Symphogear y sus personajes no me pertenecen.

:'v Tampoco ella…

La leyenda del dios del sol.

00: El final de una era.

Sucedió hace miles de años. Hubo una era en que los dioses y los humanos convivían en armonía. Los dioses eran deidades sumamente poderosas que regían al mundo mientras que los humanos los veneraban con fervor. Cada dios era especial y tenía muy marcada su función en el mundo, no existían jerarquías pero sí existía un consejo encargado de tomar decisiones y en ese consejo había selecto un dios encargado de cuidar la vida en el mundo. Este era el dios del sol, quien brindaba luz, energía y calor a los humanos cada día.

Por otra parte, los humanos sí tenían jerarquías. Entre las labores que actualmente existen había unas actividades realizadas especialmente para sus dioses. Existían sacerdotes encargados de dirigir las oraciones a los dioses así como realizar las ofrendas como agradecimiento por su protección, estos eran considerados como los humanos más cercanos a los dioses; después de ellos, estaban las ofrendas, uno de los máximos honores que podía recibir un humano de alma pura, estas ofrendas se entregaban en los grandes altares dedicados a cada dios y una vez recibidas por ellos, esos humanos de alma pura se convertían en energía para su receptor. En aquel tiempo el dios del sol era el más venerado de todos.

-¿Otra vez estás entrenando?- un hombre de cabello largo, dorado y brillante como el sol del mediodía, apareció en el jardín del templo del dios del sol. Su presencia en el lugar generaba una calidez relajante y al mismo tiempo demostraba un gran poder que imponía respeto.

-¡Mi señor sol!- una joven de cabello y ojos de color naranja como el claro amanecer entrenaba en ese jardín. Por el sudor que se marcaba en su ropa y la forma agitada en que respiraba se podía entender que llevaba mucho tiempo realizando la misma actividad. En cuanto vio a su dios se inclinó sobre una rodilla en reverencia como muestra de respeto.

-¿Ya has tomado tus alimentos? Ya casi ha anochecido- el dios se acercó a ella y acarició su cabeza, ella se sonrió todavía inclinada.

-Solo terminaré esta sesión y me iré a comer, si quiero ser más fuerte para protegerlo debo esforzarme - se puso de pie llena de energía y con una gran sonrisa, ese gesto de su señor no era solo eso, le había cargado de energía.

El dios le sonrió y después se despidió. La joven siguió entrenando.

La tierra de los dioses, era el nombre del lugar donde residían aquellas deidades, sus descendientes y algunos humanos. No todos los dioses vivían ahí, no era obligatorio a menos que fueran parte del consejo.

Había armonía entre todos, había paz entre los humanos y había un futuro brillante para todos hasta que una catástrofe ocurrió.

Se celebraba la presentación del hijo de la diosa del agua, el que sería el dios del agua una vez la diosa actual dejara de existir. Él era casi un joven y casi un niño.

Estaban presentes todos los dioses del consejo que en aquella época estaba conformado por el dios del sol, un hombre en la cúspide de su vida; el dios del fuego, el segundo más joven del consejo; la diosa del agua, una mujer de edad avanzada; el dios de la sanación, un hombre de aspecto joven pero de una edad avanzada; la diosa de la reencarnación, una mujer que empezaba a mostrar algunas canas; el dios de la luna, el dios más joven de todos teniendo todavía un rostro adolescente; y la diosa de la música, una mujer en la cúspide de su vida y la deidad que más alegría desprendía.

Estaba procediendo la presentación, el protocolo marchaba bien hasta que la tierra empezó a moverse, fuertes temblores sacudieron al mundo entero, lava y fuego empezaron a surgir de las enormes grietas que aparecían y de los volcanes que había.

Esa fuere sacudirá y las explosiones que arrojaban material incandescente alteraron a los humanos y confundieron a los dioses. Las armadas de cada dios que estaban presentes en el evento inmediatamente se enfocaron en ayudar a los humanos. Cada armada ataviada en armaduras con diseños y detalles alusivos a su dios.

Los dioses también se pusieron en acción, el protocolo principal de la presentación del heredero de la diosa del agua había sido realizado así que en seguida se dio por concluido el evento y cada dios puso el poder de su parte para detener la extraña catástrofe que ocurría y salvar la mayor cantidad de vidas.

Con todo lo que ocurría grandes nubarrones empezaron a cubrir el cielo llevando todo casi a tinieblas.

De todos los dioses el dios del fuego era el más confundido y parecía ser el más aterrado. Por más que se esforzaba para controlar las llamas y calmar la expulsión de lava no lograba controlar la situación, su poder no era suficiente y cuando parecía que nada podía ir peor extrañas criaturas aparecieron en todas partes, ahora los soldados no solo tenían que ayudar a las personas a escapar del ardiente fuego, también tenían que enfrentarse a esas extrañas criaturas que al tener contacto directo parecían desintegrar los objetos vivos.

Las criaturas todas, como si recibieran órdenes por alguien, repentinamente se dirigieron hacia los dioses, al parecer con la intención de desintegrarlos.

Había un problema con los dioses, una única debilidad en una situación como esa, cuando los dioses entraban en trance para usar su poder al máximo era el momento en que estaban más vulnerables y, a pesar de ser dioses, era el único momento en que su divinidad se perdía volviendo sus cuerpos simples recipientes humanos con todo lo que eso conlleva.

Gracias al conocimiento de eso, cada dios contaba con un guerrero que lo protegía, y ese guerrero que ganaba el derecho a ser la espada y el escudo de un dios recibía un poder superior al de los humanos, una vida más longeva que la de los humanos y una armadura divina llamada "reliquia".

Los guerreros siempre estaban en la sombra de sus dioses, y desde el momento en que la catástrofe ocurrió, estos guerreros estuvieron protegiendo a sus dioses en silencio, en secreto. Sin embargo ahora que esas criaturas extrañas mostraban su intención, los guerreros aparecieron frente a sus dioses vistiendo sus armaduras sagradas.

Había una cualidad en esas armaduras, al haber sido creadas por la diosa de la música estas armaduras reaccionaban a la armonía y la melodía de los corazones de sus guerreros.

Diferentes cánticos se escuchaban en el lugar y así como esos cantos eran entonados, los guerreros peleaban y brillaban.

Los dioses decidieron ceder un poco de la energía de su poder al dios del fuego para que este pudiera recuperar el control de la lava y las llamas, un poco empezaron a ceder pero no era suficiente. El dios del sol tuvo una idea, le cedió casi todo su poder al dios del fuego y mientras eso ocurría el cielo empezó a oscurecerse, el astro brillante en el cielo se empezaba a apagar como consecuencia de la acción del dios del sol. El dios de la luna entonces hizo surgir la luna de la noche a pesar de que todavía no era momento de su aparición, sabía que los humanos temían a las tinieblas y después del dios del sol era el dios de la luna el que brindaba una tenue luz fría por las noches.

El dios del fuego por fin logró controlar las llamas y la lava, poco a poco esa parte de la catástrofe empezó a ser controlable.

Casi todos los dioses estaban cansados, tener que ceder una pequeña parte de su poder y seguir en ese trance era demasiado. El dios del fuego era el único que parecía tener energía suficiente para continuar.

Las criaturas poco a poco empezaron a ser derrotadas, pero seguían dirigiéndose a atacar a los dioses. Los guerreros que cuidaban a su dios también empezaron a agotarse y así paulatinamente sus cantos dejaron de escucharse.

-¡Mi señor sol, debe irse de aquí, yo me encargaré de esos monstruos, por favor ya no tiene fuerza para defenderse en este momento!- la guerrera del sol estaba exhausta, apenas podía seguir cantando con su voz ya muy lastimada y todavía estaba combatiendo más criaturas.

-Duerme, gungnir, ella te necesitará cuando su momento llegue. Está bien, todo está bien – fue lo último que el dios del sol le dijo antes de arrojar una esfera de luz contra su propia guerrera y transformarla en un cúmulo de partículas brillantes que desaparecieron.

"No, por favor, mi señor, mi sol, no me deje, no…" la guerrera perdió la conciencia mientras su armadura se transformaba en la "reliquia" y así era envuelta en una extraña luz cálida mientras incapaz de moverse veía cómo su dios era desintegrado por un enorme grupo de aquellas criaturas. La guerrera cayó en un sueño profundo.

En aquella catástrofe que duró mucho tiempo para los humanos pero que para los dioses se sentía cono si hubiera sido un día, se perdieron muchos humanos, algunos dioses quedaron muy débiles, de los guerreros sagrados solo uno permaneció con vida y otro había desaparecido, y únicamente el dios del sol dejó de existir.

Un suave y cálido latido acompañaba el sueño de aquella guerrera que dormía profundamente en una dimensión desconocida.

Continuará…

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'sup!

Estaba viendo los/las ovas de Symphogear G XD y esto pasó.

Acción, drama, mentiras, secretos, traición, los colores del arcoíris, romance, un final inesperado y sangre, mucha cátsup.

No debería, sé que no debería porque la lista crece. Debería contentar a mi corazón escribiendo un fic de no sé, otra cosa, pero pasó.

Y enterarme de que la peli de Hugtto Precure será con Max Heart Oh cielos! (como dice Johnny Bravo), y pensar que es por 15 aniversario -w- me acuerdo cuando acababa de salir la primera de pretty cure -w- y tengo sentimientos encontrados. La veré solo por Max Heart DX (mi primer ship de chicas mágicas, después fue nanofate XDD en serio, me salté a Sailor Moon por el arco del triunfo).

¬w¬/ Saludos!

Autor del mal.