¡Hola!, soy DragonTribute. Después de 3 años de estar leyendo diferentes fanfics que se han subido a esta plataforma, al fin me he decidido a crearme una cuenta para empezar a subir mi contenido. Como pueden ver, leyendo mi nombre de usuario, soy fan de Game of Thrones y Los Juegos del Hambre, así que para mi primer proyecto decidí escribir nuevamente el primer libro de la trilogía de Suzanne Collins pero desde el punto de vista de Peeta Mellark. He visto que muchos usuarios de diferentes plataformas han hecho este proyecto, pero nadie lo ha terminado. Así que yo le quiero hacer justicia a este personaje y a esos proyectos sin terminar haciéndolo a mi manera. Espero que le guste a todos aquellos que lleguen a leer esto. Seguiré el mismo ritmo del libro original, 27 capítulos divididos en tres partes. ¡Gracias por entrar!

Todos los personajes y la historia original son propiedad de Suzanne Collins. Esto solo es un trabajo hecho por un fan.


LOS JUEGOS DEL HAMBRE - P.O.V PEETA MELLARK.

Escrito por: DragonTribute

Primera Parte: Los Tributos.

CAPÍTULO 1

Al despertar lo primero que hago es voltear a ver el reloj que tengo en la mesita de noche al lado de mi cama, las 7:00 am. Me quedo viendo extrañado a aquél artefacto que en este momento me es tan ajeno porque nunca me levanto tan tarde, siempre me levanto a las 5:00 am para poder ayudar a mi padre con la panadería. Pero el recuerdo de lo que pasará hoy me cae como un balde de agua fría. Hoy es la cosecha para conocer a los dos tributos que representarán a nuestro distrito en estos Juegos del Hambre. Envidio a mis hermanos, porque ellos al ser ya mayores de 18 años, sus nombres ya no entran en las urnas. Pero no es mi caso, aún me quedan 2 cosechas más aparte de esta.

Nervioso, me siento a la orilla del colchón. Tengo los nudillos blancos de lo fuerte que estoy apretando las sábanas, no sé qué esperar el día de hoy. Esta es la cuarta cosecha a la que asisto, así que tengo que prepararme y ponerme la mejor ropa que tenga en mi armario, porque la cosecha es un evento de gala, así que encuentro la ropa que usaré para poder entrar a darme una ducha.

Tengo los músculos tensos, no me di cuenta de ello hasta que el agua caliente empezó a relajarlos, ojalá pudiera quedarme aquí y no ir a la cosecha, pero tengo que apresurarme si no quiero llegar tarde. Mi madre por una extraña razón siempre quiere que esté muy temprano a las cosechas, pero nunca está ahí para despedirse cuando me voy.

Mi madre siempre ha sido muy dura conmigo desde que tengo memoria, con mis hermanos siempre ha sido bastante más tranquila, pero conmigo, por alguna extraña razón, nunca ha sido muy dulce que digamos. Sacudo la cabeza para pasar esos pensamientos a segundo plano.

Cuando salgo de la ducha me visto rápidamente, a lo que le dedico un poco más de tiempo es a mi peinado, ya que como tengo el cabello rizado, me es difícil acomodarlo en poco tiempo. Al terminar de peinarme, entro al cuarto de mis padres, mi madre sigue dormida, así que entro de la manera más silenciosa posible, si la despierto lo primero que haría sería gritar que salga de la habitación. Al acercarme a la mesa de noche de mi padre, tomo un poco de su loción, he hecho esto desde mi primera cosecha para sentir que él está cerca de mí siempre. Así que, después de ponerme la loción, bajo las escaleras.

Al entrar a la cocina mi padre está sentado a la mesa con un periódico entre las manos en el que el encabezado reza «Los septuagésimo cuartos Juegos del Hambre se acercan cada vez más», pero dejo de poner atención en el papel porque mi padre me saca de mi trance.

—Buenos días, Peeta —dice mi padre, quitando la vista del periódico —. ¿Ya estás listo?

—Buenos días, papá. Aún no lo sé, estoy muy nervioso, y tengo miedo de lo que pueda pasar —digo, bajando la mirada.

—Peeta, mírame —mi padre me pone la mano en el mentón y me levanta la cabeza —. Hay muchos chicos en el distrito, no te nombrarán.

—¿En serio? —pregunto.

—Te lo prometo, no estés nervioso. —me da una sonrisa conciliadora que yo correspondo —. Así que ya vete, tu madre se enfadará si ve que sigues aquí.

—Gracias, papá. No entiendo por qué mi madre siempre quiere que esté ahí antes que la mayoría. Nos vemos más tarde. —me despido de un grito de mi padre, porque salgo corriendo de casa.

En cuestión de minutos llego al Edificio de Justicia, pensé que casi no habría personas, pero al dar un vistazo, me doy cuenta de que ya hay cientos de chicos acomodándose por edades, de un lado están los chicos y del otro las chicas. Me acerco a unas mesas que hay a unos cuantos metros de todo el alboroto, en las mesas hay agentes de la paz que usan una aguja para sacarte sangre de un dedo y poder llevar así un conteo más ordenado de los chicos que van llegando.

Me acomodo en la fila de chicos de 16 años para esperar a que inicie todo. En el centro de la plaza hay un pequeño escenario con 3 sillas donde están sentados el alcalde, Haymitch Abernathy, él es el único ganador con vida de los Juegos que tiene el Distrito 12, pero ha tenido dos ganadores, por lo que él ha sido el mentor de los tributos los últimos años, y Effie Trinket, la acompañante del 12 enviada por el Capitolio, siempre me ha parecido simpática por el hecho de que siempre está dando su mejor sonrisa a la gente, pero siempre me han dado escalofríos sus estrafalarios atuendos. Cada vez está más llena la plaza no solo de los chicos, sino que sus padres también están del otro lado, donde están las mesas con agentes de la paz. Busco a mi padre entre el mar de gente y no lo veo, espero que esté ahí.

Después de una larga espera, el alcalde Undersee se levanta de su asiento y se acerca al micrófono, y comienza a leer el mismo discurso de todos los años, donde explica la historia de Panem, que está construida sobre algo que hace muchos años se llamaba Norteamérica y que, por esto mismo, al haber un cambio completo político, los rebeldes se levantaron en contra del gobierno. A esto lo llamaron los Días Oscuros. Después de que los Días Oscuros pasaran, el Capitolio decidió como recordatorio de su triunfo contra los rebeldes, crear los Juegos del Hambre, donde harían que un chico y una chica de cada distrito se enfrentaran a muerte en una competencia en la que el mejor sale siendo ganador, lo que significa fama y riqueza.

Cuando el alcalde termina de dar el discurso, Effie Trinket se acerca al micrófono dando pasitos que más bien parece que son brinquitos, da unos golpecitos para probarlo y comienza a hablar.

—¡Felices Juegos del Hambre! ¡Y que la suerte siempre esté de su parte!

Effie hoy viene con cabello rosa, pero es tan chillante que hace que el sol se refleje contra él, incluso tengo que ponerme una mano en la frente para verla, ya que el reflejo me da de lleno en los ojos. Comienza dando un pequeño discurso como todos los años diciendo que es un honor para ella estar aquí, no puedo evitar sonreír al pensar que nadie se sentiría honrado de estar en este distrito. Pero son cuestiones de tradición.

Volteo a todos lados y la veo, esa cara que hace que sienta cosas inexplicables dentro de mí cada vez que la veo. Katniss Everdeen, desde la primera vez que la vi quedé perdidamente enamorado de ella. Lo recuerdo perfectamente, estábamos en clase, la maestra estaba dando una clase, que la verdad no recuerdo cuál era, porque estaba totalmente distraído por su belleza. Todo iba bien, la maestra preguntó quién sabía la Canción del Valle, ella levantó la mano rápidamente sin pensarlo, lo hizo tan rápido que se agitaron las dos trenzas que tenía. Ahora usa únicamente una trenza, pero con una o dos trenzas, sigue pareciéndome hermosa. Entonces, comenzó a cantar. Nunca había escuchado una voz más hermosa en toda mi vida, podría jurar que los pájaros guardaron silencio mientras ella cantaba. Fue en ese momento que, con 5 años, quería estar con Katniss toda mi vida.

Pero cuando estaba más perdido en mis pensamientos, lo veo. Gale Hawthorne, el mejor amigo de Katniss, él siempre está con ella, son mejores amigos desde que recuerdo, siempre salen juntos de la alambrada a cazar. Cada que lo veo cerca de ella no puedo evitar sentir esos amargos celos que recorren mi garganta. Desearía tener el coraje para hablar con Katniss y así alejarla poco a poco de él.

Salgo de mi trance cuando Effie anuncia que comenzará el sorteo, empieza con su frase de siempre «¡Las damas primero!». Mete la mano en la gigantesca urna donde están los nombres de todas las chicas del distrito y revuelve un poco las papeletas. Mientras hace esto solo estoy pensando que por favor no sea Katniss el nombre que ella saque. Cuando saca el papel, lo abre cuidadosamente, se aclara la garganta y dice el nombre en voz fuerte y clara.

—Primrose Everdeen.


¡Muchísimas gracias por leer el primer capítulo de mi primer Fanfic!, espero que les haya gustado. Recuerden que está la caja de comentarios para cualquier pregunta, consejo o sugerencia para la historia. Yo estaría feliz de seguir de leerlos para que también sean partícipes en la historia. Un abrazo y nos vemos hasta la próxima.