Garnet
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El tiempo... una invención del hombre, como dicen los libros; o algo que nació a la par del universo, que fue lo que le dijeron al darle ese puesto en las Puertas del Tiempo que ven y saben el paso del mismo.
Era increíble que desde ahí pudiera verse todo el universo... al principio le gustaba ver todo eso, tantos sitios, tantos mundos, tanto espacio... cualquier lugar, cualquier tiempo...
Estaba en esas Puertas que todo lo ven, que todo lo guardan y vigilan... y ella, su custodia, debía asegurar que todo estuviera en orden, que nadie se atreviera a cambiar cosas ya escritas a su conveniencia; debía seguir su paso y no dejar que se desviara, debía saber qué decir y qué callar, qué estaba bien y qué se estaba poniendo peligroso...
Pero...
¿Quién era ella para decidir esas cosas? No era la dueña del tiempo, sólo lo manejaba, lo predecía, lo comprendía... pero no le pertenecía... ni tampoco a la persona que le encomendó esa posición... ¿cómo sabía ella que, en lugar de ayudar a su reina y a su hogar, estaba desafiando y desobedeciendo lo que ya había sido predestinado desde la creación?
¿Acaso no su grupo y ella quienes actuaban por conveniencia?... ¿Quiénes cambiaban el pasado para preservar SU futuro?... ¿Quiénes creían, al igual que sus enemigos, que tenían la razón absoluta, por la sencilla razón de poseer un poderoso cristal?... ¿Quiénes, no conformes por las cosas que pasaban, las cambiaban?
No podían ser ni así de grandes ni así de poderosos.
Eran guerreras y princesas, pero al mismo tiempo seres humanos atados a un destino igual... no eran quién para decir que les conviene y que no...
... A veces creía que eran egoístas y que pensaban que todo les pertenecía, incluido el tiempo.
Era raro que ella pensara esas cosas...
Sacudió su cabeza y decidió regresar a casa, donde su peculiar familia le esperaba. Estaba atada a las Puertas del Tiempo, pero eso no quería decir que tenía que sacrificar su felicidad, la cual se encontraba en esa chica que suplía al "hombre de la casa", a esa sirena y a la inocente niña capaz de matar y dar ternura...
Sí, su familia... ellas le daban sentido a todo... al cambio en el tiempo y al latir de su corazón... eran ellas... Además, no valía la pena hacerse preguntas tan complicadas.
Y ella era Sailor Plut, la guerrera del Tiempo...
