¡Hola a todos!
Esta viñeta es de mis favoritas, y sucede después de Hogwarts, en el año 1980, durante el cumpleaños de Lily. Está dividida en dos partes, pero se pueden leer independientemente perfectamente.
Sabéis que los reviews son buenos para la salud, a mí me hacen feliz, y vosotras hacéis ejercicio con los dedos. ¡Haced deporte, es sano! :D En otras palabras, comentad, plis. Si no, no puedo saber si os gusta o no, o que cosas puedo mejorar.
¡Espero que os guste!
Advertencias: Slash y yaoi, es decir, relación chico - chico. Sin lemmon. Si crees que no te gustará, abstente.
DISCLAIMER: NINGÚN PERSONAJE, ESCENARIO O MOTE ME PERTENECE. TODO PERTENECE A LA MEJOR ESCRITORA DEL MUNDO, JOANNE KATHLEEN ROWLING.
CUMPLEAÑOS
Una pequeña casa en Godric's Hollow, la noche del 30 de enero de 1980. Cuatro chicos y una chica, alrededor de una mesa. Delante de la chica, un pastel de cumpleaños con veinte velas encima.
- ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos Lily, cumpleaños feliz! - cantaron los cuatro merodeadores. Cuando terminaron, la pelirroja sopló las velas, y todos aplaudieron.
- ¡Eres un año más vieja, pelirroja! Eso que tienes al lado del ojo derecho, ¿no es una arruga? - dijo Sirius Black riendo.
- Cállate, Black. - respondió Evans, quiero decir Potter, sonriendo. Siempre era así entre ellos, peleándose en broma.
- Feliz cumpleaños, amor. - deseó James Potter a su esposa, y los se dieron un romántico beso, hasta que Sirius volvió a hacer unos de sus "bonitos comentarios".
- ¡Dejad eso para luego, tortolitos! - Lily miró con esa mirada "desearás no haber hecho enfadar a Lily Evans", pero antes que la pelirroja dijera nada, Remus intervino.
- Si dices eso, Black, debo suponer que no te gustan los besos... - dijo el licántropo. Ante esa frase, los otros tres soltaron una carcajada.
- Sabes que sí que me gustan, Rem... Me encantan... - al licántropo se estaba aguantando la risa, y seguía sin mirar a su pareja - Por favor, mírame... - luego, se dirigió a James y Lily - Vosotros dos, seguiros besando, si queréis.
- No hace falta que lo repitas, Padfoot. - James, inmediatamente, sujetó a su esposa por la cintura y acercó sus labios, para darse un beso, más profundo que el anterior. En ese momento, habló Remus.
- Venga, Siri, ven aquí. - y él también besó a su amante, un beso que nada tuvo que envidiar al de James y Lily.
- ¿Por qué todo el mundo tiene pareja menos yo? - dijo Peter al ver a todos besándose, pero todo el mundo lo ignoró, estaban demasiado ocupados compartiendo saliva.
(¡Porque tú no mereces que nadie te ame, asquerosa rata traidora! - esa fue la autora, que nadie sabe que pinta aquí)
Entonces, los anfitriones se separaron, y la homenajeada cogió un largo cuchillo para cortar el pastel. James le dio una pequeña colleja a Sirius para que prestara atención, y los dos chicos se separaron también, el animago un poco molesto con su amigo.
- Oye, pelirroja, ¿te importa si te dejo viuda?
- Yo que tú ni lo intentaría, Black. Voy armada. - respondió Lily sonriendo y enseñando el cuchillo que sostenía en la mano derecha. Todos rieron.
Cuando todo el mundo ya tenía su trozo de pastel en el plato, y el wisky de fuego empezaba a correr, James se levantó del asiento, y Lily se puso de pié a su lado.
- Por favor, escuchadme todos. - los tres merodeadores lo miraron atentamente - Lily y yo tenemos algo que anunciaros. - miró a su esposa con una mirada llena de amor, y le pasó el brazo por detrás, abrazándola.
- Estoy embarazada. Vamos a ser padres. - ante la repentina noticia que Lily les dio, Padfoot, Moony y Wormtail reaccionaron de maneras distintas. Sirius dejó caer su cucharita contra la mesa, y abrió la boca sorprendido. Remus, simplemente sonrió, y se levantó para abrazar a la cumpleañera. Peter siguió comiendo el pastel.
- Muchas felicidades, Lils. - le dijo el licántropo mientras la abrazaba - Me alegro por los dos.
- Definitivamente, nuestro Prongs se nos ha ido. Ha madurado. - exclamó Sirius quitándose una lágrima falsa - Felicidades.
- Felicidades, chicos. - les dijo también Peter. La sorprendente noticia por fin había conseguido que la rata dejara de comer, y eran pocas cosas las que lo conseguían.
- Padfoot, - dijo James mirándolo - ¿Quieres ser el padrino?
- ¿Yo? Uau, ¡sí! - se entusiasmó Sirius - ¡Mil veces sí! ¡Gracias, Prongs! - se levantó, fue hacia su hermano, y lo abrazó - ¡Abrazo Merodeador! - los otros dos chicos se levantaron, y se unieron al abrazo, mientras Lily los observaba sentada, riendo.
Pasó el tiempo, y el wisky de fuego ya corría hacía rato, siendo Sirius, James y Remus los que más bebían. De repente, Lily se volvió a levantar, para hablar.
- Me gustaría ir a celebrar la gran noticia con todos vosotros. He reservado hora en un karaoke muggle.
- ¿Un qué? - preguntó Sirius.
- Un karaoke, Padfoot. - le contó James arrastrando las palabras - Un sitio muggle para cantar y divertirse, hay una pantalla y allí vas siguiendo la letra de la canción.
- Parece divertido, Lily. Pero yo creo que no puedo venir...
- ¿No puedes? ¿Por qué? - se interesó Remus.
- Mañana tengo que ir a trabajar temprano, lo siento. - Peter bajó la cabeza, arrepentido.
(Sí, trabajo, seguro... ¡Te irás a reunir con Voldemort para pasarle información, rata! - otra vez la autora)
- Tranquilo, Pet. - dijo Lily yendo hacia él - Es bueno que te preocupes por el trabajo y las responsabilidades, no como esos. - señaló con la cabeza
- También está bien que la gente se divierta de vez en cuando. Pero creo que así no los dejaran entrar... - dijo Peter, señalando con la cabeza a los dos ebrios Merodeadores, que ahora cantaban y bailaban en medio del salón.
- No te preocupes, lo tengo todo controlado. - fue a un pequeño armario y sacó tres frasquitos con una poción transparente dentro - ¿Remus, tú quieres? Es para hacer bajar el alcohol.
- No, gracias, Lils. - respondió el licántropo, siempre educado - Ya sabes que a mí el alcohol no me afecta tanto como a los humanos...
- Es verdad, no me acordaba. - Reconoció ella - Pues ayúdame a darles la poción a los bailarines.
Los dos juntos fueron hacia James y Sirius, que ahora estaban bailando La Macarena muy mal coordinados. Al principio fue imposible que bebieran el remedio, pero al final Lily y Remus lo consiguieron, "coaccionando" a sus parejas como solo ellos sabían. Vaya, que les besaron, y les prometieron la mejor noche de sus vidas si les hacían caso.
