Fantasías
No lo soporto más, vuelvo a estar sólo sentado en un maldito bar de carretera mientras Dean folla con su nuevo ligue en el asiento trasero del Impala. Puedo verlos des de aquí. No puedo más, me desespera imaginar a Dean con esa chica, besándola y haciéndole sentir placer. Desearía estar en su lugar...no en el de Dean, como podría imaginarse, sino en el de ella. Deseo que Dean me folle, da igual que sea mi hermano, ya he aceptado que le deseo. Quiero estar debajo de él, quiero que me haga gemir como a esa chica, que me penetre, fuerte y rudo, da igual si ni siquiera es delicado...no importa mientras lo note dentro, tan sólo puedo imaginarlo porque se que no va a ocurrir. Lo sueño cada día, y no sólo de noche ni tampoco sólo cuando duermo...Ahora a pleno día, despierto y en un bar estoy imaginándolo...de nuevo.
Tengo celos de esa chica...porque deseo que él sea sólo para mí. Imagino que soy yo el que está en el Impala, el que gime bajo él sin parar, el que disfruta de su sabor...de él. Mi cuerpo tiembla al imaginar que me posee como sólo él sabe hacerlo, que me marca como suyo, su propiedad, su hermano. Me estremezco por esa idea. Aunque el no lo sepa soy suyo, siempre lo seré, aunque nunca vaya a ocurrir siempre estará presente en mis fantasías.
Creo que la camarera cree que estoy enfermo porque no puedo parar de temblar...adivino su cuerpo de lejos en el Impala...su cuerpo...ese que tantas veces he tocado y lamido en sueños, ese que me lleva hasta la desesperación mientras estoy despierto pero que en sueños me da los mejores orgasmos de mi vida. Lo he visto muchas veces pero cada vez que lo veo es como si algo se rompiera dentro de mí, nunca podré conseguirlo.
Pero igualmente fantaseo con él. Cómo me tira contra el Impala y me besa, notando sus manos en mi pecho bajando hacia mis caderas, su aliento en mi cuello...Una vez dentro me desnuda y lo hace también él. Por fin. Veo lo excitado que está y cojo su pene...dios...cuanto me gusta hacerle sentir placer, moviendo mi mano sin parar y arrancar gemidos de su boca. Noto sus dedos en mi entrada y elevo las caderas, ansioso de que me posea, de que esté dentro, quiero sentirme sometido a él, quiero que haga conmigo lo que quiera pero que me lo haga ya. Lubrica mi entrada y su erección y se acerca a mí. Gimo esperando eso que hace tanto que deseo. No importa que no sea dulce, me da igual que no espere, que duela...sólo quiero que lo haga, que me folle como a sus noviecitas, quiero que lo haga cómo sólo él sabe, cómo sólo el puede. Entra y comienza a moverse, mi cuerpo tiembla sin parar...Me besa, me acaricia y yo me dejo llevar...Estamos ya muy calientes, en el Impala hace mucha calor, sudados continuamos gimiendo hasta que Dean se corre dentro. Siempre dentro, siempre es así, cuando termina siempre lo hace llenándome con su semen.
Yo aún no he terminado y él desea ayudarme. Me hace la mamada más deliciosa de toda mi vida. Lo hace exactamente cómo yo quiero, su lengua juega con mi erección, se distrae en la punta pero pronto relaja la garganta y la traga toda...Instintivamente comienzo a mover las caderas. Comienzo a penetrar su boca rápido, no puedo aguantar y acabo corriéndome. Dean traga y ambos nos relajamos por fin.
Despierto de mi ensoñación dándome cuenta de que tengo una erección y de que ni siquiera he comenzado a comer el desayuno. Miro hacia el Impala y Dean continua allí. Los celos siguen ahí...arañándome por dentro. Me levanto y me dirijo al baño furioso a masturbarme. Me siento y desabrocho mis pantalones, ni siguiera los bajo, abro la cremallera y comienzo a acariciarme...Siento que son las manos de Dean, que me llevan a la locura, me hacen perder el sentido. Me siento muy confuso y mareado. Lo veo allí delante mío sonriendo malévolamente, de esa manera que hace que mi voluntad ceda a sus deseos. Aumenta el ritmo y me mira a los ojos, directamente, me encantan sus ojos, y más cuando me mira de esa forma que me hace estremecer. Me corro y se acerca a besarme. Sigo sentado y para mi desgracia he manchado un poco la pernera derecha del pantalón...aunque no se nota demasiado. Siempre puedo decir que fue la mayonesa del desayuno.
Al volver a mi asiento comienzo a comer. Dean se acerca sonriente y me explica sobre el sexo con esa chica...finjo escucharle pero en realidad estoy reviviendo mi fantasía, que se hace más real cuando no para de repetir las palabras gemir, penetrar, sexo...Siento un escalofrío y miro a Dean que me mira confundido y pregunta si estoy bien. Se acerca mucho a mí y me toma la temperatura, estoy ardiendo y cree que estoy enfermo. Digo que no es nada, sólo calor. Al volver al Impala me dice que duerma un poco a ver si me encuentro mejor. Me acurruco en el asiento del copiloto y le miro. El coche huele a sexo, él me sonríe, y le devuelvo la sonrisa. Vuelvo a dormir y vuelvo a soñar, mientras él conduce hacia nuestro próximo destino, juntos.
