Shingeki No Kyojin no me pertenece es propiedad de Hajime Isayama.
En las afueras de la habitación de Levi…
-Maldición Levi, ¡muévete con más enjundia!-
-¡Eso estoy intentando estúpida cuatro ojos de mierda!-
-¡No es suficiente!, ¿no dijiste que me dejarías sin aliento?-
-Tsk, ¡Lo haré, sólo déjame hacerlo a mi manera!-
-¡Pero agárrame con fuerza!-
Erwin se encontraba frente a la puerta de la habitación de Levi, escuchando cada frase mientras se sonrojaba.
-S…Será mejor que hable con él en otro momento- pensó, retirándose del lugar avergonzado.
Horas más tarde…
Levi caminaba tranquilamente por los pasillos que daban a la oficina de Erwin, se había enterado que él lo había estado buscando horas antes, por lo que se dirigía a preguntarle que asuntos debía tratar con él, sin embargo, por el pasillo se topó con alguien más saliendo de la oficina del comandante.
-Ah, por fin te encuentro, Levi- decía Mike, acercándose a él con su típico semblante serio.
-¿Qué pasa?- preguntó sin mucho interés.
-Seré directo, he notado que Hanji está más cansada de lo normal en estos días, ¿tienes idea por qué?- Levi se sorprendió ligeramente por la pregunta, después desvió la mirada fingiendo desinterés.
-Tsk, Seguramente es porque esa idiota no ha dormido por estar con sus locas ideas acerca de los titanes- dijo, continuando hacia su destino.
Mike no dijo nada más, sabía que él era una persona de pocas palabras, así que decidió seguir su camino con normalidad.
-Sólo espero que nadie se entere de lo mío con Hanji…- pensó el azabache, abriendo la puerta de la oficina.
-¿Para qué me buscabas, Erwin?- preguntó, sentándose en una de las sillas frente al escritorio del mencionado.
-Quería hablar contigo acerca de la siguiente expedición- le respondió, a lo que Levi solo asintió. – En esta ocasión iremos un poco hacia el este…
Hablaron acerca del plan estratégico que Erwin había ideado, así como los objetivos que tenían para dicha expedición, ya que no solo era limpiar la zona de los titanes que hubiera, sino también buscar provisiones debido a la escasez de comida que azotaba a la población.
-Y eso sería todo- finalizó el comandante.
-Espero que en esta ocasión descubramos algo, aunque la que hace gran parte de ese trabajo es Hanji, yo sólo me dedico a rebanar un montón de asquerosa carne- comentó el azabache.
Justo en ese instante en el que Levi mencionaba a Hanji recordó lo ocurrido hace horas, sobre todo aquellos gritos de ambos que se escuchaban fuera de la habitación, nuevamente el color rojo se encendió en las mejillas del comandante.
-Oye, ¿Te encuentras bien?, estás rojo- comentó Levi, un poco desconcertado.
-Levi…- dijo, desviando la mirada.
-¿Qué?- preguntó, indicándole que continuara.
-Sé de lo tuyo con Hanji- respondió, mirando nuevamente al soldado, el cual, se había quedado de piedra.
-No sé de qué estás hablando- mintió, haciéndose el desentendido.
-No puedes engañarme, los escuché cuando estaban en tu habitación…-
-¡¿Y qué hacías en la puerta de mi habitación espiándome?!- exclamó el azabache, claramente avergonzado.
-Fui a buscarte para hablarte sobre la expedición, pero cuando iba a tocar la puerta noté que estabas… ocupado- finalizó, observando cómo a Levi se le subían todos los colores al rostro, seguidamente salió corriendo de la oficina.
-¡Espera, Levi, no le diré a nadie tranquilízate!- gritó, pero ya era muy tarde. - ¿le estará afectando la edad?- pensó.
En la habitación de Hanji…
Ella se encontraba descansando sobre su cama después de haber terminado su reporte del día, había sido agotador pero amaba investigar a los titanes como ninguna otra persona cuerda en el mundo lo haría.
-¡Hanji!- gritó Levi, entrando bruscamente a la habitación de la castaña, provocando que esta cayera por el susto.
-¿Qué pasa Levi?- preguntó, masajeando su cabeza por el golpe que se había dado.
-Erwin sabe lo de nosotros, nos escuchó esta mañana- dijo él, haciendo que la castaña se pusiera "seria".
-¿Y?- preguntó, aguantando la risa al ver la desesperación de su compañero.
-¡Que se acabaron las clases de baile!, no voy a arriesgarme a que me descubran haciendo algo tan vergonzoso- respondió, cruzándose de brazos.
-Creo que estás exagerando, enano- le dijo, mientras se acercaba a él.
-¡Esto es serio cuatro ojos de mierda!, no quiero que piensen que tú y yo…-
Levi fue callado por un beso fugaz y repentino de la castaña, y al separar sus labios sólo rió al ver la expresión que él tenía.
-¿Por qué no darles motivos para que lo piensen?- le dijo de manera seductora.
Él no dijo nada, ni una sola palabra, parecía que simplemente se había perdido entre las dimensiones de sus pensamientos.
-Hanji…-
Mientras tanto Erwin…
Una vez más se encontraba cerca de la habitación de uno de sus soldados, en esta ocasión había decidido hablar con Hanji acerca de Levi.
-Mejor hablaré con Hanji, quizá ella le haga entrar en razón de que no hay nada de malo en que…- pensaba, hasta que llegando a la puerta volvió a escuchar gritos.
-¡Levi, no te detengas por favor!-
-¡No lo haré hasta que te quedes sin fuerzas!-
-Así… s…sigue así-
Erwin se dio la vuelta una vez más y decidió regresar a su habitación.
-Creo que no hay nada que decir- pensó, acelerando el paso.
