Qué tal!...sip, aquí les traigo una nueva historia pero esta vez no sólo es gracia mía! XD...la idea original es de mi nee-chan Dark-Serenety quien me ayuda con sus conocimientos sobre Grecia y sus dioses!...yo solo traspaso su idea original a esto que verán en una locura que hemos inventado sólo para su diversión!

La verdad esperamos que la disfruten y que les de un instante de diversión en sus días!

Disclaimer: Inu y Co. no nos pertenecen, si así fuera...Sessho y Kouga serían raptados y bueno...mejor no seguir dando las ideas de lo que les podría ocurrir xD

Disfruten el primer cap! ^^


El Inicio de los Tiempos...en el Inicio de los problemas...

El principio de los tiempos se forjó entre el caos y Titanes que mediante traiciones y amores fueron forjando lo que hoy por hoy conocemos como nuestro mundo. Las luchas entre ellos, incluso con sus propios hijos, no terminó hasta que Zeus, Poseidón y Hades se dedicaron a derrotar a Cronos y tomaron el mando de las cosas en aquella época. Dividieron el mundo en tres partes y cada uno tomó el mando de una de ellas: Zeus tomó posesión del cielo, Poseidón de los mares y Hades?...quedó al mando del infierno, se decía que por ello ambos dioses se odiaban a muerte.

Zeus por su parte siempre tuvo fama de ser un dios mujeriego, se casó con su propia hermana, Hera, pero muchos de los hijos que engendró fueron con otras mujeres, nadie sabe decir la cantidad de hijos exacta que tuvo, ni el número de mujeres de las cuales disfrutó. Sin embargo, eso no le quitaba mérito a su poder y orgullo, todos le respetaban y lo conocían como el Rey de los Dioses, era el encargado de guiar las cosas en el Olimpo y los Romanos lo renombraron como Saturno.

Hades por su parte, dios de los infiernos, quedó alejado de todo el resto de los dioses quienes se deleitaban de grandes placeres en el Olimpo. Al verse tan alejado de todo y de todos a pesar de que había sido parte importante de la destrucción de los titanes, comenzó a considerar que no era justo todo lo que ocurría. Decían que su gran compañero era Kerberos, un perro enorme de tres cabezas que se encargaba de cuidar lo que Hades le pidiese, sin contar a su esposa Perséfone, aunque ese es un detalle que muchos olvidan. Quizá porque cueste mucho asociar a un dios relacionado con la muerte con algún tipo de relación, aunque muchos también olvidan que sólo se trató de un rapto y que Perséfone jamás deseó por voluntad propia estar junto a él.

Sin embargo, según las propias leyendas de Japón, desde épocas feudales se cuenta la historia de que Zeus en su ánimo por poblar el planeta creó a los seres humanos para que lo adorasen y también, para divertirse con algo que no fuesen sus propios hermanos, hijos o hijas. El problema radicó cuando su hermano, Hades, se sintió celoso de lo Zeus había hecho y comenzó a pensar en algo que pudiese molestarlo, necesitaba imaginar algún tipo de ser que odiara tanto a todo lo que naciera de su hermano tanto como él lo hacía. Entonces dicen que Perséfone dijo que los imitara, pero más bellos. Desde ese minuto tomó la forma de los sujetos que su hermano había creado, pero decidió hacerlos más fuertes, más hermosos, casi divinos y con un odio natural a aquellos seres inferiores que sólo se dedicaban a vivir y a alabarlos. Él quería más.

.- los youkais nacen desde ahí entonces profesora? –inquirió una joven llamando la atención de todos quienes se habían mantenido en absoluto silencio hasta ese minuto escuchando atentos aquella parte de la historia que no conocían, aquella parte que provenía de sus propias raíces y su cultura. También llamó la atención de una joven que al escuchar ese término sintió como su corazón se aceleraba como si hubiese estado corriendo miles de kilómetros, pero como todos sus compañeros, también guardó silencio.

La profesora sonrió.

.- así es –exclamó apoyándose sobre su escritorio, mientras tras ella pasaban una serie de imágenes de la época feudal donde algunos soldados o monjes habían pintado lo que debían ser monstruos con poderes sobrehumanos- los youkais según aquellas leyendas japonesas habrían sido creados por Hades para contradecir a su hermano, los puso en el mismo mundo, en la misma tierra para que se hicieran la vida imposible, pero no les hizo olvidar que él era quien los gobernaba por sobre su odio hacia los humanos.

.- "Extraño" –pensó la chica que ya sentía su corazón más calmo- "Inu Yasha jamás me ha hablado de algo así…será porque es un hanyou?"

.- y qué pasó entre ambos sensei? –inquirió un joven que en su mente ideaba un sinfín de guerras entre ambos hermanos.

.- Nadie lo sabe…-suspiró- las leyendas son eso, se perdieron después de muchas épocas…para el momento en que las cosas decidieron escribirse para que nos e perdieran en el tiempo ya se había desvirtuado completamente.

.- Yo una vez escuché que la perla de Shikon fue creada para mantener el balance entre ambas criaturas –murmuró una chica de lentes, más bien tímida. La joven de ojos chocolate se volteó a mirarla. Que tonta, había olvidado que la perla también era conocida en esta época, pero vio a la profesora reír.

.- También es un rumor, así como que Zeus y Hades se trenzaron en una guerra eterna por los constantes desafíos que Hades generaba…pero chicos, estas son leyendas…-todos rieron, por un momento creyeron que estaban dentro del Olimpo viendo como ocurrían las cosas y se les había olvidado que se encontraban en una clase de historia, en Japón, en el año 2009, donde la tecnología reinaba el ambiente y donde la vida era tan rápida que probablemente hasta los dioses se hubieran agotado de su vida eterna y hubieran preferido morir antes de seguir con ese ritmo- la próxima semana tendremos algunas exposiciones sobre esto…a cada uno le tocará un dios..traigan buenos trabajos e historias..

.- Síi!...

En ese mismo instante la campana sonó, como siempre aquella profesora terminaba sus clases en el momento justo para alivio de todos.

La joven miko que residía en aquel lugar recibió un pequeño papel al salir de la sala que tenía el nombre de un dios, lo miró extrañada, quizá por coincidencia o porque su destino era estar rodeada de youkais le tocó el dios que según su cultura los había creado. Claramente en su época no encontraría tanta información sobre aquello como en el Sengoku, 500 años atrás de la época actual donde todo esto que le habían comentado era posible.

A pesar de ello, se sentía muy inquieta, nunca había escuchado a ninguno de sus amigos hablar de algo de esto y se preguntó a qué se debería. Es cierto que nada tenían que ver con los griegos, claros seguidores de éste tipo de dioses, pero si todo era verdad en algún punto debían encontrarse. Le pareció muy extraño, los youkais que ella conocía eran casi unas divinidades en el Sengoku, cómo es posible que ellos estuvieran subyugados a algo mayor?...era posible?..

.- Kagome! –oyó gritar con una voz muy conocida- Kagome!

.- Inu…Yasha…-murmuró y levantó su mirada para encontrarse con un traje color rojo que conocía demasiado bien, más aún a su portador, un joven de ojos caramelo como la más dulce miel y un cabello platinado que se dejaba caer sobre su espalda, siempre bien formada y que más de alguna vez le había trastornado el sueño-

.- No me mires con esa cara como si fuera la primera vez que me estás viendo…-exclamó al sentirse incómodo con la mirada de la miko. Se recordó a las primeras veces que se veían, cuando Kagome tenía una mirada insistente sobre sus orejas, acosadora y juguetona, como si en cualquier minuto fuese a saltar sobre él. No era que le molestara, por supuesto, pero no en ese lugar donde sus pensamientos no se podían desvirtuar ni un solo segundo.

.- lo siento –sonrió ella- es que estaba pensando acerca de algunas cosas que quiero preguntarte….-dijo de forma inocente mientras arreglaba la gorra del hanyou que siempre terminaba de cualquier forma por los continuos saltos que éste daba para llegar a cualquier lugar. Nunca había podido enseñarle que en su época uno se movilizaba caminando, no saltando y que ver a un chico de cabellos plateados saltando por las azoteas de los edificios a 15 pisos de altura no era algo normal. – "pero háganle entender a él, el gran Inu Yasha, que aquí mostrar sus dotes no es signo de ayuda sino de extrañeza"

El camino de vuelta fue tranquilo como siempre, la joven obligaba a su acompañante a caminar por las calles, aunque finalmente siempre cedía a que la cargara a su casa cuando toda la gente se daba vuelta a mirarlo por sus extrañas vestimentas. Eso era otra cosa que nunca había podido cambiarle.

.- Mis ropas no me las vas a mover de donde están! –le había gritado, y ciertamente nunca logró hacerlo.

Mirando a ese joven que sacaba suspiros por la calle se daba cuenta que el tiempo lo había hecho ponerse más apuesto, o quizá a ella le había crecido el amor por él. Desde que Naraku había sido derrotado habían tenido mucho más tiempo para estar juntos, solos, para poder encariñarse el uno con el otro y para aceptar los sentimientos que florecían con el paso de los días. A pesar de que eran novios ninguno de los dos cedía ante las peticiones de otro y por el contrario de todo lo que el resto creía, seguían llevándose de la misma forma que antes, cuando sólo eran un par de compañeros de viaje con los corazones confundidos.

Esa misma noche partieron al Sengoku.

.- Inu…-había murmurado en un minuto mientras se sentaba a su lado- conoces a Hades?

.- Quién es ese? –le respondió sin pensar.

.- Podrías al menos tomarte un segundo para pensar! –le gritó. Sinceramente la exasperaba.

.- No me grites! –fue la respuesta.

.- Concéntrate Inu…-suspira- es importante…conoces ese nombre?

.- no….jamás lo había escuchado…por qué me lo preguntas?

.- Que si conoce a quien Kagome-chan? –había murmurado una mujer de cuerpo firme y rostro suave. Su eterna amiga, quien la había sostenido en los buenos y malos momentos y a la que le había tocado apoyar en aquellas tragedias que marcaban su vida.

.- Ne Sango-chan pensé que no llegarías…-sonrió la miko.

.- Estábamos ocupados Kagome-san lo siento…-rió un joven de azules ojos, tan profundos que se aprovechaba de ellos para atraer mujeres a su vida, aunque aquellos placeres le habían resultado nulos desde que conoció a la chica de su vida, tal como él mismo la describía. Aunque algunas veces sus ojos lo engañaban rápidamente eran devueltos a su lugar por su novia.

.- No nos des detalles no los queremos –le detuvo rápidamente el hanyou, ya sabía lo que se venía después de eso, largas charlas acerca de lo agradable que era estar con su novia, que cuándo él sería capaz de llevar a Kagome por los senderos de la luz y otra sarta de cosas que no quería escuchar. Él ya había aprendido a evitar comentarios desagradables utilizando su olfato, cada vez que sentía el aroma de Miroku en su amiga lo detenía antes de que comenzara.

.- Le preguntaba si conocía a un sujeto llamado Hades –reía Kagome mirando al hanyou, sus mejillas estabas sonrosadas como siempre que sus amigos llegaban de improvisto, aunque no quisiera su olfato no lo engañaba y muchas veces se enteraba de más cosas de las que quería saber.

.- Hades?...no, la verdad no me suena en lo absoluto –escuchó murmurar a su amiga mientras tomaba su larga cabella en una hermosa cola-

.- No señorita quién es? –inquirió el monje interesado. Si era un demonio podría ir, eliminarlo y cobrar la recompensa adecuada, aunque siempre terminaba siendo extremadamente exagerada para lo que hacía. Nunca trataba con demonios muy complejos, la mayoría eran espíritus perdidos, pero él los hacía ver como un trabajo sumamente agotador aunque lo único que hiciera fuera lanzar pergaminos con oraciones escritas sobre el lugar donde el espíritu deseaba quedarse.

.- Es…un dios…-explicó ante la mirada atenta de sus amigos- un dios que supuestamente creó a los youkais.

En otro lugar de bosque, a kilómetros de ese lugar, en un castillo que se imponía en la mitad de las tierras de aquel Taiyoukai dos seres se miraban a los ojos sin ningún tipo de expresión más que la frialdad.

Había llegado de improviso, lo cual molestó de sobremanera al dueño de aquel lugar, un youkai de temple serio, ojos fríos y actuar desinteresado, sólo amable con una pequeña niña que ya no vivía con él, pero a la que visitaba constantemente, con la excusa de que sabía que allí no estaba bien. Aunque muchas veces la niña le había dicho sus intenciones de volver con él se lo había impedido, era mucho riesgo el mantener a su acompañante en aquel lugar lleno de youkais hambrientos y donde él no se quedaba por más de un par de días.

Por eso haber recibido visitas sin aviso le fue una sorpresa, él no recibía a nadie que no quería en ese lugar, pero por alguna extraña razón a ese sujeto simplemente lo dejó pasar. Su cabello era negro como la oscuridad que él sólo había visto en el inframundo, su piel pálida, que contrastaba fuertemente con su cabello y poseía unos ojos celestes intensos, muy abrumadores, fríos y calculadores que probablemente asustarían a cualquier humano. Su porte orgulloso le era repulsivo, no toleraba que en su castillo alguien más tuviera esa elegancia que él decía poseer, esa esencia de ser alguien importante, y por sobretodo, poderoso.

Probablemente pasaría por un humano ordinario porque no tenía marcas que lo hicieran ver como un ser demoníaco más que sus ojos, que bastaban para comprender que no pertenecía a esa raza particularmente.

.- Quién eres…-inquirió de forma despreocupada el youkai que lideraba ese gran castillo.

.- Mi nombre es Hades…y vengo a hacerte una propuesta…


Listo el primer capi!...qué tal?...sólo ha sido una especie de introducción ya luego se irá complejizando todo owo...

Bueno, cuál será la propuesta que le harán a Sessho?...pueden ser muchas owo

Antes de decir otra cosa! un adelanto del próx cap!.

.- Kagome-san!...-gritaron afuera de la cabaña- Kagome-san!

.- Qué pasó Rin-chan por qué gritas así? –inquirió preocupada la miko

.- Es que hay una chica, una chica que está muy herida! –exclamó la niña.

.- Es cierto…ahora puedo sentir el aroma de la sangre…-murmuró el youkai-

.- Pero qué les pasa a uds dos hoy! –les gritó Kagome- cómo es posible que no se den cuenta de nada!...-y sin darles tiempo de responder, tomó la mano de Rin y le pidió que la llevara a ver a aquella joven que yacía herida.

La encontraron a la salida del pueblo, encogida y con su larga cabellera cubriendo su cuerpo, tenía graves mordidas y sangraba mucho, Kagome no entendió cómo fue posible que teniendo a dos seres con sentidos más agudos no se hubiesen percatado de una situación así.

Ahora si!, Esperamos que lo hayan disfrutado!...estaremos esperando también sus reviews para saber si les ha gustado!...cualquier crítica constructiva recordamos es también bien recibida!

De antemano muchas gracias por leer! ^^..

Ja ne!