Obsesión. No había otra manera de llamar al sentimiento que estaba arremolinado dentro de ella y que con el pasar de los años se hizo más enfermizo, ¿pero a quien pertenecía la culpa? ¿A Miku o a Chris? ¿Quién había propiciado aquel fin?
"Hazme tuya". Ese susurro que estaba por perderse en el viento cuando Chris fue incapaz de detener una vez que la locura se adueñó de su ser, que inició como algo inocente pero que le llevó a ese punto de quiebre.
Pero en ese caso…
Sus labios se anclaron a aquel blanquecino cuello besándolo, sintiendo como ella se estremecía bajo su tacto. No era una persona extremadamente fuerte, pero sí lo era más que su amada víctima. Sus manos soltaron las muñecas ajenas una vez sabiendo que era imposible escapar, aquellas delicadas manos que tocaron aquel piano de cola tantas veces con la maestría de un ángel se aferraron a su cabello mientras que de manera muda ordena aferrarse todavía más a su piel. Respiró su esencia cada vez sintiendo más molesta la presencia de la ropa que no hacían más que cubrir aquella hermosa escultura diseñada para que sólo sus expertos orbes lavanda fueran capaces de observarla. Sus oídos se deleitaron con el delicado cantar de su voz ante cada movimiento en aquella indecente danza de la que le constaba que aunque en un inicio la hubiera forzado, los papeles querían relevarse.
El que Miku creyó que sería su último dueto, horas atrás en las que entonó el piano al tiempo que Chris tocaba el violín terminó siendo un simple compás comparado con aquel en el que su voz se distorsionaba, un compás que no debería estar entonando, pero que incluso sabiendo de la trampa que Chris le tendió con aquella droga en su taza de té no quiso correr ni pedir socorro, a pesar de saber que alguien más le esperaba anhelante y que quien reposaba frente a ella era su hermanastra mayor.
—Chris…
Su nombre sonó con cariño a los deleitables oídos de la mayor, quien por más que trató no pudo reprimir aquel sentimiento que fue naciendo conforme se fueron conociendo después de que sus padres se casaran entre sí, ya no podía detener su obsesión ni sus celos cada que veía a esa rubia/castaña rondando alrededor de que pequeño haz de luz, haciéndole sonreír como se supone sólo tenía permitido hacer para ella.
—Miku…
Su nombre un quedo suspiro contra la voz de la aludida mientras que se encargaba de disminuir todavía más las barreras físicas en aquel privado vals. Durante todo el tiempo que seguiría en adelante Chris se encargaría de degustar cada parte de Miku sin dejar huella visible.
Muchas gracias por darle la oportunidad a esta historia (drabble) se los agradezco de corazon. No sé si la clasificación esté del todo correcta pero esperemos que sí, ¿qué les ha parecido? ¿Merezco un favorite o un follow por esta historia? ¿Reviews? ¿Alguien?
SENKI ZESSHOU SYMPHOGEAR Y SUS PERSONAJES NO ME PERTENECEN
