Los Artículos de Anubis
1 Un Nuevo Torneo
¡Yu-Gi-Dos!
¡BOOM!
Yugi se despertó sobresaltado y vio que la puerta de su cuarto se había abierto; se levantó, bajó las escaleras, cogió rápidamente su chaqueta y salió...
¡Yo invoco al Rey máquina en modo de ataque y ataco tus puntos de vida directamente!
¡Yo convoco a Exodia El Prohibido¡Atácalo Exodia!
¡He perdido!-dijo el Bandido Kit. TTTT
"Mi abuelito ganó en el primer turno" pensó Yugi. °°
¿Quién más quiere pelear contra el Rey del Duelo?-dijo Solomon.
¿El Rey del Duelo¿Desde cuándo?-se dijo Yugi en voz baja °° .
¡Yo!-dijo Kaiba-. Y empezaré: Invoco al Dragón Blanco de Ojos Azules en modo de ataque y coloco una carta boca abajo.
Coloco una carta boca abajo y convoco al Guardián Celta en modo de ataque.
Entonces Yugi se acercó con Joey.
¿Joey, qué está pasando? °°
A tu abuelito se le zafó un tornillo-respondió Joey-. Ha estado haciendo duelos, y cada vez que gana es más fuerte, y va mejorando mucho sus estrategias...De verdad, Yugi, no sabía que fuera tan experto y poderoso...
Hola-Dijo Duke, que acababa de llegar-. ¿Estaban hablando de mí?
¿Quién es ella?-preguntó Joey mirando a la chica que estaba detrás de Duke o.
Es mi hermana, y más te vale que no te le acerques-dijo Duke fulminándolo con la mirada >(
Era una chica alta, delgada, e cabello largo, muy lacio y de un color negro azulado muy brillante, y una mirada cuyo brillo la hacía ver muy misteriosa.
Joey estaba asombrado con la nueva chica.
Perdonen a mi hermano-la nueva chica miró directamente a Joey, lo que hizo que éste se sonrojara-. Mi nombre es Shadow.
Yugi ve que Shadow tiene puesto un disco de duelo en su brazo derecho.
¿Tú también eres duelista?-dijo acercándose a ella-. Nunca te había visto por aquí.
Lo que pasa es que...-dijo mirando al suelo-. Soy...soy nueva en la ciudad...y...acabo de inscribirme al nuevo torneo de Duelo de Monstruos que ha organizado Kaiba.
¿Kaiba organizó un nuevo torneo?-dijo Yugi sorprendido.
Ese niño presumido no quiso invitarnos-dijo Joey enfadado. >(
¿No se los dijiste, Duke?-dijo Shadow mirando a Duke, y luego se volvió hacia Yugi y Joey-. Ustedes también están invitados-dijo dándoles unos pequeños llaveros con forma de monstruos de duelo.
¡Miren!-dijo Joey emocionado-. ¡Me ha tocado el espadachín de fuego, y también el Dragón Negro de Ojos Rojos¡Súper! ¡Súper¿Y a ti qué te tocó, Yugi?
¡Oh! A él le tocaron unos monstruos muy buenos-dijo Shadow.
¡Genial¡Yo tengo un Mago Oscuro!-dijo Yugi mirando sus monstruos-. Y también el Dragón Blanco de Tres Cabezas.
Yo tengo dos Magas Oscuras y a la Bruja Oscura-dijo Shadow mostrándoles sus tres llaveros.
¿Y tú cuáles tienes, Duke?-dijo Yugi.
A mi me tocaron...-empezó Duke, pero lo pensó mejor-. Bueno, mejor averígüenlo...
Vamos, Devlin, nosotros ya te mostramos nuestros monstruos; no puede ser tan malo...-le dijo Joey.
De acuerdo, de acuerdo-aceptó Duke-. Pero prometan no reírse.
Lo prometemos-dijeron todos alzando una mano.
Duke les mostró sus monstruos y todos comprendieron la razón por la que no había querido enseñárselos: tenía un Watapon y un Murciélago Oscuro.
Bueno, pues...No están tan mal...-dijo Yugi tratando de animar a Duke.n.n
¿Ah, en serio?-dijo Duke algo desilusionado por los monstruos que le habían tocado-. ¿A ti te hubiera gustado que te tocara este tipo de monstruos cuando a tus amigos les tocaron sus favoritos?
Pues...
¡Hola chicos!-todos miraron hacia atrás y vieron que Serenity Wheeler llegaba jadeante-. ¿No han visto a Tristan? Lo he buscado por todas partes...
No, no lo hemos visto-respondió Duke, pero inmediatamente agregó-. Pero yo puedo ayudarte a encontrarlo... n.n
¡Muchas gracias, Duke!
Y se fueron los dos tomados de la mano a buscar a Tristan, algo que a Joey le molestó.
¿No quieren que los acompañe? Yo puedo ayudarles a encontrar a Tristan-dijo Joey mirando amenazadoramente a Duke. >(
No, gracias, Joey-le negó Duke-. Mejor quédate con Yugi-y se fue con Serenity. >)
Bien, iré de todas formas...-le dijo Joey a Yugi-. Tú quédate con Shadow...
De acuerdo Joey, nos veremos después...
Y así, Yugi y Shadow se quedaron solos, y pronto se hizo un silencio incómodo para ambos.
