Shingeki no kyojin no me pertenece, hago esto por diversión, habrá algo de OoC, creo xD
Eridan
Capitulo 1
-Rivaille-llamo Erwin con el semblante serio
-¿Qué ocurre?-pregunto el francés acercándose de a poco a la tropa que recién llegaba
-Lo siento-contesto el rubio bajando la cabeza-Ella…murió-
Petra podía decir, que era la primera vez que el semblante serio del Sargento se desfiguraba de tal manera, pasando de la sorpresa, a la frustración y finalmente, a la rabia y tristeza al mismo tiempo.
-¡Te dije que no debía ir con ustedes! ¡Solo era una niña!-grito alterado buscando con la mirada el caballo que cargaba con el cuerpo
-No la vas a encontrar, la hemos dejado-
-¿Y cómo por qué demonios la dejaron?-conforme el sargento hablaba iba alzando la voz hasta gritar, Auruo y Erd sostuvieron al sargento antes de que saltara sobre el comandante.
-Para que no la vieras-fue la simple respuesta de Erwin y Rivaille lo fulmino con la clara furia en la mirada
Hanji abrió los ojos. ¿Por qué recordaba aquello? Ya tenía 5 años de eso, y sabía que para el pequeñín aquello había sido duro. Esa niña a la que había encontrado, sola e inconsciente en el bosque a punto de ser devorada por un titán, aquella misma niña que era la "sombra" del sargento, aquella que le había insistido a su tío Erwin que la llevara con él por las provisiones y le daba vida al cuartel… en un abrir y cerrar de ojos, había desaparecido de la vida de todos, y aunque nadie la mencionara, sabía que más que nadie, el que más la extrañaba era el pequeñín amargado. Sabía que a veces la mano áspera de Rivaille buscaba la pequeña, tibia y delicada mano que siempre se aferraba a él como tabla de salvación.
Se dio una ducha y se vistió, apurándose a llegar al comedor, no quería pensar en cosas tristes.
-Buen día-saludo alegre entrando al comedor
Los nuevos reclutas saludaron y Petra le hizo señas para que se acercara a su mesa, allí diviso al sargento que miraba unos papeles con su total atención.
-Hey pequeñín, ¿Trabajando duro desde temprano?-pregunto acercándose con naturalidad aunque de verdad estaba muy preocupada
-A diferencia tuya-fue la sola respuesta del sargento, Zoe rio divertida
-Eso lo dices porque no me has visto trabajar en el lab…-la oración quedó inconclusa cuando las puertas se abrieron
En la entrada, una niña de más o menos 10 años con un vestido blanco y cabello negro jugaba con la tela de su vestimenta, no llevaba zapatos y su piel blanca estaba un poco sucia.
Rivaille y Zoe intercambiaron una mirada, conocían aquel rostro, aquellas facciones. La científica se adelantó y hacia el pasillo, sentía la adrenalina recorrerle el cuerpo y toda la emoción la contenía en sus manos que no paraban de temblar.
-¿Eridan?-pregunto con temor
-¡Hanji-san!-dijo alegre y la mayor abrió los brazos para recibir a la pequeña que brincaba hacia ella
-¿Estas bien?-pregunto la científica revisándola, la menor asintió con una sonrisa amplia-¿Cómo es que…? ¿Cuándo…?-las preguntas quedaban en el aire, ahogando a la sargento con tantas preguntas que deseaba hacer, Petra apareció al lado de la niña comenzando a darle mimos que la pequeña
-Primero que nada-hablo Rivaille manteniéndose a distancia de ellas, la cara de Eridan se ilumino al verle, a punto de brincar a abrazarle-Deberías de llevarla a la enfermería a que la revisen-
-Sí, Heichou tiene razón-dijo Petra acariciando el cabello de la menor
-Vamos pequeña-dijo Zoe comenzando a caminar
-Espe...-la palabra quedo en el aire cuando vio que su tan preciado sargento tomaba asiento junto a un castaño de ojos verdes que la miraba con curiosidad
-0-
Rivaille entro en la oficina de Erwin, no muy contento, si bien su expresión era la de siempre, sus ojos denotaban molestia. Eren que estaba allí hizo el saludo militar, completamente nervioso por el aura que el francés emitía.
-¿Por qué me mentiste?-pregunto con furia pasando por alto al novato
-¿De qué hablas?-pregunto levantando la cabeza el comandante
-Eridan-dijo simplemente, la expresión de Erwin Smith no cambio
-No te entiendo, ¿Podrías ser más explícito?-
-Estoy siendo bastante claro, quiero que me digas porque me mentiste diciéndome que ella murió-
-No mentí, esa noche ella murió, yo mismo lo comprobé-dijo con seguridad el rubio
-¡Entonces explícame como es que se apareció en el comedor hace unas horas!-las palmas del sargento golpearon el escritorio haciendo brincar a Eren que se encogió en su lugar
-¡¿Qué?!-pregunto más que sorprendido poniéndose de pie-Eso es imposible, ¿En dónde está ahora?-
-Hanji le ha llevado a la enfermería… ¿No sabias nada?-
El comandante asintió y salió a paso apresurado.
-Eren, dejaremos este tema para otra ocasión-fue lo último que escucho del mayor que había desaparecido por la puerta, por primera vez Rivaille reparó en el muchacho allí presente
-S-sí señor-
Sus ojos viajaron al sargento que seguía con sus manos recargadas del escritorio, intercambiaron una mirada y él la desvió al suelo, cobardemente.
-¿Qué hace allí soldado?-pregunto Rivaille con un tono peligroso-¡Vaya a limpiar las habitaciones! Y dígale al reto que quiero este lugar impecable-
-Sí señor-dijo casi corriendo por los instrumentos de limpieza, el bajito dio media vuelta y se dirigió a los establos, aún no podía ir a verla
-0-
-Todo está perfecto-comento el doctor, dando un par de pasos hacia atrás, alejándose un poco de la pelinegra
-Les digo que estoy bien-respondió la niña cruzándose de brazos e inflando las mejillas, en un gesto cómico
-Solo era para asegurarnos-dijo Petra con una sonrisa, el médico le regalo una paleta, ella la aceptó por cortesía pero no se la llevó a la boca
Las puertas se abrieron abruptamente y la cara de Eridan se ilumino con esperanza más hizo una extraña mueca al ver a Erwin entrar a la habitación.
La boca del comandante se abrió y cerró, como pez fuera del agua, queriendo decir algo pero sin poder hacerlo, la sargento elevo las manos deteniendo cualquier comentario.
-¡No entre en pánico!-casi grito Zoe
Eridan abrazo sus rodillas recargando su frente en ellas.
-¿Cómo es… que llegaste aquí? Tú…-
-La verdad no lo sé, tío Erwin-dijo sin levantar la cara y soltando un suspiro-Solo llegue-hizo una mueca-No podría explicarlo correctamente, pero…ella me dejo volver-
-¿Ella?-pregunto Petra confundida, tomando asiento junto a la niña
-No sé si deba decirlo, tal vez ella se moleste-
Se quedaron en silencio, intentando comprender las palabras de la menor más no le encontraban mucho sentido.
-Yo…-comenzó a hablar de nuevo llamando la atención de todos-¿Por qué Rivaille está enfadado conmigo?... ¿Acaso me odia?-el pánico en los ojos de la menor hizo que los corazones de los demás dieran un vuelco, ¡Con un demonio que esa niña era la ternura en persona!
-No te odia linda-dijo Petra acariciándole el cabello-Solo está intentando entender que estas de nuevo con nosotros-
-¿De verdad?-pregunto esperanzada
-De verdad-
-Gracias Petra-san-dijo abrazando a la mujer que le correspondió gustosa
-Ahora, ¿Qué te parece si te preparo un baño? Estoy segura de que el Heichou quiere que te asees-
-Está bien- asintió y bajo de la cama tomando la mano de la chica
-0-
Sin darse cuenta había pasado demasiado tiempo fuera del lugar, camino a paso lento a la enfermería y su mano se detuvo antes de empujar la puerta, no había notado antes como temblaba. Frunció sus labios volviéndolos una línea y tomo rumbo a su habitación, no podía verla, no podía hablar con ella aún.
Abrió la puerta y al cerrar detrás de él se quedó quieto. Allí, sentada en la orilla de la cama estaba Eridan, viéndole fijamente con una pequeña sonrisa y sus ojos aguamarina tan abiertos que derrumbaban los muros alrededor de su corazón. Su cabello estaba amarrado en una trenza y traía un pijama blanco que consistía en una pequeña blusa y un pantalón. Sus pies colgaban y jugaba con ellos, balanceándolos de atrás a adelante, sus manos estaban sobre la cama.
-Hola-le saludo y sonrió-Te estaba esperando-
-Hola-saludo simplemente y se encamino al armario para sacar su pijama-¿Hace cuánto estás aquí?-
-Mmm no lo sé-
-Creí que dormirías con Petra-
-¿No quieres que duerma aquí?-pregunto poniéndose de pie
-Yo no dije eso-Rivaille dejo el equipo de maniobras tridimensionales en una esquina y los arneses a su lado, tomó el pijama y entró a su baño privado, se cambió, dobló su ropa y lavó sus dientes, cuando salió ella ya estaba acomodada en la cama, cubierta con las cobijas
-¿Estas enfadado conmigo?-el mayor suspiro y negó con la cabeza-Entonces ¿Por qué me evitas?-pregunto, se veía algo lastimada por la actitud del sargento
-No te estoy evitando-
La niña apretó sus puños, se sentía frustrada, arrugo la nariz y se tragó el nudo en la garganta, no iba a llorar.
-Rivaille…-se mordió el labio inferior y apretó los parpados-Lance…no me odies-comenzó a hablar y ya no pudo evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas-Sé que tarde mucho en regresar, pero es que tuve que buscarte…pero ya estoy aquí-sorbió su nariz y bajo la cabeza, no quería que le viera llorar-Papi…no me odies, por favor-
Se sorprendió al sentir la calidez de un pañuelo limpiar sus lágrimas y su nariz, al levantar el rostro y encontrarse de cerca con el mayor y con esa expresión tan cálida que resultaba increíble en ese hombre, no pudo evitar sonreír.
-Yo no te odio-
-¿Lo dices en serio?-la esperanza volvió a iluminar el rostro de la niña
-Si-
De un brinco, ella ya lo había rodeado con sus manitas, sonriente y contenta, como amaba a ese hombre al que llamaba "padre".
-Yo te quiero mucho-comenzó a decir de nuevo sintiendo los brazos del sargento que la rodeaban y extrañamente su hombro húmedo-¿Me quieres?-
-Si-fue la simple afirmación del hombre
No la soltó ni siquiera cuando ella cayo rendida en sus brazos, ni siquiera cuando se recostó o cuando apago la lámpara, ahora que la tenía allí, se aseguraría con su vida que no se la volvieran a quitar.
*Eridan es un nombre noruego, significa siempre poderosa :)
Hola! Este es mi primer fic de SNK, porfavor! enle una oportunidad :D, esta idea se me ocurrio ahora que ando lejos de casa xD en fin, espero les guste la idea y bueno es un Rivaille x Eren, así que les pido paciencia n.n ojala este bien mi idea y la acepten como se debe ja!
Ja ne!
Su amiga,
Rave-chan