Hola aquí vengo con un nuevo proyecto.
Mi primer fic de Hey Arnold espero que sea de su agrado.
Los personajes de Hey Arnold no me pertenecen.
Solo algunos que he inventado para ayudar en la trama.
Es ranking M porque tendrá lenguaje fuerte y más adelante lemón.
Géneros - Romance/Drama/Humor.
Blablablabla - diálogos.
" Blablablabla " - pensamientos.
{Blablablabla} - recuerdos.
¶¶¶¶ - cambio de escena.
CAPÍTULO - 1
Era un día como cualquier otro, aburrido, un poco nublado y extrañamente frío, bueno no era tan 'normal', aunque ya casi terminaba el año, así que si era casi 'normal', quizás y solo quizás, ella era la extraña.
Salió de darse un baño, buscó en su armario algo de ropa, de pronto se vio a si misma, frente a otro armario, en su casa, en Hillwood, que por mucho tiempo escondió su gran secreto, un altar, libros rosas, poemas, un chico con extraña cabeza, " lo bueno que me deshice de ese estúpido altar, aunque creo que exagere al quemar mis libros rosas, mis poemas... " - miró su muñeca, suspiró tristemente y sacudió su cabeza, no era tiempo de ponerse mal.
Escogió una falda corta negra, blusa morada, botines negros con flores moradas tipo encaje, no eran muy comunes en la ciudad y eso le gustaba, ella no era una chica común. Después de todo, desde que cumplió doce había cambiado su guardarropa, por uno mas juvenil, había optado por el estilo gótico, mezclado con el típico de 'niña linda', en su escuela llamaba la atención de los chicos, aunque ellos no le interesaban, " si él no hubiera actuado así ", suspiró cansada.
Ya helga, ya olvidalo de una puta vez - se regañó a si misma, se puso la ropa que había escogido, cepilló su cabello y lo dejó suelto, aún estaba húmedo, bajó a la cocina donde la esperaba su hermana.
Buenos días hermanita bebé ¿como éstas? - ella sonrió.
Buenos días Olga... Bien, contenta de que ya término la escuela - miró curiosa a su hermana - ¿Adonde iremos esta vez?
Bueno... Pues... -Olga la miró un momento sin saber que decirle.
¿Qué pasa? - vio a Olga curiosa.
Regresamos a casa mañana - Olga suspiró.
¿¡Qué!?... No... Eso no Olga - Helga se atragantó con su bebida.
Hay algo que debes saber y por eso vamos - su hermana bajó su mirada - calma hermanita bebé todo estará bien ¿si? -se acercó y abrazó a Helga.
Esta bien Olga - Helga suspiró - pero después volveremos a viajar ¿Verdad?
Eso dependera de ti querida -
Después de esto Helga salió con su amiga y Olga se fue a su trabajo.
Helga había cambiado mucho, ya no era la misma bravucona, aunque a veces perdía el control, además su manía de poner apodos la conservaba, pero esto en vez de alejar a los chicos de sus escuelas los atraía. Tenía muy buenos amigos, se había alejado del todo de Hillwood, con sus padres apenas hablaba, no tenía amigos, nadie la extrañaba,su hermana le decía que el pasado era eso, algo que debía dejar atrás y así lo había hecho, dejó en el olvido su ciudad natal.
Había estudiado en Francia, Inglaterra, Italia y Alemania que es donde estaba ahora.
Le había costado acostumbrarse a los cambios, además tuvó que aprender los idiomas natales, pero eso había sido divertido para ella.
Ahora tenia dieciséis años, entraría a segundo de preparatoria, habia madurado, bueno un poco, en parte gracias a su hermana que era quien la había sacado de Hillwood y con quien viajaba siempre.
Hillwood - susurró suavemente.
¿Qué ocurre Hell? - preguntó la chica que la acompañaba.
Nada - la miró un momento.
¿Segura mounstro? - dijó riéndose la chica.
Si segura hielito - dijo la rubia para luego salir corriéndo - si llego primero tu pagas.
Eres una tramposa mounstro - gritó la chica corriéndo tras ella.
La rubia solo le sacó la lengua riéndo, mientras la otra chica la seguía molesta.
Ya tarde se despidió de su amiga, caminó a casa un poco triste, se iría de Alemania al día siguiente y no a cualquier lugar, a Hillwood. No quería regresar, es cierto que ya había superado su obsesión, con cierto chico cabezón, pero no quería ver a nadie, menos de esa ciudad, sus últimos días allí fueron un infierno, que la llevaron a casi morir de dolor literalmente. Y si quizá exageraba, pero perder para siempre al chico que has amado tanto tiempo, que tu mejor amiga te traicione y que todos se burlen por tus sentimientos, no es algo lindo.
Llegó a casa, se sentó a la mesa. Aún no podía creer, cómo había cambiado todo, desde el fatídico día, su hermana, sus padres, ahora la cuidaban más, aunque a sus padres solo los miraba en vacaciones, ya que ellos viajaban al lugar donde ellas estuvieran.
Olga ¿Que es lo que tengo que saber? Y ¿Por que regresar? ¿No me lo pueden decir por teléfono o venir ellos acá? - miró a su hermana que se puso nerviosa.
Lo mismo les dije, pero dijeron que era necesaria tu presencia - Olga bajó la mirada - pero ya verás que todo saldrá bien... - sonrió y cambió de tema - Había pensado ir a Italia o Australia... ¿Que te parece?
Sería genial Olga, también me gustaría visitar Sur América - sonrió sinceramente.
Su hermana mayor río bajito - lo pensare hermanita bebé, ahora ve a dormir, que mañana temprano nos vamos.
Gracias por la comida, buenas noches Olga - se levantó de la mesa.
Buenas noches Helga - vio como la rubia subía a su habitación y suspiró " espero que de verdad todo salga bien mañana en Hillwood hermanita bebé... No quiero verte sufrir más " - subió a su habitación también esperando que el día siguiente no fuera un desastre con su regreso a casa, más que todo por la reacción de Helga.
¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶
Un chico moreno caminaba por un parque, acababa de recibir una noticia, no sabia si buena o mala, su prometida llegaba a la ciudad, por un lado quería verla, por otro, temía que siguiera igual que antes.
¿Habrá cambiado? - miró al cielo - no se si aún quiera seguir con esto.
Suspiró pesadamente recordando cuando había comenzado todo.
{ Esa mañana se levantó temprano, sus padres le comunicaron que había reunión, desde que su padre era socio de la empresa Pataki solía asistir a reuniones, no le gustaba mucho, siempre hablaban de negocios.
¿Estás listo hijo? - una mujer morena entró a su habitación.
Sí mamá, ya bajo - trató de sonreír.
Se que no quieres ir, pero es importante - salió dejándolo sólo.
¿Importante? ¿Para quien? - suspiró cansado y salió de la habitación.
Sus padres lo esperaban, sonrieron al verlo vestido para la ocasión, llevaba una camisa de vestir blanca, pantalones negros, zapatos de lustrar negros también, una corbata azul oscuro, y por ultimo un saco del color del pantalón.
Llegaron a la casa Pataki, la señora de la casa los recibió sonriendo, los llevó al comedor donde su esposo esperaba.
Bienvenidos Johanssen - se levantó y dio la mano a sus invitados.
Gracias Bob - Martín Johanssen sonrió.
Tomen asiento serviré la comida - la señora Pataki también sonreía.
Comieron alegremente, aunque él sentía que algo iba a pasar, y ese algo tenía que ver con él precisamente.
Bueno Martín creo que es hora ¿no? - el hombre miró al joven.
Sí, ya es hora - miró a su hijo y sonrió - Gerald tendrás el honor de desposar a una Pataki.
Así es - continuó Bob - Helga será tu esposa.
¿Qué? - dijo dudoso.
Sí hijo, la hija menor de los Pataki - su madre sonrió - ella es tu prometida desde este momento.
¿¡Qué!? - se levantó - ella ¿Lo sabe? ¿Esta de acuerdo?
Pues no, ella no sabe nada - bob sonrió nervioso - pero aceptará.
Si usted lo dice - dudaba de la palabra del hombre.
Bueno mejor brindemos por esta gran noticia - Martín levantó su copa.
Después del brindis se quedaron un rato mas, los adultos hablando de sus cosas, él salió al patio trasero.
Comprometido - susurró suavemente - con Helga G. Pataki.
Temblaba al recordar a la chica, " El día que regrese ella, seré hombre muerto" }
Ahora ella regresaba, y él solo rogaba al cielo seguir viviendo, desde ese día en que sellaron su futuro habían pasado tres años, en los cuales agradecía no ver a la rubia, que tal si seguía igual que antes, o si ahora era peor, no le quedaba de otra, tenía que esperarla, y que tuviera piedad de él.
Gracias por leer.
Espero sus reviews.
