Holissssssssssssssssssssssss ssssssss!
Aquí les traigo mi primer fic.
Espero que les gusten y comenten si no menuda vergüenza sería publicarlo.
…
Una hermosa chica con uniforme iba caminando por la calle, ignorando las miradas indiscretas que le mandaba la gente.
-Una cosa… ¿aquella no será?
-¡Si, si, si lo es!
-¡María Samford, del Raimon!
María al unirse justo en la final al Raimon, había ayudado a ganar al Zeus para salvar el fútbol.
La gente ya no le conocía como antes, antes era la temible y gran estratega de la Royal Academi y ahora…una jugadora más del Raimon.
Llegó a su Instituto y fue felicitada por todos por ganar la final ella solo les decía un simple gracias como respuesta, era increíble… ¡Incluso sus amigos de la Royal le trataban así!
-Buenos días-le saludo Derek.
-Hola-dijo sin entusiasmo.
-¿estás bien capitana?-le preguntó preocupado Waldon.
¡Oh si! Casi se le olvidaba al no estar ni David, ni Jude era la capitana del equipo.
-si, tranquilos-dijo andando hacía su clase
Los chicos se miraron preocupados pero al oír la campana que daba inicio a las clases hicieron lo mismo que la chica.
Las clases acabaron y como no había entrenamiento todos se fueron ya hacía su casa excepto María quien paseaba por la ciudad con el uniforme del equipo.
Había preocupado a sus compañeros por como estaba. Ella lo sabía estaba así por la final…
por el Instituto Zeus…
por….
Byron Love…
El poderoso capitán del instituto Zeus. Se sorprendió a si misma pensando en sus profundos ojos rubí.
Ese chico la había impactado desde el momento en el que le vio a través de la pantalla de la televisión del hospital.
Había sentido cierto adversidad hacía él. Odiaba a la gente que se creía mejor y que hacía daño a los demás para demostrarlo, lo que ella era antes….
No, no debía pensar en ese chico. Ni siquiera sabía cómo había acudido a su mente...
Sin darse cuenta había llegado a su casa/mansión.
-¡Alfred, Padre he llegado!-gritó al entrar pero parecía que no había nadie.
Le parecía mejor, quería estar sola y aclararse.
Se dirigió a la cocina y encontró una nota que decía;
"Señorita Ster, su padre hoy volverá tarde del trabajo y yo quede con unos viejos amigos por lo que llegaremos tarde.
La cena creo que puede hacérsela usted, es muy buena cocinera.
Con cariño,
Alfred."
Suspiro y subió a su habitación donde se tumbo en la cama pero al momento sonó su móvil.
Era un número desconocido…
-Diga?-preguntó.
-Mi querida María, cuánto tiempo sin hablar.-dijo una voz que ella conocía la perfección.
-¡Dark!-gritó apretando sin darse cuenta su móvil.
-¿Qué pasa?¿Ya no me llamas Comandante?-rió irónico.
-¿Qué quieres?-preguntó sin darle importancia a lo que había dicho el otro.
-¿Qué tal estas Samford?-
La chica apretó las sabanas de su cama al escuchar esa pregunta, no sabía de su hermana desde que le vio jugar contra el Zeus.
-No lo sé-dijo ya tranquila pero aun seria.
-Ya veo, pues yo sí.
Eso sorprendió a la menor..
-¿Cómo?
-Si quieres saberlo ven a donde te diga un chico que vendrá a verte dentro de unos dí ós-colgó.
-…maldito..-dijo con ira apretando su móvil.
Ya era de noche, aunque su padre aun no había vuelto.
Se cambió y se metió en la cama.
Realmente estaba cansada. Los últimos entrenamientos habían sido realmente duros. Le dolían las piernas de tanto correr y patear el balón, pero a la vez se sentía satisfecha consigo misma.
Pero lo que más le preocupada eran las palabras de Ray Dark,¡¿Qué le había ese a su hermano?!Pensando en todo eso se quedo dormida.
Al día siguiente;
-¡Alfred me voy a correr!
-¡Que se lo pase bien señorita!-gritó desde la cocina.
-¡Si, adiós!-se despidió saliendo de la mansión.
Hacía tiempo que no corría, demasiado la verdad.
De pronto vio como alguien que también corría se aproximaba a ella. En cuanto lo tuvo al lado, se sorprendió.
¿De verdad era….?
