Nota de la casi-autora: ¡Esto es una traducción! La historia original es de la autora mydeadlylover, yo simplemente soy quien la pasa del inglés al español porque... oh wow, am... no se porqué, pero bueno, ojalá les guste..
¡Oh! Y recuerden dejar un review en la historia original Always be :)
Disclaimer: No poseo Death Note. Tampoco poseo la historia en si, ya saben, esa es de mydeadlylover :)
-Capítulo 1-
-Recién llegada-
Era una brillante mañana de verano cuando todo comenzó. El cielo era de un azul pálido y el sol brillaba con fuerza, hacía doler los ojos. Un deslumbrante auto negro se detuvo frente a las puertas de Wammy's House. Un severo hombre de mediana edad salió del auto y echó un vistazo dentro de él. Era como si incitara a alguien a bajar. Finalmente, logró convencer al otro pasajero para que saliera del auto. Era una chica de por lo menos cuatro años. Se bajó del auto y sujetó la mano de el Sr. Wammy, tenía su otra mano alzada hasta su boca mientras se chupaba el pulgar. Era el primer día de Lira en Wammy's House y estaba más nerviosa que el infierno.
Han sido dos semanas desde que Lira perdió a sus padres. Ella nunca entendió porqué fueron asesinados. Y eso era algo realmente horrible de ver. Ella ni siquiera supo si es que sus padres habían tenido enemigos tan perversos como para ser asesinados de una manera tan brutal. Los policías también la involucraron ya que la interrogaron y le hicieron preguntas que creyeron que claramente podría responder, ella no supo las respuestas. Entonces la policía la calificó como un caso perdido. Ella tampoco entendía porqué la habían traído a este orfanato que supuestamente era 'especial'. Ella no podía ver nada de especial en el hecho de estar en un orfanato, de ninguna manera.
El Sr. Wammy la llevó hasta el edificio principal del orfanato y ella lo siguió sin decir palabra. El hombre mayor se detuvo frente a una puerta de madera igual a las que había a los lados. El hombre se acuclilló para poder estar casi al mismo nivel de la chica y sujetarla por los hombros.
"Lira, esta será tu habitación. La compartirás con un muchacho. No somos muy específicos con las diferencias de género aquí, la verdad. Los niños son clasificados por su intelecto así que no hay problema en si eres un hombre o una mujer. Ahora entra. Tu compañero podría estar allí... como siempre" le dijo el Sr. Wammy a la chica y abrió la puerta. Ella entró a la habitación que era bastante grande y que sorprendentemente contenía todo lo que una persona promedio podría necesitar. Ella recordó que los niños en este orfanato eran clasificados por su inteligencia. Su compañero debería de ser el niño más inteligente del orfanato para conseguir una habitación como esa.
Ella decidió echar un vistazo por el lugar. Quizás su compañero estaba rondando por alguna parte. Los chicos siempre están metidos en algo, concluyó ella. Pero unas cuantas miradas por los alrededores de lo que se asemejaba a una suite de hotel la hicieron darse cuenta de que no había lugar donde encontrar a su compañero.
La cena procedió en el gran hall del orfanato. Un bullicio producido por los niños que peleaban por pequeñas cosas como los juguetes y sus gustos llenaban cada rincón de la habitación. Lira pensó que su compañero debería de estar en su cuarto pero seguía sin aparecer. Debe de estar metido en algo. Fue el último pensamiento de Lira antes de que cayera dormida en su suave cama de una plaza.
Lira tuvo un maravilloso sueño sobre pasteles, chocolates, juguetes, videojuegos y fresas. La gran mancha de una fresa apareció frente a ella. De pronto le salieron brazos y piernas y comenzó a bailar en una forma muy graciosa frente a ella. "¡Kawaii!" exclamó Lira antes de ponerse a perseguir a la fresa que hizo un intento de librarse escapando y saltando al mismo tiempo. Lira corrió tras de ella pero tropezó con un gran bloque de chocolate. Entonces la fresa corrió hasta ella y la ayudó a sentarse. "¡Gracias, strawberry-san!" le dijo Lira a la fresa y trató de tocarla pero esta comenzó a pincharla con un dedo una y otra vez. "¡Ouch, strawberry-san! ¡Eso duele!" exclamó ella pero la fresa simplemente continuó.
Pinchar. Pinchar. Pinchar. Lira se removió en su cama. Aparentemente ella continuaba teniendo ese sueño sobre fresas. Se libró de los cobertores y logró darle un golpe al perpetrador. "¡OUCH!" exclamó la fresa en los sueños de Lira y eso la sacó de su fantasía. Ella se sentó de golpe y miró hacia abajo donde algo que lucía como un puercoespín estaba luchando para ponerse de pie. "¿Straberry-san?" murmuró la muchacha aun somnolienta, mirando a la cosa que estaba al lado de su cama. Estaba aun atascada en su sueño. Lentamente, la cosa se puso de pie y encaró a la chica.
Era un muchacho. No un puercoespín, ni siquiera algo parecido a una fresa. Era un muchacho con los ojos muy abiertos y que vestía ropa holgada. En el momento en que Lira lo miró más de cerca puedo notar como él tenía pequeñas ojeras bajo sus ojos. Él se rascó la cabeza y se sobó la parte en donde Lira lo había golpeado. Miró a Lira sin ninguna expresión y habló.
"Eres bastante fuerte para ser una chica, ¿Cierto? Y en verdad apreciaría que no me llamaras strawberry-san. Tengo un nombre, sabes" le dijo a Lira con una voz fría. Ella pensó que él estaba enojado
"Me disculpo por eso. Pero también agradecería que no me pincharas con un dedo para despertarme" le respondió ella.
"Está bien. No te pincharé si tu no me llamas strawberry-san. ¿Trato?" dijo el muchacho.
"Trato. Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?" preguntó la chica.
"Es L, y este pequeño de aquí es B" contestó el chico. Fue entonces cuando Lira se dio cuenta de ese pequeño niño cercano a una edad de dos o tres años encogiéndose detrás de L mientras se aferraba a su holgado pantalón. Ella pensó que quizás este muchacho podría estar usando algún nombre estúpido y decidió seguirle el juego.
"Por cierto, yo soy Lee" respondió ella inventando alocadamente un nombre.
"Es un placer conocerte, Lee" dijo L extendiendo su mano a la chica que aun estaba sentada en la cama.
"También es un placer, L" dijo Lira y estrechó la mano que L le extendió. B, dándose cuenta de que no había ningún peligro en la chica que estaba frente a él, decidió aparecer desde detrás de L y extender sus brazos alrededor de él, buscando el brazo extendido de Lira y abrazándolo. "Tú también, B. Un gusto conocerte" dijo Lira. Ella sabía por sus instintos que ese sería el inicio de una larga y duradera amistad.
