Hola!

Ya saben que mi especialidad son los One-Shot, expresando pequeñas historias pero significativas. Pero aqui les dejo este FanFic. Muchos no están de acuerdo con esta pareja, pero creo que el personaje de Bankotsu tiene suficiente criterio para continuarlo en mi imaginación como parte de la serie hasta el fin, ustedes saben al fin de cuentas es un Fanfiction.

No olviden dejar sus comentarios. Saludos!

Cuando eres destinado sin tu consentimiento a un futuro sin remedio, qué opción tienes si no es la muerte o el asesinato ajeno?.

Nunca me arrepentí de mis acciones a pesar de ver directamente a los ojos a la víctima, me satisfacía la súplica y sobre todo la paga.

Después de todo así me fue asignado mi futuro, Mercenario.

Me sentía invencible en la época que respiraba y tenía vivos mis cinco sentidos para experimentar las inigualables sensaciones que me provocaba el oficio hasta el dia que me decapitaron.

Estar muerto es no sentir nada y vagar por los mejores recuerdos, simplemente es escuchar la nada y el sonido de lo callado. El tiempo no pasa rápido ni lento, solo pasa y hasta ahí queda.

Cuando escuche la voz de aquel ser que me revivió, Naraku. Me pareció extraño es como si volvieras a nacer sobre todo al ver que te ofrece otra oportunidad a cambio de tus servicios, una vez mas los siete guerreros estaban de vuelta.

De todos los enemigos que me encontré solo uno me hastiaba, InuYasha. Esa mitad bestia que terminó con la vida de mis hermanos, aquel que se burló, mofo y para ser sinceros el rencor que le tenía no fue directo, siempre fue la influencia de Naraku lo que me hizo odiarlo, convirtiendo mi trabajo en algo personal...

Me desperté sudando y jadeando ante los recuerdos que de un tiempo hacia aca me azotaban, sabia que era yo quien narraba y hablaba en los sueños, veía extrañas batallas feudales pero lo más raro era una chica de cabello azabache, la época era demasiado antigua para llevar un uniforme escolar actual así que todo esto de los recuerdos complicaba las cosas. Me estaba volviendo loco?, Mire el reloj.

4:12 Am.

Fronte mi frente para eliminar el exceso de sudor, mi habitación estaba oscura pero el brillo de los relámpagos y truenos iluminaban en ocasiones, el cielo estaba llorando.

Que me pasa..- pronuncie cansado, esto no paraba y tan rápido fuera que se lo confesara a alguien me tomarían por idiota o enviado a un psicólogo o psiquiatra, así estaba mejor.

Decidí tratar de conciliar el sueño otra vez, pidiendo que estos sueños o deja vu me dejaran en paz.

Como si nada en la mañana preparé algo rápido de desayunar, hice mi rutina de ejercicio e irme tenia una importante junta de trabajo, tengo veintiséis años y ya soy dueño de una de las academias de entrenamiento más importantes de Judo, iniciando como principiante en una academia de barrio hasta que decidí crear mi negocio que se expandió por completo en Japón.

La recepcionista me recibió como siempre, las oficinas directas estaban en el piso más alto del edificio, tenia esa obsesión por ver todo debajo de mi, y no sabia el por que. Los trabajadores me entregaron un reporte semanal y autorice los nuevo uniformes, todo iba de maravilla hasta que encontré a una persona que hizo que mi tiempo se detuviera, sentí un hueco y una sensación extraña, sería posible?.

Buenas Tardes, estoy buscando al jefe de la compañía soy la disenadora Kagome Higurachi.-

El esta ocupado señorita gusta tomar asiento..-

Quien eres tu?- levante una ceja inspeccionando , era obvio que mi dura voz traspaso mas haya de sus oídos provocando un sobresalto en ella que me pareció gracioso, pero eso no era lo divertido, era en la manera de como me miraba, igual que yo, esa sensación de conocernos antes y admirar rostros tan familiares. Deje que ella me guiará.

Usted...es el jefe?- Menciono mientras vacilaba, estaba nerviosa.

Así es, y tu quien diablos eres? como es que vienes sin cita- dije sonriendo con burla, la chica frente a mi frunció el ceño y la recepcionista Doroty se quedo sin decir nada esperando lo peor.

Disculpe? vine aquí por que fui recomendada por su agente publicitario para diseñar los nuevos uniformes que hoy autorizo.- Respondió sin mas ni menos con total seguridad pero en el fondo sabia que me estrujaba con su mirada, parecía que fuera su enemigo.

Oh, ya veo...Bien, Doroty.- chasque con los dedos a mi recepcionista solterona, muestrale a la chica su nueva oficina- Lo dije sin la mas mínima gota de emoción.

Pese que le di la espalda después de eso sentía su mirada sobre mi hasta que fue llevada a su oficina, decidí irme.

Subí a mi motocicleta que tenia en el estacionamiento privado del edificio, tenia que salir de aquí, de pronto comencé a sentir calor, sofocarme con el mismo aire fresco, total exasperación, en el recorrido a casi toda velocidad distintas imágenes comenzaron aparecer en mi cabeza...

Peleas, sangre, gente extraña acompañándome...y lo ultimo fue a un ser de cabello platinado, me sentía herido, lleno de rabia pero sin poder hacer nada.

El dolor de cabeza se intensifico, fuese como si me hubiera dado una buena paliza, la vista se me nublo por completo derrapando en una curva alcanzando a maniobrar mi cuerpo con agilidad, solamente rodé hasta topar con una pared. Quite el casco roto del visor, las personas quedaron frías al verme ileso pero con algunas hebras de sangre brotando de la frente, no me intereso la motocicleta decidí correr tanto como me lo permitió el cuerpo, carajo! esta jodidamente arto de esta mierda!

De pronto todo se obscureció.

Los ojos los sentí pesados, cansados.

Estas bien?!- resonó una voz, conocida y preocupada, era ella otra vez, que inoportuno momento.

Hermano Bankotsu, que piensas hacer ahora?-

No lo se Jakotsu, esto se ha vuelto difícil, dudo que vayamos a salir de esto, Naraku no me brinda buena espina-

Como quieras, pero ya sabes que InuYasha lindo es mio-

Esta bien, ese recuerdo fue corto pero logro que despertase eso y fulminantes focos blancos que a juzgar por el olor a alcohol estaba en un hospital.

Ya despertaste-

Abrí los ojos viendo de frente aquellos chocolates brillantes y la piel blanca, gruesas pestañas negras, si, era ella de nuevo.

Me limite a responder.

Tremendo golpe que te metiste, pero dice el doctor que estarás bien...y -

Antes de que volviera a pronunciar mas palabras, la interrumpí.

Que quieres?- desvié su contacto.

Que quiero?.- puso el dedo indice en sus labios tratando de pensar en algo, estaba claro que no tenia ni idea de la pregunta. -La verdad nada, solo me recomendaron para el trabajo, ya se te olvido?.- finalizo. hubo un silencio entre los dos, corto que parecía largo. -Escucha.-

Hmm?-

-Se que te va a sonar extraño pero, te pareces mucho a alguien-

-Ha si, y quien es ese alguien?-

-Pensarías que estoy loca si te lo dijera, en fin. Me da gusto que estés bien, llame a tu secretaria para informar, tus socios se va a encargar del problema.-

Estoy bien, no necesitas preocuparte ni mucho menos involucrarte- Mi voz tajante como de costumbre hizo que le hirviera la sangre, lo se por que mire su rostro por el reflejo de la mesilla de metal reluciente, se que esperaba un gracias, y lo merecía. Pero estaba acostumbrado a estar solo luego de que mis padres murieron hace mucho tiempo, era un huérfano.

Como gustes- refunfuño.

No la culpo, se tomo el tiempo y estaba en su derecho de estar molesta. A pesar de todo lo que hizo quería estar solo, esta chica en un momento dado hizo que el estómago se me revolviera, me daba impotencia, es como si supieras la respuesta de algo pero queda atorado en la garganta, la duda comía mi cerebro pero todo los disfrazaba de calma, soberbia y burla, así era yo.