Disclaimer: Si esto fuera mío no estaría haciendo fics si no bebiendo daiquiri en Las Bahamas.
I. FUEGO
Ver a Gellert haciendo magia es todo un espectáculo en sí. Lo hace con fuerza, como si su varita fuera una batuta que controla los elementos de la naturaleza. Agarra la varita con fuerza, y así sólo este moviendo algo, sus nudillos se ponen blancos como si en cualquier momento fuese a lanzar una maldición asesina, cuando solo esta abriendo una puerta o insonorizando la habitación.
A diferencia de otros magos, cuando Gellert coge la varita no parece que la magia se focalizara en un punto, si no que, como en un embudo, esta lo inunda todo. Explosiva, calida y arrolladora, que llena cada resquicio de la habitación, dándole vida a lo muerto.
Gellert Grildelwald es impredecible como el fuego. Cuando está calmado es calidez, es amistoso y todo sonrisas. Pero ver a Gellert explotando (y es irascible el muchacho) es un espectáculo que acojona. Los labios tensos y las mejillas rojas. Grita, patalea, se caga en tu madre y amenaza con matarte. Por supuesto, nunca lo hace. O al menos Albus jamás le ha creido nunca esas tonterías llenas de amenazas, que le dice. Es solo cuestión ignorarlo.
Aún así, Albus le quiere. Por que Gellert es todo lo que él no es. Es explosivo, irracional, irascible, inmaduro (Albus esta seguro que Aberforth tiene momentos de mayor madurez que Gellert) y egocéntrico. No solo le quiere. Le gusta. Realmente le gusta. Cuando esta cabreado, especialmente.
Le lanza una mirada de soslayo. Tiene un hechizo de levitación y esta leyendo cabeza abajo. Aún no comprende como lo hace, porque ya comprobó que SÍ lee y, pero aún, entiende. Los rizos rozan un poco el suelo de su habitación y tiene el irrefrenable deseo de arrodillarse y hundir la nariz, embriagarse de su olor y morderle los labios. Pero no es el momento. Levanta la varita y hace un movimiento como de un cuchillo en el aire. Gellert cae de un golpe seco.
-Pero... ¿Que coños?- se levanta. Está rojo de ira. La excitación le cosquillea entre los muslos-. ¿Has sido tú?
-No...
Sonríe de lado, cuando Gellert se le hecha encima maldiciendo en húngaro a su madre, su abuela, su bisabuela y varias generaciones más.
Gellert es magia en su estado más puro. Gellert es fuego hecho carne, el regalo de Prometeo a los hombres, robado de los mismos dioses del olimpo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
N/a: Recuerder, pichurrines, que detras de cada review hay un autor feliz y motivado.
