ste es un fic creo qe mui divertido qe espero qe os guste
se me ocurrio mientras leia la Bravo, (no se si alguien la conocera, es una revista para adolescentes española), me aburria i segui leyendo (x aproximadamente 4º vez) el misterio del Principe. se supone qe transcurre durante ese curso
os dejo qe juzgueis x vosotros mismos:D
-¡NO
-¡NO! ¡NO! ¡NOOOOO!-gritó Hermione, arrodillada frente a su baúl, completamente revuelto-¡No puede ser!
Lavender Brown y Parvati Patil, sentadas en pijama sobre la cama de la segunda, se miraron sin saber si echarse a reír directamente o preguntarle primero que le pasaba para ver si les daba una respuesta más cómica aún que aquella escena. Pero no hizo falta que decidieran nada, pues en ese momento Hermione, que estaba tirando sobre su cama una faldita corta (que había colocado en el fondo del baúl porque sabía que no iba a utilizar), gritó:
-¡No puedo haberme olvidado "Hogwarts, una historia" en casa!
Las dos amigas se volvieron a mirar, riendo en silencio, tapándose la boca con las manos. Hermione, por supuesto, no las vio, pues seguía con la cabeza de pelo enmarañado dentro del baúl ya casi vacío.
Lavender y Parvati siguieron hablando de lo que estaban cotilleando, como si aquella crisis histérica de su compañera de habitación no estuviera pasando:
-Sí, sí, te juro que están saliendo.
-¡Pero si se llevan dos cabezas por lo menos!-replicó Lavender con la boca muy abierta, en una mueca burlona.
-Bueno-dijo Parvati con una sonrisa pícara-Tú y... él también os lleváis bastante en altura. Y no te parece ningún inconveniente.
Las dos se echaron a reír tontamente, y miraron a Hermione por si se había dado cuenta de algo, pero ella no se había enterado de lo que hablaban. Con los años, había aprendido a desconectar su oído cada vez que el par de pavas que tenía por compañeras empezaban a hablar de sus cosas. En realidad no eran malas personas del todo, sólo que los pensamiento que más veces cruzaban su cerebro en un día solían ser "¡dios mío que bueno está!" y "¿cómo llevaré el pelo?". Y eso no iba mucho con ella.
Al comprobar que definitivamente no estaba en su baúl, decidió rebuscar debajo de su cama por si, por algún descuido suyo (o más probablemente de sus compañeras de cuarto), el preciado libro había ido a parar allí.
Mientras, Lavender pegó un brinco en la cama, y exclamó:
-¡Mierda! ¡Creo que me he olvidado la redacción de Pociones abajo!
-¿En la sala común? ¡Pues baja!-dijo Parvati.
-Pero...voy en pijama- aclaró Lavender, como si no fuera obvio.
-¿Y qué? ¡Vas monísima! ¡Además, puede que él esté!
Hermione tenía la cabeza metida debajo de la cama, pero casi pudo adivinar, después de tantos años de práctica observándolas, que la rubia le había hecho señas a su amiga para que bajara la voz.
-Venga, si te da vergüenza ir sola, bajo yo también contigo- dijo Parvati.
Lavender dudó un segundo, y luego dijo:
-Bueno, vale, pero ponte una bata.
Hermione pensó, desde su posición a oscuras, que si a Lavender le gustaba algún chico, hacía bien en decirle a su amiga que se tapara, pues la verdad esque la chica vestía con un camisón muy cortito y suelto con mucho colorido que dejaba ver las largas piernas morenas de la chica, que según tenía entendido la castaña por las quejas de ésta sobre lo larga que era la falda del uniforme y lo fastidioso que era tener que ponerse medias, eran su punto fuerte. Claro que Lavender no iba con un camisón de abuela, sino con unos pantalones cortos...muy cortos y una camiseta de tirantes muy escotada que, decididamente, no debía de ser muy cómoda para dormir, tan ajustada.
Cuando Parvati se puso con un suspiro una bata que realmente, solo tapaba sus piernas hasta la rodilla, y Lavender se hubo hecho dos coletas "muy cucas", como las describió su amiga, las dos chicas salieron del cuarto.
Hermione se apuntó mentalmente que mañana debía escribir a sus padres para que le mandaran el libro. Tendría "Hogwarts, una historia" en, aproximadamente... ¿una semana? ¡Por Merlín! ¿Y que haría ella de momento? Era completamente incapaz de dormirse sin leer antes al menos un cuarto de hora. La respuesta surgió en su mente de repente: ¡la biblioteca!
La chica ya se precipitaba hacia las escaleras, pero de repente vio su reflejo en el espejo de pie que había junto a la puerta, y se detuvo. Llevaba el pelo completamente enmarañado, más de lo que solía estarlo, incluso. Su cara sudorosa tenía un aspecto algo histérico. Llevaba una vieja camiseta de dormir que le llegaba hasta las rodillas, de un blanco ensuciado por los años con Minnie Mouse en el centro diciendo "I love you". No podía evitarlo, precisamente en ese momento todos sus otros pijamas estaban en la lavandería. Y también... ¡oh, no! ¡La bata también estaba sucia! Además, no estaba depilada y llevaba las piernas llenas de moratones, por culpa de las muchas caídas de la escoba que había experimentado ese verano en la Madriguera. Genial. Simplemente genial. ¡Cómo le gustaría tener la capa invisible en esos momentos! Ella sí que la usaría bien, no como Harry, que siempre se escapaba de noche por los pasillos. Casi se consoló cuando miró el despertador de su mesilla, y se dio cuenta de que, de todas formas, la biblioteca estaba cerrada a esas horas.
Hermione se sentó en la cama repleta de sus cosas, y con un suspiro de llorosa resignación, empezó a meterlas de nuevo en el baúl.
Había metido la mano en el gran montón de ropa para coger un blusa y doblarla cuando notó, debajo de esta algo que tenía el tacto del papel. Emocionada, Hermione tiró la blusa al suelo y cogió aquello que había debajo. Una revista. La chica le dio vueltas ansiosa, hasta que dio con la posición correcta para leer el nombre. Hizo una mueca que podía interpretarse de asco cuando lo vio. En letras fucsia que de vez en cuando despedían un brillo como de purpurina se leía "Corazón de bruja adolescente".
Con decepción y sorpresa Hermione intentó recordar como demonios había llegado aquello a su baúl. Ella jamás de los jamases compraría "Corazón de bruja", ni siquiera aquella versión más juvenil que al parecer, habían sacado al mercado. No le interesaban los cotilleos, ni la moda, ni la música ni esos estúpidos tests tipo "¿Cómo sería tu chico ideal?", o "¿Le gustas a ese bomboncito?".
Hermione decidió que o Ginny se había equivocado de baúl esas vacaciones al hacer equipaje y había metido esa monstruosidad entre sus cosas sin querer o alguna de las desordenadas de sus compañeras de cuarto, (Hermione sospechaba sobre todo de Parvati y Lavender, quiénes realmente eran las que más pinta tenían de leer ese tipo de revistas) lo había dejado caer en su baúl o su cama en un descuido.
La castaña se quedó unos momentos mirando fijamente la revista en su mano. La verdad esque sentía... cierta curiosidad por las idioteces que debían de poner. No es que quisiera leerla ni nada de eso, ella sabía perfectamente que sólo era basura. Pero tal vez... bueno, aquellas revistas influían a miles de chicas adolescentes, muggles y brujas. Tal vez tenían algo o... quién sabe, quizá al menos podría reírse un rato.
La portada de "Corazón de bruja adolescente" de ese mes tenía el fondo blanco, aunque apenas se veía, pues casi toda la ocupaba la imagen de una adolescente subida en algo así como un trono con un tipo que realmente estaba tremendo arrodillado enfrente de ella. La chica fingía bostezar, mientras de la boca del tío bueno salían corazoncitos, con lo que Hermione supuso que estaba diciendole palabras de amor.
La castaña leyó el titular más grande que había en la portada, pues debía corresponder a la foto. Estaba en rosa chicle, y decía así: 12 consejos para conquistarle... siendo mala. Vaya por Dios. Menuda estupidez de artículo estrella de la semana. Hermione iba a tirar la revista a la cama de Lavender, pero miró de nuevo la foto. Justo en ese momento la chica fotografiada había dejado de bostezar y miraba a Hermione, sonriendo de oreja a oreja. Parecía decir "Mira lo feliz que soy, ¡apúntate, tú también puedes conseguirlo!". Sí, realmente parecía sentirse bien en aquel trono. Y no era realmente guapa. Y el tío... ¡él sí que estaba realmente bueno!
Cautelosamente, la chica leyó un pequeño párrafo debajo del título del artículo:
¿Estás cansada de ser buena? ¿Tus trucos de siempre para ligar no te funcionan con él? ¿Sientes que no te toma en serio? ¿Quieres que se fije de una vez en ti? ¡Pues lee los siguientes consejos que hemos escrito para ayudarte! ¡Te lo ligarás, (¡promesa de bruja!), de una forma diferente! ¿Has probado alguna vez a ser... mala?
Que se fije de una vez en ti... a ser mala... no te toma en serio... cansada de ser buena...
Esas palabras calaron en Hermione, que casi sin darse cuenta abrió la primera página buscando las páginas de ese artículo en el índice.
Por fin la encontró, y pasó rápidamente páginas de colores brillantes hasta encontrar el artículo.
Tenía un fondo negro, y las letras eran moradas. Ponía de nuevo el título, 12 consejos para conquistarlo... siendo mala, muy grande, al principio de la página.
Encima de la "o" de "conquistarle" había una aureola de ángel. Sobre la "a" de "mala" asomaban unos cuernos de demonio.
Hermione tragó saliva y se dio ánimos para leer la introducción, que venía en letra un poco más pequeña:
Querida Bruja Adolescente, mientras estés leyendo esto sabemos que estas pensando en ese chico que te hace tilín, pero al que todavía no has conseguido enamorar.
Hermione se sonrojó y miró incrédula lo que acababa de leer: ¿cómo demonios sabía aquel trozo de papel que acababa de cruzar por su mente la imagen de Ron? De repente había recordado la cara de fastidio que había puesto el pelirrojo durante la clase de pociones cuando le dijo que él también diría, al igual que Harry, que ella era la chica más inteligente de la clase, y ella no le había prestado atención.
No sabía cómo considerarían aquello en Corazón de bruja adolescente, pero ella pensaba que aquello había sido ser mala. Y... había funcionado, ¿no? Puede que al fin y al cabo aquel artículo no fuera una completa estupidez, tal vez decía algo sabio. Siguió leyendo:
No te avergüences. A todas se nos ha resistido alguna vez ese chico tan especial que nos trae loquitas. Probablemente hayas probado a ser dulce, sensual y femenina con él, pero no te ha dado resultado.
¿Dulce? ¿Sensual? ¿Femenina? Mmm... Hermione trató de recordar si alguna vez se había mostrado dulce con Ron. No, más bien no, con quien solía ser tierna era con Harry, a veces claro. Él era como... un hermano pequeño. ¿Y femenina? Pues si alguna vez se había mostrado femenina, desde luego no lo había hecho muy bien, pues hasta cuarto él no se había dado cuenta de que era una chica. ¿Sensual...? ¡Jamás, por Merlín! Nunca creía haberse mostrado sensual o seductora con Ron, ni con ningún chico en realidad. Bueno, habría que darle una segunda oportunidad a la revista. Todos cometemos errores.
Aquí te ofrecemos una serie de pasos para que se fije de verdad en ti... haciéndole daño, porque se lo merece. ¿Estás dispuesta?
Hermione se acordó de cuando en primero Ron le había dicho que no tenía amigos; en tercero se había enfadado con ella por Scabbers y por la escoba de Harry; recordó cuando le fastidió el Baile de Navidad; las quinientas veces que le había tenido que dejar los deberes; pensó en las mil veces que la había llamado sabelotodo; en las doscientas mil que se había burlado de ella; en los cuatro millones setecientos cincuenta mil que habían discutido... y en todas esa noches en las que ella se iba a la cama temprano, corría sus cortinas y lloraba silenciosamente... por él.
...porque se lo merece. ¿Estás dispuesta?
-Sí-dijo firmemente, en el mismo momento en que Parvati y Lavender entraban en la habitación.
Lavender no parecía muy contenta, pues al parecer, su amiga no había hecho caso de sus súplicas y se había desabrochado la bata. Claro, que ella debía de haber contraatacado, pues llevaba la camiseta con un nudo, dejando ver su vientre plano y bastante más escote de con el que salió. No llevaba el trabajo en las manos: debía de habersele olvidado.
Al ver a Hermione hablando sola, las dos chicas se quedaron paradas en la puerta, con las comisuras de los labios temblando, a punto de echarse a reír.
-¿Qué haces?-preguntó Parvati, conteniéndose la risa.
Hermione escondió rápidamente la revista debajo de la almohada. A pesar de que era muy llamativa, estaba segura de que sus compañeras no la habían visto. Inventó una excusa:
-Practicar los hechizos en voz alta, para la clase de Encantamientos de mañana. ¿Vosotras no lo habéis hecho ya?
Las dos amigas no pudieron evitarlo, soltaron una carcajada cada una.
-Sí, sí, claro que hemos practicado-dijo Lavender entre risas-Parvati ha estado ahora mismo dando duras clases de hechizos no-verbales con el golpeador del equipo de quidditch del año pasado, ¿a que sí, Parvati?
La otra dijo con una sonrisa cariñosa a su amiga:
-Sí, ¡pero tú no has practicado nada! Bueno, no pasa nada, dentro de una semana, a lo sumo, ya tendrás a alguien para hacerlo.
Y las dos se metieron en sus respectivas camas riendo como locas.
-Supongo que habrás leído ya, ¿no?-le preguntó Lavender a Hermione bostezando- Porque estoy agotada, quiero dormir.
-Tranquila, por mí podéis apagar la luz ya-contestó la castaña. Podía esperar a leer esos 12 pasos que quizás, sólo quizás, le sirvieran de algo.
Mientras una de sus compañeras de cuarto apagaba las luces, Hermione se paró a pensar en que, si tan inteligente era, debía de admitir de una vez, al menos ante ella misma la verdad: le gustaba su mejor amigo, Ron Weasley, y, por primera vez en su vida respecto al tema de los chicos, pensaba hacer algo al respecto.
necesitaria opiniones, por favor!! porqe, aunqe tengo pensado mas o menos como van a ir los siguientes caps, tengo varios fics al mismo tiempo, i supongo qe empezare a scribir del qe mas reviews reciba
spero actualizar pronto. todo depende de vosotros!
muxos besOoOs i gracias x llegar aSta el finaL
P.D: no tngo absolutamente naaaaadaaaaaaa contra ste tipo de revistas, ya os e dixo arriba qe de vez en cuando leo alguna, solo pretendo reirme un poco de la forma en qe se expresan en esos articulos
P
