PRÓLOGO
31 de agosto/ casa de Hermione.
Hermione se encontraba agotada. Había estado toda la tarde preparando las maletas.
" Es increíble la cantidad de recuerdos que se pueden almacenar en una habitación"-pensó
Miró a su alrededor. Toda su vida estaba plasmada entre aquellas paredes: la primera foto que se hizo con los chicos, su carta de aceptación a Hogwarts, los resultados que había obtenido tanto en los TIMOS como en los ÉXTASIS…
No podía llevárselo todo a la universidad, pero le dolía tanto dejar aquello allí. Era como desprenderse de una parte de sí misma.
Se tumbó en la cama y cerró los ojos. Los recuerdos pasaron por su mente muy rápidamente. Le pareció increíble que solo fueran recuerdos de su época "mágica". Siete emocionantes años, con sus respectivas aventuras, donde había hecho unos estupendos amigos, y algún que otro enemigo. Su cabeza asoció este último pensamiento con el escudo de la casa de Slytherin y todos sus miembros. Tras la guerra se habían vuelto mucho más amables, aunque sin olvidar sus prejuicios contra los que ellos llamaban "sangre-sucia". Como por ejemplo Malfoy. Sí. Aquel chico egocéntrico que parecía tener un odio personal hacia ella, aunque… echaría de menos aquellos encontronazos en los pasillos.
No, no era masoquista ni disfrutaba haciendo daño a los demás. Pero se había convertido en una costumbre, casi en un hobby. Era divertido ver como los demás se alejaban cada vez que ellos empezaban a dar sus diferentes opiniones. A parte de eso, tanta discusión le había enseñado unos buenos insultos que esperaba no tener que poner en práctica.
Realmente iba a extrañar esos momentos. Pero el descanso que iban a conseguir, sin verse tras tanto tiempo, era muy deseado por ambos.
Ahora, que no tenía que enfrentarse al hurón,iba a tener mucho tiempo libre, si no contamos las horas de estudio,
Se levantó bruscamente, por lo que una fina niebla gris tapo sus ojos durante unos segundos. Estaba alarmada, ¿qué libros se llevaría a la Universidad?
No le quedaba espacio en su baúl. Aún habiéndolo hechizado solo tenía sitio para un tomo. ¿Cuál elegir?
Paso los dedos por los lomos de aquellos objetos que consideraba tesoros. Su mano se paró en una guía "turística", por así decirlo, del París más mágico.
Recordaba haberlo comprado unos años antes durante un viaje con sus padres a esa maravillosa ciudad.
Fue entonces cuando descubrió la universidad que allí se encontraba. Abrió el libro, justo donde se encontraba la información acerca de su nuevo hogar y lo leyó:
"la Universidad Le Magie et les sorts (magia y encantamientos) situada bajo la Torre Eiffel, el famoso monumento muggle, es el perfecto lugar para estudiar derecho mágico, leyes, pociones, DCLAO…en fin, todo lo necesario para ser el perfecto auror.
Sus instalaciones cuentan con diez pisos: seis de ellos con aulas en perfectas condiciones.
Tanto la biblioteca como el laboratorio (o aula de pociones) ocupan una planta cada uno.
Las residencias para los alumnos se encuentran en los dos siguientes niveles. Habitaciones para dos personas, cuentan con baño dentro de ellas, camas individuales, y todo aquello que los estudiantes puedan siquiera desear."
Siempre había querido estudiar esa carrera, pero lo que le había hecho decantarse por ese centro había sido lo referente a la biblioteca. Solo con imaginarlo le brillaban los ojos de la emoción.
entonces supo que le iba a ser inútil llevar cualquier libro teniendo esa maravilla tan cerca, aunque cuando volvió la vista hacia sus manos quiso llevarse aquella guía consigo para conocer todos los secretos que podía descubrir.
Lo colocó en la maleta. junto a la cámara, con la que tantos nuevos momentos captaría.
31 de agosto/ Mansión Malfoy
Draco Malfoy estaba en condiciones similares, pero su baúl llevaba hecho casi un mes.
La impaciencia por alejarse de la atmósfera triste que era su casa desde que su padre había sido sometido al beso de un dementor (por su implicación con el Señor Tenebroso)le estaba consumiendo.
También su madre y él habían sido juzgados. Y se habían salvado tras una inspección, en la que habían declarado que al no haber asesinado a nadie, por lo que solo tuvieron que pagar una pequeña cantidad para librarse de Azkaban.
Pero la pérdida de su marido había sido más dura para Narcisa Malfoy de lo que ella mostraba. Se sumía en un profundo silencio mientras recordaba tiempos mejores.
De ahí que el rubio ansiara marcharse de allí. Aunque dejar a su madre sola le rompía el corazón.
Si por él fuera se la llevaría a Francia, mas ella no quería verse tan débil, por lo que rechazó continuamente la oferta de su hijo.
"París…" cada vez que pensaba en esa hermosa ciudad… y en lo irónica que era su vida…
Había hablado con el jefe de Slytherin hacía ya utres año, y tras analizar sus notas había decidido que podría dedicarse a ser auror. El propio Snape le había conseguido plaza en la universidad, famosa por su gran laboratorio.
Pero, ¿para que mentir? Lo que realmente le llamaba la atención, siendo el Casanova que era, eran las brujas parisínas.
Pensó en ellas. Sí. Éste curso se iba a divertir, y mucho.
Hola! Bueno, este es el prólogo
P.d. Esta misma historia esta tanto en fan como potterfics bajo el pseudonimo de miss-potter (mi nick, que parece que aquí ya lo habían "pillado")
