Nunca creímos que algo así pasaría. Todo quedaba reducido a eso, un simple juego, una simple broma. ¿Quién nos iba a decir que todo aquellos e convertiría en realidad? ¿Quién nos iba a decir que nuestras vidas cambiarían para siempre movidas por aquel… giro del destino, aquella historia sacada de nuestras más inocentes fantasías?

Ahora nuestro mundo está reducido a cenizas. Nuestros sueños son polvo y nuestras ilusiones yacen muertas, ahogadas en un mar de sangre y lágrimas, ocultas por una oscura tiniebla de miedo y dolor que amenaza con cubrirlo todo, como una bestia hambrienta. No. Nada de lo que conocíamos sigue igual.

El aire se ha vuelto irrespirable y caminar a pleno sol es ahora una hazaña digna de un héroe. Sólo las sombras, el antiguo enemigo, pueden servir de refugio a una humanidad que vive agazapada, esclavizada al servicio de unos monstruos surgidos de sus peores pesadillas y… que en el fondo son ellos mismos.

Pero no siempre ha sido así. Hubo un tiempo en el que el sol brillaba y el hombre campaba feliz sobre la superficie de la tierra. Hubo una época en la que el hombre fue capaz de dominar sobre toda la creación, de creerse dioses… Sin saber que los verdaderos dioses aún estaban por llegar, precedidos de la corte de los demonios.

Muy poca gente lo recuerda. Muy pocos quedamos ya. Sólo los más ancianos y los pocos que hemos tenido la suerte de sobrevivir a tantos años de lucha recordamos lo que se siente al respirar el aire libre sin miedos. Por eso ahora podemos contaros esta historia. Una historia de sufrimiento, de lucha, de dolor, de muerte… pero también una historia de esperanza, de amor, de alegría. Un canto orgulloso que pretende abrirse paso entre innumerables llantos.

Sí. Así es nuestra historia y por eso os la contamos. Para que conozcáis que a pesar de todo hay esperanza, para que sepáis que es posible vivir en un mundo como este. Por eso os la contamos, porque estuvimos allí cuando el cielo se abrió.