Disclaimer: EAH no me pertenece... es algo así como de Mattel... o de Shannon Hale... no estoy segura :p En fin, no es mio ¬¬
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No es fácil ser como ellos.
Capítulo 1: C. A. Cupid.
La dirección de las flechas.
"Ah, ¿esperabas que jugara limpio? Soy el dios del amor. Nunca soy justo."
Eros, The House of Hades (Rick Riordan).
No vendré aquí a quejarme sobre mi padre.
Porque independientemente de que no pueda seguir con su profesión, no significa que hasta ahora no haya sido buen padre…
Quiero decir, quizá no sea su hija biológica, pero me trata como tal. A pesar de ser un dios me pone atención cada tanto, y no refunfuñó cuando le pedí mi traslado de Monster High a Ever After High.
Se preocupa por mí, me llama de vez en cuando y desde que vivo con el (unos cuantos siglos más o menos) se ha dado el tiempo para enseñarme el arte de flechar a las personas.
Es solo que siento que su trabajo no me calza del todo.
No es que sea mala. Porque en realidad, no hay mejor arquera en el mundo que yo. Las veces que he podido practicar, he llegado a la conclusión de que si quisiera, el trabajo ya sería mío. Claro, finjo tener mala puntería para hacerle creer a Eros que en realidad no merezco sucederle como diosa del amor, aunque él no se no se trague un cuerno mi faramalla.
Es que odio tanto las injusticias.
Y el amor en el sentimiento más cruel e injusto que existe.
Claro que con lo revolucionaria que tiendo hacer –o al menos así me dicen que soy todos mis amigos y maestros– llegó el día en que le exprese a mi padre todas las ideas nuevas que proponía para darle un toquecito nuevo al negocio familiar.
¿Por qué debíamos ser nosotros quienes les dijeran a las personas como o con quien ser felices? ¿Qué no los dioses estaban maravillados por la actitud tan autónoma de los humanos? ¿Por qué desafiar esa actitud tan sorprendente de los llamados "seres inferiores"? Había que dejar que cada quien siguiera su propio camino y se enamorara de quien su corazón dictara. Esa sería la mejor opción.
Claro… a mi padre lo hizo mucha gracia mi repentina epifanía, y alegó –como todo buen patriarca– que era demasiado inmadura para entender la naturaleza del amor, y esas cosas.
Y ese señores, fue el día en que empezaron todos mis problemas. Porque mi padre, lejos de castigarme como en una familia normal, dejándome sin cena por desafiar las ideas familiares, decidió condenarme de la peor manera en que se le ocurrió, y miren que siendo el dios de la unión, tiene mucha experiencia en torturas.
El me flechó.
Ojalá hubiera sido así de cruel y salvaje como suena.
Porque créanme habría sufrido mucho menos.
Una herida física puede sanar, quizá después de mucho tiempo, pero termina sanando. Pero el enamorarte de tu mejor amigo… quien además ya está flechado de otra persona. Eso te rompe de maneras que no sabía que eran posibles.
Y una vez lanzada la flecha, no hay vuelta atrás.
–¡Cupido! ¿Me estas prestando atención?– gritó Blondie haciendo que las bibliomadrastras nos regañaran.
–Lo siento, me distraje un segundo, eso es todo.
–Mañana es nuestro examen de matemágicas, y no sabemos absolutamente nada, concéntrate un poco más quieres, no quiero ser el hazme reír de las royals, por ser la única con una mala nota es su historial.
–No creo que a nadie le vaya bien en ese examen…
Blondie giró su ojos y yo hundí mi cabeza en el libro de álgemítica mientras mi compañera recitaba de memoria todas las formulas existentes en el libro, y yo… bueno, no me canso de decirlo. ¡No todo puede resolverse con una ecuación!
Si lo sabré yo.
Y entonces, los dioses me iluminaron.
No, no sobre el aburrido examen de matemágicas, sobre algo mucho más grande que eso. Sobre mí, sobre mi destino, sobre el amor… sobre todo.
Jamás ame tanto a Apple White como aquel día.
No, ella no hizo nada particularmente nuevo. Solo llegó a la biblioteca, con su perfecto cabello rubio ondeando con el inexistente viento y seguida de su típico sequito de príncipes de segunda alabando cada triste paso que daba. Era en cierta parte deprimente, sobre todo sabiendo que una royal empedernida como ella no le haría caso a nadie, a menos de que su nombre sea Daring y su apellido Charming.
Lo que le dio vuelta a las cosas, fue el triste chico campesino de mirada sombría, que observaba la escena desde el otro rincón de la biblioteca.
Su nombre era –si no me equivoco– Jackson Bean… o algo por el estilo. Era hijo de Jack.
Si… de Jack.
Ya saben, el de las habichuelas, frijoles, lentejas mágicas, como Hades sea que se sepas el cuento.
No era un chico muy popular en la escuela, casi siempre era callado y solitario.
No era príncipe ni nada, y aunque todos aquí nos sabemos su cuento, que hay que admitir que era popular pero no muy reconocido; el no parecía estar muy cómodo con sus orígenes, porque por donde lo vieras, se notaba que el chico era un total rebel, era demasiado inteligente para agradarle la historia de su padre donde intercambiaba su ganado por semillas, quizá fueran mágicas, pero en retrospectiva él tenía razón, ¿Quién cambia a su vaca por tres tristes frijoles? En fin, se vestía de manera humilde, no opinaba nunca –le incumbiera el tema o no– y siempre tocaba intranquilo el pequeño saco que colgaba de su cuello, que según los chismes decían, contenía las 3 pequeñas pepitas del cuento de su padre.
¿Y esta historia que tiene que ver con él?
Que durante un segundo, un pequeño y casi irreal segundo, los ojos de Jack y los de Apple se conectaron y brillaron de una manera que solamente yo pude entender.
Era una mirada de amor puro.
Era difícil creérmelo, pero la flecha dorada que brillaba en el pecho de ambos –flecha que solo yo veía y que marcaba que Eros definitivamente había estado allí– me confirmo de una todas mis sospechas.
Apple y Jackson… ¿en serio?
La Royal señorita perfección futura reina de todos nosotros y el chico campesino cuyo único legado era un puñado de semillas estaban enamorados, loco pero solo así fue como comprendí.
Hace mucho tiempo Shakespeare escribió un poema sobre la dependencia del amor hacia la locura. Bueno… creo que estaba equivocado.
El amor era dependiente del caos. Es por eso que Ever After High me llamó desde el primer instante en que la conocí.
Monster High era divertido, era una linda escuela y todo, pero ahí no me necesitaban, el amor hacia lo que se le daba la gana y a nadie parecía importarle. Que si un hombre lobo salía con un vampiresa, o si a una chica desarmable le atraía un híbrido escalofriante entre un pony y un no muerto.
¿Qué más daba? Finalmente todo allí era monstruoso, en el sentido literal. Cada quien hacía lo que su corazón dictaba, no necesitaban mi ayuda.
En cambio con los cuentos de hadas… cada quien tiene su destino y el no seguirlo podría traer ciertas consecuencias, que yo estaba dispuesta a afrontar.
Siempre había sido así, soy en cierta parte culpable de algunos… ¿Cómo llamarlos? "Incidentes" que han ocurrido en la escuela. Un toquecito mágico cerca de Hunter y Ashlynn, una flecha perdida en Lizzie cuando estaba con Daring o quizá chasquido sutil en el salón de belleza de Poppy.
Al amor le emociona el caos y soy completamente culpable de ello.
Esa era mi misión en esta escuela.
Yo no soy parte de un cuento, yo soy un mito, una leyenda, y como tal me tomé la libertad de cambiar un poco la vida de mis compañeros. Los cuentos deben de seguirse contando, está bien, yo solo los estoy refrescando un poco.
–Disculpen chicas, ¿puedo sentarme aquí?
Me concentré tanto que no note cuando llegó el. Dexter sin darse cuenta de mi distracción se sentó junto a nosotras y abrió su libro, sus orbes azules se posaron en las hojas llenas de números y me dedicó una pequeña sonrisa de lado. Lucía guapísimo
Blondie y el comenzaron a discutir cosas aburridas sobre métodos para resolver los problemas y blah blah blah. Hubiera puesto atención, de verdad, si me interesaba pasar mi materia, es solo que le flecha de oro incrustada en el pecho de Dexter no dejaba de llamarme, presumiéndome que tenía el nombre de Raven marcado en lugar del mío.
Si tan solo Raven…
Esperen un encanto.
¡El pecho de Raven esta liso!
No hay flechas en él. Pero que torpe he sido. Observe detenidamente a la reina malvada a través de todo el pasillo de la biblioteca, jamás había caído en cuenta de que ella no estaba enamorada.
Al calabozo los sentimientos de Raven, aún no sentía amor verdadero, ni mi padre ni yo hemos dicho la última palabra, y créanme que en este negocio se aprende muy bien a diferenciar al gusto del amor, diferencia que se marca únicamente por la existencia de la flecha. Simple, no hay de otra.
Aún tengo esperanza, mientras Raven no sienta nada aún, todavía puedo voltear las cosas.
Finalmente, ¿y si mi flechazo con Dex no era un castigo, sino, una lección?
Una enorme sonrisa enmarcó mi rostro y una risilla tonta se escapó de mis labios.
–¿Te encuentras bien?– preguntó Dexter bajando su libro y mirándome directamente con su lindos pedazos de cielo.
Le regale mi más sincera sonrisa y le dije:
–¿Saben qué? Creo que nunca me he sentido mejor.
Si, definitivamente iba a revertirlo, ya era hora de que pensara en mí, y no solo en resolverles los líos amorosos a los demás.
Como les dije, no vine aquí a quejarme sobre mi padre. Quizá no sea fácil tomar su trabajo pero, él no es tan malo como parece.
Les voy explicar un poquito mejor de que va esto, este fic es una recopilación de One-shots, viñetas, drabbles *puede suceder* etc. dedicados, cada uno a un personaje diferente de EAH, y la relación con su vida y/o su padre de cuento. NINGÚN capítulo tendrá relación con los demás, a menos de que yo indique lo contrario en las notas iniciales de autor junto al disclaimer. Es decir, cada personaje indicará desde su punto de vista, por que no es fácil ser como su progenitor. Todos los personajes tendrán su propio capítulo a su ritmo. Y seguire el patrón Rebel/Royal, es decir este capítulo fue sobre una Rebel, el próximo será sobre una Royal, el que sigue de Rebel, y así sucesivamente.
Quise comenzar con Cupid porque sencillamente es mi favorita de todas, pero como dije, todos tendrán su oportunidad de hablar ;D Por otra parte, aunque yo apoyo 100% el DexterxCupid, y otras parejillas, no necesariamente el fic se debe de marcar con una pareja en específico. Además, muchas sorpresas pueden aparecer aquí a lo largo de los diferentes capítulos.
Con respecto al OC de Jackson... bueno, no soy de las que comúnmente utiliza OC's, en realidad no me gustan, para este capítulo lo consideré necesario, mas no creo volver a usarlo.
Déjenme sus comentarios, sugerencias, opiniones y opciones sobre que personajes/situaciones/parejas desean leer y puede que en un capítulo por ahí aparezca. Ya saben que botón apretar.
Tengan un magínifico día. Kany :3
