El tiempo se le había echado encima. Se había levantado antes de las seis de la mañana, aunque le había costado una eternidad tener que separarse de él durante el día; después de haber dormido apenas cinco horas completas y aún así, Izzy Stevens, había llegado tarde al trabajo, por cuarta vez durante la última semana.
Entró en el hospital como una exhalación, intentando que ninguno de los médicos residentes la viera, se cambió de ropa y con la misma velocidad, fue en busca de la doctora Bayle, pero esta la encontró primero.
"¿Otro día tarde Stevens?" Dijo Bayle con tono autoritario, como siempre, sin embargo, un momento más tarde, su expresión cambió y le entregó los informes de dos nuevos pacientes que acababan de ingresar en el hospital. "O'Malley ha preguntado por ti, dice que no te ha visto en toda la mañana. Le dije que estarías eligiendo algún detalle para la boda."
La chica se sonrojó y sonrió tímidamente. Afortunadamente para ella ahora que todos en el hospital tenían conocimiento de su boda con Denny, comprendían sus nervios y su estado cercano a la histeria, creciente cada día que pasaba.
"Esta mañana a primera hora, he conseguido hablar con el del catering y si todo va bien; aceptarán nuestras peticiones." A cada palabra que pronunciaba el rostro se le iluminaba un poco más.
Todavía se le hacía algo extraño hablar siempre en plural, nuestras peticiones, estamos buscando nuestra futura casa, nuestra boda. Boda, una palabra con la que había ansiado encontrarse durante toda su vida, el sueño que había inundado su cabeza de ideas durante años, ahora estaba ahí delante de ella, al alcance de su mano y con el hombre del que estaba profundamente enamorada.
Había pasado tres meses desde que Denny le propusiera matrimonio y ella obviamente aceptara y uno y medio desde que a él le había dado el alta el doctor Burke. Izzy todavía no se había ido de casa de Meredith, sino que en su lugar y según había dicho ella, momentáneamente, Denny también vivía allí con ellos.
"¿Por qué no os quedais con nosotros? La casa es grande y ya sabes que a veces está muy solitaria." Le dijo Meredith con una expresión a la que resultaba muy difícil negarse así como así.
"Te lo agradecemos de verdad y hasta que encontremos la casa que realmente nos gusta, estaremos encantados de quedarnos aquí." Le dijo Izzy, intentando suavizar el tema de que tarde o temprano terminarían marchándose de allí.
"No, lo digo en serio. No os parecería genial vivir todos juntos. Denny y tu, Dereck y yo y George y…" Meredith se giró hacia su amigo, mordiéndose el labio, por no saber como salir de aquella airosa sin hacerle daño a él.
"No te preocupes ya he superado lo de Cally." George nunca había sabido mentir y mucho menos cuando se trataba de hacerlo con la gente que mejor le conocía en el mundo. Sin embargo, nadie dijo nada al respecto. "Meredith tiene razón, estaría genial estar todos juntos."
Nueva mentira demasiado forzada. No quería vivir con dos parejas felices, no quería tener que ser el único soltero, el único abandonado que no tenía a nadie y cuyo matrimonio había fracasado en menos de dos meses de estar juntos.
Izzy tragó saliva antes de volver hablar, aunque notando la mano de Denny sobre su cintura, quien no había dicho nada, al fin y al cabo se trataba de los amigos de Izzy, con los que había compartido mucho más tiempo que con él, en esa conversación no quería meterse; demostrándole que le apoyaba en lo que fuera a decir, le ayudó a seguir hablando.
"Gracias Meredith, en serio es genial que nos propongas eso. Pero Denny y yo hemos estado hablando y queremos tener nuestra propia casa. Yo nunca he sabido realmente lo que es eso y además, cuando tengamos familia…"
Meredith y George se quedaron en silencio mirando a la pareja que abrazados el uno al otro sonreían alegremente. "¿Ya estáis pensando en una familia, en niños?" Izzy tan sólo asintió. Allí ya no había nada más que decir. Esa casa no estaba preparada para tener niños correteando por allí, además la pareja parecía tenerlo todo completamente claro.
Izzy miró el reloj, se había olvidado por completo de los resultados que tenía que recoger esa misma mañana entre tanta llamada telefónica y tanto pensar en el trajo. "Mierda, los informes."
Se despidió de Bayle en tono alegre, mucho más del que tenía acostumbrada a su jefa, agarró con fuerza los informes que esta le había entregado; en cuanto recogiera los resultados que tanto ansiaba ver, se pondría a trabajar con los pacientes, esperando que los casos no la absorbieran demasiado.
Llegar hasta el despacho que estaba buscando le costó menos de dos minutos, aunque la dejó prácticamente sin aliento. Respiró profundamente antes de llamar la puerta y entró.
"Izzy, ya pensaba que no ibas a venir." Le saludó Adisson desde su mesa.
- o -
De la misma forma que se había hecho tarde para llegar al hospital, también se le hizo tarde para volver a casa. Todavía dudaba de poder seguir por mucho tiempo con ese ritmo, pero al menos; la boda ya estaba lo suficientemente cerca como par aguantar un poco más.
Al regresar a casa, las luces estaban apagadas, por lo que supuso que o bien no había nadie en casa, o los que estuvieran estarían durmiendo. Sabía que Meredith estaba cenando con Dereck, por lo que llegarían bastante tarde, si no se iban a casa de él a pasar la noche. De George no sabía nada, pero la última vez que lo había visto estaba todavía en el hospital. Desde que vivían, prácticamente dos parejas felices en casa, su amigo apenas pasaba tiempo allí. No podía reprochárselo, no debía de ser fácil para alguien cuyo matrimonio se acababa de romper.
En cuanto a Denny, aunque había hablado con él al mediodía, no sabía si había salido, aunque tal y como lo conocía, lo podía imaginar durmiendo en casa, esperándola. Por ello abrió la puerta lentamente, no quería despertarle. Dejó las cosas en el salón y subió las escaleras caminó de su dormitorio.
La puerta estaba entrecerrada y la luz apagada, abrió la puerta, intentando no hacer ningún ruido. Le costó acostumbrarse a la oscuridad, por lo que al principio no fue capaz de saber si Denny estaba allí o no.
Entonces lo vio, estaba en la cama, tal y como había pensado ella, estaba dormido. Izzy sonrió, si alguien la hubiera visto en ese momento, hubiera dicho que esa la sonrisa más bonita de enamorada, que se podía encontrar; se descalzó y aparcó los zapatos en una esquina.
Durante un momento se quedó mirando a la figura que dormía en la cama, estaba tan tranquilo. Se sentó en la cama y rozó el cuerpo de él por encima de la sábana. "Te quiero." Dijo en un susurro dulce, que pareció llegar a los oídos de él.
Denny se removió y finalmente abrió los ojos, encontrándose con ella, sonrió y alargó el brazo hasta tocar el de ella. Sin decir nada, tiró de su cuerpo y sin ninguna dificultada consiguió que se tumbara junto a él, el cuerpo de ella pegado al suyo, en el lugar preciso, para rodearla con sus brazos y no dejara escapar.
"Perdona no quería despertarte." Ella besó el brazo de él y suspiró al respirar el aroma de su cuerpo.
"No digas tonterías, he estado esperándote despierto, quería verte cuando vinieras y me contaras que tal te había ido el día. " Izzy se echó a reír por lo bajo, ocultando ligeramente el rostro en la almohada. "¿Qué pasa?, ¿Qué he dicho?"
Izzy se dio la vuelta, sus ojos se encontraron con los de Denny y un momento después pudo contemplar su amplia sonrisa, la misma que le había enamorado la primera vez había parado sus ojos sobre el rostro de él.
"¿Con que querías saber que tal me había ido el día?" El asintió con una expresión divertida en al mirada, mientras veía que ella se incorporaba en la cama y se sentaba con las piernas cruzadas. "Yo creo que tu quieres saber otra cosa." De nuevo él asintió, estaba demasiado nervioso esperando las noticias que ella le pudiera dar, como para seguir con aquel juego tonto.
Sin decir nada, Izzy tomó la mano de él y la llevó hasta su vientre, poniendo la suya propia encima. Denny abrió los ojos de par en par, no podía creerse lo que ella le estaba diciendo sin palabras, por eso tuvo que preguntar, no quería terminar llevándose una decepción sobre algo con lo que había soñado desde que había conocido a la doctora Stevens.
"¿Qué te ha dicho la doctora Montgomery?" Denny también se incorporó, sin separar la mano del vientre de su futura mujer. Izzy sonrió, dejando escapar un suspiro. Ahí tenía su respuesta, la que llevaba esperando todo el día. Sin dejarla hablar, la abrazó con fuerza y ella sintió que dejaba de respirar, pero no le importó, le gustaba tenerlo ahí, junto a ella, tan cerca, que nada pudiera separarlos. "Es maravilloso Izzy, es maravilloso."
"Vamos a ser padres." Le dijo ella al oído. Izzy se echó a llorar. Desde que había tenido que dar a su hija, siendo tan sólo una adolescente, por no haber podido cuidarla como la niña se merecía, Izzy siempre había soñado con tener un hijo, cuidarle, criarle y darle todo lo que no había podido darle a aquella niña a lo que había perdido para siempre.
Ocultó el rostro contra el hombro de él, y dejó que Denny la sostuviera. "Vamos, cariño, ¿Qué pasa?" La dejó continuar llorando, que lo hiciera hasta que se hubiera desahogado del todo.
"Vamos a ser padres, Denny, vamos a tener nuestro hijo y…" Levantó la cabeza, dejándole ver a él sus mejillas cubiertas de lágrimas. Con una mano, Denny se hizo con ellas, acariciándole el rostro. "Por fin voy a rehacer el mal que hice entonces al perderla."
"Tu no hiciste ningún mal, no era el momento, no estabas preparada, pero ahora si." Un beso tierno en la mejilla le hizo sentir mejor. "Ahora estamos juntos en esto, tu y yo, vamos a ser padres, no es lo mismo que entonces." Un nuevo beso en los labios, tan sólo un roce, fue lo suficientemente reconfortante como para hacerla sonreír. "Te quiero Izzy Stevens y juntos vamos a tener ese niño."
Izzy se abrazó a él, todavía no comprendía como pera posible que siempre le hiciera sentir tan bien, tan sólo con sus palabras. Pero no dijo nada, no quería saberlo, tan sólo quería besarle y que él le besara a ella. Denny se recostó en la cama, llevando consigo el cuerpo de Izzy, que una vez tumbada se apoyó sobre el pecho de él.
Ahora que estaba bien, le gustaba escuchar el latido de su corazón, saber que seguía latiendo con fuerza. Sintió el beso de él sobre la frente; un momento más tarde se apoyó sobre sus propios brazos y deposito un beso sobre los labios de él, que un segundo más tarde fue correspondido con otro.
Esa noche hicieron el amor y se quedaron dormidos, uno junto a otro, las manos de él sobre el vientre de ella. Aunque su futuro hijo todavía era muy pequeño, quería estar lo más cerca de él posible y dentro de unos meses más tarde, cuando diera su primera patada, poder notar sus primeros movimientos en el vientre de la mujer con la que pensaba pasar el resto de su vida.
- o -
George todavía se preguntaba porque había hecho aquello, que motivo había tenido para terminar allí, pero por mucho que pensaba en las horas precedentes, nada le hacía pensar, que aquello pudiera haber terminado pasando.
Se levantó de la cama, aunque cuando se dio cuenta que estaba completamente desnudo, se vistió con celeridad; al menos para ponerse la ropa interior antes que su acompañante se despertara ¿o era él el acompañante? Eso ya daba igual, el caso era que había pasado y ya no podía echar el tiempo hacia atrás para borrar su error.
Fue en busca del resto de su ropa y al tropezarse con una silla, se quejó demasiado alto como para que la otra persona, que un momento antes estaba durmiendo en la cama, se despertara y se lo quedara mirando.
No había podido escapar sin que le viera, al día siguiente no podía haber negado que aquello hubiera ocurrido realmente, alegando que el alcohol debía de haber sido el causante de esos extraños sueños, o pesadillas, dependiendo de lo que la otra persona quisiera pensar, porque ahora que se había despertado, los dos iban saber que aquello había ocurrido realmente.
"¿Se puede saber que haces en mi apartamento?" George abrió la boca para contestar, pero todo lo que se le ocurría en ese momento, había perdido todo el sentido posible.
¿Como le iba a decir a Alex que el alcohol y las frustraciones de ambos, habían hecho que terminaran acostándose?
