Prologo

Casa Shiba, 2014

La lluvia golpea con fuerza la ventana y ella odiaba aquel ruido, uno que había escuchado durante mucho tiempo, más de lo que le gustaría y que le recordaba lo que había ganado y perdido en los últimos dos años.

Era la heredera de un clan que debía luchar una guerra donde muchos habían perdido la vida y la fe, donde ella misma era la clave para ganar o morir.

Pero estaba sola y era la primera vez que se sentía como si no tuviera ganas de luchar, como si no tuviera nada que salvar.

-Deberias dormir algo, Lauren.

Lauren ni siquiera se movio ante el comentario de Dekker, ella no podía dormir, no tenia porque y era mejor así.

Las pesadillas amenazaban con comersela viva...

-Tomate el té y relajate.

-No puedo.

-No puedes cambiar lo que ha pasado, Lauren, no tienes ese poder.

La verdad de Dayu, la esposa de Dekker y quien ahora intentaba hacerse cargo de ella eran tan dolorosa que ella misma tuvo que cerrar los ojos para evitar el golpe de dolor que la atravesaba.

Solo hacía horas que había pasado y ella tenía que olvidarlo...¿como de injusta podía ser la vida?

Ella no lo olvidaría, no borraría de su mente lo que había hecho por ella y por los dos que la acompañaban, las vidas que había salvado solo.

La fuerza y el humor que le rodeaban...

-Ya se que no puedo cambiarlo...-susurro más para si misma que para Dayu y Dekker.-...pero aún no me puedo creer que ya no este aqui...que no sea más que...

-Sabemos que era importante para ti.-mustió Dekker.-...maldita sea, se metio en este problema por mi culpa y...

Dayu se levanto, el dolor y la pena embargaban la casa y ella no podía hacer nada para evitarlo, no había nada que fuera a traer de vuelta a quien querían.

Mike era un samurai respetable, se había ganado hasta el respeto de la mismisima Urumasa y ahora no era más que un cuerpo en una cama.

No quedaba nada del Mike de siempre, nada...

Cerró los ojos, de solo pensar que tenía que recoger las piezas de aquel maldito puzzle que eran sus vidas e intentar recomponerlo...

Pagarás por esto, Xandred...

De repente se escucho un ruido en el jardín, mismo jardín donde horas antes Mike había estado batiendose en duelo con Xandred.

Lugar donde Mike había quedado reducido a la nada.

-¡Por fin en casa!

Dekker tuvo que reprimir un gruñido al reconocer las voces, eran los Rangers y podía notar la energía de muchos de ellos, los samurais no venían solos.

Esta vez la caballería llega tarde...

Intento sentir la presencia de Mike recuperandose pero no llego a él nada más que aire, Mike no volvería a despertar, ni por sus adorados amigos...

Ni por su preciosa Emily.

-Vamos, tenemos que enseñaros la casa.-se escucho decir a Jayden.

Las puertas de la casa Shiba se abrieron para dejar entrar a los Rangers samurai acompañados de los Rangers RPM que por fin habían encontrado la manera de viajar sin peligro.

Y sin tener que ir vestidos con sus trajes de Ranger.

-Un momento...-susurro Ji.

Todos se detuvieron en aquel momento, cuando notaron que la casa no estaba como la habían dejado.

Todo estaba hecho un caos.

-¿Que ha pasado aqui?-pregunto Kevin.

Ji y los jovenes se prepararon para la pelea cuando vieron aparecer a Dekker y Dayu delante de ellos, con cara de pocos amigos.

-¿Dekker y Dayu?-se escucho preguntar a Emily.

Y entonces, de las sombras detrás de ellos, una feroz rubia apareció con sus ojos envueltos en fuego.

No iba a perdonar aquella intromisión.

Ni a su mismisimo hermano.

-¿Lauren?-pregunto Jayden.

-¡Hijo de perra!-grito ella.

Y, sin darle tiempo a reaccionar cargo contra él a la espera de poder matarlo o causarle mucho daño por lo que había hecho.

Xandred había tomado el mundo y prácticamente había matado a Mike porque ellos no supideron ver las cosas que pasaban delante de ellos.

Ahora, todo lo que Lauren Shiba quería, era sangre...

La de su hermano y el resto de Rangers...