Fruto de una bella tarde de lluvia...
...recuerdos de una persona muy especial...
Hoy me he despertado temprano, papa estaría en el bar y no he visto a mama en casa, solo espero que venga pronto, ¡quiero darle un gran beso de buenos días!, he salido a jugar con mi pelota, anoche leí por unas horas, ¡se como hacerla flotar!, papa gritaba y mama lloraba como siempre, pero mama esta bien, yo solo quería olvidarlo por que mama dice que no es bueno que yo lo vea, y mama siempre me dice la verdad, pero yo no quiero que ella llore.
Cuando he cruzado al acera he visto que dos niños me miraban raro, les he preguntado si querían jugar conmigo a la pelota pero se han empezado a reir, yo también. Pense que habían visto algo gracioso y decidi reirme, no quería ser diferente, uno de pronto se ha detenido y me ha señalado con el dedo ¡bicho raro! Es lo único que he escuchado por que no he podido contener la lagrimas, me he ido corriendo a casa, yo solo quería jugar, yo creía que habían visto algo gracioso. Otros niños ya me lo habían dicho pero mama dice que no les escuche, ellos se meten con mi pelo y con mi ropa, pero según mama estoy muy guapo con el pelo largo, es negro como el suyo y mis ojos también me gusta ver a mama orgullosa, ¡yo siempre llevare el pelo largo para gustarle a mama!.
He salido corriendo hacia casa mama no estaba, asi que me he sentado en mi habitación ¡tengo un gran caldero! Y me gusta jugar con él, mama dice que en la escuela a la que ire el próximo año aprenderé ha hacer pociones, ella no sabe que yo ya he leído varios libros y se hacer algunas… me he sentado y he removido el gran cucharon una y otra vez en mi caldero son las cuatro de la tarde y mama no ha vuelto.
Tengo hambre… mama siempre dice que debo comer más, pero yo no como sin mama yo no se cocinar, supongo que por hoy no me pasara nada.
He subido a mi habitación de nuevo ¡no me había fijado en mi mesa! ¡mama me ha dejado té con galletas! Esta frio, pero sabe igual de dulce que siempre que se sienta a comer y escucharme hablar. Las siete.
Tengo miedo, mama no viene, no le he dado mi gran beso de buenos días, he decidido salir a dar un paseo pero sin alejarme por si mama decide volver. Tengo frio y va a llover. Las ocho. Quiero que venga mama, los ojos se me llenan de lagrimas corro a casa llorando y me siento en mi rincón, pasan las horas y la puerta se abre, es papa. Intento preguntarle casi en un susurro por mama pero me grita que me calle una y otra vez, que me valla a mi habitación, yo eso hago, lo mejor será que valla a la cama y espere. Cuando pongo mi cabeza sobre la almohada siento algo duro y meto la mano debajo. Una carta.
Es la carta de un colegios de magia ¡es del colegio del que me hablo mama!. Hogwarts. Bajo corriendo las escaleras para enseñársela a mama. No esta. Veo que papa se ha quitado la camisa, la deja sobre la mesa y me grita que vuelva a mi cuarto, me aprece ver una mancha roja en ella papa lo ve y me empuja a la pared, me duele mucho el brazo y lloro entonces papa maldice y sale por la puerta, ¡pero no ha cogido sus llaves! ¿Por que no viene mama?
Escucho un nuevo estruendo la puerta cae y un señor me observa en el humbral, dice que es mago y que me llevara a Hogwarts yo solo grito que quiero ir con mi mama, pero el me repite que lo siente, ¿que siente? No lo entiendo, él me lo explica. Fue papa, fue papa, fue papa.
No tengo nada, no tengo a nadie, solo lloro.
-Mamaa! Mami!- Snape se despertó sobresaltado sudoroso y entre lagrimas. –¡Mama!- Dos suaves manos lo sostienen en un abrazo.
-ssh Severus solo fue un mal sueño…- El profesor de pociones seguía llorando.
-siento ser un bicho raro yo intentaba ser normal… yo…- Una joven de ojos castaños lo miraba de forma maternal mientras lo acariciaba.
- no era culpa tuya ser tan especial…- él la mira y vuelve a la realidad, su sabelotodo, sus clases, sus pociones, Hogwarts su salvación.
-te quiero…- le susurra ella.
-Gracias...-
