Peeta POV
Abril, 02
"Finnick, no se si me odias por la forma en la que te traté la ultima vez que nos vimos, lo siento no encontré otra forma de alejarte de toda la mierda en la que se convirtió mi vida, han pasado varios años desde entonces y no creo tener el derecho de escribirte estas líneas, pero lo cierto es que nunca he dejado de echarte de menos… lamento no haber respondido nunca tus cartas, sé que no sirve de nada pero quiero que sepas que las leí a diario, las memoricé todas y cada una de ellas durante todo este tiempo, todas, las 46 cartas en menos de un año, hasta la ultima,. Me rompió el corazón en mil pedazos el saber que ya no escribirías de nuevo, y aun así no fui capaz de escribirte…
Sé que me amaste, me amaste más que nadie y nunca te importaron las consecuencias de ese amor, pero no quería verte igual que yo… eso habría sido aun más devastador para mi de lo que fue perderte… perdóname por las lágrimas que te hice derramar, se que querías estar aquí conmigo, pero no podría haber seguido adelante contigo sufriendo a diario las miserias que se viven aquí, mi vida habría sido mucho peor si tú o cualquiera de los chicos hubiesen tenido que pasar por esto, bastante sufrimos todos con la perdida de Cato, espero que no me odies y que estos años hayan sido suficientes para ganarme tu perdón.
El motivo de que hoy vuelvas a saber de mi es para darte la noticia de que al fin dejaré este lugar, ojalá pudiera prometerte que para siempre, pero eso no lo sabemos, lo cierto es que después de estos duros 6 años sin ti a mi lado al fin saldré de prisión… ¡Seré libre Finnick! Espero esta noticia te alegre y te ayude a superar todo lo que en el pasado vivimos….
Un abrazo mi querido finnick… Quien jamás dejo de pertenecerte… Peeta"
- Thresh, ¿podrías llevar esto al correo por mí? – Le pregunto a mi compañero de celda
- ¿Una carta? ¿Peeta Mellark enviará una carta? – Se burla de mí
- ¿Podrías ser un poco menos imbécil? Toma, en realidad son dos cartas – Sonrío y le entrego ambos sobres
- Vale, las llevo, aunque me muero de curiosidad por saber a quien le escribe el solitario Peet – Continúa bromeando
- Pues te enteras esta noche ¿vale? Nos vemos cuando regresemos de nuestras labores – Le palmeo en la pierna derecha y salgo rumbo a la biblioteca.
Thresh es mi mejor amigo dentro de este lugar, no habría sido nada sencillo estar aquí de no ser por su ayuda, cuando llegué el ya tenia 2 años aquí y me enseñó todo lo que necesitaba saber para sobrevivir en esta prisión, contactos, escondites, jerarquías, bandas, oficiales sobornables, comercio interno, en fin, todo, incluso me consiguió el empleo en la biblioteca del lugar, claro el intentó convencerme de trabajar con él en el correo, pero lo cierto es que la biblioteca me brindaba mucha más tranquilidad y podía leer todo lo que me diera la gana, tampoco es que la biblioteca sea de las más extensas del mundo, pero tenía un par de libros interesantes, gracias a ellos fue que logré que Thresh y yo fuéramos considerados para una reducción de pena por buena conducta, gracias a lo que aprendí en esos libros y la ayuda de un abogado del gobierno, que sólo fue útil para las formalidades. Lo cierto es que el se va de esta pocilga este mismo lunes, y yo… bueno yo aún tengo que esperar algunos días mas.
El día en la biblioteca transcurre como siempre, callado y poco interesante, salvo por los libros. Cuando regreso a la habitación de la ducha ya Thresh se encuentra allí, apenas he tocado mi cama cuando se lanza a mi lado haciéndome soltar una gran carcajada, con él las cosas son así, sencillas, divertidas, me habría vuelto loco sin Thresh en la cama de al lado.
- ¿Finnick no? – Pregunta casi susurrando
- ¿La leíste? – Respondo con otra pregunta para ganar algunos segundos
- Nunca haría eso, aunque estuve tentado – sonríe - ¿Quieres hablar?
- No hay mucho que decir, le debía una disculpa Thresh, eso es todo… también quería que supiera que ya seré libre –
- ¿Una disculpa por salvarlo de prisión Peeta? – Pregunta dejando ya de susurrar
- Una disculpa por hacerlo sufrir, por alejarlo de mi – respondo algo incomodo
- Fue por su bien, lo protegiste de esto Peet, lo salvaste – Me consuela
- Está bien, ya no importa amigo, vamos a dormir ¿quieres? – Le digo golpeando su brazo de un codazo
- Vale, a dormir – Me devuelve el codazo y se acuesta en su propia cama
Me quedo unos minutos contemplando el fluorescente de la lámpara y pensando en Finnick hasta que apagan la luz, y sonrío al escuchar a mi compañero de celda murmurar maldiciones por lo bajo
- Ey Thresh…. Te extrañaré – susurro
- Imbécil… solo serán unos días ya sabes que vendré a buscarte, quiero conocer a ese bombon – Bromea
- ¿Leíste la carta para Johanna? – Finjo molestia
- Vamos Peet, tenía que saciar mi curiosidad con algo – Ríe
- Eres un cabrón – río también y guardamos silencio al escuchar los siseos de los reos de las celdas cercanas mandándonos a callar
- A la mierda todos – Dice Thresh y ambos reímos por lo bajo… me duermo a los pocos minutos
Abril, 24
Al salir tengo que cerrar los ojos por un momento, nunca pensé que la luz del sol iba a ser tan dañina y tan esperanzadora a la vez, al caminar por el corredor de rejas metálicas que me conduce a la ultima puerta, la que me separa de mi libertad solo puedo pensar en el tiempo perdido, en lo que haré apenas esté fuera de este infierno, y en él, en mi Finnick ¿Habrá leído mi carta? Al cruzar la enorme puerta metálica logro ver a mi amigo Thresh fumando un cigarrillo recostado de una extensa pared de concreto, me apresuro para llegar a su lado y tomo el cigarrillo que me ofrece
- ¿Sabes? Dije que lo dejaría apenas saliera de ese infierno – Le digo con una sonrisa
- ¿El último? – Me ofrece fuego
- El último… - Enciendo el cigarrillo y le doy una enorme calada seguida de un gran suspiro
- ¿Le dijiste la fecha correcta? – Me pregunta al verme suspirar de esa manera
- Tú la leíste, dímelo tú – Contesto
- ¿Quieres esperar un rato más? – Me pregunta evitando contestarme
- ¿Por qué no? – Le doy otra calada a mi cigarrillo y me recuesto de la pared junto a Thresh
- ¿Aún trabajaremos juntos verdad? – Me suelta luego de unos segundos de silencio
- ¿Aún estás dispuesto? – Le sonrío
- Claro que si Peeta – Me sonríe de vuelta
- No hay mas que halar entonces – Le doy un codazo
Nos quedamos en silencio un tiempo más y en el momento en que estoy lanzando mi colilla al suelo es cuando lo escucho, y no puedo evitar soltar una sonora carcajada que hace que Thresh voltee a verme, pero ese ruido tan lejano me resulta tan familiar, solo necesite un segundo para reconocerlo, es el ruido producido por el potente motor de la Harley Davidson de mi vieja compañera y mejor amiga Johanna Mason – es ella – le digo a Thresh antes de que podamos verla venir, vestida de cuero negro, llevando su enorme casco y sus ray ban negros en los ojos, me hace un gesto con la mano antes de frenar y quedar justo frente a nosotros
- Nunca cambias ¿verdad? Tienes ese extraño pacto con el diablo – le digo mientras espero que se baje de la motocicleta
- Mierda Peeta, tú en cambio pareces otro, que delgado estás vaquero… - Me ve de arriba abajo, luego sonríe y salta a mis brazos besando mis labios fugazmente
- Ey, también te extrañé princesa rockera – le devuelvo el abrazo y le doy otro beso fugaz en sus labios, es extraño ver lágrimas en los ojos de Johanna y antes de poder decirle algo más me doy cuenta de que mis ojos también estas húmedos, así que la aprieto más hacia mi y permanecemos así durante unos minutos
- Él es Thresh – Le digo a mi amiga cuando finalmente nos separamos
- Johanna… he escuchado muchísimo sobre ti – Le extiende su mano a la chica
- Es un placer poder conocerte Trhesh – Responde ella abrazándolo y besando su mejilla - ¿Y bien? ¿Creen poder apretarse en la motocicleta? – Pregunta divertida
- No será problema – Respondo verdaderamente feliz
- Pero antes chicos… - Interviene Thresh sacando del bolsillo interno de su chaqueta una botella de champagne y tres vasos plásticos, dios alcohol, ya ni siquiera recuerdo su sabor
- Bravo Thresh… - Celebra Johanna ayudándolo a llenar los vasos una vez que mi amigo dejó volar el corcho entre risas de los tres
- Por la libertad – Dice Thresh en un divertido tono solemne
- Por Peeta – Lo imita Johanna
- Por el futuro – Estrello mi vaso con los de ellos hablando en el mismo tono, lo que hace que los tres riamos y bebamos de nuestros vasos
Y la verdad es que no se me ocurre un lugar más apropiado para pensar en el futuro que este, afuera de la cárcel donde perdí 6 años de mi vida encerrado, a punto de subirme a una motocicleta junto a mi mejor amiga del pasado y mi mejor amigo del presente, dos piezas fundamentales en ese futuro… dos piezas importantes del nuevo equipo Mellark, de los nuevos "invisibles". Porque una vez ladrón… siempre ladrón, y esta vez no pienso dejarme atrapar.
