Hace mucho tiempo que no hago un fanfic.. años en realidad, pero aqui estoy con este, espero que les guste... por cierto no se si hare capitulo dos.. dejen reviews, por si lo quieren -, necesito inspiración xD
Capitulo 1.- Reencuentro.
Habían pasado ya cuatro años desde el término de la guerra, la nación del fuego había sido vencida gracias a la reunión de las tribus del agua y los libre del reino tierra, después de la invasión de Ba Sing Se y la ciudad de Omachu, los sitios mas importantes de esta gente. Ellos juntos con el avatar pudieron vencer al reino fuego, tomaron gran ventaja cuando ocurrió el eclipse solar, pero no pudieron derrotarlos, pero pasaron las adversidades y aunque el cometa ya había llegado y los maestros fuegos demostraban un gran poder pudieron ser vencidos gracias a la especial reunión de cinco personas en las que se incluye al avatar Aang, grandes maestros y guerreros.
Había estado solo durante esos cuatros años, su tío Iroh había tomado el control de la nación del fuego para poder regular la situación de esta, siendo neceserario que todos volvieran a la nación sin poder salir hasta que los pueblos nuevamente confiaran en ellos, pero al guerra había traído mucho sufrimiento y aún quedaban asperezas. Si bien el debió de haber tomado el puesto como nuevo lord del fuego lo rechazo hasta que fuera imprescindible, puesto que no se sentía seguro de poder tomar todo el control, sabía que su tío haría una gran trabajo ya que el mejor que nadie había ayudado de gran forma en la rebelión. Si bien a pesar de todo pudo haber vuelto a la nación del fuego, prefirió quedarse solo en un pequeño pueblo de la nación de la tierra, utilizando aquel nombre por el cual fue conocido en Ba Sing Se, Lee.
Siempre se lo podía encontrar cerca de su cabaña, a las afueras del pueblo, prácticamente no hablaba con nadie, y tampoco se lo veía hacer mayores cosas, y esto en gran parte fue debido que dado su situación como heredero de la nación, tenia todos sus gastos cubiertos. Algunos curiosos afirmaban que era un gran luchador y que tuvo que ver en la nueva paz de aquellos días, y que algo malo había pasado y se había vuelto un solitario, pero esto nadie lo podía confirmar, aunque también otros decían que era un ladrón y que no hacia nada responsable con su vida.
Pero algo nuevo ocurriría, una sorpresa, todo comenzaría en el mercado del pueblo.
"Disculpe señor, quería saber si este es el pueblo de Tzuo tzen".- pregunto una joven de no mas de dieciocho años.
"Si señorita, este es el pueblo de Tzuo tzen, vera que no es muy grande, si esta buscando algo o ah alguien quizás la pueda ayudar".- Le contesto un cordial anciano.
"De hecho me seria de mucha ayuda debo encontrar a alguien, el se llama "Lee" y por lo que tengo entendido se encuentra en este pueblo desde hace unos años".- Todos los ojos, tanto de mercaderes como compradores se fijaron en ella, incluyendo al anciano.
"Bueno señorita en este pueblo solo hay un Lee, y no creo que es el que esta buscando".- Contesto el anciano un poco incrédulo. Ella al ver que aun tenia todas las miradas sobre ella, prefirió preguntar sobre una característica en particular.
"Bueno si tiene una gran cicatriz de quemadura en su lado izquierdo y suele ser antisocial, es e Lee que estoy buscando".- Todos se vieron las caras mas que anda sorprendidos de que una bella joven lo buscara, solo un niño reacciono y le contesto.
"Vive al final del pueblo, si sigue el camino de árboles llegara a su cabaña".- Ella les sonrió y les agradeció por la información, todos sorprendidos pronto reaccionaron y volvieron a la normalidad siguiendo con su vida. En tanto ella caminaba a casa de Lee, pudo ver que no fue necesario caminar mucho, y menos tocar la puerta, ya que estaba acostado al lado del lago que estaba detrás de esta. Nunca imagino verlo tan apacible y menos relajado tomando una siesta en un lugar tan hermoso, tan hermoso como muchos recuerdos de sus aventuras años atrás.
Se acercó suavemente por detrás de él, puso su rostro cerca del suyo y soplo suavemente, cuando la vio pensó que estaba soñando. Por eso se quedo tranquilo, esperando no despertar aún.
"¿Así que aún duermes?".- Le pregunto ella quitando su rostro de encima. Se incorporo rápidamente, y asustado, al darse cuenta de que estaba despierto..
"¿Tu, que haces aquí?.- Pregunto recuperando el aliento.
"Pues no es obvio, te vine a visitar".-Ella contesto calmadamente como si esto no fuera nada importante.
"Solo mi tío sabe que me encuentro aquí¿el fue quien te lo indico?.- Pregunto con su característico tono de voz.
"Así es, lo dices como si fuera algo de extremo secreto, aunque siempre has actuado así Zuko… ¿o prefieres que te llame Lee?.- Dijo con cara de coqueta.
"Hmmf… contigo no se puede hablar seriamente, aunque hace bastante tiempo que no escuchaba a alguien llamarme por mi nombre, aunque tampoco lo hacen mucho por Lee.- respondió con cierto dejo de enfado.
"Bueno siendo tan social como eres, es un poco difícil que te llamen tanto por Lee como por tu nombre".- contesto ella directamente.
"Como sea, porque me buscaste Katara?.- respondió aun con tono de enfado, mirando en dirección opuesta a ella.
"Me alegro de que me llames por mi nombre.- Dijo sonriendo, pero posteriormente con el rostro mas serio le contesto.- Hace mucho tiempo que no te veía, desde que el señor del fuego Ozai fue derrocado, y la guerra llego a su fin, en ese mismo día te separaste de nosotros, y parecía que hubieras dejado de existir, y también parecía que a nadie le importara.- Ella fue interrumpida por un " Y a quien le importaría también" de un ceñudo Zuko, pero su rostro entristeció.- "A mi me importabas, de hecho aún me importas,- suspiro.- Como una de las mediadoras del avatar con las naciones, usualmente soy la única que me atrevo a ir a la nación del fuego, así que suelo hablar con tu tío, nunca me quiso decir donde te encontrabas, no se porque, estuve cuatro años intentando sacarle tu paradero, y de casualidad hace un mes logre que me lo dijera, aunque el no quería, fue algo llamado "astucia" lo que me ayudo, y aquí estoy por fin viéndote.- Ella sonreía abiertamente, el estaba sorprendido, primero porque tío le había guardado la información a ella con tanto recelo, bueno en realidad hace mucho tiempo que no hablaba con su tío, y por otro lado la búsqueda constante de su paradero, por alguien que pensó que no lo recordaría.
"¿Por qué me buscas?, aún no logro entender ello.- Pregunto confundido.
"es difícil de explicar, o mas bien de decir".- Su rostro que tenia una tristeza en sus ojos cambio radicalmente.- "tienes algo de comer, eh viajado todo el día y aún n eh podido comer nada.- Zuko aún intrigado por sus palabras y de malhumor por la incógnita la invito a pasar a su cabaña, le sirvió la comida que tenia guardada par el día siguiente, de todos modos tendría que hacer más, si se había demorado un mes en llegar, estaba seguro que no se iría de inmediato.
Katara comió silenciosamente, de hecho fue una comida en silencio, ella pensó que podría hablarle de muchas cosas, pero por lo pronto recordó que su habilidad de socializar era casi nula.
"Ahora me vas a decir porque viniste".- Pregunto con malhumor
"No, aún no puedo, hace mucho que no te veo, por lo cual es algo que no puedo afirmar ahora".- respondió ella sin ninguna expresión en su rostro. Ya había anochecido, se veían algunas luces del pueblo, lo cual permitía ver un cielo totalmente estrellado. "¡Que hermosa noche!, hace mucho tiempo que no veía un cielo tan hermoso, y la naturaleza se siente tan cerca, ni siquiera estando en el medio de ella, la había sentido así.
"Como no lo vas a sentir estando en medio de ella, eso es tonto" Contesto burlescamente
"Hace mas de cuatro años que no tenia una noche así, una noche como en los viajes que tuvimos, ustedes por su lado, nosotros por el nuestro, aunque al final se unió en un solo camino".- dijo Katara con gran melancolía, extrañaba los viajes, junto con los pleitos, os buenos momentos, y los extraños momentos, así como cuando Zuko la rapto y le quito su collar, mucho tiempo había pasado desde ellos, y desde que volvió a creer en su palabra. Zuko pensó que estaba recordando aquellos tiempos, a el no lo hacían muy feliz, salvo en algunas oportunidades, por lo que decidió cambiar de tema.
"Quería preguntarte sobre mi tío¿Cómo esta él?, hace mucho tiempo que no de él..- Pregunto con aire nostálgico, después de todo su tío fue la única persona coherente de sentido en los momento que necesito ayuda.
"tu tío Iroh, esta enfermo, nadie a podido encontrar la razón de ello, incluso yo lo eh estado vigilando y vigilando a todos alrededor, pero muchos dice que no es nada físico lo que lo mantiene así, si no es tristeza… Yo creo que en gran parte es porque te extraña.- Zuko quedo callado ante la noticia, nunca pensó que su tío enfermaría así y menos por el.- "Yo creo que es debido a que eres algo mas que un sobrino para él Zuko, eres como su hijo, ya perdió a un hijo una vez, quizás ni e mismo se de cuenta lo que la tristeza puede hacer, yo misma se lo que puede hacer.- Dijo tristemente, a lo que Zuko un poco desconfiado dijo.- " Y que te entristecería a ti, tienes casi todo lo que una persona quiere, lo cual no es dinero ni materia, sino amigos y confianza"
"¡¡¡Si, pero perdí las dos cosos que mas quería en este mundo, y las dos al mismo tiempo!!!.- Grito Katara con rabia e impotencia ante los hechos, cayo en el suelo, no aguantaba la pena sostenida en su corazón por tanto tiempo, tantos años.- Zuko no entendía lo que sucedía, si bien es cierto, ya no tenía la misma chispa de la Katara que conoció tiempo atrás, y de la cual se enamoro, pero decidió dejar ir, todo por que el pensaba que lejos hacía menos daño, alguien con sus problemas solo la amargaria. Se acerco a ella y la sujetó de los hombros.
"¿acaso yo tengo la culpa de esas dos cosas?.- Le pregunto seriamente directo a los ojos, esos azulados ojos que tan extrañaba, ella inclino su cabeza a un lado y le respondió "si".- "Si es así ¿Por qué me buscas a mi, si fui yo quien te hizo daño?.- Sabía que la respuesta no seria fácil de oír era un presentimiento, en eso recordó un día antes de la batalla final.
Los dos estaban juntos en una noche como aquella, habían acampado junto a un río, la noche nunca había sido tan hermosa hasta entonces, era la calma antes de la tormenta, hasta entonces solo hablaban del día siguiente y de los planes a seguir, pero algo pronto llamo la atención de ella, era una hermosa rosa azulada con el borde superior blanco, ninguno de los dos había visto una flor como aquella, pero más maravillados quedaron aún que junta a ella otra rosa, esta era blanca con el borde azulado, las dos crecían del mismo tallo, eran hermosas ambas, pero a la vez eran totalmente opuestas, ambos se miraron al rostro, sin querer se sintieron representados, pero ninguno dijo nada, sus rostros decían mas que palabras, bajo aquella noche se besaron y se entregaron mutuamente, aunque para ambos era simplemente la compresión de todo el amor que había sentido todo este tiempo el uno por el otro pero que no había podido confesar, así como también el miedo de perder al otro en la batalla que se regiría al otro día.
Volvió en si, Katara lloraba mirando el suelo, su mente nadaba en preguntas¿acaso aquello la había afectado tanto¿acaso no debió haberse apartado y todo hizo mal?, le enfurecía no saber la respuesta. Katara lo observo, sabía que una batalla de preguntas estaban en su cabeza, por lo que prefirió contarle antes de lo que tenia propuesto.
"Una de las cosas que perdí fue tu amor, yo estaba enamorada de ti, eras lo más importante en ese momento, más que cualquier guerra, peor debía pelear, era mi deber y así lo hice, aunque todo lo que quería era que no estuvieras allí y menos lastimado, y luego cuando todo termino, supe que estabas bien, pero te fuiste, sentí que el mundo se venia abajo, perdía a quien mas quería .- Katara aún lloraba, el sintió que nuevamente todo lo había salido mal.- "Me fui porque pensé que junto a mi solo te causaría más problemas, además admito que egoístamente también lo hice para no estar en aquella nación, algo irónico si lo piensas bien, ya que durante mucho tiempo solo espere volver allí.- Zuko sonrió ante aquella ironía, aunque desapareció fugazmente de su cara cuando Katara lloraba desconsoladamente, el la abrazo, como solo lo había hecho una noche como aquella.
"Con tu ida no solo te perdí a ti, sino también perdía algo más…. a nuestro hijo".- Katara no paraba de llorar sobre su hombro, Zuko no sabía que sentir, estaba confundido, se sentía feliz ya que tuvo la posibilidad de tener un hijo, pero a la vez quería romper todo, ya que lo había perdido. "El hecho de haber batallado durante esos dos días seguido que duro la batalla y el hecho de la gran tristeza que sentí por tu partida, tiempo después, debido al agotamiento, las heridas y mi cuerpo aún no del todo adaptado, fueron los detonadores de la perdida de nuestro hijo".- Katara se había calmado un poco, pero Zuko no, quería golpear a todos y a la vez golpearse a si mismo por ser tan estupido.
"lo siento… lo siento".- Fueron las únicas palabras que pudo decir, como nunca en su vida lloro, lloro desconsoladamente abrazándola. Ambos estuvieron así bastante tiempo, y así cayeron al suelo, durmiéndose después de largo tiempo en los brazos del otro.
Ya era de mañana, el sol deslumbraba todo a su paso, se sentía aquel calor de verano, Zuko despertó, sintió un dolor de cabeza, al ver a su lado, la encontró en sus brazos, recordó todo lo de la noche anterior, sus ojos nuevamente se llenaron de lagrimas, acaricio el cabello de ella, se sintió estupido, idiota, frente a lo que quizás pudo haber tenido y perdió por su culpa, lo que el siempre deseo, una familia, pero fue una idea que nunca se permitió.
Katara despertó y lo vio limpiándose los ojos llenos de lágrimas con sus manos. Nunca lo había visto así, tan vulnerable, tan triste, sintió tristeza por todo lo ocurrido, pero miro con nuevos ojos, hay estaba el, de nuevo frente a ella.
"Quédate junto a m, no me dejes sola de nuevo, aún te amo".- Pensó ella.-
Zuko la miro, tomo su rostro entre sus manos y la beso apasionadamente y pensó.-
"Espero que puedas perdonar al idiota que soy. Te amo no quiero que te separes nunca mas de mi."
Las rosas no las puse azul y rojo por el simple hecho de que soñe con esas rosas y las vi en azul y blanco y me parecieron bonitas. nos vemos
Aralys
