Disclarmer: Miraculous: Tales of Ladybug and Cat Noir no me pertenece.


La tela de aquel traje moteado se sentía tan tentativa bajo sus manos que toda su cordura parecía querer dejarlo.

La alzó por los muslos y la apoyó contra la pared, acariciando una de sus mejillas y besándola como había deseado desde el instante en el que la conoció, sin importarle que llevara una máscara.

Para Adrien la situación era sub-real, pero no estaba dispuesto a cuestionar ninguna de las fuerzas que le habían permitido tener a la dueña de sus pensamientos entre sus brazos. Se limitaba a deleitarse con cada parte de su cuerpo que le fuera permitido tocar, dejando algunas grietas en su mente por las que se colaba Chat Noir y demandaba tener el control de la situación. Porque ambos habían enloquecido en el momento en que Ladybug enredó sus manos entre aquella cabellera rubia que ambos poseían.

Ella acarició el cuerpo del muchacho por sobre la camisa e hizo su mejor esfuerzo por no quitársela de un tirón. Sentía cómo la fuerza y valentía de aquella máscara hacía aparición en cada movimiento que realizaba. Ni en sus sueños más excéntricos había imaginado que sería Ladybug quien disfrutaría de los besos y caricias del modelo más aclamado del país.

Ladybug, siempre Ladybug.

Adrien…—Él hizo un sonido en respuesta, mientras hundía su rostro en el cuello de la heroína—. ¿Te gusto?

Por supuesto.

Contrario a lo que uno podría pensar, ella esperaba que la respuesta fuera negativa, porque entonces significaría que Marinette siquiera tenía posibilidades.

¿Estás enamorado de mí?

Con locura —Besó parte de su clavícula, haciéndola suspirar.

Tenía un mal sabor de boca por su verdadera identidad, pero cuando Adrien empezó a deshacerse del traje rojo, aquellos sentimientos pasaron a segundo plano. ¿Qué más daba si él amaba a Ladybug? Después de todo, ¿qué no eran la misma?

Y se dejó llevar.


Dedicado a: Krystalex

Y pues nada, aquí, aprendiendo sobre el Ladrien.

Nan neo silheon.