Los personajes del universo de Candy, Candy pertenecen a Mizuki e Igarashi y han sido utilizados en este fanfiction exclusivamente por motivos de diversión y sin ningún fin de lucro.

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Aún te recuerdo

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La fresca brisa de la mañana acariciaba la oscura y larga cabellera de aquel joven que miraba al horizonte recordando las veces que hubo cancelado este viaje. Aún no salía completamente el sol y el frío de alta mar hacia que su mente volviera a aquellos recuerdos que ocupan noche tras noches sus sueños. Más de 5 años desde que hubo decidido volver al lado de su padre; más de 5 años donde dejó de vivir, de soñar, de reír. Hoy se encontraba a pocas horas de pisar América; la tierra donde hubo perdido a la razón de su vida, donde no sólo sus sueños de actor quedaron truncados, sino de una familia junto a ella.

"Tanto tiempo y hoy vuelvo a esta tierra que me trae tantos recuerdos, recuerdos de ti…. Candy…. Mi Candy…. Mi señorita pecosa, Tarzan pecoso.

Te fuiste de mi vida, no pude ser quien tú necesitabas y por mi falta de carácter te perdí. Jamás mientras vida tenga podré perdonarme, jamás dejará de gritar mi corazón por tu ausencia, Candy.

Cada noche es un martirio al saber que mis ojos jamás volverán a ver los tuyos. Saber que nunca más escucharé tu risas…. ¿Por qué te deje ir? ¿Por qué no te abrace en aquellas escaleras y te apreté a mi vida por siempre? Candy…. ¡Mi vida sin ti no tiene ningún sentido! "

Cómo cascadas las lágrimas caían por su cara, el dolor de aquellos días aún estaba vigente en sí y saber que ya jamás podría verla le hacía recordar que su vida no tenía la luz que solo ella podía darle.

"Candy" - Suspiró el joven - desde lejos podía ver a la ciudad donde una vez pensó sería inmensamente feliz, donde pensó que sus sueños de ser actor y vivir junto al amor de su vida se harían realidad.

"Recuerdo aún ese momento. Me encontraba junto a Susana en el hospital aún; cuando la noticia se comenzó a esparcir. Hacía rato que me sentía intranquilo, sentía una fuerte molestia en mi pecho, pero pensé que eran a causa de los recientes acontecimientos. Decirle a dios a Candy en esas escaleras hubo sido uno de los eventos más dolorosos de mi vida; creo que mi corazón se secó en ese instante en que mis brazos la dejaron libre.

De repente todo se convirtió en un caos, no recuerdo exactamente las palabras de aquella enfermera solo recuerdo que hubo dicho que el tren que se dirigía a Chicago sufrió una explosión y que había muchos muertos y heridos. Mis ojos buscaron los de Susana y creo que ella entendió pues no dijo nada y sin más ni más salí corriendo de aquel lugar. El dolor en mi pecho se intensificó al no encontrar entre los heridos a mi pecosa. Busqué, llamé, pregunté… Pero no apareció, por más de tres días estuve de un lugar a otro buscándola, hasta que llegó Albert y el elegante.

En ese momento me enteré de quién realmente era, pero no me importaba yo solo la quería a ella. Buscamos como locos, usamos todas la influencia de los Ardley, de mi madre…. Hasta del propio duque quien no sé como apareció y por primera vez me tendió su mano sin esperar nada a cambio.

Archie me culpaba de haberla dejado ir, discutimos tanto, pero al final el dolor de no saber de ella nos llevaba a una reconciliación por el bien de mi pecosa. Albert tenía esperanzas, creo de todos fue el único que hasta último minuto no lloró, pero el día en que se presentó aquel investigador y nos confirmó que el vagón en donde ella iba hubo explotado de tal forma que nadie del mismo pudo salir con vida, ese día no solo yo caí al piso sin fuerzas; sino que vi a Albert llorar como un niño ante el dolor de haber perdido no sólo a su hija, sino que a su sobrina. Candy era hija de su hermana Rosmery y esto se hubo descubierto dos días antes de este evento que marcó mi vida de forma que jamás imaginé. La familia Ardley sufrió nuevamente de una muerte trágica y todos, incluyendo Neil Leagan lloró aquella muerte.

Ese día cuando se declaró muerta, también fue declaró mi corazón, mi alma y mi vida. Ya nada me supo a nada y le pedí a mi padre que me llevará consigo y me alejará de estas tierras que hoy vuelvo a pisar.

Por suerte Susana y su madre aceptaron el dinero que mi padre le ofreció y con esto mi compromiso moral con ellas quedó pagó. Un compromiso que me hizo dejarla ir para luego perderla para siempre.

5 años Candy…. 5 años que moriste y me dejaste muerto en vida… No me dejaste un lugar para llorarte, para traerte rosas y contarte mis cosas…. No me dejaste nada…. Candy…. Sólo el recuerdo de tus ojos, aquellas hermosas lagunas verdes que me persiguen día y noche.

Me siento vacío, mi vida no tiene sentido, luz… Sólo me quedan los recuerdos"

El joven al darse cuenta que se acercaba aquel enorme barco a su destino decidió limpiar sus rostro y volver otra vez a cerrar sus recuerdos en lo más profundo de sí corazón. Se hubo convertido en el mejor de los actores ya que le tocaba cada día ser el protagonista de su vida y fingir que no sentía nada. Ahora era el duque de Granchester, un hombre poderoso y con un cargo sumamente importante en su sociedad. Un hombre frío, hermético, calculador y de muy pocas palabras. Pocas veces se le hubo visto reír, muchos pensaban que simplemente no sabía y aunque muchas mujeres le buscaban y deseaban; este no les proporcionaba ni la más mínima atención.

Al llegar al puerto fue uno de los primeros en salir junto a su fiel secretario, Marcos, un hombre de más de 40 años que estuvo no sólo sirviendo a él Rey, sino que a su padre y es quien le ayudaba a dirigir y hacer sabios negocios como los que juntos habían hecho; llevando su fortuna familiar a convertirse en una de las más ricas de todo el viejo mundo.

Caminaron hasta el elegante coche negro donde un chofer le espera y al entrar pudo encontrarse con su padre; quien hacía ya más de 3 años, luego de divorciarse de la duquesa, corrió en búsquedas de Eleonor. No quería terminar sus días solo y sufriendo por un amor imposible; se hubo cansado de las apariencias, del título y de aquella sociedad vacía y plástica. Ahora vivía feliz junto a su nueva esposa en la ciudad de New York; sé ocupaba de los negocios de la familia que tenían en el nuevo continente, y aunque no quería aceptarlo, lamentaba no haber tomado esta determinación mucho antes.

Padre un placer volverle a ver

Hijo estás muy cambiado

¿Cómo está Eleonor y la pequeña Ellie?

Tu madre y hermana están muy bien. Gracias por venir al cumpleaños de tu hermana, esto significa mucho para nosotros que nuestros hijos estén juntos

Sabes muy bien que hago esto sólo por ustedes

Lo sé hijo. Se lo que significa estar aquí para ti

El joven no dijo nada, simplemente cambió su vista a aquel frío cristal y perdió su mirada ante los edificios de New York. Volver a esta ciudad era volver a despertar aquellos sentimientos que juraba estaban guardados en los más profundo de sus ser.

En la elegante casa situada en una de las zonas mas cotizadas de New York la actriz de ojos color zafiro miraba su hija de apenas dos años dormir. Estamos sumamente emocionada en poco vería a su hijo mayor, Terrence, hacía tanto tiempo que no estaban juntos, tanto tiempo que no compartía y le abrazaba. Ahora se sentía muy feliz al saber que su pequeña familia estaría junta para la celebración del cumpleaños número dos de su hija. Le costó mucho que su joven hijo aceptara compartir con ellos este día, pero lo hubo logrado.

Sabía que él aún seguía viviendo de recuerdos de un pasado que hubo dejado grandes huellas de dolor, pero ella quería que con este viaje no solo compartieran, sino que sirviera de antídoto a ese tan grande mal que le acompañaba, la pérdida de Candy.

Se sentó frente al tocador, quería verse bella para su hijo y con toda la delicadeza que le caracterizaba comenzó a arreglarse su pelo. Unos suaves golpes sonaron en la puerta y esta le dio entrada a su dama, Elaine, una joven de cabellos negros y ojos café quien servía a la actriz hacía ya varios años.

Pasa Elaine… Ven quiero que me digas cómo me veo

Como siempre bella señora

Muchas gracias. Hoy llega mi hijo. Quiero que todo sea perfecto. Hace tanto tiempo que no estamos juntos

Así será señora. Todo está listo para su llegada.

Qué bueno. ¿Pudiste pedirle a tu amiga que adelantará su viaje? Estamos cortos de servicio y no quiero que nada salga más

Sí señora, Mercedes llega mañana en el primer autobús que sale del pueblo

Que bueno…

Señora mil gracias por darle esta oportunidad a Mercedes, le prometo que no notará la presencia del niño.

Sabes que eso no me preocupa…. Y si tú la recomiendas, entonces debe ser muy buena.

Si lo es ya verá

Bueno bajemos que creo que ya llegaron..