Hooola... esta historia es completamente mía (excepto por los maravillosos personajes) solo hago lo que mi loca cabeza e imaginación hacen fluir para conseguir esto... espero les guste.


Acomodo mi mascara y hecho una última mirada a mi aspecto, mi cabello semi-recogido dejando mitad de mi cabello con unas ondas castañas- parte de él cabello ocultan las cintas de mi máscara- mi vestido negro ceñido hasta la cintura haciendo que después caiga libremente hasta mis rodillas, los tacones de muerte- literalmente- negros con un poco de encaje alrededor me hacen ver mis piernas largas y más blancas de lo normal, mi cara parece de porcelana gracias a la base que puso Alice, mis mejillas rosadas natural y la parte que más me gusta… mis ojos que son más grandes detrás de mí máscara negra.

-Vamos Bella- vuelve a decir por quinta vez mi hermosa amiga apoyada en el marco de mi habitación, ella con su vestido de Minnie Mouse que la hace ver más pequeña. Sé que al lado de Jasper- que es Mickey Mouse- se verá más tierna.

-Vamos- digo tomando mi bolso de mano y mirándome por última vez en el espejo.

-A un digo que tenemos tiempo de alquilarte un disfraz de V-E-R-D-A-D- dice remarcando cada letra.

-Estoy bien con esto- digo señalando mi vestido e ignorando su sarcasmo.

-Como digas- dice restándole importancia.

-Pensé que nunca llegarían- dice Jasper mientras toma de la cintura a Alice.

-Casi que no termino con Bella, fue un reto Jaspipu- dice haciendo un puchero mientras se seca una gota de sudor falsa.

-Eres muy mala Alicepu- dice bromeando.

-Sabes que no me gusta ese apodo- dice haciendo un puchero.

-¿Qué te parece duende?- pregunta.

-Creo que Alicepu comienza a gustarme- dice dándole un beso.

-Estoy aquí ¿recuerdan?- digo subiendo a la parte de atrás del auto de Jasper.

-Lo sé- dice Alice mientras rodea el auto, sostiene la mano de Jasper y luego lo besa; esté abre la puerta del copiloto para ella y luego de esto rodea rápidamente el auto.

-¿Listas chicas?- pregunta Jasper mientras ajusta su cinturón, ambas asentimos.

El motor del auto ronronea primero y luego comenzamos avanzar mientras los árboles pasan como sombras alrededor de nosotros, fijo mi mirada en las manos entrelazadas de Alice y Jasper, sonrió.

Jasper conduce durante una hora hasta llegar a nuestro destino… la casa "embrujada".

-Es un poco tenebrosa ¿o es solo imaginación mía?- digo mirando detenidamente la casa deteriorada con un toque lúgubre- Seria hermosa si se arreglara y se pintara un poco- pienso en voz alta.

-Dicen que acá murió una familia- comenta Alice.

-Era la familia Cullen- comento- bueno eso dicen los rumores.

-Fueron asesinados- dice Jasper- un psicópata entro a su vivienda mientras los tres integrantes de la familia dormían, los mato uno por uno- mientras relata busca con la mirada un lugar donde estacionarse.

-Parece que vino toda la escuela- dice Alice centrando su mirada en la fila de auto que ahí estacionados.

-Yo creo que todo Forks- digo, miro a Jasper por el retrovisor- continúa Jaspi.

-Ok- ríe- Ninguno se esperaba aquella noche de que fueran a morir, cuenta la leyenda que el último integrante, el hijo, que dormía en la habitación del último piso; mientras escuchaba los pasos del asesino subiendo a su habitación tuvo el tiempo de hacer un pacto con un demonio- Alice se encoge en su asiento- el demonio le dio sus dones- miro por el retrovisor un la gran luna que está encima de nosotros- velocidad y fuerza; el hijo de los Cullen esperó pacientemente al asesino de sus padres, estaban recostado en la cama esperando al asesino y cuando sintió el cuchillo a punto de caer encima de él- nos mira a ambas y pone " un ambiente de suspenso"- los mato.

-Casi que no los sueltas cariño, casi me hago vieja esperando a que dijeras esas palabras- soltamos unas carcajadas "disimuladas", el rodea los ojos y continúa.

-Cuentan que se suicidó después de haber matado el asesino y de haber enterrado a sus padres; pero el cuerpo del hijo de los Cullen nunca fue encontrado, las suposiciones son de que cada noche como esta, recordando la muerte de sus padres el reaparecer o vuelve y mata a alguien.

-Ósea nunca murió- dice Alice mirándose en un espejito.

-Eso parece- finaliza Jasper.

-Es un poco triste y horrible esa historia- susurro.

-Que tierna- dice Jasper pero sé que se está burlando.

-Es una mentira- dice Alice- si da un poco de miedo y sería muy triste si fuera de verdad pero solo la inventaron unos borrachos y fumados tipos estaban acá- dijo retocando su maquillaje, todos nos quedamos callados metidos en nuestros propios mundos: Alice en el mundo del "se me corrió el delineador", Jasper en el mundo de "Donde coños me estaciono" y yo bueno en los mundos de "Pobre familia y de inventando mundos".

Cuando Jasper por fin encontró un lugar donde estacionar, todos suspiramos.

-Vamos a la fiesta- dije tomando valor para salir al frío.

-Claro- contestaron ambos.

Cuando baje del auto sentí el frío recorrer mis brazos y piernas desnudas, inmediatamente me arrepentí de no haber traído un abrigo, el frío me estaba congelando los huesos y podía ver el humo que soltaba la respiración de Alice y Jasper.

Fije la vista en nuestro auto- auto de Jasper- y la distancia que quedaba la casa, hubiera sido una distancia considerable si llevará unos tennis en vez de unos tacones de 15 centímetros. Alice fijo la mirada en Jaspe e hace un puchero, este suspiro divertidamente y comenzó a cargarla- gruñí.

-Ya vamos a llegar Bella- dijo Alice mientras jalaba el cabello rubio de Jasper.

-Lo dices por que no estas sufriendo.

-Lo estoy- dice soltando el mechón de este.

-Jasper te está cargando- grito.

-Miren va pronto llegaremos- dice Jasper.

-SI-grita Alice, yo suspiro y sigo caminando fijando mi mirada en la tierra buscando partes seguras para caminar.

-Siento como si estuviera evitando minas- pienso en voz alta.

-Tranquila Bella de regreso te cargo a ti- dice Jasper.

-Ese es mi amigo- digo besando su mejilla.

Después de sufrir unos minutos-que se me hicieron eternos- Llegamos a la fiesta, al entrar a esta sentí un calor sofocante, camine abriéndome paso mientras empujaba algunas personas e insultaban- aprovecharon y me tocaron el culo- idiotas.

-Estaremos en la barra- grito Alice señalando una enorme mesa rodeada por algunas personas que aún se sostenían en pie, tomo la mano de Jasper y se lo llevo con ella.

Camine buscando algún lugar donde no hubiera tantas personas llegue a un punto donde no tenía que empujar a nadie y había centímetros considerables que me separaban de los demás me apoye en la pared mientras me quitaba los tacones, me estaban matando los pies.

-¿No sabes quien la organizo?- dijo una voz chillona.

-No, solo me llego un correo donde decía la dirección- contesto una chica.

-¿Y no conocías el correo, o algo así de quien te la envió?- pregunto de nuevo la voz chillona.

-No, al principio lo tome como una broma pero luego todos comenzaron hablar de "la gran diosa fiesta misteriosa" y no me la podía perder- río

-Cool- respondió la voz chillona, escuche el sonido de unos tacones acercándose así que me escabullí pero choque con una pared o mejor dicho un chico.

-Perdona no estaba viendo. Dije levantando las manos pero al instante me arrepiento, llevo en cada mano un tacón así que las bajo rápidamente y los escondo detrás de mí espalda, el ríe y siento como mis mejillas comienzan arder.

-Tranquila- sonríe regalándome una sonrisa resplandeciente.

-Vale- digo, nuestros ojos se conectan por un momento y siento que ya no pertenezco a este mundo, me siento segura y en un lugar al que podría llamar hogar, consiente ya de lo que hago agacho la cabeza y muevo mi mano a modo de despedida, no espero ninguna respuesta por parte de él, solo corro hacia algún lugar alejado que aquel chico, cuando estoy segura que estoy lo suficientemente lejos de él, camino unos pocos centímetros para buscar una silla vacía, cuando visualizo una, corro hacia ella antes de que alguien la tome.

Miro mis pies descalzos y luego fijo mi mirada en mis manos los tacones sigue ahí, me sonrojo rápido me los pongo. Pienso en el chico- el sonrojo de antes vuelve a mí- su cabello cobrizo hacía que mis manos cosquillaran y tuvieran ganas de pasar mis dedos por cada fibra de su cabello, llevaba una máscara completamente negra resaltando su piel pálida y sus ojos verdes esmeralda, sus labios carnosos- mis mejillas ya arden al recordar esos labios- su traje negro con una capa lo hacía tener un aura de misterio y sonrisa… su hermosa sonrisa, sonrió idiotamente.

Las luces se encienden y se dirigen al principio de una escalera, captando la atención de varios invitados- incluyéndome-. Un chico que esta disfrazado de Mario- que pareciera que va a romper el traje- acompañado por una chica rubia que esta disfrazada de princesa – Peach- son iluminados por luces.

-Hola, hola, HOLA- dice "Mario" mientras ríe- Soy Emmett o Mario por esta noche- dice señalando su gorra, varios ríen y algunas chicas suelta uno que otro suspiro, mientras que otras murmuran- y la chica a mi lado es mi novia Rossalie- abraza a la chica posesivamente, sonrío al notar la decepción de algunas chicas- todos pensara que soy el chico quien envió las invitaciones a esta grandiosa fiesta- Señala el lugar y todos gritan y algunos aúllan- la verdad es que no- todos se miran entre ellos confundidos- la verdad será revelada a los que aún se sostengan de pie, tenga un poco de conciencia y sigan vivos- se ríe malvadamente, vario vuelven a gritar, yo solo me encojo en mi asiento, por alguna extraña razón sus palabras viene cargadas con un significado más- bueno una de las sorpresas de la noche es esta- alguna de las luces que iluminaban a "Emmett y Rossalie" ahora iluminan al chico al chico con el que me tropecé- les presento al pianista de la muerte- sonríe como un niño- aplaudan chicos y chicas- grita este, toma a su chica y desaparecen en la oscuridad pues las luces ahora se centraban en el chico cobrizo o anteriormente nombrado " el pianista de la muerte".

"El pianistas muerte" recorre con la mirada el lugar y luego hace una reverencia- varias chicas suspiran. Roma asiento elegantemente frente a un hermosos piano de cola que brillan por las luces, sus manos acarician suavemente el piano y como si yo fuera l piano siento sus delicados dedos pasar por mi cuerpo.

Oprime una tecla y repentinamente me paro, paso la mirada por el lugar y observo como si estuviéramos en un hechizo todos están de pie en la misma posición que yo, el chico cobrizo comienza con unas notas suaves y varias personas incluyéndome nos dirigimos a la pista y comenzamos a movernos al ritmo lento de la melodía, oprime sus dedos sobre el piano haciendo que este suelte unas notas fuertes – el sonido es como una vibración en mis huesos- levanto mi rostro y miro al chico, el mira fijamente Las teclas como si en ellas estuvieran escrito la respuesta a todo, comienza a mover velozmente sus dedos por las teclas del piano haciendo que este casi tonara vida, de él comienzo a salir un ritmo siniestro.

Mi cuerpo reacciona y comienzo a moverme inconscientemente, doy una que otra vuelta, me siento como si no fuera yo, como si pudiera ver de otras perspectiva mi cuerpo moviéndose al ritmo de su siniestra y tenebrosa melodía; nunca había escuchado una así, creo que solo sus dedos puedes llegar hacer tan tenebrosa esta melodía pero no tengo miedo, pues siento que lo conozco, mi alma se entrega a la música y mi cuerpo al ritmo de ella. Observo sus ojos, rojos como la sangre, siento que saltara a mí… pero, no lo hacen cambio me regala una brillante sonrisa ladina que hace que mi corazón deje de latir… casi literalmente; siento que la oscuridad invade mi cuerpo pero en vez de preocuparme me emociono y miro fijamente esos ojos, la melodía se detiene y freno abruptamente, la gente alrededor que en un momento había desaparecido vuelve aparecer, todos hacer una reverencia, hago una también un poco torpe. Siento las manos de alguien en mi muñeca, bajo la mirada a mi muñeca y luego la elevo buscando el sueño o dueña de esa mano, una sonriente Alice me mira fijamente.

-Fue grandioso- dice alegremente- dime que lo sentiste- paso mi mirada a Jasper que también sonríe.

-¿Qué?- pregunto un poco distraída.

-La descarga de adrenalina- asiento- fue grandiosa- suspira- es muy difícil de definir pero me sentí como…

-¿Si tu fuera el piano y sus manos te estuvieran recorriendo y tocando?- juro que solo me escuche cuando dije eso.

-SI- grita- ¿Jasper?- este asiente- Juro que pensé que era la única en este lugar, si no hubiera sido por que Jasper me apretaba la mano me lo hubiera creído- asiento

-Fue grandioso, tengo que admitir que nunca he escuchado una canción así y si el la compuso mis respetos, fue grandiosa- comenta Jasper con una sonrisa.

-Fue extraño- susurro

-Con cuerdo con ello- doce Jasper.

-Yo sentí al principio como si una fuerza me empujara a pararme y luego a bailar- dice Alice mientras da pequeños brincos. Río.

-Opino lo mismo duende- digo, ella borra rápido la sonrisa de su rostro y se pone pálida.

-Perdona Al- digo tomándola del brazo- era bromeando y…

-No- dice ella- digo tranquila, quiero ir a tomar algo vamos Jasper- dice ella sin preguntarle, toma a Jasper del brazo; Jasper me mira y con la mirada me dice que nos vemos después yo asiento- te quiero- me da un torpe beso en la mejilla

-Cuídate, ya sabes el punto de encuentro- dice un Jasper que es jalado por una Alice que empuja bruscamente algunas personas para desaparecer entre ellas. Frunzo el ceño por el raro comportamiento extraño de Alice.

Miro al lugar donde hace unos pocos minutos estaba el cobrizo pero ya no estaba ahí- suspiro de lastima- comienzo buscando unos ojos verdes que pertenezcan a un cobrizo, busco alrededor de la multitud, cuando no encuentro nada, pienso dar unos pocos pasos para buscarlo pero unos dedos largos de una mano delgada me sujetaban la cintura, doy la vuelta lentamente y sonrío idiotamente, es él.

-Hola-susurro, él sonríe y me besa la mano. Sonrió.

-Hola soy Edward Cullen- dice, mi piel se eriza cuando escucho su apellido.

-Cullen- susurro bajo, tanto que ni yo me alcanzo a escuchar- El pianista- susurro más alto para que él escuche.

-Exactamente él- ríe, su risa es una melodía para mi oído- y tu preciosa ¿cómo te llamas?- dice quitando sus manos de mi cintura.

-Isabella, pero puedes decirme Bella- digo, extendiendo mi mano, él la toma la estrecha y cuando pienso que la va a soltar rápidamente deposita un leve beso sobre esta, me estremezco al sentir sus labios fríos.

-Hermoso nombre- sonríe y me derrite su sonrisa- ¿Bailas?- asiento, Edward pone sus manos en mi cintura, yo hago lo adecuado y coloco mis manos en sus hombros.

-Claro de luna- reconozco la canción que comienza a sonar.

-¿La conoces?- dice asombrado, asiento tímidamente- es muy raro encontrar a personas y más chicas con gustos clásicos- me encojo de hombros.

-Es hermosa- comentó.

-Como tú- sonrió y me sonrojo, miro a mi alrededor todas las personas han desaparecido y han sido remplazadas por muebles- tal vez como lo era esta casa.

-Hay muebles- susurro con calma, es extraño, pero, no tengo miedo.

-Como era mi casa- dice, me aparto un poco de él.

-¿Tu casa?-pregunto, él me pega más a él y yo paso mis manos enredándolas detrás de su cuello inconscientemente.

-Antes vivía aquí con mis padres- comenta tranquilamente mientras recorre con su mirada el lugar, me tensó- debo de estarme volviéndome loca- pienso- éramos una familia unida hasta esa noche- aprieta mi cintura y suelto un gemido de dolor- disculpa- niego con la cabeza y me aparto un poco.

-Eres el de la….- me tapa la boca y sonríe, sus ojos brillan y se ponen rojos como la sangre. Grito pero su mano lo ahoga.

-Eres muy ingenua Isabella- dice, la gente vuelve aparecer cuando termina su oración, todo me da vueltas y me duele un poco la cabeza, miro ambos lados y han desaparecido los muebles, lo empujo bruscamente y cuando estoy a punto de gritar ponen una canción que hace que mis oídos duelan.

-Está muy alto-digo poniendo mis manos intentando de tapar mis oído de esa estúpida música.

-Shhh- me tapa la boca rápidamente, por un momento sus ojos se conectan con los mí; aparto la mirada y trato de zafarme de él- iremos arriba y hablaremos mejor- intento de nuevo zafarme pero es inútil, no logro moverme ni un milímetro. Me llevo casi arrastrando al último piso; las personas con las que no topábamos seguían bailando, tomando o hablando y no se percataban de nosotros, en varios momentos golpee a vario o los tomaba pero no se percataban de mí, como si no pudieran verme ni sentirme. Se me hiela la sangre de solo pensar que este chico, el que está tomando mi mano y arrastrándome sea el mismísimo hijo de los que murieron aquí, asesino y también que sienta una atracción extraña por él-también un demonio- me recordó mi mente.

-Llegamos- dice como a modo de celebración; es un cuarto espacioso, tiene una cama con aspecto viejo y deteriorado, el polvo la cubre haciendo parecer la colcha de otro color y de una textura suave, las ventanas sucias, pero, aún se puede observar la hermosa luna que está afuera y el bosque que se extiende hasta algún límite, al frente de la cama, un sucio escritorio de madera bien pulida de tres cajones, contiene encima de él un libro, un espejo y un retrato de alguna familia, cerca de esta hay una mecedora y en el suelo un sucio tapete ovalado. Vuelvo a la realidad y dejo de observar las bellas cosas, me topo con unos rojo y reacciono, me aparto rápidamente de él y corro a la puerta pero esta es cerrada frente a mí.

Grito; él se acerca lentamente y yo pego mi espalda a la puerta tratando de alejar de él y de forzar la puerta-es inútil- quedamos frente a frente, ojos chocolate contra rojos, mi respiración es fuerte, puedo escuchar el latir de mi corazón, siento una gota de sudor frió deslizarse por mi espalda, el aliento de él, olor a vainilla, su olor inunda mis fosas nasales pero aparto la mirada.

-Se mudaron en 1929- dice dándome la espalda, ignorando mi pregunta- mi padre un reconocido doctor y mi madre una ama de casa que solo se preocupada por la llegada de su único hijo- específica, me mira fijamente, trato de apartar la mirada pero algo me lo impide, camina lentamente por toda la habitación con las mano en la espalda dándole un aspecto elegante- una familia feliz, los que estaban cerca de ellos podían comprobar que esa familia era la más unida que habían conocido, la madre cocinaba exquisito y era muy bondadosa- y en un abrir y cerrar de ojos tenía frente a mí.

-HA- grito, pasa su nariz por mi garganta.

-Tanto que los llevaría a la muerte- susurra pone ambas manos encerrándome entre y la puerta- era 1932 un señor toco la puerta de esa familia esa noche y dijo venir de un pueblo lejano, había escuchado que hospedaba a personas- gruño- la madre lo dejo entrar, le brindo un techo y una comida, al pasar de los días el hijo de la familia comenzaba a desconfiar del nuevo húespeded. Los padres lo ignoraban por sus locas ideas.

El día 26 de Abril en 1932 en una fría noche con una luna llena como esta, todos se fueron a dormir, el hijo se quedó despierto, pues, tenía un mal presentimiento, decidió leer un libro pero al ver que no conseguía concentrarse lo dejo encima de su escritorio al lado de la foto familia que él tenía- voltee a mirar el escritorio que tenía un libro y una de alguna familia. Trague saliva- escucho un golpe en la cocina, asustado tomo una bata y bajo sigilosamente- cierra los ojos- nunca se imaginó encontrarse una escena como tal, su madre estaba tirada en el frío suelo de la cocina encima de un charco de sangre que brotaba de ella, el hijo asustado subió corriendo para avisarle al padre en el camino encontró a su padre y este le dijo que se escondiera en su habitación, el hijo apunto de marcharse volteo a ver a su padre, este lo abrazo y le dijo lo mucho que lo amaba, el hijo subió un escalón y vio la espalda de su padre bajas por las escaleras.

Nunca pensó que sería la última vez que lo vería con vida- hizo una pausa y se sentó en el piso mirando hacia la nada.

El hijo obedientemente subió a su habitación y se encerró en ella, estuvo tratando de escuchar de lo que pasaba a ya abajo, pero le fue imposible, hasta que escucho otro golpe, asustado corrió a su cama, quedo todo en silencio hasta que escucho unos pasos. Sabía que no era los pasos de su padres estos eran bruscos y lentos- suspiro, y se dirigió a mí, estaba ves no me aleje y note una pequeña sonrisa en su rostro-El asesino de su madre y tal vez ahora el de su padre subía las escaleras hacia donde estaba él; con la poca cordura que le quedaba recurrió a lo único que le vino a la mente… un pacto-dijo, me tomo de las manos dirigiéndome a la alfombra, hizo arrodillarme encima de la sucia alfombra.

Observo a Edward, frente a mí, esta arrodillado igual que yo, mira directamente sus manos que tienen las mías, pero eso no hacía que no pudiera ver sus ojos llenos de rabia y tristeza- mi corazón se encogió.

-Había escuchado de los pactos en alguna clase de historia o religión- continua contando- en ese momento no le importó recordar, solo tomo una hoja y comenzó a decir las palabras, cuando finalizo el rito, un chico casi de la misma edad que él apareció frente a él, confuso se apartó u preguntó si era el demonio (su demonio), este riendo contesto que si – Edward levanto la mirada y me miro por unos segundos antes de retomar la historia- el pacto fue sencillo- sonrió- solo tenía que poner sangre en la hoja y pedir los poderes o "dones" como el los llamo; el hijo de la familia hizo todo lo que él le pidió, y logro tener los dones, recibió; velocidad, fuera, sentidos desarrollados, hipnosis e inmortalidad; el hijo solo quería vengar la muerte de sus padres, el demonio desapareció cuando termino el proceso, el hijo espero pacientemente en la cama, podía escuchar los pasos, los latidos del asesino, cuando el asesino entro en su habitación no respiro ni pestañeo, solo espero a que levantara el arma para matarlo- Edward se levantó y camino hacia la cama.

-¿Qué paso?- susurre aun arrodillada, Edward volteó y me miró fijamente, se acercó a mí y acaricio mi mejilla.

-Cuando alzo el chichillo, el hijo se volteó, el asesino sonrió y el hijo también, el asesino retrocedió un paso por la expresión del hijo, el hijo salto hacia a él, no tenía ningún arma- sonrió- aparte de sus colmillos- mi respiración se cortó y mi corazón se detuvo- bebió cada gota de su sangre, paraba y lo hacía sufrir rompiendo cada uno de sus huesos, no le importó su suplicas de piedad ya que él no se las había dado a sus padres y ni siquiera a él; luego de haberlo matado, corrió a ver a sus padres, quiso llorar su muerte, enserio que quise… quiso- agacho la cabeza era él, lo sabía-pensé- hizo una tumba para cada uno, los enterró sintiendo el dolor que esto conllevaba- suspiro- nunca pensara ver morir enfrente tuyo a tus padres y de tal forma, pero, menos enterrarlos tú mismo-detuvo su narración y fijo su vista en mí,, ya no tenía sus ojos rojos ahora eran verdes esmeralda, brillaban por las lágrimas que no podía derramar.

Me pare y me acerque a él, retrocedió, pero seguí insistiendo, acerque mi mano a sus mejilla y la acaricie, sus ojos conectaron con los míos, lo acerque a mí y rodee con mis brazos su torso

-Fingí mi muerte- susurro, sus dedos trazaba círculos en mi espalda- pero mi cuerpo no fue encontrado, soy inmortal, trate de matarme pero no pude y…

-¿Por qué hiciste esto?- pregunté.

-¿Qué?

-Esto- señale el lugar.

-¿El traerte a mi habitación?, ¿el contarte mi historia?, ¿el haber hecho la fiesta?- pregunto

-Son buenas preguntas, pero, me refería a la fiesta- explique.

-Tengo unos asuntos que resolver- se encoge de hombros

-Explicame- insisto.

-¿No me quieres preguntar lo demás?- pregunta inocentemente.

-Vale- suspiro- ¿Me explicaras por qué también?

-Déjame responderte las primeras preguntas.

-Vale responde.

-Te traje a mi habitación para contarte la historia, este lugar es más privado- asiento de acuerdo- y los recuerdos son más vividos acá- me siento un poco incomoda pero no aparto mi mirada de él.

-¿Y la otra?- pregunto

-Eres muy impaciente- ríe

-Si acostum…- me detengo a mitad de frase al darme cuenta del significado de mis palabras, agacho la cabeza- solo responde no me gusta el misterio y menos las sorpresas- le advierto

-Te conté la historia que creí que tenías que saber el porqué de tu muerte- retrocedo dos pasos sintiendo un dolor en el pecho.

-¿Qué?- grito

-El asunto que tengo pendiente es esta casa, muchas personas vienen aquí pensando que es un lugar abandonado y lo pueden utilizar y odio eso.

-Pues échalos, no se compra la casa, hazte pasar por el propietario- digo alterada- hay mejores soluciones.

-Ya lo he intentado y es más complicado de lo que piensas- pasa sus dedos largos entre su cabello alborotado- hay personas que saben que soy un misterio y tiene imágenes o fotos mías- suspira- puede reconocerme y la mejor solución para es que si "mato" a alguien ellos no volverán- dice

-¿Por qué pones "mato" entre comilla?- digo entrecerrando los ojos

-Ya lo veras- corre hacía mí, me hace chocar contra la pared, recorre mi cuello con su nariz, siento su respiración sobre esta área.

-Quie-eto vam-pii-iro- tartamudeo.

-Oblígame- deposita un beso en la área de mi cuello, tiemblo y se me hiela la sangre. Comienzo a sentir algo filoso en esa parte. Sus colmillos.

-NO- grito, se aparta y mira mis ojos- no quiero morir- susurro.

-No lo harás- se acerca lentamente, me siento como una presa, me regala una sonrisa ladina- Todavía no- susurra en mis labios, ya no siento mis piernas, él me toma mi cintura y luego me besa.


Hola de nuevo :3

espero que le halla gustado o les halla entretenido (no soy buena en esto) por lo que notaran es mi primera vez en esto.

Quisiera saber sus opiniones ( buenas o malas todo se acepta)

Esta historia costa d capitulos, como dije es una loca idea que he tenido y quisiera arriesgarme viendo que les parece (si esto resulta bien espero que si publicare los otros capítulos)

No alargo más esto.

Gracias por haber leído hasta aca (así no te halla gustado) es de loco esto.

Con el corazón latiendo a mil Emm.