decía Leonard en medio de sus quehaceres, alzó su cabeza, siendo el más alto del grupo quería prestarle la mayor atención posible – Si llegaba a ser devorado en esa ocasión… - ¡Lo cual nunca ocurrirá! – cortó su conversación, no quería escucharlo, menos de esa forma - ¡Nunca ocurrirá! – La siguió Gael – Leonard, somos un equipo, nada nos ocurrirá, aunque pase veinte exploraciones más – él sonrió y los demás lo siguieron, una risa de Benedict bajó la tención del ambiente y siguieron con sus deberes, dejando atrás un tema que sabían que en algún momento volverían a retomar".
Volvió a observar al frente, un grupo de titanes lo rodeaban junto a otros dos superiores, ¿en qué momento llegó al suelo? Estaba tan sumergida en sus recuerdos que no se percató cómo había caído de su caballo, volteó un momento, solamente él, chocando su mirada con el de ella, primero captó su sorpresa en esos ojos azules que tanto amaba y luego un fino brillo de horror, no, de miedo, sabía que su final se estaba acercando, sentía que estaba a la altura de la boca del titán, a punto de devorarla.
Alzó su brazo derecho, su pequeño anillo de plata brilló ante la luz, como un llamado, un recordatorio de lo que eran, su movimiento desesperado de alcanzarlo provocó que ése brillo en él se intensificara, quería sentir nuevamente un cálido abrazo de su parte.
"-Recuérdalos por su personalidad y no por el momento en que dejaron de existir. No te presiones pensando que deberías haber estado ahí, sólo recuérdalos por cómo eran – la rodeó más fuerte, quería desahogarse y así lo hizo. Lloró entre sus brazos gran parte de la noche, segura junto a él, no necesitó nada más en los siguientes días, solo su compañía".
Dejó que sus lágrimas cayeran por su rostro, notó el débil movimiento por parte de él de levantarse, buscando la forma de ayudarla pero sabía, ambos lo sabían, que estaba gravemente herido y no lo culpaba, nunca lo logró y tampoco pondría esa práctica ahora. En un último intento de que la escuchara, dijo su nombre, sin importar que parte de su cuerpo se encontrará dentro de la boca del titán, podía sentir sus dientes a punto de cerrarse, aún así no se preocupó de ese detalle.
-Erwin…- dijo en un susurro, moviendo sus labios de una forma en la que él pudiera entenderla, con la esperanza de que una última frisa de viento llevara su mensaje y así fue.
Hasta aquí el prólogo del fanfic. Espero que les haya resultado interesante y comenten que les pareció. Es mi primer fanfic y espero seguirlo pronto junto a ustedes.
Gracias por leer y nos leeremos en la próxima.
