Abrí mi baúl de historias, una vez más XD y salió este ulquihime que me trae recuerdos nostálgicos...


Despertar a la realidad.

Cansado, muy, muy cansado, tanto que hasta abrir los ojos le dolía, todo su cuerpo parecía haber pasado por una aplanadora y haber sido molido por una máquina trituradora, pero, paradójicamente, aquel dolor lejos de molestarle, le llenaba de tranquilidad, de una inexplicable, sensación de confort, que nunca, nunca había sentido hasta ese momento.

Con extremado cuidado levanto sus parpados que seguían negándose a abrirse, observo sin moverse, más que sus globos oculares, su alrededor, realmente no sabía dónde estaba, todo estaba relativamente oscuro, ya que alguna luz pálida alcanzaba a filtrarse, pero su cansada mente intuyó estar en una especie de cueva, improvisación de refugio a causa de una huida.

Huida. Si, podría llamársele así, y a él poco le hubiera importado, que le acusaran de cobarde, porque cobarde en realidad no era; estaba arriesgando todo, por una sola cosa, ¿era correcto? ¿Era lo mejor? Eso no lo sabía, pero prefería el mote de cobarde, de traidor, prefería vagar por todas la dimensiones del universo, prefería ese doloroso cansancio confortable, a una vida de soledad y silencio, de blanco y negro.

Suspiró. Notando un dolor en su abdomen, una punzada lejos de ser herida de espada, lejos del ejercicio normal. Pero no importó. Su mano entonces se deslizó lentamente, por aquella piel, tibia, suave y suya, ahora, suya.

Sonriendo internamente, acarició el hombro y un brazo, hasta posar su mano en la cintura de aquella chica que dormía abrazada a él, tan cerca que podía sentir los latidos acompasados de su corazón. Tan cerca, que parecía irreal, tan real, que no podía creerlo y en medio de esa incredulidad la certeza de ser feliz.

Ella abrió los ojos tan pesadamente que él adivinó que también estaba tan cansada como él, lo miró y sonrió, limpiamente, ampliamente, inocentemente, tentadoramente irresistible. Si, aquello era lo correcto, definitivamente. Su mundo se teñía de color.

Mientras ella siguiera sonriéndole así, podría pelear incluso en contra del propio dios y ganar.

Ulquiorra-san. Escuchó su nombre tan suavemente dicho que sintió un escalofrío, en verdad ¿en verdad, lo amaba? Tenía que ser, de otra forma no se explicaba nada de lo ocurrido, ni su interrupción en una batalla que ya tenía más que ganada y finiquitada, seguida de la llegada de los grandes espada, hasta su resolución de dejar de ser una de ellos, la convicción con que ella dijo esas dos simples palabras, hasta su comprensión de un concepto aun abstracto, ni siquiera podría explicarse porque estaba tan cansado.

Pero porque ella lo amaba, él sabía que todo lo pasado era palpable, porque ella le mostró lo que es un corazón en el sentido del amor y el amor explicado tan sencillamente como lo es en un beso. Por todo ello, él sabía por qué, porque estaba tan felizmente pulverizado y lo mejor de todo, sin arrepentimientos de nada, absolutamente, nada. En paz, con alegría interna, porque él no sabe expresarla en su rostro, pero la siente.

Cerró los ojos, dormiría otro rato, ya había echado un vistazo y no pudo percibir ningún riatsu. Dormir. Él nunca había dormido tanto. Él nunca había sentido tanto. Si sentir el amor era completamente indescriptible, hacer el amor era terriblemente agotador.


Un pequeño one-shot de mi imaginario propio, espero que les haya gustado, si fue así un review...para sacar más cosas de mi baúl jeje

nos leemos!