Primer fic que escribo de esta serie. La serie de Mär y sus personajes no me pertenecen. Espero que os guste.

BLANCAQUIEN Y LOS SIETE ENANITOS

Mär heaven vivía momentos de paz y tranquilidad, debido a que sus habitantes habían conseguido una pequeña tregua con el Chess

Mär heaven vivía momentos de paz y tranquilidad, debido a que sus habitantes habían conseguido una pequeña tregua con el Chess no Koma; esta tregua para los componentes del equipo mär al principio fue buena, pero con el paso de los días la tranquilidad les llevo al aburrimiento, se habían acostumbrado tanto a combatir diariamente que lo extrañaban.

Uno de esos días de aburrimiento, Dorothy y Snow le pidieron a Ginta que les contara cosas de su mundo. La conversación paso por muchos temas hasta que Snow con curiosidad le preguntó al chico:

-¿En tu mundo hay historias sobre príncipes y princesas?

-Sí que las hay, y bastantes-respondió Ginta-Pero ahora mismo de la que mas me acuerdo es de Blancanieves y los siete enanitos.

-¿De que trata?-preguntó la princesa de Lestava.

-Pues…de una princesa que vive con su madrastra y hace todas las tareas del castillo por orden de su madrastra para que no se vuelva bonita.-empezó a explicar-Aún así Blancanieves no perdía su belleza, lo cual irritaba mucho a la reina, porque ella quería ser la mujer más bella de todas. Por lo que un día le pide a un cazador que lleve a la princesa al bosque, la mate y le traiga el corazón como prueba de que ha cumplido con su cometido. El cazador cumpliendo con las ordenes de la reina lleva a Blancanieves al bosque, pero una vez allí no puede matarla, así que le dice que huya porque la reina la quiere muerta; la chica asustada sale corriendo al interior del bosque donde tras una larga carrera y gracias a unos animalitos encuentra una casita donde viven siete enanitos, los cuales después de ser convencidos le dejan vivir con ellos. Un tiempo después la reina le vuelve a preguntar a su espejo mágico quien es la mujer más bella del reino y este le responde que es Blancanieves, que sigue viva. Entonces la reina decide que la mejor forma de acabar con ella es envenenándola con una manzana para que caiga en el sueño eterno-Ginta paró un momento para coger aire tras todo lo explicado.

-¿Consigue envenenarla?-preguntó Snow.

-Sí-contestó el chico-La reina termino su disfraz, enveneno la manzana y se fue a visitar a Blancanieves. Cuando llega a la casa, los animales que habían por los alrededores que descubren quien es, deciden ir a avisar a los enanos, pero estos cuando llegan tras haber derrotado a la reina ven que Blancanieves esta muerta. Entonces deciden meterla en un ataúd de cristal en honor a su belleza. Pocos días después de esos hechos aparece un príncipe que había tenido un encuentro con Blancanieves anteriormente, se le acerca y la besa. A los pocos segundos Blancanieves despierta haciendo que todos se alegren, para después despedirse de los enanos y marcharse con su príncipe azul-terminó de explicar.

-Que historia más bonita-comentó Snow-aunque antes de llegar a ese final tan bonito pasan cosas muy tristes.

-No todo es triste, también hay momentos muy divertidos donde te ríes mucho-añadió Ginta-sobretodo con los enanos.

-Así que es una historia de amor con humor, ¿no?-soltó Dorothy pensativa.

-Aja-afirmo el chico.

-Pues se me ha ocurrido una idea para pasar el rato durante esta tregua y no aburrirnos-comentó la bruja.

-¿Cuál?-preguntaron los otros dos.

-¿Qué tal si representamos la historia de Blancanieves?-preguntó Dorothy-Así nos divertiremos y entretendremos a la gente.

-Es una buena idea-comentó Ginta.

-Sí, la es; pero habrá que saber que personajes hay y sobretodo quien los va a interpretar-dijo Snow.

-Por eso no te preocupes-respondió Dorothy-De eso me ocupo yo-sonriendo maliciosamente.

La princesa de Lestava afirmo con la cabeza dudosamente, ya que las palabras de la bruja no le daban mucha confianza, debido a las locas ideas que solía tener. A continuación Dorothy le preguntó a Ginta todo sobre Blancanieves y los siete enanitos. Cuando todas sus dudas fueron contestadas se puso manos a la obra, para preparar todo lo necesario para la representación junto con la ayuda de Snow.

La preparación del guión, reparto de los personajes y estructura de la obra les llevo un par de días. Dentro de los cuales también se ocuparon de convencer a los miembros del Chess no Koma para que participaran en la obra. Así pues la cosa quedo en que Blancanieves y los siete enanitos la representarían miembros del Chess no Koma y del equipo de mär.

Cuando todo por fin estuvo más o menos planeado, Dorothy llamo a los componentes de ambos equipos para repartirles los personajes. Una vez estuvieron todos presentes la bruja les repartió a cada uno el guión del personaje que le correspondía. A Diana el de la reina; Alan el espejo mágico; Gaira el cazador; los que harían de enanos eran: Peta de sabio, Jack de gruñón, Phantom de dormilón, Ginta de feliz, Ian de mocoso, Nanashi de tímido (o romántico en según que versión) y Guido de mudito; el papel de Blancanieves para sorpresa de todos no fue a parar en manos de una chica sino que le toco a Alviss, el cual al ver que le había tocado interpretar a una chica dijo:

-¿Por qué me ha tocado este papel?

-Porque no habían chicas para interpretarlo y de chicos tú eras el que quedaba mejor para el papel-le respondió Dorothy.

-¿Cómo que no había más chicas? Que sepa en el Chess no Koma hay chicas disponibles-protestó el chico.

-Lo sé, pero quería que este papel lo interpretara alguien de nuestro equipo, y como Snow y yo ya estamos de organizadoras, pues no podíamos interpretar el papel-contestó la bruja con una sonrisa juguetona.

-Eso quiere decir que desde que se te ocurrió la idea de interpretar la obra querías que Alviss hiciera de Blancanieves, ¿no?-le preguntó Snow a la pelirrosa.

-Jajaja-rió Nanashi-No me digas Dorothy-chan que lo has hecho para ver a Al-chan con vestidito.

-Pues si esa era su intención se va a quedar con las ganas, porque no pienso hacer de Blancanieves y mucho menos ponerme un vestido-respondió Alviss enfadado.

-Vamos Al-chan no digas eso si seguro que estarás monisima-bromeó Nanashi provocándole un leve sonrojo al peliazul.

-Por favor Alviss, hazlo solo por esta vez-le pidió Ginta-Después de todo sólo será por un día que tendrás que llevar vestido y ser…-no pudo terminar la frase porque Dorothy la tapo la boca.

-No le digas nada sobre el beso-le susurró al oído la bruja-eso es una sorpresa.-Entonces se dirigió al peliazul-Y bien, ¿Qué vas hacer?

-Interpretaré el papel, pero sólo por esta vez-dijo Alviss indignado.

-Así se hace, además tampoco es tan malo ponerse un vestido-le comentó Alan al chico dándole una palmada en la espalda.

-Pues entonces hazlo tú-le soltó el peliazul.

-Vamos no te pongas así, contento deberías de estar que a mí me toca hacer de espejo-contestó Alan-Y a lo del vestido mejor que no, porque no creo que me quedara bien.

-¿Qué estas insinuando?-le preguntó molesto Alviss.

-¿Cuándo representaremos la obra?-preguntó Jack para evitar que la conversación del vestido fuera a más.

-Dentro de tres semanas-respondió Snow-Con ese tiempo tendréis de sobras para aprenderos vuestros papeles.

-Así que ya sabéis a prepararse bien esos papeles que la obra tiene que ser un gran éxito-soltó Dorothy antes de que los presentes empezaran a marcharse.

Durante las tres semanas hubo muchos ensayos que día a día iban mejorando, aunque no al ritmo deseado. A medida que el gran día se acercaba algunos miembros de la obra estaban de los nervios debido a que era la primera vez que hacían algo de ese estilo y no querían meter la pata; otros estaban de los nervios por no haber terminado a tiempo ciertos detalles.

El gran día por fin llego y para sorpresa de todos, todo estaba listo. Se había terminado todo a tiempo y los actores se sabían sus papeles. Así que después de que todo fuera revisado y obtuviera el visto bueno, procedieron a empezar la obra.

Mientras los actores terminaban de prepararse, el público esperaba con impaciencia que empezara la obra. Pocos minutos después de que los actores estuvieran listos Dorothy y Snow salieron al escenario.

-Disculpen por haberlos hecho esperar-dijo la princesa de Lestava.

-No se preocupen que no van a sufrir más espera, ya que por fin va a dar comienzo la obra titulada…-continuó la pelirrosa.

-Blancanieves y los siete enanitos-dijeron ambas.

Una vez salieron las chicas del escenario, el telón comenzó a subir para mostrar el paisaje de un gran castillo y de fondo se empezó a escuchar:

Érase una vez una encantadora princesa llamada Blancanieves En ese momento Alviss apareció en el escenario debido a un empujón que le había metido Nanashi para que el peliazul cumpliera con su deber.

Su madrastra, la reina, que era vanidosa y malvada temía que algún día Blancanieves la superara en belleza Diana hizo acto de presencia en el escenario al ser mencionada y lo hizo entrando como si fuera la más bella de todas las mujeres.

-Pero será creída-murmuró Dorothy al ver a su hermana-como si ella fuera la mejor.

-Vamos Dorothy, tu hermana tampoco es fea-le dijo Snow.

-¿Se puede saber de que bando estas?-preguntó molesta la bruja.

-De ninguno de los dos-respondió la princesa.-Lo único que quiero es que la obra termine sin problemas.

-Tienes razón, ahora sólo hay que pensar en que la obra sea un éxito.

Mientras las chicas habían estado discutiendo, el narrador había terminado y se podía apreciar en el escenario a Diana que se acercaba a un espejo y le decía:

-Oh, esclavo del espejo. Sal de la oscuridad, muéstrame tu rostro.

-¿Qué queréis mi majestad?-preguntó Alan a través del agujero que hacía de espejo.

-Dime, ¿quién es la más hermosa del reino?

-Sois muy bella majestad, pero hay una joven aún más bella, que brilla como una estrella y que jamás superaréis.

-Decidme su nombre-exigió Diana.

-Sus labios son como las rosas, su cabello como el azabache y su piel como la nieve que reposa-respondió el espejo.

-¡¡Blancanieves!!-exclamó la reina al darse cuenta de quien hablaba el espejo. Entonces Diana se acerco a una ventana miro por ella, para ver a Blancanieves limpiando las escaleras de la entrada del castillo.

Acto seguido Alviss abandono el escenario, para que acto seguido entrara en el Gaira. Diana tras la entrada del hombre, que hacia de cazador y había sido llamado por ella, le dijo:

-Lleva a Blancanieves lejos, por ejemplo al bosque. A un lugar que este apartado y pueda coger flores.

-Sí, majestad-dijo Gaira con una reverencia.

-Y cuando este distraída con las flores, la mataras-dijo Diana con un brillo de maldad en los ojos.

-Pero majestad…-intentó persuadirla-es la princesa.

-¡¡Silencio!!-le hizo callar-Si no obedeces ya sabes cual será tu castigo.

-Si, majestad-respondió apenado por lo que tenía que hacer.

-Y para cerciorarme de que cumples con tu cometido-empezó a decir-me traerás su corazón dentro de este cofre-mostrándoselo y dándoselo.

A continuación el telón bajo y Snow y Dorothy aparecieron en el escenario para decirles a los espectadores que habría un descanso de veinte minutos.

Algunos espectadores se levantaron de sus asientos para estirar las piernas, ir a comprar algo para picar u otras cosas.

Mientras tanto en los vestidores los que actuaban comentaban como estaba yendo la obra. Hasta que entraron Dorothy y Snow, la entrada de las chicas hizo que Diana le preguntara a la pelirrosa.

-¿Qué te ha parecido mi actuación, hermanita?-con un deje de burla.

-No ha estado mal-respondió la bruja. Después de todo debía admitir que la actuación de su hermana había sido mucho mejor de lo que se esperaba.

-Ha sido una gran actuación-añadió la princesa de Lestava-Alan y Gaira también lo han hecho muy bien-sonriendo.

-Gracias por el cumplido, majestad-le agradeció Alan-aunque aún hay muchas actuaciones por ver y una de ellas estamos todos deseosos por ver.

-Tienes mucha razón, Alan. Todos queremos ver el gran debut de nuestra protagonista-comentó Nanashi-Tenemos todas nuestras esperanzas puestas en ti, así que no nos defraudes Al-chan-le dijo al mencionado.

-Por mucho que no me haga gracia, lo tengo que hacer porque no pienso destrozar la obra-respondió el peliazul-Así que déjame tranquilo si realmente quieres que todo salga bien.

-Huy, pero que carácter-rió con burla Nanashi.

-Los que hacéis de enanos iros preparando, que después de esta escena es vuestra aparición-comentó Dorothy-los que han de actuar ahora que se dirijan para el escenario que en unos minutos continuamos con la obra.

Los que actuaban como enanos comenzaron a vestirse, aunque con algunos problemas debido a que confundían sus trajes. Mientras tanto Alviss y Gaira esperaban a que el telón subiera para empezar con la actuación. No esperaron mucho a que ello pasara.

Cuando los espectadores los vieron perfectamente, Alviss comenzó a tararear una canción y a recoger unas flores, mientras Gaira le observaba.

Alviss continuaba cogiendo flores hasta que vio un pajarillo y le preguntó:

-Hola, ¿qué te pasa?-con precaución y un tono de voz femenino-¿Y tus padres?-el polluelo comenzó a llorar-Por favor no llores anímate-intentando animarlo-¿quieres jugar conmigo?-le preguntó sonriendo.

Mientras Alviss estaba hablando con el polluelo, Gaira que seguía observándolo cogía un puñal que llevaba en el cinturón y se acercaba sigilosamente al peliazul.

-Tus papas no deben de estar lejos-le dijo el chico al pajarillo-Ahí están-viéndolos-¿Sabes volar?-le preguntó antes de darle un beso en la cabeza al pajarito y que este se fuera volando-Adiós-se despidió mientras veía como se iba el pajarillo.

Entonces Alviss se giro y al ver a Gaira con el puñal levantado en el aire chillo. El hombre cuando estaba a punto de matarlo se detuvo.

-No puedo hacerlo-murmuró Gaira-Perdonadme, os lo suplico alteza. Perdonadme-se disculpó al chico.

-No te entiendo-dijo el peliazul dudoso.

-Esta loca, celosa. ¡Quiere mataros!-exclamó el cazador.

-Pero…, pero ¿quién?-preguntó el joven.

-La reina-contestó el mayor.

-¡La reina!-exclamó Alviss sorprendido.

-Rápido niña. ¡Huye! ¡Escóndete! ¡Corre!-empezó a gritarle el hombre-¡Refugiate en el bosque! ¡Deprisa!-le empujó para que se pusiera en marcha.-No vuelvas nunca. ¡Vete! ¡Huye! ¡Escóndete! ¡No vuelvas!

Mientras el cazador le gritaba a Blancanieves, esta salió corriendo. La maleza le bosque impedía que Alviss pudiera avanzar con rapidez. Todo en el bosque le asustaba y atemorizaba; los ojos de los animales, las ramas, los troncos y los árboles, al imaginarse caras horribles, manos o cocodrilos.

Después de tanta huída y carrera el peliazul de la desesperación cayó al suelo y se puso a llorar. Entonces los animales que le observaban se le acercaron. Al verlos el joven les asusto.

-Por favor, no os vayáis-pidió el chico-No voy haceros daño.

Los animales dudaron y le miraron.

-Lo siento, no pretendía asustaros-se disculpó-Pero no sabéis que mal lo he pasado y todo por estar asustada-explicó-Lamento el revuelo que he organizado-continuó disculpándose, consiguiendo que los animales se le acercaran.

-¿Qué hacéis cuando las cosas van mal?-les preguntó.

Tras la pregunta los pájaros comenzaron a cantar.

-¡Oh!-aplaudió Alviss-Así que cantáis-comentó obteniendo una respuesta afirmativa de los pájaros.

Entonces Alviss se puso en pie tarareando un poco junto los pájaros, para después ponerse a cantar.

Mientras el chico iba cantando, los que se encontraban entre bastidores comentaron:

-Je, je. No sabía que Al-chan cantara tan bien-dijo Nanashi-Esto es para grabarlo y poder utilizarlo en contra suya-rió.

-Realmente sería un buen método de persuasión-comentó Jack-pero las represarías que se obtendrían posteriormente no serían nada buenas.

-Al-chan no es tan duro-le respondió el jefe de Luberia-Y sino obsérvalo ahora mismo, parece más una chica que un chico-se burló.

-Eso es por el traje y el maquillaje-respondió Jack.

-Pues para ser un chico tiene una voz muy fina cuando canta-dijo Snow-Muy pocos chicos tienen ese tipo de voz.

-Eso si la tienen, o mejor dicho si realmente son hombres-dijo con burla Nanashi.

-Claro que los hay-afirmó Ginta-En mi mundo hay muchos hombres que cantan y que tienen muy buena voz, y son muy masculinos-añadió antes de que Nanashi pudiera decir algo.

Mientras el grupito continuaba comentando; Alviss termino de cantar y dijo:

-Ahora me siento mucho mejor,-sonrió-con vosotros no tengo nada que temer. Todo va a salirme bien-los animales se alegraron al oírlo-Pero necesito un lugar para pasar la noche. No puedo dormir en el suelo, ni en un árbol-comentó el chico actuando muy finamente y obteniendo una negación por parte de los animales-¿Sabéis donde me puedo quedar? ¿Hay algún lugar en el bosque?-les preguntó y estos le respondieron afirmativamente-¿Seguro? ¿Me llevaríais allí?-los animales al oírle le guiaron hasta la casa de los enanitos.

-¡¡OH!! ¡¡Qué preciosidad!!-exclamó Alviss al ver la casa-Es una casita de muñecas.

El chico se acerco a la casa admitiendo que le encantaba. Se acerco a la ventana para ver el interior de la casa, pero no consiguió ver nada. Entonces llamo a la puerta, pero no obtuvo contestación por lo que supuso que no había nadie. Se asomo por la puerta y pregunto si podía pasar; al no recibir contestación decidió entrar en la casa e inspeccionarla, la cual estaba muy sucia y desordenada. Al ver tal suciedad decidió que para que los inquilinos de la casa le dejaran quedarse debía limpiarla, por lo que se puso a limpiarla con la ayuda de los animales.

Tras la escena de Alviss limpiando la casa el telón se bajo durante unos minutos, para el cambio de escenario. Una vez el escenario estuvo cambiado el telón se subió mostrando una mina y siete hombrecillos trabajando en ella.

En un rincón del escenario se observaba como Peta, era el enanito Sabio, examinaba la calidad de las piedras preciosas que habían extraído durante ese día, Mudito (Gido) que estaba a su lado viendo como trabajaba cogió dos de las piedras y se las puso en los ojos; cuando Peta iba a coger la siguiente gema se dio cuenta de que no estaba y al girarse vio que Gido se las había puesto en los ojos, por lo que le pego una colleja para que se le cayeran las gemas. En cuanto las gemas tocaron la mesa el reloj que había en la mina comenzó a tocar señalando que era la hora de plegar. Peta para avisar al resto exclamó:

-¡Ay Ho!

Los demás también respondieron con lo mismo y a continuación se pusieron a cantar mientras recogían y guardaban los materiales y las gemas. Una vez estuvo todo guardado y cerrado se pusieron en marcha de regreso a su hogar mientras seguían cantando.

El telón volvió a bajar para que a los pocos minutos volviera a subirse y mostrase la casa de los enanitos, dentro de la cual se encontraba Alviss durmiendo sobre unas pequeñas camas que eran donde dormían los hombrecillos.

Los enanos que continuaban cantando, cuando llegaron a su hogar la alegría de la canción fue silenciada por Peta que dijo:

-Mirad, hay luz en la casa.

El resto al ver luz salieron corriendo hacia el bosque para esconderse tras unos árboles.

-La puerta esta abierta y hay luz-dijo Feliz (Ginta).

-Podría ser un demonio-contestó Peta.

-Esto sólo nos traerá problemas-soltó Gruñón (Jack)-Lo presiento.

-No es muy buena señal-dijo Tímido (Nanashi).

-Entonces, ¿que deberíamos hacer?-preguntaron Peta, Nanashi y Phantom (Dormilón).

-Atacaremos por sorpresa-contestó Ginta con emoción.

-Si, atacaremos, hay digo soplaremos-comenzó a decir Peta-subidme, es decir seguidme.

Los otros seis siguieron a Peta hasta la casa. Cuando estuvieron en la entrada entraron sigilosamente, pero el silencio fue perturbado por el portazo que provoco Gido al cerrar la puerta, provocando que el resto se asustara y corriera por la casa y se chocaran entre ellos. Una vez se repusieron del susto hicieron callar a Gido y esta se giro hacia la puerta y la mando callar.

-Bien-soltó Peta una vez regreso la calma y el silencio-Escuchadme, tenéis que buscar en todos los ramones, digo jamones, balcones. Por todas partes-terminó por decir.

Entonces los siete se pusieron a buscar por toda la parte baja de la casa. Al rato de estar buscando Peta comentó:

-Fijaros en el suelo, lo han barrido.

-Y no solo eso, también han quitado el polvo-protestó Jack.

-Y han limpiado las ventanas-dijo Ginta tras fijarse en ellas.

-Je, y nos han robado nuestras queridas telarañas-comentó Nanashi.

-¿Eh? Pero…-empezó Peta-si esta todo limpio-contestó al fijarse en toda la casa.

-Esto no es nada bueno-dijo Jack.

-La pica esta vacía-le dijo Mocoso (Ian) a Dormilón (Phantom)-Hey que nos han robado los platos-les dijo al resto.

-Nooo, están aquí-contestó Ginta abriendo un armario y mostrando los platos.

-Mi taza lavada y sin azúcar-dijo con tristeza Nanashi mientras pasaba un dedo por ella-Ha perdido toda su dulzura.

Ginta observo que en el fuego había una olla, por lo que se acerco y la miro. Entonces se giro y le comento a Gido.

-Es comida y huele de maravilla-tras olerla.

Jack al verlos se acerco y los alejo diciéndoles:

-No debéis tocarlo, podría ser veneno-la olla empezó a echar vapor-Esta embrujada.

-Chicos fijaros en nuestra ceba, perdón mesa-llamo la atención Peta.

-Flores-dijo Nanashi oliéndolas.

-¿Eh?-soltó Ian al no enterarse bien.

-Mira que preciosidad-le dijo Nanashi a Ian poniéndole las flores en la nariz.

-¡No! ¡Quita eso de mi nariz!-exclamó Ian alejándose-Sabes que no lo soporto-le reprochó mientras estaba a punto de estornudar, pero fue detenido por los demás-Gracias chicos-les agradeció, para a continuación estornudar ruidosamente.

-Ssshhh-le mandaron callar el resto.

-Estas majareta o, ¿qué?-le soltó Jack-Menudo momento has elegido para estornudar.

-Sabes que no lo puedo evitar. Cuando viene, viene-contestó Ian-Ay, ay, que viene, que esta aquí-dijo mientras estaba a punto de estornudar por segunda vez, pero esta vez el sonido fue amortiguado debido a que el resto de los enanos se le tiraron encima.

Una vez todos se volvieron a incorporar oyeron ruidos que procedían de su habitación, los cuales les asustaron e hicieron que se escondieran. En cuanto salieron de sus escondites Peta comentó:

-Esta arriba.

-En nuestra habitación-añadió Nanashi.

-Alguien tendrá que bajar arriba y subirlo-contestó Peta-Quiero decir subir y bajarlo-corrigió su error.

Todos afirmaron y se giraron para mirar fijamente a Gido, esta se giro para mirar tras ella. Entonces se dio cuenta que iba a ser ella la que iba hacer el trabajo. Gido intento huir, pero Jack e Ian la detuvieron.

-Toma, cógela-le dijo Peta mientras le daba una vela a Gido.

Cuando por fin Gido tuvo la vela los otros seis le obligaron a subir varios escalones, esta subió unos cuantos más y se giro para mirar a los demás.

-No tengas miedo, te cubriremos-le contestó Peta para tranquilizarla.

Los demás afirmaron a las palabras de Peta, por lo que Gido afirmo y continuó su camino a la habitación. Cuando llego a la puerta la abrió y miro en el interior.

Alviss que seguía dormido bostezo provocando que Gido se asustara y saliera corriendo escaleras abajo; mientras que hacía eso también asusto al resto provocando que todos salieran de la casa escondiéndose tras los árboles.

Una vez se habían repuesto del susto, Gido les describió el monstruo mediante señas y les dijo que estaba durmiendo. Después de la explicación decidieron que había que matar al monstruo antes de que despertara, así que regresaron a su habitación.

Cuando estuvieron dentro vieron que el "monstruo" estaba ocupando tres camas y se empezaba a estirar. Los enanos lentamente se acercaron a las camas y cuando estuvieron al lado apartaron las sabanas descubriendo a una chica.

-Bueno… es…-empezó a decir Peta.

-¿Pero que es lo que pasa?-preguntó Ginta.

-Pues… que es… una niña-respondió Peta.

-Y una niña muy hermosa-añadió Nanashi.

-Parece un ángel-comentó Phantom mirando a Alviss fijamente.

-¿Un ángel? Ja-soltó Jack-Es una mujer y no traen nada bueno, solo dolores de cabeza.

-Ssshhh, no hagáis tanto ruido que la despertaréis-les dijo Peta a los otros.

-Pues que se despierte y se marche.-contestó Jack-Que esta no es su casa-gritó.

Alviss tras el grito comenzó a moverse, lo que hizo que los enanos se asustaran y escondieran. Una vez el peliazul se incorporo, observo aparecer lentamente a los enanitos.

-¿Cómo estáis?-les preguntó Alviss, espero unos minutos y al no recibir contestación les volvió a preguntar lo mismo.

-¿Cómo estamos de que?-pregunto refunfuñando Jack mientras se cruzaba de brazos.

-¡Vaya! Pero si sabéis hablar-exclamó el peliazul con alegría-No me digáis vuestros nombres que los adivinare-les pidió. Entonces se quedo mirando a Peta y le dijo-Tú eres Sabio.

-¡Oh! ¡Siiii! Soy yo-afirmó con alegría.

Alviss tras acertar con el primero se giro hacia Nanashi y le dijo que él era Tímido recibiendo otra afirmación. Después le dijo a Phantom que era Dormilón, porque le había pillado bostezando. A Ian le dijo que era Mocoso porque casi se le había escapado un estornudo, que no tardo en producirse y provoco las risas de casi todos.

-Jejeje-se rió Ginta.

-Tú debes ser…-le dijo Alviss.

-Soy Feliz y este de aquí es Mudito-contestó Ginta pasando un brazo por los hombros de Gido.

-¿No sabe hablar?-preguntó el peliazul.

-No lo sabe, no lo ha intentado nunca-respondió Ginta provocando que todos rieran menos Jack, lo que llamo la atención de Alviss.

-Oh, tú debes de ser Gruñón-le soltó mientras se cruzaba de brazos.

-Juju. Si-le dijo Peta.

-Ja, yo ya se quien soy-contestó Jack-Pregúntale quien es y que hace aquí-le dijo a Peta.

-Em, si. ¿Qué eres y quién haces?-le preguntó Peta-Digo, ¿cuál eres? ¿Quién eres tu querida?

-Me presentare, soy Blancanieves-respondió Alviss.

-Blancanieves, ¿la princesa?-preguntaron todos los enanos.

-Sí-afirmó el peliazul.

-Vaya, menuda sorpresa. Es un honor…-comenzó a decir Peta.

-Es un horror-soltó Jack muy molesto.

-Es un horror, no-rectificó Peta-Es un sopor, digo un olor-intentó corregirse-Pero que estoy diciendo.

-Nada-le dijo Jack-Porque no paras de tartamudear.

-¿Quién no para de tararear, digo tropezar?-le preguntó Peta.

-Cállate y dile que se largue-le contestó Jack.

-Por favor, dejad que me quede-les pidió Alviss-sino me mataran.

-¿Quién?-preguntaron los enanos.

-Mi madrastra, la reina.

-¡La reina! ¡Es perversa!-exclamaron los enanitos.

-Malísima-dijo Nanashi.

-Es una bruja. Os lo advierto si se entera vendrá volando y desatara su furia contra nosotros-dijo Jack.

-Pero si no sabe donde estoy-respondió Alviss.

-Seguro que si-contestó Jack-Domina la magia negra, lo sabe todo y puede hacerse invisible-explicó asustando a los demás enanos-Podría estar aquí ahora mismo, espiándonos.

Gido tras las palabras de Jack miro debajo de la barba de Ginta y este le dio un capón.

-Aquí nunca me encontrara-les dijo Alviss intentando tranquilizarlos-Y si me dejáis quedar limpiaré la casa, fregaré, coseré y también cocinaré.

-¿Cocinaras?-le preguntaron los enanitos.

-¿Y harías tarta de manzana?-preguntó Peta.

-Sí, y flan y tarta de moras-respondió Alviss.

-¡Tarta de moras! ¡Sí! ¡Qué se quede!-exclamaron todos los enanos menos Gruñón.

La alegría de los enanitos fue medio detenida por el sonido de la olla que estaba borboteando y echando vapor, a lo que Alviss salió corriendo para atender la comida.

Los enanos también bajaron a la cocina y se sentaron en la mesa mientras se peleaban por coger un trozo de pan. El peliazul cuando terminó de atender la comida les dijo a los hombrecillos que la comida aún no estaba lista y que primero debían lavarse las manos.

Después de que Alviss se enfadara un poco con los siete, estos salieron al patio para lavarse. Mientras todos menos Jack se acercaban a un barril donde había agua para lavarse, este les observaba desde otro barril en el que se había sentado.

-Hay que tener valor y no ponerse nervioso-animó Peta a los demás.

Nanashi metió un dedo en el agua para ver como estaba y dijo:

-Esta muy fría-mientras sacaba la mano y mojaba a Ginta.

-Y también mojada-comentó Ginta al mojarse.

-No nos vamos a lavar, ¿verdad?-preguntó Ian mirando al agua.

-Hay que hacerlo, así se pondrá contenta-comentó Peta.

-Yo lo voy hacer por ella-respondió Ginta armado de valor.

-Y nosotros-dijeron Phantom, Ian y Nanashi.

-Ya habéis caído en sus redes-les dijo Jack-Les dais la mano y os cogen hasta el codo.

-No le hagáis caso a ese gruñón-les contestó Peta-Venga amigos-les animó.

Después de animarlos Peta recibió preguntas del tipo si dolía mojarse, si encogía la barba, si se tendrían que meter dentro o lavarse las partes que no se veían; a lo que Peta negó a todas las preguntas y les dijo que le siguieran. Entonces se puso a cantar mientras explicaba que debían hacer.

Poco a poco todos a excepción de Jack se comenzaron a lavar, mientras lo hacían Jack les iba criticando por lo que estaban haciendo. Cuando los seis terminaron de lavarse, el que no se había lavado les soltó:

-A ver quien es el listo que me obliga a lavarme, si yo no quiero, panda de nenazas.

El comentario para los otros seis fue un reto que aceptaron con gusto, pero que no lo pareció hasta que habían dejado atrás a Jack cuando se dirigían para la casa, entonces se giraron y lo cogieron para llevárselo a lavar. Los seis le lavaron mientras cantaban y una vez terminaron comentaron:

-¿A que esta precioso?-preguntó con burla Nanashi tras haberle puesto unos lacitos en la barba de Jack.

Todos se rieron tras el comentario haciendo que Jack aún se enfadara más.

En ese momento oyeron como Alviss les llamaba para que fueran a cenar. Cuando terminaron de cenar los ocho se pusieron a bailar y a cantar durante gran parte de la noche hasta que les invadió el sueño y se marcharon a dormir.

En cuanto la escena termino bajo el telón y los ocho se dirigieron a los vestidores, para que el escenario fuera cambiado.

-¿Te ha gustado que te lavaran seis personas?-le preguntó Nanashi a Jack en cuanto entraron al vestuario.

-Hubiera estado mucho mejor si hubieran sido seis chicas-respondió Jack un poco molesto.

-No deberías quejarte, seguro que muchísimas hubieran dado cualquier cosa por estar en tu lugar-le dijo Nanashi-No todo el mundo puede ser lavado por este galán.

-No te eches tantas flores-le soltó Dorothy mientras entraba al vestuario-Diana, Alan es vuestro turno-avisó a los mencionados.

Alan y Diana se dirigieron hacia el escenario, pocos minutos después de que ambos llegaran, el telón comenzó a elevarse para mostrar a la reina sosteniendo un pequeño cofre acercándose al espejo para preguntarle:

-Espejo, dime una cosa. ¿Quién es ahora la más hermosa en este reino?

-Tras las siete colinas de diamante, más allá de la séptima cascada, junto a los siete enanos vigilantes vive la flor más delicada. Su nombre es Blancanieves-respondió Alan.

-Blancanieves se encuentra enterrada en el bosque-contestó Diana mostrando enfado-El cazador me trajo su corazón como prueba-le dijo mientras se lo mostraba.

-Blancanieves sigue viva y ante su bellaza estáis perdida-soltó Alan-Y eso que mostráis es el corazón de un jabalí.

-El corazón de un jabalí-dijo Diana mirando con enfado el corazón-Me ha traicionado-gritó cerrando el cofre.

Tras ello Diana se marcho enfadada hacia las mazamorras del castillo donde se encontraba una habitación llena de frascos y libros de brujería.

-El corazón de un jabalí. Vil traidor-volvió a decir la reina-Iré yo misma a la cabaña de los enanos, me disfrazaré y nadie me reconocerá-dijo mientras cogía un libro.

Una vez termino de hablar Diana se puso a buscar en el libro hasta que encontró las pociones que buscaba. La primera era la que transformaría su hermosura en fealdad. Una vez hecho en la poción el último ingrediente en el escenario apareció una nube de humo, que en cuanto se disipo en el escenario ya no se veía a la reina sino a una anciana.

Entonces la vieja se puso a trabajar en la segunda poción denominada, el sueño eterno, que como medio para llevar a cabo la poción la reina usaría una manzana. Cuando la segunda poción estuvo lista Diana se acerco al libro para mirar cual era el antídoto a ese encantamiento. Tras encontrarlo lo leyó:

-La victima del sueño eterno, sólo podrá despertar si recibe el primer beso de amor-terminó de leer-Es una pena de que eso no vaya a suceder, ya que los enanos la enterraran viva-dijo mientras se ponía a reír y en marcha hacia la cabaña de los siete enanos.

En cuanto Diana salió del escenario el telón bajo, para ser subido al poco rato mostrando el hogar de los siete enanitos.

En la casa solamente se encontraba Blancanieves. Los enanitos se habían marchado a trabajar bien temprano a la mina, pero antes de que se marcharan le avisaron de que tuviera mucho cuidado con la reina.

Mientras Blancanieves se encontraba preparando pasteles para cuando los enanos regresaran de trabajar, llamaron a la puerta y fue a abrirla.

-Disculpe jovencita, ¿qué esta sola?-le preguntó Diana.

-Si, señora-respondió Alviss.

-Mmm, huele a pasteles-comentó Diana.

-Es una tarta de moras, es para los enanitos-contestó el chico.

-A los hombres las tartas que más le gustan son las de manzana-le dijo Diana-Manzanas como esta-mostrándosela-Porque no la pruebas y veras que apetitosa es-le sugirió.

Alviss cogió la manzana y se disponía a darle un bocado cuando los animales se lo impidieron atacando a la anciana. Esto hizo que él se molestara y los echara. Entonces hizo entrar a Diana a la casita y se disculpo por la actitud de los animales.

Mientras tanto los animales al no haber podido alejar a la anciana de Blancanieves decidieron ir a avisar a los enanos.

Dentro de la cabaña la anciana volvió a insistir a Blancanieves de que probara la manzana, pero esta vez le dijo:

-Esta manzana es mágica, con un solo bocado todos tus sueños se harán realidad.

Alviss dudo por las palabras de Diana, pero cogió la manzana y pidió su deseo:

-Deseo poder estar con mi príncipe azul, para siempre-dijo antes de morder la manzana.

Después del mordisco el peliazul comenzó hacer que se encontraba mal hasta que cayó en el suelo dormido. En cuanto el chico estuvo en el suelo el telón tapo el escenario.

Cuando se subió el telón dio inicio el penúltimo acto, en el cual no había dialogo, sino simplemente acción. Esta acción se basaba en la persecución de la bruja por parte de los enanos hasta un precipicio, en el que la reina caía tras intentar matar a los enanos.

Después de que la reina cayera por el precipicio y muriera los enanos regresaron a su casa para encontrarse a Blancanieves muerta; tras ello los enanos le hicieron un ataúd de cristal y oro, debido a que de lo bella que era no podían enterrarla.

Cuando todo eso termino el telón fue bajado para dar fin a ese acto.

Por fin después de todos los actos anteriores llego el tan esperado final. Todos estaban ansiosos de ver esa escena, porque para algunos era la escena más romántica de toda la obra, mientras que otros se preguntaban quien sería la persona que interpretaría el papel de príncipe y tendría el honor de besar a Alviss; debido a que en la otra escena de la obra donde aparecía el príncipe había sido suprimida por una de las directoras de la obra.

Después de diez minutos entre acto y acto, el telón empezó a subir por última vez en ese día para mostrar a los siete enanos llorando (o eso aparentaban ver) y a Blancanieves tumbada en el ataúd de cristal; el chico había sido previamente "obligado" a tumbarse y a estarse quieto y callado, debido a que se negaba a ser besado.

Cuando el telón llego a lo más alto y el narrador comenzó a narrar, Snow se acercó a Dorothy y le comentó:

-Esto Dorothy, ¿quién va a besar a Alviss? Porque la verdad es que no tenemos a nadie que haga de príncipe.

La bruja por un momento estuvo tranquila hasta que se dio cuenta de lo que le acababa de decir la princesa de Lestava. Por lo que dijo:

-Tenemos que encontrar a alguien y rápido.

-Sí, pero ¿a quién?-preguntó Snow.

-¡A quien sea, pero rápido!-exclamó Dorothy-Pero ha de ser antes de que el narrador llegue a la aparición del príncipe.

-De acuerdo-afirmó la menor.

Entonces ambas chicas desesperadas empezaron a buscar a alguien para que hiciera de príncipe. No tardaron mucho en encontrarlo, porque cerca de allí se encontraba Rolan observando la obra, lo cual hizo que a Dorothy se le pasara una descabellada idea por la cabeza; por lo que cogió a Snow y le contó a medias la idea. A la princesa le pareció bien la idea, siempre y cuando la obra terminara bien y no como un fracaso; así que ambas se acercaron a Rolan y la pelirrosa le dijo:

-Tienes que venirte ahora mismo con nosotras, para que hagas de príncipe en la obra.

-¿Eh? ¿Yo?-preguntó tímidamente Rolan-pero si yo no…

-No tienes que decir nada, simplemente has de hacer una cosita y ya esta-le contestó Dorothy-Así que en marcha-dijo antes de llevárselo a rastras.

Cuando llegaron a bastidores Rolan les pregunto que es lo que tenía que hacer, pero ninguna de las dos le contesto porque Snow en ese momento le dijo a Dorothy que el narrador estaba llegando a esa parte. Por lo que la pelirrosa empujo a Rolan hacia el escenario mientras le decía con una sonrisa de malicia:

-Hazlo con sentimiento.

En el momento que el chico se pregunto a que venía ese comentario de la bruja, cayó sobre el ataúd de cristal quedando su cara a escasos centímetros de la de Alviss. Entonces comprendió todo, pero en vez de negarse a hacer lo que le habían pedido decidió hacer desaparecer la poca distancia que separaba sus labios de los del otro chico y besarlo.

El beso duro más de lo que el resto se imaginaba, tras ello Rolan se separo un poco. Segundos después Alviss abrió poco a poco los ojos y se fue incorporando por obligación, o como él lo atribuía a ordenes del guión.

Cuando estuvo del todo incorporado los que representaban los enanos estallaron en alegría abrazándose y riéndose, lo que hizo que el público aplaudiera. Los aplausos aumentaron la alegría de los miembros de la obra; lo cual afecto de manera muy distinta a cada uno. Phantom y Peta intercambiaron miradas y se sonrieron; Jack saltaba de alegría y saludaba al público; Ian se acercó a Gido y le beso la frente mientras la abrazaba; Nanashi por su parte se acerco a donde se encontraba Dorothy y le dijo con una gran sonrisa:

-Un gran éxito, aunque una pena que una preciosidad como tú no haya sido la hermosa Blancanieves.

-No necesito ser la hermosa Blancanieves para encontrar a mi príncipe azul-le contestó Dorothy mientras se le acercaba-y menos cuando mi príncipe azul no tiene nada de príncipe-le susurró antes de besarle.

Mientras en otra parte Ginta era besado por una emocionada Snow.

Alviss al ver la reacción de todos creyó que estaban exagerando las cosas; era cierto que la obra había sido un éxito, pero no para celebrarlo de esa manera y con tanto besuqueo.

Entonces se acordó del beso y fijo la mirada hacia donde estaba Rolan, para ver quien le había dado tal beso. Al ver a Rolan se sorprendió, ya que no podía creerse que un chico le hubiera besado, pero menos que le hubiera besado con tanta ternura.

Rolan al sentirse observado se giro hacia la persona que lo miraba y al ver que esa mirada no era de enfado le sonrió con la misma ternura con la que le había besado y a cambio recibió otra sonrisa como respuesta.

Poco después el telón fue bajado y así la obra llego a su fin, pero la alegría y festejo duro durante toda la noche siendo celebrada por todos y por todo lo alto.

Y como se dice en todos los cuentos fueron felices y comieron perdices.

FIN