Todos los personajes de Ranma ½ pertenecen a Rumiko Takahashi
"Besos con sabor a chocolate"
por
Freya & Sakura
Hola a todos :), aquí estamos luego de "dos semanas" con otra de nuestras historias xp. Mil disculpas a todos, sé que en el último capítulo de ¿Cómo sobrevivir...? dije que dentro de pocas semanas comenzaríamos a publicar esta historia, pero comenzamos a escribir una secuela de "Algunas flores tienen espinas", así que durante todo este tiempo hemos estado trabajando con tres historias en paralelo.
Al igual que en nuestros fics anteriores, decidimos tomar la historia de Ranma ½ desde el final del manga y obviamente en este punto lo que hay entre Ranma y Akane sería cada vez más evidente.
Sabemos que es casi imposible ser fieles en un ciento por ciento a la personalidad que muestran los personajes dentro del manga, porque si lo fuéramos probablemente conseguiríamos un avance entre ellos dos sólo después de 200 capítulos xp. De todos modos en nuestros fics hemos tratado de mantener las características más fuertes de su personalidad y hacerlos interactuar o madurar según lo que nosotras consideramos que podría haber ocurrido ;)
Basta de notas, esperamos que les guste esta historia :)
Capítulo 1: Preludio a San Valentín
Faltaba solamente un día para San Valentín. Había pasado ya un año desde la boda fallida de la pareja de Nerima.
Ranma acompañaba a su prometida después de hacer las compras matutinas que Kasumi les había encargado. Una expresión de fastidio adornaba su rostro, odiaba levantarse un sábado temprano para tener que hacer ese tipo de cosas. Pero eso no era nada, estaba aún más preocupado por lo que pasaría el domingo. No quería nuevamente ser víctima de sus prometidas, por eso odiaba con especial énfasis esas fechas.
—Oye… ¿sabes que día es mañana? —preguntó Ranma tratando de parecer casual.
La chica avanzaba leyendo totalmente concentrada la lista que le había entregado su hermana mayor. —Domingo —respondió sin prestarle mucha atención.
Ranma casi tropieza con una piedra que había en el camino, tambaleándose en el proceso colocó una de sus manos en la baranda. —¡Claro que sé que es domingo! —espetó con el ceño fruncido levemente alterado—. Me refiero a la fecha… —susurró nervioso.
—Catorce de Febrero, si piensas salir con alguna de tus novias no es mi problema —refunfuñó Akane sin detenerse—. No esperes nada de mí.
—¡Rayos! Yo no tengo la culpa si Shampoo, Ucchan o Kodachi creen que soy su prometido y si mañana me regalan chocolates tampoco será mi culpa… ¿a qué te refieres con esperar algo de ti? —sonrió divertido observando atento las mejillas levemente sonrojadas de la chica.
—¿No es tu culpa? Te encanta que estén cerca tuyo mirándote y admirándote, si te molestara ya hubieses aclarado las cosas con ellas hace mucho tiempo —masculló Akane mirándolo fieramente—. ¡Baka! —exclamó irritada acelerando el paso para alejarse de él.
—¡Oe! —exclamó radiante Ranma al notar lo evidente que era su prometida. Rápidamente se acercó a un lado de ella—. ¿Estas celosa? —preguntó sacando la lengua.
Akane miró al muchacho, la expresión burlona de él sólo logró aumentar sus deseos de mandarlo a volar hasta el otro extremo de Nerima. Presionando con fuerza sus puños inhaló y exhaló una y otra vez. No se delataría delante de él. —¿De ti? —preguntó fingiendo indiferencia— ¿Por qué tendría que estarlo? No somos novios... "baka, que ni crea que voy a caer tan fácil como Shampoo y Ukyo, no soy como ellas..." —respondió regalándole una media sonrisa.
—¿Entonces por qué te enfureces tanto cuando piensas que alguna de ellas me pedirá una cita mañana? —preguntó tranquilamente observando la creciente expresión de furia que se formaba en el rostro de la muchacha.
La mirada de Akane se encontró con la de Ranma, sus ojos azules la miraban tan intensamente que parecía que se si descuidaba tan solo un poco sería capaz de adivinar hasta el más secreto de sus pensamientos. —No estoy furiosa... "¡Shimatta! Por qué no puedo dejar de sonrojarme cada vez que me mira de esta forma, parezco idiota, pero se ve tan guapo... ¡baka!" te dije que puedes hacer lo que quieras —balbuceó evitando la mirada del muchacho.
—¿Por qué te sonrojas? —preguntó curioso ladeando su cabeza—. ¿Quieres tener una cita conmigo mañana? —volvió a preguntar aparentando seriedad
—Ranma...yo... "No puedo creerlo... ¿me está pidiendo una cita?...¡Él me está pidiendo una cita!" —murmuró con un dulce tono de voz—. ¿Una cita? "Mañana es San Valentín¿quiere que le confiese mis sentimientos?" ¿Hablas en serio? —preguntó sonriéndole con dulzura.
—Aka... Akane… yo… —El muchacho de la trenza se sonrojó furiosamente por la hermosa sonrisa que su prometida le estaba dedicando en ese momento. Sin poder evitarlo acercó su rostro al de ella quedando a unos pocos centímetros. "Estaba bromeando para saber que me diría… pero creo que me gustaría tener una cita con ella…"
En el instante en que Ranma acercó su rostro al suyo, Akane dejó de pensar, todo su cuerpo temblaba anhelando el próximo movimiento del muchacho. —Ranma... —suspiró cerrando los ojos totalmente entregada.
—¡Akane-chan!... ¡Ranma-kun! —exclamó Kasumi a lo lejos sin notar la situación en la que se encontraban los muchachos—. ¿Ya compraron lo que les encargué?
—Onee-chan, creo que interrumpiste lo que iba a ser su primer beso ¿por qué no se han besado antes, ne Ranma-kun? —preguntó Nabiki mirando con picardía a los dos muchachos, quienes estaban furiosamente sonrojados y bastante separados el uno del otro.
—Oh… gomen ne, no me había dado cuenta; podemos regresar en un momento si quieren —sonrió afable la mayor de las Tendo.
—¡No... no.. no estaba pasando nada! —exclamó bastante nervioso el ojiazul.
—¿Nada? Estaban a punto de besarse. ¿Cómo consideras nada algo así?... ¡qué poco romántico! —habló Nabiki con exagerado dramatismo mientras colocaba su mano en el hombro de Akane en señal de apoyo.
—Nada estaba pasando Nabiki —respondió la menor de las Tendo mirando a su hermana con el ceño fruncido—. ¿Qué hacen aquí? —preguntó mirando de reojo al muchacho. Aún no podía creer lo cerca que habían estado de besarse.
—Veníamos a pedirles que nos acompañen a comprar chocolates para mañana¿qué dicen? —sonrió Kasumi tomando la bolsa que Ranma había dejado en el suelo sin darse cuenta antes que vinieran ellas.
—Por mi no hay problema… —respondió Ranma mirando de reojo a su prometida. "¿Comprará algo para mi?..."
—¿Por qué tendría que ir? —bufó Akane cruzando sus brazos sobre su pecho—, además la tienda debe estar llena ¿a quién van a darle chocolates? —sonrió mirando con curiosidad a sus hermanas.
—Es un buen negocios, ya sabes dentro de un mes todos los chicos que reciban alguno de mis chocolates tendrán que darme algún regalo y no quiero dulces de vuelta —sonrió complacida Nabiki calculando mentalmente todo lo que podría conseguir—. Pero tú hermanita tienes que ir, piensa en Ranma-kun.
—Yo les daré a todos mis amigos y conocidos, también al Doctor Tofu, él siempre se porta bien con toda la familia —respondió sonriente Kasumi—. Es cierto lo que dice Nabiki, tienes que regalarle algo especial a Ranma-kun por ser tu prometido —agregó colocando una de sus manos en el hombro de su hermana menor.
Ranma bastante traumatizado por las directas de las muchachas trató de quitar la tensión del momento para que ambos se sintieran cómodos. —¡Je!...¿Para qué quiero que una chica tan poco femenina me regale chocolates? —espetó fingiendo desinterés.
—Por eso te dije que no tenías que esperar nada de mi —respondió Akane mirando a Ranma con el ceño levemente fruncido—. Pídeselo a Ukyo y Shampoo, a mi no me interesan esas tonterías —pronunció dirigiéndole una última mirada antes de comenzar a caminar en dirección a la tienda.
—¡Hey Akane, espéranos! —exclamó Nabiki siguiendo rápidamente a su hermana menor.
—¿Vamos? A ver si logramos alcanzarlas... —sonrió afable la mayor de las Tendo.
—¡Hai! No será difícil —sonrió Ranma para luego comenzar a dirigirse rápidamente hacia la tienda.
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Toda la tienda estaba decorada con motivos de San Valentín, corazones y pequeños cupidos adornaban mesones, escaparates y el techo del local.
Akane recorrió con la mirada el lugar, varias chicas se movían de un lado a otro escogiendo bombones con distintas formas y sabores, o buscando lo necesario para preparar chocolate casero. Inevitablemente un leve sonrojo cubrió sus mejillas. "Estuvimos a punto de besarnos...ni siquiera sé como llegamos a eso y yo...iba a dejarlo..." una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Akane. "Todo sería tan distinto entre nosotros si no hubiese negado lo que dijo en China, estaríamos casados...kuso ¡no puede ser posible que esté pensando de esta manera! No le importo, si realmente sintiera algo por mi no se habría retractado...Ranma no baka".
Un libro de recetas llamó la atención de la chica, de reojo miró a su prometido "tal vez no sea tan mala idea que le regale algo y mucho mejor si lo hago yo misma" sonrió antes de comenzar a leer la receta.
Ranma miró de reojo a su prometida al notar que estaba siendo observado. El lugar estaba repleto de mujeres desesperadas por comprar chocolates para sus enamorados. "¡Je!… que patético… um… ¿Akane pensará comprarme algo?... kuso está demasiado cerca de los libros con recetas… me pregunto qué estará planeando...".
El muchacho disimuladamente miró hacia sus costados y caminó hacia el lugar donde estaba su prometida. Algunos susurros provenientes de las chicas que estaban allí fueron escuchados por el ojiazul. Las jovencitas parecían encantadas por su presencia en la tienda.
"El encanto Saotome nunca falla… es inevitable que miren a alguien tan varonil como yo… ¡je!" sonrió egocéntricamente el muchacho llegando a un lado de su prometida.
—¿Qué estás buscando? —preguntó mirándola curiosamente.
Akane cerró el libro. —No es tu asunto¿para qué quieres saberlo? —preguntó dirigiéndole una desafiante mirada.
—Simple curiosidad —respondió fingiendo indiferencia. "Je!… no sé por qué… pero se ve especialmente atractiva con esa expresión…" pensó, sin poder evitarlo su expresión cambió a una de completo interés, sus mejillas se sonrojaron levemente.
Akane notó la extraña forma en que Ranma estaba observándola. Su mirada azul fija en sus ojos y luego recorriendo su rostro, la hizo sentir como si miles de mariposas revolotearan en su estomago —¿Qu...qué miras? —balbuceó sonrojada.
Ranma tosió recomponiendo postura. —¡Je! estaba pensando en decirte que si vas a darme algo lo compres y no lo hagas tú misma… —sonrió burlón.
En menos de un segundo el libro que Akane tenía en sus manos quedó estampado en el rostro de Ranma. —Idiota —gruñó la chica alejándose del muchacho para luego acercarse hacia un mesón donde habían bolsas de distintos tamaños con pequeños chocolates en forma de corazón en su interior.
El muchacho de la trenza tomó el libro sonriendo relajado, se había salvado de morir envenenado una vez más. "Al menos funcionó". Rápidamente se acercó nuevamente a su prometida, silenciosamente se colocó detrás de ella.
—Me gustan los que tienen almendras —sugirió sonriente el ojiazul llamando la atención de la joven.
—Deberías decirle eso a Ukyo, Shampoo o Kodachi —respondió Akane tomando entre sus manos una caja con forma de corazón, llena de pequeños bombones de igual forma—. ¿Por qué me lo dices a mí?
—¿A quien le compras los chocolates? —preguntó curiosamente evitando la pregunta de la chica.
Una media sonrisa adornó el rostro de Akane. —¿Estas celoso?
—¡Je!... ¿Yo?...¿Por qué lo preguntas? —sonrió fingiendo indiferencia.
—Por tu pregunta, pero supongo que no te importa si le regalo chocolates a alguien o no, después de todo nuestro compromiso es solo una obligación ¿ne? —preguntó Akane.
—¿Para ti es una obligación ser mi prometida? – preguntó seriamente el muchacho de la trenza mirándola fijamente a los ojos.
—Ranma... ¿Para ti lo es? —susurró Akane manteniéndole la mirada.
Bastante sonrojado el joven de la trenza intentó darle una respuesta coherente a su prometida. Levemente abrió sus labios, pero no alcanzó a articular palabra alguna ya que de un segundo a otro sintió como unos brazos se colgaban de su cuello. Un escalofrío recorrió su espina. No solamente el día de San Valentín sino también hoy tendría problemas con sus prometidas.
—Wode airen... —habló con su tono de voz más sensual la voluptuosa amazona— ¡Shampoo estar tan feliz de verte! —exclamó arrimando su cuerpo al del muchacho, haciéndole sentir en su espalda claramente la forma de sus "atributos".
La caja de bombones comenzó a crujir en manos de la furiosa chica de cabellos azulados que miraba incrédula la escena. —Hola...Shampoo... —masculló fulminando a su prometido y a la muchacha con la mirada.
—¡Sha... Shampoo déjame en paz! —exclamó bastante asustado por la expresión de su prometida. Intentó zafarse de los brazos de la efusiva china, pero sus intentos fueron en vano, la joven se había prendado completamente a él.
—Shampoo saber que airen estar feliz de verme —sonrió divertida la muchacha—. ¿Notarse mucho su alegría, ne Akane? —preguntó mirando de forma burlesca a la otra chica.
Con una forzada sonrisa, Akane, respondió: —Sí...no sabes cuanto... —Dirigiendo una gélida mirada a su prometido agregó: —¿Por qué demonios no te llevas a esta mujer a otro lugar, descarado? —masculló antes de girar sobre sus talones para acercarse hacia donde estaban sus hermanas.
Ranma caminó desesperado hacia la chica arrastrando consigo a la amazona. —Ak… Akane… no me dejes solo... —exclamó con voz lastimera llegando a su lado.
—¿Por qué Ranma no querer estar a solas con Shampoo? —susurró la chica intentando acercar su rostro al del muchacho, quien hacia todo lo posible por mantenerse alejado.
—Te veo muy bien acompañado —masculló Akane mirando a Ranma de forma acusadora—. No me interesa quedarme a mirar su falta de vergüenza, par de degenerados —espetó antes de avanzar a toda velocidad hasta llegar donde sus hermanas.
—Nee Akane¿lo vas a dejar solo con Shampoo? —preguntó Nabiki mirando bastante divertida la furiosa expresión de su hermanita y los vanos intentos que hacia Ranma por separarse de la amazona. A esa altura toda la atención del lugar estaba sobre el muchacho de la trenza y no era por su "encanto seductor".
—Por mi pueden irse al demonio si se les pega la regalada gana —gruñó Akane haciendo inútiles esfuerzos por ocultar los celos que estaba sintiendo.
En ese momento una figura se coló por la entrada del negocio y se colocó a un lado del muchacho de la trenza.
La joven de las espátulas le lanzó una mirada asesina a la amazona mientras tomaba bruscamente de un brazo al chico. —¿Qué diablos crees que le haces a mi Ran-chan? —exclamó totalmente poseída tomando su espátula más grande.
—¡Ucchan!... ¿qu… qué haces aqu… aquí? —tartamudeó Ranma. El problema ahora se duplicaba. No podía ser peor. Bueno, en realidad sí, pero no deseaba que su tercera prometida apareciera o sería historia antes de que llegara el ansiado día por las muchachas.
—Ranma no ser tuyo Ukyo, suelta a airen —gruñó la amazona jalando a Ranma hacia ella—. Él ser mi futuro esposo.
—¡Lo suelto cuando lo hagas tú primero! —exclamó la castaña abrazando con todas sus fuerzas el brazo del pálido muchacho.
—Ya... déjenme... —balbuceó algo mareado el ojiazul. Realmente estar entre tres chicas furiosas era algo que lo asustaba. Podía ser peor que cualquier rival súper poderoso que enfrentara en su vida.
—Ya escuchaste a airen, suéltalo —sonrió de forma engreída la amazona—. Nosotros estar bien solos.
—¡Ja! No me hagas reír, a Ran-chan no le gustan las mujeres como tú. Yo lo conozco hace más tiempo que tú, lo vi primero… por lo tanto... ¡es mío! —respondió enérgicamente Ukyo tirando del brazo del pelinegro.
—¡Shimatta! —Akane se acercó furiosa hacia los chicos—. ¡Quieren dejar de hacer escándalo de una maldita vez!
—Akane, la que estar haciendo escándalo ahora ser tú —respondió Shampoo soltando a Ranma para luego mirar bastante divertida la expresión de Akane—, nosotros estar divirtiéndonos.
—Akane-chan, nosotras solo intentamos llegar a un acuerdo por quien se quedará con Ran-chan… ¡y esa seré yo! —sonrió Ukyo completamente segura soltando el brazo del muchacho.
Ranma trató de recomponer postura mientras trataba de respirar normalmente. Sonriente vio como su prometida ardía en llamas por la presencia del par de muchachas. —¿Estas celosa, Akane? —sonrió burlón—. Estoy seguro que también querías una cita conmig… —Dejó escapar sin prever las consecuencias. Antes de terminar la frase colocó una mano en su boca totalmente aterrado por la respuesta que iba a obtener.
Akane tomó bruscamente de la camisa a Ranma —¿¡Quién demonios quiere tener una cita contigo!?... ¡No estoy celosa!
—¿Entonces por qué te alteras tanto cuando Shampoo y Ucchan vienen a pedirme a una cita? Además estoy seguro que comprabas esos chocolates para mi… tendrías que habérmelo pedido... —sonrió egocéntrico.
—¡Ranma no baka! —chilló furiosa antes de darle un fuerte puñetazo que lo hizo caer varios metros más allá de donde estaban las chicas—. ¡No me importa lo que hagas y no estaba comprando nada para ti, idiota! "estúpido engreído, solo se acerca a mi para aumentar su ego, soy una idiota." —grito enfurecida antes de salir rápidamente del lugar.
—Airen no preocuparse, Shampoo aceptar tener una cita mañana y ella darte muchos chocolates —sonrió complacida la amazona al ver como Akane salía del lugar.
—Eso en tus sueños… ¡Ran-chan estará todo el día de San Valentín conmigo! —exclamó Ukyo convincente.
Una nueva discusión comenzó entre las muchachas. Ranma suspiró resignado pensando como haría para deshacerse de las dos chicas. Realmente no sería una tarea fácil.
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Akane se dejó caer suavemente sobre su cama. Estaba realmente furiosa, ya no soportaba más tener que soportar la misma situación, cada vez que estaba por concretar algo con Ranma, tenían que aparecer Ukyo, Shampoo o Kodachi para recordarle que las cosas entre ellos dos jamás serían fáciles.
—Cobarde, nada de esto estaría pasando si fuera capaz de tomar una decisión de una vez por todas y yo... "realmente nunca he sido capaz de hablar con él sobre mis sentimientos...soy igual de cobarde" Ranma no baka...todo podría ser tan distinto... —murmuró suavemente.
En ese momento una trenza se asomó por la ventana de la muchacha, seguido de esto Ranma bajó un poco la cabeza. No podía observar nada, la ventana estaba cerrada. Decidido se colgó con sus pies en la cornisa y golpeó suavemente el vidrio.
El leve golpeteo llamó la atención de la muchacha, sabía perfectamente quien era. Con el ceño fruncido se acercó hacia la ventana. —¿Qué quieres? —preguntó con un tono de voz que dejaba claro que estaba muy molesta.
—Ábreme… —insistió el muchacho de la trenza sin responder la pregunta de la chica, pero utilizando la cara de pequeño cachorro regañado más enternecedora que pudiera hacer.
—¿Para qué? Mejor ve a pasear con Shampoo y Ukyo —respondió la chica cerrando bruscamente la cortina para no tener que encontrarse con la enternecedora mirada del muchacho.
Nuevamente se oyó un leve golpeteo en el vidrio. Ranma no se daría por vencido tan fácilmente.
Akane se devolvió fastidiada, suavemente corrió la cortina y abrió apenas unos centímetros la ventana —¿Qué quieres ahora, Ranma?
—¿Podemos hablar? —preguntó utilizando la misma expresión de antes.
—Sólo un minuto, nada más —respondió dirigiéndole una gélida mirada antes de abrir la ventana para dejarlo pasar.
Ágilmente el joven saltó hacia el interior de la habitación. Sonriendo con confianza tocó uno de los hombros de la chica que estaba de espaldas. —¿Aún sigues enfadada?...¡Je! no entiendo a las mujeres —espetó riendo divertido.
Akane se separó bruscamente del muchacho —¿¡Por qué demonios tendría que estar enojada!?...¡Ranma no baka! —gritó acercándose a él con profundos deseos de asesinarlo.
—Ak... Akane… ¡pe... pero tú dijiste que no estabas enojada!... ¿por... por qué me miras así? —balbuceó Ranma bastante asustado por la expresión de su prometida—. ¿Estas enfadada por lo que sucedió con Ucchan y Shampoo? —preguntó retrocediendo algunos pasos.
Inevitablemente las mejillas de la chica se sonrosaron. —Eso no importa ahora, se está acabando tu minuto —espetó caminando hacia su cama para sentarse sobre esta.
—Entonces es eso… ¿na? —preguntó Ranma sentándose al revés en la silla del escritorio de la chica apoyando su rostro en el respaldo de ésta—. Yo no las llamé si estas pensando en eso... —comentó mirándola de reojo.
—No estoy pensando en nada...¿solo viniste para eso? —preguntó mirándolo con el ceño fruncido.
El joven de la trenza silbó distraído fingiendo demencia. —No voy a salir con ellas si eso es lo que te interesa… —espetó jugando con uno de los lápices del escritorio de la muchacha.
Akane lo miró de reojo, el rubor en sus mejillas aumentó suavemente. —¿No? ...etto, es decir ¿no lograron convencerte? —preguntó evadiendo la mirada del chico.
El rostro del joven se encendió ligeramente al observar la expresión de Akane. —Sí… además no me interesa tener una cita con ellas —respondió convincente.
—¿Hontou?...etto...entiendo ellas siempre arman líos... —sonrió dirigiéndole una tímida mirada.
—Sí… y además ellas son mis prometidas porque quisieron… por mí no lo serían… —respondió levemente sonrojado—. Siempre me causan problemas, además… Ucchan es solo mi amiga.
—Deberías decirles eso —respondió con un hilo de voz Akane, casi inconscientemente.
—¿Nani? —preguntó Ranma bastante sonrojado—. Nunca lo he dicho directamente… pero tampoco las incentivo para que me persigan… kuso… quizás algún día se cansen — respondió poniendo los ojos en blanco.
—Lo haces, cada vez que no eres capaz de decirles que no quieres que te molesten ...etto...pero ese no es mi asunto ¿ne? —espetó dirigiéndose hacia la puerta—. ¿No vamos a bajar? Ya casi es hora de cenar.
—¡No… pero yo no lo hago con esas intenciones! —respondió acelerado Ranma acercándose a un lado de la chica para mirarla fijamente a los ojos—. Yo no soy muy bueno para decir lo que siento… quizás por esa razón hay muchos malentendidos... — Levemente sonrojado por su atrevimiento y por la cercanía con ella miró hacia el suelo nervioso—. Etto… sí… ¿vamos a cenar, na? —susurró mirándola de reojo.
Akane lo miró levemente sonrojada. —Uhm ...hai "¿Qué quiso decir con eso?...¿se refiere a nosotros?" —Una pequeña sonrisa se formó en sus labios—. Vamos —afirmó sonriéndole dulcemente.
—Espera —espetó Ranma mientras sacaba un objeto que tenía escondido entre su camisa. Tratando de parecer indiferente estiró la mano—. Es para ti, espero que sepas usarlo… —sonrió afable.
Akane tomó incrédula el libro de recetas que Ranma había comprado para ella. —¿No tienes fiebre?
El joven de la trenza frunció levemente el ceño. —Simplemente vi que estabas interesada en comprarlo en la tienda y me tomé la molestia de comprarlo por ti —contestó adelantándose unos pasos para abrir la puerta—. ¿Vamos? —Volteó dedicándole una sonrisa a la joven.
Akane presionó el libro contra su pecho, sonriéndole con ternura asintió en respuesta para luego seguirlo. No podía creer que Ranma le hubiese regalado un libro de recetas, lo único que esperaba era que todo resultara bien y que el muchacho no se burlara de sus chocolates al día siguiente...aunque aún no estaba muy segura de regalárselos.
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Minutos después todos disfrutaban de un delicioso sukiyaki obra de la mayor de las hermanas Tendo. Genma devoraba con avidez su tercer plato. Nodoka comía con lentitud y mucha parsimonia su primer plato junto con Kasumi. Nabiki hacía algunas cuentas y anotaciones en una libreta mientras con sus palillos capturaba el arroz. El maestro Happosai había salido temprano a sus acostumbradas cacerías nocturnas. Ranma y Akane, sentados uno al lado del otro como era de costumbre, se miraban de vez en cuando levemente sonrojados.
Soun Tendo observó por un segundo a su hija menor y a su futuro yerno, los dos se miraban de vez en cuando y tenían un leve rubor en sus mejillas.
La emoción se apoderó en menos de un segundo del hombre, codeando disimuladamente a su antiguo compañero de entrenamientos llamó su atención —Saotome-kun, mírelos, pronto nuestro sueño se hará realidad.
Genma sonrió satisfecho observando los rostros levemente sonrosados de los muchachos. —¿Cree que por fin decidirán hacernos felices, Tendo-kun? —respondió por lo bajo.
Al terminar sus anotaciones, Nabiki, observó a su padre quien se secreteaba con el padre de Ranma. —¿Qué están planeando ustedes dos? —preguntó mirándolos de forma inquisidora.
—¿Puedo saber de que cuchichean con tanto misterio? —susurró Nodoka integrándose a la conversación.
—Mira a nuestro hijo y a Akane, querida… muy pronto habrá casamiento —murmuró Genma con un leve movimiento de cabeza hacia los muchachos que aún no habían captado que eran el centro de atención.
—¿Cuándo se casan? —preguntó sonriendo pícaramente la mediana de los Tendo logrando llamar la atención de los sonrojados muchachos—. ¿O están así porque mañana es San Valentín?
Las orejas del joven de la trenza se enrojecieron al escuchar el comentario de la hermana del medio de los Tendo. —¿De... de qué ha... hablas? —tartamudeó notablemente alterado.
—De que tú y mi hermanita llevan mucho rato mirándose y están sonrojados, Ranma-kun —respondió con tranquilidad Nabiki—. ¿Hay algo que quieran contarnos?
—¿Mañana tendrán una cita? —sonrió Kasumi sirviendo un poco más de comida.
Akane miró a su padre quien parecía al borde de las lágrimas. —¿Por qué tendríamos que tener una cita? —preguntó intentando evadir la mirada de toda su familia—. Es un día como cualquier otro ¿ne Ranma?
Ranma tragó lo que estaba comiendo con un poco de dificultad y trató de fingir compostura. —Es cierto… no sé de que están hablando, seguro fue mi padre quien empezó con todo esto —murmuró lo último lanzándole una mirada asesina a su progenitor.
—Por la forma que se estaban mirando pensamos que había pasado algo —sonrió Nodoka.
—Se veían como pareja de comercial del día de los enamorados —sonrió de forma burlesca Nabiki—. Nee, Akane, cuéntanos su secreto.
—Shimatta, deja de molestar. No tenemos ningún secreto...con Ranma solo...somos amigos.. —respondió mirando de reojo al muchacho.
—Sabía que algo como esto sucedería, como si no tuviera suficiente con otros asuntos — refunfuñó el joven de la trenza dejando su plato—. Y si tengo una cita con Akane poco les importa —agregó poniéndose de pie para luego salir de la sala en dirección al tejado.
—¡Ranma!... ¿Qué demonios...? —Akane miró como toda su familia la observaba con la clara intención de empezar un interrogatorio. —¡RANMA!... —gritó poniéndose de pie, comenzando a correr para alcanzar al muchacho.
El muchacho de la trenza ya se encontraba en el techo de la casa recostado sobre éste cuando oyó un ruido, era su prometida que intentaba subir. Con cuidado se acercó al borde y le tendió una mano para ayudarla. Una vez arriba se sentaron a unos pocos centímetros de distancia.
—¿No querías quedarte para el interrogatorio? —preguntó Ranma con una media sonrisa.
—Eres tú quien debería responder ese interrogatorio, no yo —sonrió de la misma forma Akane—. Por un minuto pensé que dirías que no te interesa salir con una marimacho¿ya cambiaste de idea? —preguntó mirándolo de forma juguetona.
—Al diablo con el interrogatorio, deberían pensar en como conseguir un trabajo antes que depender de nosotros —respondió Ranma—. No dije si lo haría o no… ¿por… por qué?... ¿tie.. tienes pensado salir con alguien para San Valentín? —preguntó un poco nervioso con las mejillas ruborizadas.
—¿Na...nani? —respondió totalmente sonrojada—. ¿Yo?...Ii...iie...ya sabes que esas cosas no van conmigo... ¿y tú? —preguntó mirándolo a los ojos
—Tam... tampoco… espero poder escaparme mañana, tú tienes que tener cuidado con Kuno o cualquiera de la escuela —sonrió divertido—. Seguramente habrás recibido muchas invitaciones… —comentó mirándola de reojo.
—Deberías saber que no me interesa salir con esos chicos ¿o ya olvidaste cómo peleaba con ellos en la escuela cuando recién nos conocimos? —sonrió dulcemente—. Es agradable estar aquí...la noches está muy bonita... —suspiró contemplando las múltiples estrellas que brillaban iluminando la oscura noche.
—Sí… eso creo... —susurró Ranma levemente sonrojado—. Oe… en cuanto a mañana… si pasa algo con Shampoo, Ucchan o Kodachi ya sabes… yo no tengo la culpa… —espetó recostándose sobre las tejas.
—¿Algo como qué? —preguntó Akane mirándolo con el ceño fruncido—. ¿A qué te refieres?
—Ya sabes… ellas siempre causan alboroto, pero yo ya te dije que no tengo interés en salir con ellas —respondió mirándola seriamente—. Pero como suele suceder… termino siendo el afectado...
—Lo tendré en cuenta —respondió con un dulce tono de voz—. Gracias por el libro...nunca pensé que luego de escapar del par de locas volverías a la tienda por algo así.
—Supuse que lo querrías cuando lo ojeaste… —sonrió mirándola de reojo. Sin darse cuenta rozó levemente la mano de la chica. Un súbito calor subió a su cara. Sus mejillas se sonrojaron furiosamente. Disimuladamente observó a la chica que también se había ruborizado levemente. Con un poco de valor acercó nuevamente su mano hacia la de ella para rozarla suavemente. Con dificultad dejó que su mano quedara sobre la de ella.
Akane lo miró aún más sonrojada, todo su cuerpo tembló al sentir el calor de la mano del muchacho sobre su piel. Él se veía aún más nervioso e inseguro que ella, con suavidad tomó su mano. —Gracias... —sonrió apoyando despacio su cabeza sobre el hombro de su prometido.
El joven de la trenza sonrió y apoyó levemente su cabeza contra la de la chica. Deseaba estar toda la noche así. Suavemente apretó la mano de la joven, sintiendo el tibio calor que emanaba, parecía que se encontraba en uno de aquellos sueños en que nunca deseaba despertar. Durante algunos minutos permanecieron en el mismo lugar, disfrutando mutuamente la compañía.
El día de San Valentín sería muy largo.
Continuará:
Notas finales
Y realmente será un día muy largo xp, pobre Ranma lo pasará tan "mal", pero antes de caer en los spoilers del próximo capítulo prefiero comentarles otras cosas:
1.- La idea de este fic nació en Febrero, pero como estábamos escribiendo otra historia, decidimos postergarla un poco.
2.- Si quieren conocer más sobre como se celebra San Valentín en Japón, pueden visitar nuestro blog (el link está en nuestro profile donde dice homepage)
3.- ¿Por qué diablos Ranma le regaló un libro de recetas a Akane? Con Sakura estamos completamente convencidas de que este muchacho tiene su lado masoquista muy desarrollado xp
4.- Hoy está de cumpleaños uno de nuestros lectores más antiguos, ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, TRIPLE G! Esperamos que la pases muy bien hoy y luego te estoy enviando tu regalo por mail xp, si sufres algún trauma de ansiedad no será nuestra culpa. Tú lo pediste xp
5.- Sakura les aconseja nunca contratar speedy xp (la pobre tiene que esperar que se dignen a cambiar su modem para poder conectarse)
¿De qué forma morirá Ranma en el día de San Valentín? Hagan sus apuestas¿será envenado o asesinado por sus prometidas?
Nos vemos en una semana o un poco más ;) , esperamos sus comentarios, ya saben como nos gusta saber su opinión sobre nuestras historias.
Besos
Freya
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Palabras en japonés y chino utilizadas:
Baka: Idiota.
Oe¡Oye!
Shimatta: Maldición
Onee-chan: Hermana mayor
ne/na: Pregunta que requiere una repuesta afirmativa¿no¿cierto?. El ne es utilizado por las chicas y el na por los chicos
Gomen ne: Lo siento, discúlpame.
Hai: Sí
Kuso: Mierda.
Ranma no baka: Ranma eres un ¿adivinen xp?
Wode airen: Mi amado esposo (chino)
Airen: esposo (chino)
Nee:¡Hey!
Etto: Interjección de duda ¿eh¿uhm?
Hontou¿De verdad?
Nani¿qué?
Iie: No
