Bueno, eh aquí con una nueva historia, realmente la escribí pensando un poco en que hacía falta información en otro de mis fics "Diario de un inocente" porque ahí solo eh llegado a escribir acerca de Cyborg y lo que él recuerda y está viviendo, sin embargo no mencionaba en ningún momento a Robin ni a Starfire debido a q para ellos tenía planeado una historia un poco más extraña (si eso es posible), pero igual sus vidas dan un giro en el que no había forma de incluirlos en la versión de Cyborg y por lo cual eh aquí la otra cara de la moneda…

Espero les guste y dejen comentarios, a propósito eh subido este fic aquí por q me recomendaron que mejor lo subiera en esta sección debido a q el area d comics stá más q abandonada, es más ahí stán mis otros fics (incluyendo la versión d Cybrg de la que les hablé) pero casi ni tengo comentarios, espero que eso cambie… (Se vale soñar).

RELATO 1: ROBIN

PREFACIO

-¡Despierta! – Escucho una voz, pero no hay nadie, solo la oscuridad que invade todo a mí alrededor.

-Debemos llevarlo al hospital de inmediato – Ordena la voz de una joven, se escucha como si se encontrara justo a mi lado, intento verla, pero la oscuridad aún está presente.

-¿Qué sucedió? – Otra voz, pero esta se escucha como si proviniera de una mayor distancia. Intento mover las piernas, pero siento la pesadez extenderse por todo mi cuerpo. ¿Dónde estoy?

-Lo siento, señorita, pero debe retirarse de inmediato…

-¿Cómo puede decir eso? ¡Todos están muertos! ¡Necesito encontrar a mi madre!

-Nada puede hacerse – Responde fríamente la voz masculina

-¿Qué ocurrió antes de eso?

-Intenta recordar lo que ocurrió antes, concéntrate…

-¡Robin! – Escucho el grito alarmado de una chica. A mi alrededor la gente parece correr desesperada, pero no hay colores ni rostros, solo sombras que luchan por abrirse paso.

Algo me golpeó intentando inmovilizarme, pero mi cuerpo intenta acudir al llamado de esa chica. Siento como mis brazos y piernas impactan contra algo una y otra vez hasta que mi atacante cae al suelo inconsciente, entonces me abro paso entre la multitud de sombras aumentando la velocidad hasta que mis piernas se detienen justo a lado de una sombra que al parecer se encontraba de rodillas en el suelo y las manos sobre la cabeza, escucho un ligero sollozo por lo que bajo la mirada y entonces comprendí que se trataba de ella; mi cuerpo se hinca a su lado y mis brazos la rodean de forma protectora (¿qué significado puede tener esa sombra a la cual mi cuerpo se empeña en proteger?)

Siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal, pero mi cuerpo no reacciona, desorientación, el sonido de pisadas acercándose, acompañadas por una risa burlona, un rayo de luz cegador, seguido por un adormecimiento en todo mi cuerpo…

-¡No, no es suficiente! – Grita con euforia el enorme sujeto de ojos grises al tiempo en que sus enormes puños impactan violentamente contra la mesa metálica dejando unas profundas abolladuras

Mi cabeza me daba vueltas y a mi mente le costaba enfocar un solo recuerdo, veía las sombras pasar, desaparecían y reaparecían una tras otra. Luché contra las redes de la inconsciencia que querían hacerme su prisionero, no iba a permitírselos porque de hacerlo a este sujeto no le costaría ningún trabajo acceder a mis memorias más ocultas a las cuales ni siquiera yo tengo acceso.

Mi vista, que hasta el momento había permanecido borrosa, se fue aclarando y fue cuando pude ver con incredulidad a la joven que se encontraba recargada en la puerta de la entrada. Su mirada la concentraba sobre algún punto invisible en el suelo, mantenía sus brazos cruzados, parecía no percatarse aún de que ahora yo la miraba. No realizó ningún movimiento por lo que me dediqué a contemplarla por un rato más, su largo cabello rojo se mantenía estático tras sus orejas y los pliegues de su vestido blanco caían como cascada sobre el suelo.

Frente a mí, el sujeto de ojos grises volvió a golpear la mesa y al no conseguir mi atención gruñó con voz ronca.

La chica realizó un leve cabeceo, la enfoqué con más atención intentando encontrar algo (una expresión, un cambio en su postura, algo) pero no mostraba signos de vida; parecía un ser inanimado postrado en aquél muro.

Pasaron los segundos, luego los minutos y entonces giró la cabeza en mi dirección, había algo diferente: "una pequeña curvatura en el borde de sus labios"

Repentinamente sentí su mirada sobre mí, ocasionando que mi cuerpo vacilara sin que yo pudiera entender, ¿por qué su rostro me parecía tan familiar?

Miré con atención sus ojos, eran de un verde esmeralda.

"No confíes en ella" me advirtió la voz, entonces volví a posar mi mirada en la chica. Mis piernas luchaban por incorporarse y correr tras ella, mis brazos deseaban rodearla pero ¿por qué?

-Es tu fin – Bufó el enorme bravucón de ojos grises, rápidamente volví la mirada en busca de la chica, pero había desaparecido.

-No pudiste descubrirlo – Una nueva silueta borrosa aparece y antes de caer inconsciente escuché una nueva voz reír detrás de mí…