Light and Darkness:

-The desire of love-

Capitulo 1: el despertar de un nuevo sentimiento

Fire inside me

NOTAS: Los personajes que aquí aparecen no son propiedad mía, únicamente los utilizo como un pequeño préstamo para la realización de estas historias.

Al principio de este fanfic, quien inicia la conversación es la conciencia del protagonista.

Simbología: pensamientos, ""hablando en sentido figurado, o remarcando alguna frase. A la conciencia de Takao.

Ahí estaba esa tarde, en el techo del colegio. Observando al sol ocultándose entre las montañas mientras pintaba de naranja una parte del cielo. Ahí se encontraba, con un pequeño problema en la cabeza que crecía poco a poco.

Se podría decir que había cambiado un poco debido a dicho problema, no por fuera, si no por dentro; y es que principalmente, la raíz del problema, era el despertar de un nuevo sentimiento en su corazón: el amor. Un sentimiento que hasta entonces le parecía una total y completa pérdida de tiempo. Quizá pensaba así por que nunca antes había experimentado tan inmensa sensación, y siempre que veía a las parejas pasar, ignoraba las "cursilerías" que se decían entre ellos. El amor nunca le había importado, y tal vez llegaba a pensar, que era una debilidad el enamorarse.

En esos instantes, se encontraba tan confundido como nunca antes lo hubiese estado, y sin duda algo le estaba sucediendo. Tal vez en su mirada no se reflejaba nada, pero algo había ahí que denotaba ese gran cambio, por pequeño que fuera.

--Admítelo, Kai Hiwatari, te has enamorado--¿pero de quien?—Aquellos minutos de tranquilidad que siempre parecían eternos se habían convertido en minutos llenos de tensión y confusión.

--¡Increíble, te has metido en un problema, y uno grande!--¿y cual era ese problema?—Cierto chico moreno de azulados cabellos y mirada de tormenta.

Todos esos momentos que había pasado con "él" tenían que llevarlo algún día a este momento, un momento quizá un poco sorprendente para él. Si el simple hecho de haberse enamorado lo tenía perturbado, como no le sorprendería que la persona culpable de que se sintiera así fuese "un chico", un chico tan inmaduro y terriblemente "hermoso" según su corazón.

Si, quizás admitía que estaba enamorado, pero no lograba entender que era exactamente lo que le había atraído tanto de ese chico tan impredecible.

--¿Qué me has hecho, Takao?—lucía muy confundido, mientras se miraba las palmas de las manos.

Después de aquella última vez que lo vio, (cuando hubo fiesta por el triunfo del equipo en casa de él), al momento de marcharse, y verle por última vez a los ojos, ese extraño sentimiento comenzaba a nacer en su interior. Desde ese momento, la manera en que solía ver las cosas, y el tiempo a su alrededor, cambiaron completamente. Desde que regresó a su vida habitual en la mansión, había ocasiones en que no dejaba de pensar en él, en su traviesa sonrisa, en sus ojos de tormenta.

Lentamente le llegó un recuerdo más de esos días, cuando acababa de separarse del equipo. Recordaba haberse sentido extraño durante todo el día sin ningún motivo, entonces comenzó a tener una fuerte corazonada, y la noche de ese día, tuvo un extraño sueño:

Plumas rojas caían frente a sus ojos, el lugar en el que se encontraba era un callejón sin salida, el atardecer había caído, y en esos instantes había un profundo silencio, después una sensación de abandono llenaba su ser. Al final, aparece un misterioso ser encapuchado de negro, riéndose, mientras sentía que se llevaba una parte de si.

Unos minutos después despierta agitado y empapado en sudor.

Sabía de quien eran esas plumas, tenía la sensación de conocer ese lugar, pero no sabía nada del sujeto que aparecía, ni tampoco la razón de su miedo y ese sueño, que se sentía tan real.

Después de eso, deseó ignorarlo por un largo momento, pensando que tal vez era solo eso, un sueño, y además, le parecía una tontería acordarse de el.

Dos días después, recibió una nota en la escuela, al bajar del tejado (Wyat fue quien se la entregó al toparse ambos), en esta se hablaba de un desafío a una beybatalla.

FLASH BACK

Era una mañana agradable, y como de costumbre se encontraba almorzando solo, en el tejado, mientras veía el pedazo de ciudad más allá del horizonte. Aún tenía ese sueño, o parte de él, en la cabeza, no podía dejar de pensar en lo real que se había sentido.

--¡Que rayos, pero si solo fue un sueño, por que no lo puedo olvidar!—parecía estar tranquilo, como siempre, pero por dentro se sentía sumamente frustrado.

En eso, en otra parte, Wyatt yacía en el salón de clases, haciendo un informe sobre lo que era su trabajo, cuidar los laboratorios de informática. Hasta que unos chicos de 1er semestre lo interrumpen, entregándole una nota.

--¡Sempai, sempai!, tome, entréguele esto a su amigo, nos pidieron que se lo diéramos, pero…--Lucían nerviosos

--nn, si, no se preocupen, los entiendo—cualquiera que viera a Kai, el solo acercarse a él daba miedo

--¿De quien será?, parecía urgente, será mejor que se la entregue cuanto antes—Y así decide ir a buscarlo, dejando a medias el trabajo.

Lo había buscado por toda la escuela, hasta que el último lugar que le quedó fue el techo de la escuela.

Al fin había llegado, y a mitad de las escaleras que daban hacia arriba, se lo encontró, tropezándose y cayendo encima de él.

--¡Kai, Kai, que bueno…que te encuentro!, esto es…para ti—Se la entrega apenas pudiendo respirar.

Al momento de leerla le llegó la imagen del lugar donde era el encuentro (la misma que en su sueño), y con ello un mal presentimiento.

--¿Qué es esto?—Le sorprendía que ese presentimiento se sintiera igual que el miedo de aquella noche.

Saliendo de clases fue al encuentro, con la esperanza de que aquél sentimiento desapareciera. Wyat lo acompañó.

FIN DEL FLASH BACK

Todo iba perfectamente, y como siempre tenía seguridad de si mismo, y que todo marcharía como siempre. Mientras ambos caminaban hacia lo que sería le lugar del encuentro, pequeñas memorias acerca del peliazul le llegaban a la mente, incluso, cuando volteaba a ver a Wyatt, deseaba con todo el corazón que fuese Takao, su Takao, y no él.

Al llegar al lugar del encuentro, el enemigo ya los estaba esperando, con una macabra sonrisa en sus labios, (era lo único, incluyendo la mirada, lo que se denotaba dentro de esa inmensa y oscura capa)

--Te estaba esperando Kai, veo que el amo tenía razón, fácil se ve que tienes potencial, je je je

--O.O, no me gusta su sonrisa, Kai, ten mucho cuidado—mientras tanto, un miedoso Wyatt retrocedía para dejarlos solos a ambos beyluchadores, deseándole suerte a Kai, cuando ni siquiera parecía necesitarla

--¡Sin embargo, ese potencial me lo demostrarás con tus acciones!—ambos Bey luchadores estaban mas que listos, y al lanzar los beyblades, inmediatamente comenzaba a surgir fuego en el plato. Kai tenía confianza en si mismo, tan seguro estaba de poder ganar, pero, jamás llegó a imaginar que tan tremenda sería esta batalla, y que tan fuerte sería su caída.

Minutos después, y sin creérsela, ya lucía aterrado.

--¡Que me está pasando, por que siento tanto miedo, que es lo que ocurre aquí!

Al final de dicha beybatalla salió herido de un ojo, el beyblade se descuartizó, y aquél extraño encapuchado se llevó como recompensa a Dranzer.

Todo era igual que en su sueño, todo, y no pudo hacer nada para evitarlo, más que quedarse en el suelo sin movimiento alguno (atónito), y con un gran vacío en su interior.

--¡Kai, ¿estas bien?!—Wyat se acercó para ayudarlo a levantarse.

--¡O.O, q…que fue lo que pasó!, D…Dranzer!—El solo hecho de ver esa lluvia de plumas, lo tenía por demás sorprendido.

En esos instantes no sentía nada más que frío en su interior, y el fuego que antes avivaba su ser, había disminuido; poco después, todo lo veía rojo, las fuerzas se le iban y perdía el sentido de la vista, finalmente, llego a caer en los brazos de Wyat.

Al despertar se dio cuenta de que se encontraba en un hospital (al sentir ese ambiente de soledad). Un poco molesto, sin saber por que, se tocó el rostro y sintió su ojo izquierdo vendado. No se la creía, que después de tanto tiempo, hubiera vuelto a la cama de un hospital.

Aún con esa sensación de enojo en su corazón, trató de recordar la razón por la que estaba ahí, y en un par de minutos le vino a la mente aquella batalla que sostuvo cerca del mirador…

Un enorme viento había invadido el plato, su blade poco a poco dejaba de girar, y sentía que perdía el aire, mientras que a Dranzer poco le quedaba. Minutos después, la tormenta se desata, aventándolo y lastimándole un ojo. El beyblade se detiene en medio del plato, Dranzer no pudo mas, entonces varias plumas salieron despedidas, en forma de lluvia; Kai había perdido la batalla, y lo que era peor, había perdido una vez mas a su mejor amigo. Finalmente el beyblade (de color negro) de aquella sombra encapuchada deja el plato, para regresar a la mano de su dueño, una despreciable y burlona sonrisa se queda marcada en la memoria del ruso-nipón.

Así se le veía, sentado en la cama de un hospital, con la cabeza gacha, y muy molesto por su derrota. Ahora trataba de averiguar que había sido ese increíble poder que lo había lastimado así. Había perdido un poco la memoria, pero conforme transcurrían los minutos y las horas, recordaba cada etapa de la batalla como si hubiera sido ayer. Y de tanto coraje podía sentir todos los golpes como si estuviese pasando justo en ese momento. No podía creer la facilidad con que le había arrebatado a su compañero.

--¿Qué rayos fue eso?, ¿Cómo fue posible que yo perdiera de esa forma?, ¡como!—si que lucía asombrado, pues parecía ser la primera vez que había presenciado un poder de tal magnitud. Y por primera vez lucía tan confundido, su expresión rayaba en el enojo y la confusión, apretaba sus puños con fuerza contra las sabanas de la cama, al igual que los dientes, mientras trataba de resistirse. Y cerraba los ojos como queriendo evitar la realidad de las cosas.

Seguía tocándose el ojo lastimado, mientras volteaba a su lado derecho, donde se encontraba su beyblade, ahora vacío y sin vida. Entonces lo tomó entre sus manos

--Es la segunda vez que te pierdo así—Parecía sentir un poco de nostalgia cada vez que veía ese gran y valioso objeto. Regresaba tiempo atrás, desde la primera vez que lo recibió, a manos de su padre, era un objeto sin duda muy valioso, pues en su centro tenía una pequeña ficha con un animal dibujado. Era un ave muy hermosa, según las palabras de su padre.

FLASH BACK

--Toma Kai, es tiempo de que tú lo tengas

--¿Que es papá?—sus ojitos observaban lo que era el centro del blade

--Su nombre es Suzaku, es un fénix. Ha estado aquí en la familia desde hace tiempo, y ahora será tu fiel compañero. Por eso deberás de prometerme que lo cuidarás mucho.

--Si, papá, es una promesa—le decía, con una sonrisa en sus labios, mientras cogía el blade, en sus manitas.

FIN DEL FLASH BACK

--Te lo prometí, padre, prometí que lo cuidaría siempre, pero….Te he fallado, lo he perdido—por primera vez sentía un gran vacío en su interior.

--Desgraciadamente, lo volví a perder, perdóname padre.

Todos los sueños que tenía se habían convertido en visiones futuras de la noche a la mañana, visiones muy reales que incluso, al momento de tenerlas, sentía que la vida se le escapaba en ellas.

Esa noche fue la primera que soñó con Takao, después de todo el sentimiento seguía con él, aunque hubiese sufrido la perdida de un amigo.

Esta visión era una muy triste, a decir verdad, la más triste de todas…

INICIO DEL SUEÑO

Todo comenzaba en un edificio parecido al de la compañía BEGA, en uno de sus pasillos. Sin saber la razón del por que estaba ahí, él caminaba, acompañado de unos sujetos vestidos de negro a ambos lados. Todo el tiempo se encontraba con ellos, y al parecer, estos lo llevaban a algún lugar en especial.

Habiendo llegado a su destino, lo dejan solo, dentro de lo que parece ser un cuarto de entrenamiento, y cierran la puerta con llave. Ahora lucía mas confundido que antes, por lo que decide darle un recorrido a la habitación, y de la nada, aparece un beyblade negro que se coloca en el centro del plato que ahí se encontraba. Al parecer alguien lo estaba retando, y aún con media confusión entraba en el juego.

Al principio todo iba bien, pero luego, un extraño ambiente de tensión, envuelto en niebla, cubre la habitación, sentía que perdía el control de su cuerpo, y la vista se le nublaba, muy apenas lograba sostenerse en pie, hasta que llega a parar al suelo, y el beyblade se detiene. Pasan los minutos, y después, repentinamente, dentro de su cabeza, se escucha un grito de auxilio, alguien lo estaba llamando; era una voz sumamente familiar, pero por mas que quería levantarse para ir a ayudar a esa persona, no podía, sentía el cuerpo demasiado pesado, y no podía abrir los ojos.

--¿Qué es lo que está pasándome?, ¿Por qué no me muevo?—Entonces le llega la desesperación, y sin soportarlo mas empieza a llorar, aún en el suelo.

--¡Kaaaaaai!—Después de aquél grito congelado, imágenes tristes de aquél chico de azulados cabellos le llegan a la mente. Un Takao muy lastimado, y con lágrimas en sus ojos le ve con dulzura (una hermosa sonrisa se dibujaba en su suave y delicado rostro), mientras hace lo que parece ser una despedida, cierra los ojos.

FIN DEL SUEÑO

--¡AH! ¡Que pasó! (pensando) —Tan de pronto, y de golpe, se despertó muy agitado y bañado en sudor, sin comprender por que esas visiones tan tristes. Ahora, lo que más arrinconaba a su corazón, era un profundo y extraño miedo, que por la mirada que tenía, fácil se notaba. ¿Pero por que ese miedo?, cada vez que lo sentía, incluso a veces, tenía tantas ganas de llorar.

--Takao

Llega la mañana, y es hora de cambiarse los vendajes. Por lo visto lucía un poco mas tranquilo que la noche de ayer, trataba de olvidarlo todo como siempre, aunque esta vez no le resultó nada fácil, pues era Takao el que irrumpía en sus pensamientos, y en lo que mas había pensado toda la semana.

Al parecer ya estaba mucho mejor, según lo que le había dicho el doctor, solo dos días mas, y sería dado de alta.

Después del diagnostico diario del doctor, la primer visita que tuvo fue Wyatt, (como todos los días), con las noticias de las clases, cosa que tal vez no le interesaba mucho a Kai, después de todo siempre tuvo excelentes calificaciones. También iba de vez en cuando a visitarlo para ver su recuperación, y aunque a Kai no parecía agradarle la idea de su visita, no le quedaba de otra que aguantarse y ver su cara hasta la hora de la comida.

Ese día, a diferencia de todos los demás, Wyatt se comportaba de una manera extraña, cosa que Kai notaba bastante bien, y es que, cada que lo visitaba, entraba a la habitación tímidamente, esta vez ni a los ojos lo pudo ver, y partiendo, al término de la hora de visita, salió de la habitación corriendo, y con lágrimas en los ojos. Kai se sorprendió un poco, pero no podía hacer nada, a menos que Wyatt le contara lo que le estaba pasando, o mejor aún, tal vez no le interesaba mucho el ayudarlo, después de todo era Wyatt, el tenía sus propios problemas.

--Es raro, por que se fue así, y tan temprano, no me explico que fue lo que le sucedió para que se comportara así—decía, mientras observaba la ventana, deseando una vez más que esta noche no ocurrieran cosas extrañas.

Mientras tanto, en otro lado del planeta…

--Uff, que mala suerte la mía, por que me pasan estas cosas, no se que rayos me está pasando últimamente, me siento tan triste —Sin duda se le notaba, lucía mas apagado que de costumbre, incluso, Max, que pasaba por ahí (su habitación), lo había notado.

--¿Qué sucede, Takao? O.o, te noto un poco "apagado", ¿te encuentras bien?, como que últimamente te la pasas todo el tiempo aquí, encerrado, a todos nos preocupas con tu comportamiento.

--No es nada Max, ni yo mismo se lo que tengo, es que, me siento tan mal, que no se por que. Me siento tan vacío—Era normal que le contara todo a Max, pues al parecer era quien mas lo comprendía.

--¡Vamos, Taka, nn, anímate, estoy seguro que un pequeño paseo por la pista de patinaje no te iría mal, que dices, ¿nos acompañas?, además, Hiro también va a estar ahí—Recalcaba el nombre de cierto chico, que aunque fuese su hermano, extrañamente hacía que se sonrojara cada vez que lo tenía cerca, sobre todo era quien mas lo tranquilizaba, sin duda le agradaba estar al lado de su adorado hermano mayor.

--Eto…-, je je, esta-esta bien, Max, me co…convenciste, pero no le digas nada de esto a Hiro ¿eh?, pues, no quiero que se preocupe, y se ponga celoso -si, creo que es lo mejor, además, que mejor me haría que ir a divertirme con Hitoshi, hace días que no le veo, de seguro que me tranquilizará un poco, eso espero—Quizá tenía en mente la razón de su depresión, pero ni el mismo se la creía, por que, como era posible que se preocupara por un tipo tan frío e insensible como el hielo, que lo único que había hecho, era volver a dejarlo solo, y lastimarlo tantas veces con sus traiciones hacia el equipo, ¡no!, no merecía sus lágrimas, y menos que se preocupara por él.

--¡Va, de seguro que se la ha de estar pasando mejor sin mi, además, el menso de Tala y Bryan le han de estar dando cuerda, si, seguro, como soy tan menso como para preocuparme por él!

Y mientras tanto, los días pasaban, y para ambos parecían eternos, en especial para Takao, quien no dejaba de pensar ni un solo momento en los ojos de aquél frío chico, su "mejor amigo". Incluso, de vez en cuando, le llegaba la depresión durante todo el día, y le daba por quedarse encerrado en su habitación, sin comer ni nada, solo observando hacia la ventana, el lugar "favorito" de él.

--Aquí estarías, siempre, observando hacia fuera. Como anhelaba verte así, tan serio, tan distante. ¡T.T, te extraño Kai!, aunque apenas pareciera ayer cuando te volví a ver, siento como si fuesen mas días, no se por que, ¡pero me estoy volviendo loco sin tiii!