Hago este fic porque he leído unas cuantas historias de esta pareja, y por motivo extraño. Le he cogido queso (léase mote, cariño, obsesión, etc.) más de lo debido, es decir que, me leo historias de una por dos, algunas buenas otras aburridas… seguro la mía es aburrida… pero roda los ojos…
¡Leed y dejad reviews!
(Me gusta el acento español… es bien guay)
TÚ, MI ÚNICO DESTINO
- Prólogo -
En la última batalla de Hogwarts. En el bosque prohibido: Los mortifagos hacían su último contraataque.
- ¡Crucio! -
La maldición dio, otra vez, a uno de sus súbditos. El platinado no gritó, pero, como apretaba los labios, éstos empezaban a sangrar.
- ¡Tu pagaras por lo que tu estúpidas mujer ha hecho! –volvió a impartir el castigo- ¿Y así te haces llamar mi mas fiel súbdito? -
- Mi señor –se arrastró como pudo hacia los pies de su amo- Es una mujer estúpida… pero yo no… -
- ¡Cállate! –apretó la mandíbula, realmente molesto.
En una esquina, abrazado de su madre, Draco Malfoy, estaba realmente en un estado deplorable. El señor tenebroso estaba realmente furioso… estaba perdiendo la batalla, eso estaba claro, pero lo habría ganado si no fuera porque alguien le mintió, mas específicamente Narcisa Malfoy, su madre.
- Mi señor –se acercó su lugarteniente, Bellatrix, ajena al castigo del esposo de su hermana- Nos están acorralando…-
- Traigan a ese Harry Potter, donde acordamos… y no quiero equivocaciones -
Bellatrix se retiró y él siguió castigando a su padre, por el incumplimiento de su mujer.
Draco lo sabía… sabía que su madre había mentido al señor tenebroso para saber como se encontraba él, su hijo. Al menos su madre se preocupaba por su estado, no como su padre… él debía sufrir.
- Ya me canse de ti –se giro levemente - ¡Abada Kedavra!
El no supo cuando... ¿Como? Solo podía ver el cuerpo de su madre desfallecer y caer como una roca en la tierra: Se había sacrificado por su esposo, porque aún lo quería.
- Tampoco era de utilidad –puso una mueca de satisfacción- Era una traidora -
Lucius estaba impresionado con el cuerpo de su mujer a su lado, lo había protegido.
Por una fracción de segundo, Draco, pensó, que su padre se sentía culpable, porque lo tendría que estar, pero no… se había equivocado, ahí estaba Lucius Malfoy, quitando el cuerpo de su madre, como una basura, e inclinándose con gratitud hacía ese mago oscuro… que ahora estaba odiando con toda su alma.
- Perdonaré la estupidez de tu mujer… -miro el cadáver de la traidora- Si lo matas -
La mirada se dirigió al cuerpo de Draco, tirado a un lado de un árbol, con el cuerpo más que destrozado. Lucius siguió la mirada de su amo. No iba a defraudarlo.
- ¡Avada Kedavra! -
Draco parpadeó un par de veces… esa maldición voló cerca de sus orejas. ¿Su padre lo iba a matar?. ¿SU PROPIO PADRE? Ese estará cabrón.
Pocos segundos después una batalla se liberaba ahí. Habían aparecido aurores, algunos alumnos, y también Harry Potter, que se encontraba luchando contra Voldemort, mano a mano, par a par.
- ¿Estas bien? –le preguntó alguien. Y hasta ahora no se había dado cuenta quién.
Claro… gracias a esa persona ese avada no le había provocado la muerte inmediata, pues sintió como unas manos le retiraban de ese lugar, justo al momento.
- Graci… -se quedo sin aire, cuando la vio a su lado- ¿Granger? -
- ¡SEÑOR1 -
El grito de un mortifago resonó en todo el bosque.
Draco y todos los que luchaban se giraron para ver quién era. En ese preciso instante el cuerpo de Lucius Malfoy calló a la tierra, inerte.
- Pobre basura –miro el cuerpo de su ex súbdito más leal.
- Murió –murmuro con un tenue hilo de felicidad.
Ese cabrón de padre que tenía estaba muerto.¡MUERTO! Demonios. Eso era más de lo que él pedía. Claro que se merecía esa muerte. Por su madre, por los años que le hizo sufrir, y provocar su muerte y… por convertir de él, su propia imagen.
En ese momento cuando sus pensamientos lo embargaban, sintió un cálido abrazo.
- Todo estará bien… -
No supo por qué. Por qué ella, Hermione Granger, lo abrazaba ¿Por lástima? Y lo peor de todo, no sabía por qué le estaba devolviendo el abrazo, ni por qué iba a decir, lo que iba a decir.
- Gracias -
El tiempo parecía detenerse en ese abrazo. La sentía suya propia. Un calor, un sentimiento… ese aroma, su cuerpo.
- ¡HA CAIDO! –resonó una voz en todo el bosque.
Todos se giraron para ver lo que había sucedido. El cuerpo del mago más poderoso de todos los tiempos estaba inerte en la tierra, con una imagen más que demacrada. La piel arrugada como si tuviera más de 1000 años.
- ¡HA CAIDO! –esta vez fue un grito de jolgorio.
Todos corrieron a abrazar a Harry Potter, el niño que sobrevivió, y ahora, el niño que venció al más grande. Otros perseguían a los últimos mortifagos que quedaban.
- ¡Harry! -
En ese momento, más que el dolor de sus heridas… el dolor era de ver a esa chica de cabellos revueltos, alejarse de él, para ir por Harry Potter. Lo envidió, más que nunca.
- ¡Draco! -
Fue lo único que escuchó, cuando sus ojos se cerraban. El cuerpo torturado hasta la muerte, y la sangre brotando de su cuerpo, lo habían dejado inconciente.
Está hecho en cursiva porque es algo del pasado. La última batalla, aunque claro, bastante cambiada, para propósitos de esta historia. Porque así debe ser, no me juzguen mal ¬¬
Por cierto, esta historia no pasara de los cinco capítulos. Así que espero lo disfruten, y disfruten, también, dejándome REVIEWS, no se hagan los rogones òó no cuesta nada, poner algún comentario, por malo que sea.
