Capitulo 1

El comienzo

Edward POV

Siempre he conseguido lo que quiero, es por eso que mi carrera de reportero será exitosa o al menos eso dice mi madre, Esme, que se encontraba parloteando sobre mi glorioso futuro mientras preparaba el desayuno.

— ¡Oh! Ed ya estoy ansiosa de ver tu primer artículo… –dijo emocionada.

—Mama yo…

—Claro será grandioso, si escribes muy bien –corto a mis palabras.

— ¡Mamá! –gruñí –no me dejaba hablar…

— ¡Y tus fotografías! Oh Cielos ¡me encantan! –decía mientras colocaba los platos en la mesa.

—Mama ni siquiera me han contratado en ningún lugar, aún.

—Pero ya lo harán mi tesoro- añadió con un guiño –ya lo veras…

— Si Ed, nadie sabe, cuando menos te lo esperes estarás escribiendo sobre el deporte, tal vez entrevistándome –dijo Emmett en tono divertido.

—Emmett lo que menos quiero es ser reportero deportivo, y mucho menos entrevistarte a ti, terminarías contándome alguna vergüenza de mi infancia en lugar de tu anotación ganadora.

—Nunca perdería una oportunidad como esa hermano.

Si, como siempre mi hermano Emmett dándome ánimos, por cierto que es el mejor jugador de fútbol de la universidad de Yale, al igual que yo consiguió una beca claro que la mía no la conseguí por jugar, su sueño es jugar en el Súper Tazón.

—Ya basta Emmett, tú hermano ya tiene suficiente con la presión de su entrevista de trabajo– dijo Carlisle… mi padre, entrando a la cocina.

—Sí, gracias por recordármelo Carlisle –contesté en tono ácido.

—De nada hijo, no siempre tienes la suerte de atender a un viejo amigo en el consultorio y este se ofrezca a conseguirle empleo a tu hijo recién graduado- termino diciendo mi padre entre risas, las cuales no compartí.

Aja, ya sé lo que piensan, que tu padre te ayude a conseguir tu primer empleo se ve algo dependiente, pero que puedo hacer si el trabajo aquí en Los Ángeles está un poco difícil; además ya llevaba 2 meses sin trabajar y ya quería con toda mi alma un apartamento propio, lejos de una madre que te consiente como un niño y un padre que te apoya en todo. Me sorprende no ser uno de esos que hacen lo que se le pega en gana, no, esperen… ¡Yo soy uno de esos!

— ¿Y dónde dijiste que trabaja ese amigo tuyo amor? –preguntó mi madre sacándome de mis pensamientos.

—En News Magazine –respondió mi padre entusiasmado, como si la entrevista fuera para él y no mía.

—Y hablando sobre eso, debo irme si es que quiero llegar a tiempo.

Tome el jugo de un solo trago, me despedí y salí rumbo a lo que sería mi nuevo empleo.

Llegue alrededor de las 8:45 A.M aún estaba a tiempo para mi cita con Alfred –el amigo de mi padre– era a las 9, entre y hable con la recepcionista del lobby, la cual me dio un gafete y me dejo pasar. Mientras estaba en el ascensor me quede pensando en los pros y los contras de trabajar aquí, por ahora los pro estaban arriba en la balanza, tendría casa, auto, dinero propio, seria independiente y además estaría haciendo algo que me gusta mucho, escribir, nada podría salir mal, los contra o más bien el contra seria que dispondría de menos tiempos para mis hobbies como la fotografía, dibujo y piano, pero eso era algo que podría sobrellevar, lo más importante ahora era ser alguien en la vida, no ser alguien reconocido pero si alguien con un sueldo. Las puertas del ascensor se abrieron y fui directamente a las oficinas de dirección para encontrarme con Alfred.

—Buen día- me saludo la que supuse seria la secretaria de Alfred.

—Buen día señorita, soy Edward Cullen y estoy aquí para encontrarme con el señor Alfred Langor.

—Mmm… Cullen ehh- decía mientras revisaba unos papeles –sí, lo estaban esperando señor Cullen puede pasar – termino indicando hacia donde debía dirigirme.

Me dirigí hacia la entrada de la oficina mientras escuchaba que la secretaria avisaba mi llegada, abrí la puerta con un deje de timidez, no sabía si tocar o no pero ya que le habían dicho que había llegado ¿Para qué lo haría? así que me abrí paso por la oficina y di con la mirada de Alfred quien no dejaba de observarme.

—Buen día Edward te estaba esperando, ¿No te importa que te llame Edward verdad? ¿Por qué no tomas asiento?- dijo haciendo un leve movimiento con la mano en señal de que me sentara y así lo hice al mismo tiempo que extendía mi mano para estrecharla con la del señor.

—Buen día señor Langor, claro que no me molesta.

—Por favor Edward llámame Alfred o mejor aún Al –dijo mientras reía y soltaba mi mano –Pero mírate si eres la viva imagen de tu padre, claro que con algunas mejoras ¿Cierto?

Reímos un rato pero yo no estaba ahí para divertirme así que decidí ir directo al grano.

—Señor Alfred sobre lo que mi padre y usted hablaron aquel día yo…

—Claro Edward para eso estamos aquí ¿No? escucha News Magazine tiene planeado entrenar a varios chicos para desarrollar sus talentos y precisamente tú eres lo que buscan, jóvenes con ideas nuevas y emprendedoras. Serán 5 jóvenes talentosos incluyéndote, vi tus notas y son magnificas pero…- me miro con ojos serios -el entrenamiento no es fácil chico, te explotarán al máximo y solo por la simple razón de que quieren lo mejor y a la final solo quieren a uno.

Me sorprendí, inmediatamente al escuchar que le darían la oportunidad a uno solo. ¿Para qué hacer que 5 personas prácticamente luchen por un puesto? y qué decir de trabajar gratis para ellos, porque los entrenamientos así nunca son pagados.

— ¿Cuánto durará el entrenamiento?

—Sabia que ibas aceptar muchacho, sí eres como tu padre dijo: dispuesto a tomar riesgos. El entrenamiento durara un mes, este mes laborable no será pagado claro está, aunque si los beneficiará en el currículo ya que les daremos buenas recomendaciones dependiendo de su labor aquí, trabajarán en diferentes áreas que les servirán de aprendizaje para saber todo lo que necesita conocer un asistente de dirección.

—Espere quiere decir que ¿Todo esto es para ser su asistente? –esto ya no me estaba gustando para nada.

—Efectivamente mi querido amigo, necesito alguien que me ayude con los reportajes, reuniones y todas las responsabilidades que conlleva este puesto ya estoy viejo y no soy tan rápido como antes.

Me quede pensativo por unos momentos que al parecer para Alfred fueron eternos porque enseguida me interrumpió.

—Ed sé que no nos conocemos pero siento que contigo podre llevar mejor este trabajo –agregó Alfred, sacándome de mis pensamientos- y para serte completamente sincero, no quiero a ningún aburrido ratón de biblioteca, ni alguien que haya que tenerle mucha paciencia porque eso es algo que no tengo, además tengo fe en que tu podrás lograr pasar por todo esto y pienso ayudarte en lo que tengas duda por eso te pido de favor que al menos lo intentes, tu papá me dijo que te gusta escribir y que por eso quieres ser reportero, déjame decirte que yo he escrito algunos artículos para esta revista y los reviso a diario, si te esfuerzas algún día podrás escribir muchacho. ¿Entonces qué dices?

— ¿Cuando empiezo? –solté luego de otro silencio, durante el cual me quede mirándolo directamente a los ojos.

—Así de habla chico…

Platicamos otro poco sobre el sueldo que tendría si lograba pasar la prueba pero de eso no hablamos mucho, me di cuenta que el señor Al -así me hizo llamarlo- era agradable y conversador, no bromeaba con lo de que estaba seguro le caería bien, yo pensaba lo mismo. Salí de News Magazine sin rumbo alguno, no quería ir a casa y no sabía dónde ir, tenía que pensar en lo que me esperaba de ahora en adelante.