Disclaimer: Shingeki no kyojin, mundo y personajes pertenecen a su respectivo autor, Hajime Isayama.
Más que sueños.
Se despertó por tercera vez en la noche, no podía dormir a causa de esos extraños sueños, donde se veía tanto sufriendo como compartiendo momentos con gente que no había visto nunca en su vida o por lo menos no los había registrado en su vida, pero el de la ultima semana era distinto, cómo su mente podía ser tan retorcida inconscientemente, veía gente morir por doquier, cosas realmente sádicas que no tenían explicación para él. Hacia poco tiempo que no los tenia, menos con esta frecuencia. Se había graduado de la carrera de abogacía muy reciente mente, por lo cual no podía rechazar ningún encargo en el estudio donde trabajaba, a sus veintitrés años era muy importante conseguir una buena reputación por lo menos en lo laboral, ya que su personalidad solía causar muchos problemas.
Se había hecho cargo de los problemas jurídicos de una editorial, habían tres personas queriendo publicar las misma historia, bueno en realidad era más complicado, debía mediar para lograr un acuerdo donde compartieran los créditos del escrito, por más que Arlert, Jaeger y Bodt decían no tener nada que ver uno con otros sus historias eran iguales, salvo desde distintos puntos de vista, solo podían proponerles eso, juntos harían una historia magnifica, tanto por lo similares que eran entre ellas, como lo difícil que era publicar y vivir del trabajo de escritor. Legión, la editorial en cuestión se caracterizaba por publicar este tipo de obras, acción, morbosidad, mundo post-apocalíptico, todo dentro de esos generos, y estos autores estarían a sus anchas y se asegurarían un futuro.
El primer problema que se encontró fue al leer las tres reseñas, eran una descripción detallada y hermosamente escrita de sus sueños, no lo podía creer, tenia que alejar este tipo de cosas o su poca estabilidad mental se vería afectada. Poco después se daría cuenta que el destino no es su mejor aliado y que por más que les rogara a Irvin y a Levi, dueños de la editorial, solo conseguiría quedarse sin empleo. Así como ya estaba establecido se reunirían en un restaurante que contaba con una sala privada, no demasiado costosa, hablarían y firmarían el acuerdo, de ser necesario haría los cambios que acordaran.
Era jueves y la reunión se efectuaría el fin de semana, tenia que dejar de buscar relaciones consigo mismo, con ese personaje llamado Kris, en el trabajo de Arlert, John en el de Jaeger y Jim, justamente en el Marco Bodt. Era el nombre que mas recordaba, no podía explicar el por qué, ni por qué había leído toda su obra a diferencia de la de los otros autores. Por más triste que fuera la historia, él no había llorado nunca por leer un relato así, pero lo hizo, toda una noche sin poder detenerse tanto esa noche como el resto de los días siguientes, por ese dolor en el pecho de estarse perdiendo una oportunidad única, y desperdiciando tiempo.
El personaje principal se le hacia física y psicologicamente tan familiar, era ese tipo de persona que puede encontrarle el lado bueno a todo tipo de situación y hasta a las demás personas, relataba entrenamientos exhaustivos, junto a ese personaje Jim, más específicamente tres pero al parecer las tragedias no son predecibles. Por el final del libro, todo iba bien, un top diez de los mejores, ellos estaban entre ellos, una amistad tan unida que se podria entender como una relación tan profunda entres Jim y Mark, en un mundo muy cruel claro esta, ya que estaban por elegir un camino cuando en una misión imprevista, el protagonista pierde la vida tempestuosamente, dejando solo un vació y una nueva voluntad de luchar a Jim. Nada que Jean no halla podido ver en sus sueños, desde los mas felices, hasta esos que lo alteraban de sobremanera y le causaban muchos días de insomnio.
Al otro día, después de tratar de arreglarse un poco a pesar de su deteriorado estado, salio a caminar para despejarse, y al terminar tomando su almuerzo en una cafetería decidió llamar al local donde se realizaría la reunión.
-Hola, ¿Podría hablar con Sasha Breus?- Dijo torpemente, esas cosas solo le podían pasar a él.
-Braus, si, ¿Quiere hacer una reserva en el mejor lugar para comer de la ciudad?- Sonó normal y no tan enojada por lo del apellido, había gente que reaccionaban muy iracundas ante estas equivocaciones tan normales para Jean, se muy orgullosa de lo que más ama en esta y la otra vida, la comida.
-En realidad ya la hice, a nombre de Kirschtein, iba a confirmar la hora para las ocho-Dijo tranquilo tratando de disimular su idiotez crónica, más de una vez se lo habían diagnosticado.
-Claro, ya esta todo planificado, Ymir sera su camarera esa noche, mientras que Christa y yo prepararemos lo que ya pidieron como catering- Ya sabia que ese era el lugar preferido de sus jefes y trabajadores tanto por trabajo como por pasar el tiempo, y generaba mucha mas confianza en todo.
-Bueno, gracias, nos vemos pronto, chau- Abruptamente cortó el teléfono, por el hecho de que ya estaba saliendo de la cafetería, y ver a alguien cruzar la calle desprevenidamente solo para salvar a un pequeño animal en medio de la calle no estaba en sus planes.
Corrió y quedando en ridículo según el mismo y la gente mal intencionada que observaron la acción, interrumpió a los autos parandose con los brazos extendidos, gracias a su altura no paso desapercibido y detuvo el infortunio, a la cual no le iba encontrar sentido hasta que el tiempo pase, y esto sea cada vez más habitual en su vida. El hombre lo miro agradecido y se movieron hasta la vereda, donde aquel unos centímetros más alto mantenía al gatito en sus brazos.
-Muchas gracias Jean, esta vez si pudiste hacerlo, aunque las circunstancias son mucho mas buenas esta vez- Le dijo con un aire en el que pudo leer confianza, honestidad y alegría.
-De nada,... ¿Como sabes mi nombre?, eres alguna clase de loco, no sé acosador de personas sin sentido común- Dijo riendo, se sentía muy cómodo con él más que con nadie que halla conocido hasta el momento.
- Siempre haces lo primero que te viene a la mente, bueno por lo menos en una situación así, soy Marco Bodt, pensé que todo esto iba a esperar hasta el fin de semana, pero al parecer no nos dieron tiempo- Todo lo que decía era extraño, pero no sintió el impulso de alejarse, pero si el de sobre protegerse a sí mismo, como siempre.
- ¿El escritor? Aun así esto no tiene sentido, no me conoces-
- Te conozco mejor que cualquier persona que te acompañe en esta vida, ya sea un amigo o alguna pareja. Solo te tengo que informar que a partir de ahora, no nos vamos a poder separar hasta que pasen cuarenta y ocho horas, aunque tampoco es que nos vayamos a separar después- Dijo mirándolo a los ojos, y al acabar, caminar tranquilamente a los columpios que se encontraban a poca distancia.
- ¿huh?- Marco se rió, era como siempre- Pero, ¿que estas diciendo?- Ya había sobrepasado su limite, no es que fuera muy difícil desesperarlo pero no saber nada lo ponía en jaque por el gran desconcierto, y segundos después del análisis se descubrió siguendolo, mirando hacia sus costados, inconscientemente cuidandolo.
Cuando ambos estaban sentados y el de cabellos negros se empezaba a hamacar, aprovecho que estuviera entretenido con el gato y lo examino con la mirada. En las coincidencias físicas con M como había nombrado al chico de los sueños, era unos centímetros más alto, en su cabello llevaba el mismo corte, sus adorables pecas resaltaban más por la falta de sol, en su sueño estaban siempre expuestos a este, sus ojos no eran como los de antes, estos tenían un tomo más verde, pero transmitían los mismos sentimientos de siempre.
-Fui, soy y seré tu persona predestinada, la ultima vez que estuvimos juntos, morí de una forma muy traumatica, era una época horrible, sin recursos, el mundo humano hecho un desastre, pero vos estuviste a mi lado, compartíamos un ideal, a pesar que sabia que no te correspondía ese camino, te aconseje lo correcto, quería estar con vos, acompañarte, siempre eramos los dos, no había uno sin el otro, pero no pude, perdí ante tal enemigo tormentoso. Más nunca te deje, sé todo lo que paso después de que perecí, ya que me quede con vos, en tu conciencia, no te deje perder la cordura, y te alenté a seguir sin mi, después de todo lo que paso, te tendría que decir todo lo que pensé por todo esos años, pero no es tan simple, nada simple, aunque en mi defensa no me acuerdo de absolutamente todo, solo lo que no se puede evitar-Dijo seguro de si mismo, pero sonrojando se ante su ultima frase,concluyendo con una sonrisa sincera. Esto era demasiado, no quería aceptar tal locura.
- Estas loco amigo, dos sueños poco convencionales no pueden decir que en otra vida eramos inseparables- Aunque lo tratara de negar, ese chico era aquel con el que soñaba todo el tiempo, por el cual a los quince años estuvo internado por cinco meses, luego de un ataque de pánico y muchas horas de terapia posteriores pudo bloquear un poco esas pesadillas, donde el veía el cuerpo de una persona al que apreciaba con su vida inerte y sin partes de su cuerpo, hasta hace una semana.
- No es por meter presión, pero si no estas conmigo o no me salvas, moriré cruelmente nuevamente. Noes que sepa como de que se trata todo esto al pie de la letra pero nunca me equivoco en estos presentimientos, y por favor a mi no me mientas, tu honestidad es lo que más amo, sé que fue difícil, yo también sufrí hasta que deje de negarlo y lo asumí, pero por como eres, te costara pero yo estaré con vos- Dijo tomándolo de la mano,y con la otra le tendió al gatito, el cual era blanco de ojos verdes.- ¿Que nombre le pondremos? Es macho, no sé, Shiro o Kuro, o Shima, o Shika, o Gray, o Liam.- estaba muy emocionado por su nueva mascota.
- Solo me confundes, y si, tengo sueños consecutivos con tierras lejanas y personas que no reconozco, me siento extrañamente atraído hacia ti, pero no sé, se llamara Sora, y nunca permitirá que mueras- Lo atrajo hacia él, apoyando frente con frente, gesto que a pesar que no lo recordaran era muy común en entre ellos. Al mirarse a los ojos pocas dudas le quedaron, por más que no recordaran que la mayoría de las personas que los rodean tuvieron y compartieron las mismas vivencias, el mismo circulo de almas esta destinado a reencontrarse incontables veces, ellos si se recordaron, sintieron, y transcendieron para dar lugar a saldar esa cuenta de amor que se vio frustrado por crueldades del destino.
Sus narices rozaban, el beso se aproximaba cuando sintieron que un eran bañados con una torrencial y repentina lluvia. Jean lo sujeto más fuerte de la mano y corrieron hasta su departamento, esto recién comenzaba, se conocían pero a la vez no, lo quería en esencia pero tendría que entenderlo completamente de nuevo, el trabajo, la editorial, esa historia perdida en la historia de la humanidad que por mas perturbadora que sea la descubrirían junto con demás involucrados, la vida aburrida y estresante había terminado.
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